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Boa constrictor



La boa constrictora (Boa constrictor) es una especie de serpiente de la familia Boidae, y de la subfamilia Boinae. Actualmente, es la única especie del género Boa.

Es conocida también como guio en Colombia, mantona en el Perú y como mazacuata (náhuatl: ‘mazatl’ venado y ‘coatl’ serpiente) en Centroamérica, tragavenao, jiboia y lampalagua en América del sur, en Ecuador como matacaballo y tragavenado. En algunas partes de México se le conoce como limacoa, en el estado de Nayarit se le conoce como "ilama".

Debido a la amplia extensión de terreno que ocupa, las poblaciones de Boa constrictor han adquirido determinadas características físicas específicas de cada región. Normalmente se suelen reconocer ocho subespecies:

Otras especies pasaron a integrar la sinonimia de B. imperator; estas son:

La más grande es Boa constrictor, habiéndose encontrado especímenes de más de cuatro metros en estado salvaje y caracterizada por el rojo brillante de su cola.

Es la serpiente más larga y robusta de México, mide hasta 5 m de longitud hocico-cloaca y se alimenta de roedores y ciervos. Su cabeza es ligeramente triangular en aspecto dorsal y distintiva del angosto cuello. Sus ojos son pequeños con pupilas elípticas. Su dorso bronceado o gris posee manchas cafés usualmente con manchas claras al interior. El dorso de la cabeza es color bronce o gris con una angosta línea obscura que se origina sobre el hocico y se extiende sobre el cuerpo. Una línea obscura originada en la parte lateral de la cabeza a escala de la nariz, pasa posteriormente a través de la mitad baja del ojo, hacia el ángulo de la mandíbula.

Mide entre 0,5 y 4 m, dependiendo de la subespecie y el sexo del animal, siendo las hembras normalmente mayores que los machos. El mayor ejemplar en cautividad es una hembra de 5,5 m de Surinam que se encuentra en el Zoo de San Diego.

Presenta una atractiva coloración que consiste en superficies dorsales de tonos rojizos que quedan dentro de un fondo que puede ser blanco, rosado, marrón o dorado, dependiendo de la subespecie o los cruzamientos llevados a cabo en cautividad. Durante los días próximos a la muda adquieren una piel de color grisáceo poco vistosa y sus ojos se vuelven de color blanco cremoso.

En la naturaleza es raro que vivan más de veinte años, aunque en cautividad pueden alcanzar los treinta con relativa facilidad. En el Jardín Zoológico de Filadelfia se registró el caso de una Boa constrictor que llegó a vivir 40 años, 3 meses y 14 días.

Es un animal solitario y nocturno. Pasa el día escondida entre las ramas de los árboles o en algún tronco hueco y sale a cazar al caer la noche. Suele trepar a los árboles y tender desde allí emboscadas a sus presas. También baja al suelo con frecuencia en busca de agua y es buena nadadora.

Su área de distribución comprende el continente americano, desde México hasta el centro de la Argentina. En México, esta boa habita a lo largo de las vertientes del Pacífico y del Golfo, en los estados del sur – sureste y en el centro del país.

Vive en hábitats con poca cantidad de agua, como desiertos y sabanas, a la vez que se la puede encontrar en bosques húmedos y terrenos de cultivo. Es un reptil tanto terrestre como arbóreo. Se encuentra en gran cantidad de ambientes entre los 0 y 1,500 msnm. El clima que coincide con el área de distribución de la especie varía substancialmente.

Es un animal solitario y nocturno. Pasa el día escondida entre las ramas de los árboles o en algún tronco hueco y sale a cazar al caer la noche. Suele trepar a los árboles y tender desde allí emboscadas a sus presas. También baja al suelo con frecuencia en busca de agua y es buena nadadora.

Debido a su mala visión, depende de sus escamas termosensibles (fosetas labiales) para detectar a sus presas. Entre ellas se incluyen lagartos, pájaros de tamaño moderado, zarigüeyas, murciélagos, ratas y ardillas. Siente especial predilección por los murciélagos, a los que captura desde los árboles en pleno vuelo. Mata a sus presas mediante constricción hasta estrangularlas.

Llegada la época de reproducción, la hembra comienza a segregar feromonas a través de su cloaca para atraer a los machos. La hembra adquiere una posición rígida característica mientras el macho se mueve lentamente a su alrededor, siempre atento a sus movimientos. Cuando la hembra se muestra receptiva, el macho comienza a pasar por encima de ella y a constreñirla suavemente. La hembra no ovulará hasta que no haya dado comienzo este cortejo.

Tras un largo periodo de cortejo, el macho introduce uno de sus dos hemipenes en la cloaca de la hembra y deposita su esperma. Tras la cópula la hembra intensifica su nivel de melanina, tomando un color más oscuro para absorber más calor. Durante la gestación la hembra cambiará de muda y tras cuatro meses dará a luz entre 20 y 60 crías vivas de entre 30 y 40  cm. Los recién nacidos normalmente no empezarán a comer hasta que hayan tenido su primera muda.

El principal riesgo que corre esta especie es consecuencia de la explotación que se está dando gracias al comercio ilegal que se hace de ella. Los cambios de uso del suelo también representan un riesgo importante. [5]

En los últimos años las boas constrictoras han ganado popularidad entre los amantes de las mascotas exóticas. Un problema que conllevan es el gran tamaño que llegan a alcanzar los animales adultos, especialmente la subespecie B. c. constrictor. En la comunidad autónoma de Canarias está prohibida la tenencia, según el Decreto 30/2018 de 5 de marzo, por el que se regula el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos.

Kluge (1991)[6]​ trasladó los géneros Sanzinia y Acrantophis a Boa, basándose en una filogenia derivada de características morfológicas. Sin embargo, posteriormente se ha visto que estos géneros de Madagascar no forman un grupo monofilético con Boa constrictor, por lo que dicho traslado probablemente fue un error. En la actualidad la mayoría de los autores han vuelto a la utilización de Sanzinia y Acrantophis para las boas de Madagascar.[7][8]

Para añadir aún más a la confusión de nombres, muchas especies de serpientes de la familia Boidae se conocen comúnmente como "boas" y todos también se sirven de constricción para matar sus presas. Además, se reconoce varias subespecies de B. constrictor, que a menudo tienen diferentes nombres comunes.[9]

En el pasado, hubiera quedado así:

*) Sin incluir las subespecies nominales.

T) especie tipo.

Hoy en día el género B. dumerili está como Acrantophis dumerili, bajo el género Acrantophis de la subfamilia Sanziniinae, B. madagascariensis está como Sanzinia madagascariensis, bajo el género Sanzinia de la subfamilia Sanziniinae y B. maditra como Sanzinia volontany (Boa Nosy Komba) bajo el género Sanzinia de la subfamilia Sanziniinae.[10][11]



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