Bolsonaro cumple los años el 21 de marzo.
Bolsonaro nació el día 21 de marzo de 1955.
La edad actual es 69 años. Bolsonaro cumplió 69 años el 21 de marzo de este año.
Bolsonaro es del signo de Aries.
Jair Messias Bolsonaro (Glicério, 21 de marzo de 1955) es un político y militar retirado brasileño, actual presidente de Brasil, desde el 1 de enero de 2019. Anteriormente cumplía su séptimo mandato en la Cámara de Diputados de Brasil, elegido por el Partido Progresista (PP). En las elecciones generales de 2014, fue el diputado federal más votado en el estado de Río de Janeiro con apoyo del 6 % del electorado fluminense (464 000 votos). En 2017, fue considerado por el instituto FSB como el parlamentario más influyente en las redes sociales. En enero de 2018, anunció su filiación al Partido Social Liberal (PSL), a esa altura el noveno partido político de su carrera desde que fue elegido concejal en 1989. En 2019, Bolsonaro abandonó el Partido Social Liberal en medio de un enfrentamiento con otros miembros y formó la Alianza por Brasil. Durante su presidencia, hizo retroceder las protecciones de los grupos indígenas en la selva amazónica y facilitó su destrucción mediante la deforestación. La respuesta de Bolsonaro a la pandemia de COVID-19 en Brasil fue criticada por todo el espectro político; trató de restar importancia a la pandemia y sus efectos, se opuso a las medidas de cuarentena y destituyó a dos ministros de Salud, mientras el número de muertos aumentaba rápidamente. Como resultado, la opinión pública, que había sido favorable durante su primer año de mandato, se volvió negativa durante la mayor parte de 2020, volviendo brevemente a ser positiva después de autorizar los pagos de emergencia antes de volverse negativa una vez más en 2021.
Se hizo famoso por sus posiciones nacionalistas y conservadoras, por la defensa de la dictadura militar de 1964, por sus críticas a la izquierda, por haber considerado la tortura como una práctica anticomunista legítima, por sus críticas a los homosexuales y por varias otras declaraciones controvertidas durante la campaña electoral de Brasil, las cuales le valieron cerca de 30 pedidos de casación y tres condenas judiciales. Sus posiciones políticas generalmente son clasificadas como alineadas a los discursos de extrema derecha aunque él se ha autodefinido como de centroderecha.
Triunfó en las elecciones presidenciales de 2018, con el apoyo del Partido Social Liberal.
Según relatos familiares, Jair Bolsonaro nació en Glicerio,São Paulo, pero no fue registrado hasta diez meses después, el 1 de febrero de 1956, en la vecina ciudad de Campinas, donde vivía la gran parte de su familia de inmigrantes italianos. En su registro de nacimiento consta que nació en Campinas. El nombre de Jair fue escogido a recomendación de un vecino y en homenaje a Jair Rosa Pinto, jugador de la selección brasileña de fútbol, que cumplía años en aquel día y jugaba en el Palmeiras, equipo que su padre apoyaba. Inicialmente se llamaría solamente Messias Bolsonaro pues su madre, después de una gravidez complicada, atribuía a Dios el milagro del nacimiento de su hijo.
un pequeño municipio del nordeste del estado deDurante su infancia vivió en diversas ciudades del estado de São Paulo. En los primeros años de su vida, su familia se mudó a Ribeira. Después, en 1964, la familia se trasladó a Jundiaí en los barrios de Vianelo y Vila Progresso. En 1965 se mudaron a Sete Barras y finalmente, en 1966, a Eldorado, en la región de Vale do Ribeira, donde Bolsonaro creció junto a sus cinco hermanos.
Bolsonaro cursó la Escuela Preparatoria de Cadetes del Ejército, en 1973, y luego ingresó en 1974 en la Academia Militar das Agulhas Negras, formándose en 1977. Sirvió en el 9.º Grupo de Artillería de Campaña, en Nioaque, Mato Grosso do Sul, en el período 1979-81. Después de eso, integró la Brigada de Infantería Paracaidista de Río de Janeiro, donde se especializó en paracaidismo. En 1983 se formó en educación física en la Escuela de Educación Física del Ejército, y se convirtió en maestro en saltos por la Brigada de Infantería Paracaidista. En 1987 cursó la Escuela de Perfeccionamiento de Oficiales (EsAO).
Documentos secretos producidos por el Ejército Brasileño en la década de 1980 muestran que superiores de Bolsonaro lo evaluaron como dueño de una «excesiva ambición en realizarse financiera y económicamente». Según el superior de Bolsonaro en la época, el coronel Carlos Alfredo Pellegrino:
En 1986, cuando servía como capitán en el 8.º Grupo de Artillería de Campaña Paracaidista, Bolsonaro fue arrestado por quince días después de escribir, en la sección «Ponto de Vista» de la revista Veja de 3 de septiembre de 1986, un artículo titulado «El salario está bajo». Para Bolsonaro, la baja de decenas de cadetes de AMAN se debía a los bajos salarios pagados a la categoría de una forma general, y no a desviaciones de conducta, como quería dejar atrás la cúpula del Ejército. La actitud de sus superiores llevó a la reacción de oficiales activos y de la reserva, incluso del General Newton Cruz, exjefe de la agencia central del Servicio Nacional de Informaciones (SNI) en el gobierno de João Figueiredo. Bolsonaro recibió cerca de 150 telegramas de solidaridad de las más variadas regiones del país, además del apoyo de oficiales del Instituto Militar de Ingeniería (IME) y de esposas de oficiales, que realizaron una manifestación frente al complejo militar de la Praia Vermelha, en Río de Janeiro y absuelto por el Superior Tribunal Militar.
El 27 de octubre de 1987, Jair Bolsonaro informó a la reportera Cássia Maria, de la revista Veja, sobre la Operación Beco Sem Saída. En la época Bolsonaro apoyaba la mejora del sueldo y estaba contra la prisión del capitán Saldon Pereira Filho.
La operación tendría como objetivo explotar bombas de baja potencia en baños de la Villa Militar, de la Academia Militar de las Agulhas Negras, en Resende, Río de Janeiro y en algunos otros cuarteles militares con el objetivo de protestar contra el bajo salario que los militares recibían en la época.
Bolsonaro habría dibujado el croquis de donde la bomba sería colocada en la Adutora del Guandu, que abastece de agua al municipio de Río de Janeiro. La revista entregó el material al entonces Ministro del Ejército y éste, después de cuatro meses de investigación, concluyó que el reportaje era correcto. En 1986, un año después del retorno de la democracia, fue arrestado por planificar un ataque a un oleoducto y un cuartel de las fuerzas armadas en Río de Janeiro, en el marco de un supuesto reclamo por aumentos salariales.
El caso fue entregado al Superior Tribunal Militar (STM). El juicio se celebró en junio de 1988 y el tribunal acogió la tesis de la defensa de Bolsonaro y del capitán Fábio Passos da Silva, según la cual las pruebas documentales —cuyo laudo pericial había sido hecho por la Policía del Ejército— eran insuficientes por no permitir comparaciones caligráficas, una vez que se utilizó la letra de prensa. Este laudo sería más tarde desmentido por la Policía Federal, que confirmó la caligrafía de Bolsonaro. De todos modos, el STM absolvió a los dos oficiales, que así se mantuvieron en los cuadros del Ejército. En 1988, Bolsonaro fue a la reserva, con la patente de capitán, y en el mismo año inició su carrera política, compitiendo al concejal de Río de Janeiro.
En 1988 entró en la vida pública como concejal de la ciudad de Río de Janeiro por el Partido Demócrata Cristiano. Según una biografía escrita por su hijo Flávio, Jair "era un candidato a concejal porque resultó ser la única opción que tenía en este momento para evitar ser víctima de persecución por parte de algunos de sus superiores. Su entrada en la política ocurrió por casualidad, pues su voluntad era continuar la carrera militar". Su mandato como concejal lo utilizó principalmente para dar visibilidad a las causas militares.
En las elecciones de 1990 consiguió ser diputado federal por el mismo partido. Después vendrían otros cuatro mandatos sucesivos. Fue afiliado en el PPR (1993-95), PPB (1995-2003), PTB (2003-2005), PFL (2005), PP (2005-2016), PSC (2006-2017) y desde julio de 2017 integró el PEN. Bolsonaro afirmó que ya pensó en afiliarse al Prona. Se hizo conocido por sus ideas nacionalistas, conservadoras y por sus críticas al comunismo y a la izquierda. Bolsonaro defiende abiertamente la época de la dictadura militar instalada en Brasil en abril de 1964, pero no aboga por su restauración. Para las elecciones presidenciales de Brasil 2018 fue candidato a través del Partido Social Liberal.
En las elecciones de 2010, Jair Bolsonaro obtuvo cerca de 120 000 votos, siendo el undécimo diputado federal más votado del estado de Río de Janeiro.[cita requerida] En su mandato anterior se destacó en la lucha por la aprobación de la PEC300 y contra una posible vuelta de la CPMF (Contribución Provisional sobre Movimientos Financieros). Es un representante informal de las Fuerzas Armadas brasileñas en la Cámara de Diputados y defiende la recomposición salarial de los militares.
Fue reelegido en las elecciones generales de 2014, como el diputado más votado del estado de Río de Janeiro con 464 572 votos.
El 2 de febrero de 2017, concurrió por tercera vez para presidente de la Cámara de Diputados, obteniendo solo cuatro votos parlamentarios y ocasionando su derrota. Postuló para el mismo cargo en 2005 y 2011 y tampoco logró éxito en estos intentos.
Después de afiliarse al Partido Social Cristiano (PSC), entró en conflicto con el liderazgo del partido e inició el proceso para ingresar al Partido Ecológico Nacional (PEN) en 2017 para ser candidato a las elecciones presidenciales de 2018. Finalmente su partido fue el Partido Social Liberal.
Bolsonaro, en cerca de 25 años ininterrumpidos en el Congreso logró aprobar dos proyectos de ley y una enmienda: una propuesta de enmienda a la Constitución que prevé emisión de "recibos" junto al voto en las urnas electrónicas, una propuesta que extiende el beneficio de exención del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) para bienes de informática y otra que autoriza el uso de la fosfoetanolamina. La enmienda que el diputado propone es que un comprobante sea impreso para evitar fraudes en el conteo electrónico de votos por no existir "ningún país en el mundo" que utilice la misma tecnología que la brasileña, al insinuar que la urna electrónica brasileña no es confiable, a pesar de que el sistema se prueba periódicamente. De acuerdo con el Tribunal Superior Electoral (TSE), esto generaría costos adicionales de cerca de 1.800 millones de reales a las arcas públicas. El parlamentario justificó la aprobación de una única enmienda alegando que no recibe suficiente apoyo de los demás congresistas por sufrir "discriminación" por poseer ideales derechistas.
Defiende la revocación del Estatuto del Desarme y defiende que el propietario rural tenga derecho a adquirir fusiles para evitar invasiones del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra. Además, también presentó un proyecto de ley que establece la castración química voluntaria como condición para que una persona condenada por violación pueda progresar el régimen de pena.
Bolsonaro condena públicamente la homosexualidad y se opone a la aplicación de leyes que otorguen derechos a las personas LGBT, como el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción de hijos por parejas homosexuales, además de la alteración en el registro civil para transexuales.
Se posiciona de forma contraria a la legalización de las drogas y, en una entrevista dada al programa de televisión CQC en abril de 2011, reiteró afirmaciones anteriores sobre el tema al ser preguntado sobre cómo reaccionaría si su hijo era usuario de drogas: «Daría una porrada en él, puede estar seguros de eso».
El parlamentario también discrepa de la aplicación de acciones afirmativas, como cotas raciales para afrobrasileños. En 2006, como forma de protesta contra la formulación de políticas de cuotas en las universidades públicas, el diputado presentó un proyecto de ley complementario en la Cámara de Diputados, proponiendo el establecimiento de cuotas para diputados negros y pardos. Bolsonaro admitió enseguida que, si el proyecto fuera a votación, iría contra él.
En varias entrevistas, Bolsonaro se posicionó favorablemente a la institución de la pena de muerte en Brasil para casos de crímenes premeditados pues, según él, «el bandido, él sólo respeta lo que él teme». También está a favor de la reducción de la mayoridad penal, y en 2008 fue el único diputado de Río de Janeiro en votar contra el proyecto de ley para ampliar el uso de armas no letales, justificando que ese tipo de recurso ya es utilizado.
En 2000, Jair Bolsonaro defendió, en una entrevista a la revista IstoÉ, la utilización de la tortura en casos de tráfico de droga y secuestro y la ejecución sumaria en casos de crimen premeditado. Él justifica su posicionamiento al decir que «el objetivo es hacer el cara abrir la boca» y «ser arrebatado para abrir la boquilla». De acuerdo con la entrevista de 2000 concedida a IstoÉ, Bolsonaro todavía defiende la censura, aunque no especifica de qué tipo. A pesar de estas afirmaciones, recientemente el político afirmó que nunca fue favorable a la tortura. En entrevista a la rúbrica Dois dedos de prosa del Programa do Ratinho, Bolsonaro fue cuestionado sobre su opinión sobre la unificación de las policías militar y civil. En respuesta el político afirmó que no la apoya, justificando que «la policía civil tiene una función y la policía militar tiene otra», que «si las policías son unificadas, serán quitados los uniformes de ellas», y que «habrá problemas interminables en eso».
Bolsonaro fue el autor de una Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) que prevé que el Sistema Único de Salud (SUS) realice cirugías de ligadura de trompas y vasectomía en mayores de 21 años que deseen realizar el procedimiento. Bolsonaro argumentó que muchas familias pobres no tienen dinero para hacer cirugías como éstas y tendrían dificultades en realizar una planificación familiar por ese motivo.
En 2016, se posicionó contrario a las diez medidas contra la corrupción,Operación Autolavado, para amnistiar crímenes de fondos ilícitos. En octubre de 2016, el parlamentario participó en un evento en Brasilia en apoyo a la liberación de la vaquejada (vaquillada) por el Supremo Tribunal Federal (STF).
una enmienda articulada principalmente por partidos y parlamentarios involucrados en laEn 2017, una cámara federal sentenció a Bolsonaro, diputado nacional y miembro del derechista Partido Social Cristiano (PSC), a pagar una multa de 50.000 reales (algo más de 16.000 dólares) por los comentarios de índole racista que el político realizó sobre afrodescendientes durante un evento en el club Hebraica de Río de Janeiro, sin embargo días después afirmó que "Los negros no sirven ni como reproductores".
En agosto de ese año fue sentenciado a pagarle 10 000 reales a la política Maria do Rosário, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT). La política habría irrumpido una entrevista que Bolsonaro otorgaba a diferentes medios de comunicación donde condenaba las acciones de "Champinha",
un joven de 16 años que había secuestrado, violado y luego asesinado a una pareja de jóvenes. Durante la interrupción María do Rosario acusó a Bolsonaro de ser un violador a lo que él le respondió que "no merecía ser violada" porque es "muy fea". Recientemente Bolsonaro ha apoyado medidas económicas liberales, votó por la apertura del pre-sal, y afirmó que el «libre mercado es la madre de la libertad». Otro ejemplo de apoyo del parlamentario a la liberalización la economía es cuando en una entrevista él dijo que «debe ser privatizado lo máximo que pueda» y explicó por qué se opuso a la privatización de Vale, aunque se ha señalado que su registro de elaboración de políticas no lo muestra necesariamente como un defensor del liberalismo económico. Tiene como meta una agenda liberal en lo económico, tomando como referente a Ronald Reagan.
Bolsonaro, aunque crítico del gobierno de PT está a favor de barreras aduaneras.
A raíz de la elevada intención de voto como candidato a presidente de Bolsonaro en las encuestas, ha incrementado el interés de la prensa brasileña e internacional en clarificar las ideas económicas del dirigente. Bolsonaro ha manifestado públicamente que su principal asesor económico es el economista Paulo Guedes, PhD de la Universidad de Chicago. Según Guedes, uno de los mayores problemas de la Economía de su país es el "Estado disfuncional", sobre el cual señala que "La centralización de recursos y poder acaba corrompiendo la política y estancando la economía. Es un Estado que interfiere en todo e interviene en todo, pero es mínimo en la entrega y máximo en el consumo de recursos". Otra de las preocupaciones centrales de Guedes es la abultada deuda pública de Brasil, que implica una carga anual excesiva de pago de intereses. Por otro lado, Bolsonaro expresó su rechazo a la idea de Guedes de reducir el impuesto a la renta para las personas de mayores ingresos.
El crecimiento acelerado de Bolsonaro en las encuestas para las elecciones presidenciales de 2018 ocasionó un repunte de los mercados, con una recuperación del valor de las acciones locales y del Real. Según algunos analistas esto se debe a la confianza que los inversores tienen en la orientación económica de una eventual presidencia de Bolsonaro.
El 7 de octubre de 2018 fue confirmado como candidato a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales después de ganar las elecciones y obtener un 46.03 % con el 100 % de votos contados. Se enfrentó al candidato por el Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad (29.28 %). La segunda vuelta de las elecciones tuvo lugar el 28 del mismo mes y Bolsonaro fue elegido presidente (con 55.13 % de los votos) por los próximos 4 años.
El 30 de septiembre cientos de miles de personas se manifestaron en múltiples ciudades de Brasil y del mundo, en diversas marchas contra Jair Bolsonaro. Las masivas movilizaciones, agrupadas bajo el lema Ele Não («Él no»), fueron convocadas en su gran mayoría por movimientos de mujeres que, por medio de redes sociales, expresaron su rechazo a las prédicas misóginas, homofóbicas y racistas del exmilitar.
Las masivas manifestaciones en repudio a Bolsonaro se repitieron en las calles de más de 80 ciudades de Brasil y en muchas capitales del mundo. En São Paulo, centro de la campaña de Bolsonaro, las protestas congregaron a más de 200.000 personas. En otros centros urbanos, como Belo Horizonte, Recife, Porto Alegre, Curitiba, Fortaleza, Manaos y en casi todas las capitales de estados del país, también se llevaron a cabo importantes marchas. Otros actos contra Bolsonaro se realizaron en varios países del mundo, entre los que se encuentran Alemania, Francia, Argentina y Estados Unidos. Incluso en Mozambique y en Sudáfrica se registraron protestas. El 6 de septiembre de 2018, durante un acto político en la ciudad de Juiz de Fora, Minas Gerais, y mientras era cargado en el aire, fue apuñalado en la zona del abdomen por Adélio Bispo de Oliveira. El candidato fue atendido inmediatamente y trasladado al hospital Santa Casa de Misericórdia, ingresando con hemorragia interna, tres perforaciones en el intestino delgado y una lesión grave en el intestino grueso. Fue operado con éxito y luego trasladado al hospital Albert Einstein, en São Paulo. El autor del ataque fue detenido por la Policía Federal a continuación de los hechos.
Una vez conocida la situación, los demás candidatos presidenciales suspendieron sus actividades de campaña electoral. El excandidato a la presidencia de Chile, José Antonio Kast, condenó «con fuerza a los que a través de insultos, amenazas y agresiones, pretenden frenar el triunfo de la libertad en toda América Latina». Por su parte, varios integrantes del Partido de los Trabajadores, entre ellos su presidenta, Gleisi Hoffmann, y el candidato a vicepresidente, Fernando Haddad, manifestaron su repudio a los hechos, tratándolos de «lamentables y no propios de una democracia», los debates electorales programados fueron suspendidos.
La ceremonia de inauguración de su mandato tuvo lugar el 1 de enero de 2019. El 3 de enero autorizó en la primera reunión del Consejo de Gobierno la destitución de todos los funcionarios con ideas «comunistas» [sic]. Además, aprobó la venta de 700,000 inmuebles propiedad del Estado.
En una de sus primeras acciones como presidente, Bolsonaro aumentó el salario mínimo de R$ 954 a R$ 998. A los pocos días de asumir el cargo, Bolsonaro transfirió los deberes de reforma agraria de la Fundación Nacional Indígena (FUNAI) al Ministerio de Agricultura. La mayoría de las tareas restantes previamente asignadas a FUNAI ahora forman parte del Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos.
El presidente Bolsonaro emitió un decreto para facilitar la posesión de armas en Brasil el 15 de enero de 2019. El decreto, firmado por Bolsonaro en un evento en el Palacio de Planalto, extiende el período de propiedad válido de cinco a diez años y permite a los ciudadanos poseer hasta cuatro armas de fuego. El decreto disminuye las restricciones para la posesión de armas, pero no afecta las de portar armas. Para poseer un arma de fuego, un ciudadano deberá presentar prueba de la «existencia de un lugar seguro o seguro para el almacenamiento» del arma en el hogar. Los requisitos de posesión, como aprobar cursos de capacitación y verificación de antecedentes, permanecen, al igual que el requisito de edad mínima de 25 años.
En mayo de 2019 el gobierno anunció el recorte, luego renombrado como congelamiento, del 30 % del presupuesto educativo para las universidades e institutos federales.Abraham Weintraub, había anunciado que la medida era para solo tres universidades que organizaron debates con figuras de izquierda, algo que el mismo día se extendió a todas las instituciones. Los estudiantes y profesores protestaron por los recortes educativos en distintas ciudades durante las semanas siguientes. El presidente Bolsonaro ha apoyado el proyecto «Escola sem Partido» (ESP), que alienta a los estudiantes a filmar maestros acusados de «adoctrinamiento».
En un principio el ministro del área,El ministro de Asuntos Exteriores, Ernesto Araújo, había esbozado cinco medidas para los primeros 100 días de la administración de Bolsonaro. Las dos primeras fueron visitas oficiales del presidente Bolsonaro a Estados Unidos e Israel; el tercero fue revisar las políticas del Mercosur; el cuarto fue restaurar el escudo de armas a la tapa del pasaporte brasileño; y el quinto fue terminar con los requisitos de visa para ciudadanos estadounidenses y canadienses.
Durante la campaña presidencial de 2018, Bolsonaro dijo que haría cambios considerables en las relaciones exteriores de Brasil y dijo que «Itamaraty debe estar al servicio de los valores que siempre estuvieron asociados con el pueblo brasileño». También dijo que el país debería dejar de «alabar dictaduras» y «atacar democracias importantes como Estados Unidos, Israel e Italia». A principios de 2018, afirmó que su «viaje a los cinco países democráticos: Estados Unidos, Israel, Japón, Corea del Sur y Taiwán demostró quiénes seremos y nos gustaría unirnos a las buenas personas». Bolsonaro ha mostrado desconfianza hacia China a lo largo de la campaña presidencial alegando que «[quieren] comprar Brasil», aunque Brasil registró un superávit comercial de $ 20 mil millones de dólares con China en 2018, y China es solo la 13a fuente más grande de inversión extranjera directa en Brasil. Bolsonaro dijo que desea continuar haciendo negocios con China, pero que Brasil debería «hacer mejores acuerdos [económicos]» con otros países, sin una «agenda ideológica» detrás de esto. Su postura hacia China también ha sido interpretada por algunos como un intento de favorecer a la administración Trump para obtener concesiones de los Estados Unidos.
Tras ser electo se fijaron los primeros viajes internacionales que haría como presidente, a Chile, Estados Unidos e Israel.Estado de Palestina «no es un país, por lo que no debería haber una embajada aquí», y agregó que «no se negocia con terroristas». La declaración recibió la condena de la Liga Árabe, que advirtió a Bolsonaro que podría dañar los lazos diplomáticos. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, recibió a Bolsonaro en Israel en marzo de 2019 durante las últimos días de una campaña de reelección.
Bolsonaro afirmó durante la campaña que elEl presidente argentino, Mauricio Macri, fue el primer líder extranjero recibido por Bolsonaro en una visita de estado a Brasilia desde que asumió la presidencia brasileña. Durante la campaña electoral Bolsonaro elogió a Macri por poner fin a la regla de 12 años de gobiernos kirchneristas y comparó a Cristina Fernández de Kirchner con Dilma Rousseff. Criticó que el Mercosur dio prioridad a su «orientación ideológica» en lugar de centrarse en el libre comercio, algo que según él imposibilitó anteriormente el acuerdo comercial Mercosur-Unión Europea. La llegada de Bolsonaro al poder llevó a la retirada del gobierno cubano del programa de asistencia sanitaria Más médicos y a un enfrentamiento entre las autoridades de ambas administraciones.
En julio de 2019, el Banco Central de Brasil redujo las tasas de interés del país del 6,5 % al 6,0 %. Poco después, el 18 de septiembre, el Banco Central recortó la tasa nuevamente, situándola en 5,5 % anual. En septiembre, la economía brasileña contó con una deflación de 0,04 %, la tasa más baja para ese mes desde 1998, mientras que la inflación durante los primeros nueve meses del año se ubicó en 2,49 %. El 30 de octubre, el Banco Central redujo nuevamente en un 0,5 % la tasa de interés anual, posicionándola en 5,0 %, en un esfuerzo por recuperar la economía de la nación. Estos recortes de la tasa de interés en 2019, la colocaron en las cifras más bajas históricas desde la creación de la llamada tasa Selic en 1986. El 18 de noviembre, el real se devaluó frente al dólar estadounidense alcanzando un máximo de R$ 4,20 por dólar por primera vez en su historia, desde la creación del Plan Real en 1994.
Hijo de Perci Geraldo Bolsonaro y de Olinda Bonturi Bolsonaro, ambos de ascendencia italiana, Jair Bolsonaro se casó tres veces y tiene cinco hijos. Su primera esposa fue Rogéria Bolsonaro (con quien tuvo tres hijos: Flávio, Carlos y Eduardo). Su segundo matrimonio fue con Ana Cristina (con quien tuvo un hijo, Renan). Su tercera y actual esposa es Michelle de Paula Firmo Reinaldo Bolsonaro, con quien tiene su única hija, Laura. Mientras trabajaba en el Congreso, Jair conoció a su esposa a comienzos de 2007, cuando ella trabajaba como secretaria para un diputado. Luego de ejercer cargos en el liderazgo del PP fue designada como secretaria del despacho de su esposo. Fue exonerada de su cargo cuando el Supremo Tribunal Federal dictaminara que era prohibida la contratación de parientes hasta el tercer grado en la administración pública.
Además de él, su hermano Renato Bolsonaro y tres hijos suyos también son políticos: Carlos Bolsonaro (concejal de Río de Janeiro por el PSL), Flávio Bolsonaro (senador de Río de Janeiro por el PSL), y Eduardo Bolsonaro (diputado federal de São Paulo también por el PSL).
Bolsonaro se identifica como católico, aunque, tras su matrimonio con su mujer actual, de confesión evangélica, se dejó bautizar en las aguas del río Jordán como evangélico de la mano del pastor Everaldo y asiste a una iglesia evangélica. Los diarios lo consideran católico, pero cercano a la iglesia evangélica.
Sus posiciones políticas generalmente son clasificadas como alineadas a los discursos de extrema derecha, aunque él se ha autodefinido como de centroderecha. Bolsonaro es conocido en Brasil por sus posiciones nacionalistas y conservadoras, además de sus críticas al comunismo y la izquierda política. También es conocido por defender la dictadura militar en Brasil, y llegó a declarar en 1999 que esta debía haber ido más lejos y «haber asesinado a 30 000 personas, empezando por el Congreso así como por el presidente Fernando Henrique Cardoso».
En su discurso combina la preconización de la violencia política con la aplicación de políticas económicas de austeridad y liberalismo.pandemia de COVID-19 hace parte del movimiento anticuarentena.
Frente a laDurante su voto a favor de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, Bolsonaro hizo homenaje al Coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, jefe del Centro de Operaciones de Defensa Interna (DOI), un órgano de la dictadura responsable de torturas a Dilma Rousseff. El diputado de izquierda Jean Wyllys escupió a Bolsonaro durante la declaración.
Bolsonaro fue denunciado por usar la cuota parlamentaria para pagar viajes por el país en que se presenta como precandidato a la presidencia en 2018. La cuota reembolsa viajes y otros gastos del mandato. En las reglas de uso, la Cámara dice que «no se permitirán gastos de carácter electoral». El contenido de las palabras de Bolsonaro, sin embargo, está explícitamente dirigido a la disputa de 2018. En cinco meses entre 2016 y 2017, al menos seis viajes del diputado fueron costeados por la Cámara por un total de 22 mil reales. La asesoría de prensa del parlamentario negó que esté en campaña y alegó que el uso de la cuota para viajes está relacionado con la participación en la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara, en la que es suplente.
En el caso de los donantes y proveedores de campañas de candidatos, en el sitio del Tribunal Superior Electoral (TSE), el nombre de Bolsonaro aparece como receptor de 200 mil reales de la empresa JBS, durante su campaña en 2014. En aquel año, Bolsonaro fue reelegido diputado federal con el mayor número de votos en Río de Janeiro y recibió más de 460 mil votos. Un reportaje del sitio Vice trajo la cuestión a la superficie en marzo de 2017 debido a la repercusión de la Operación Carne Débil. El político envió un vídeo en su canal de YouTube, donde explica que los 200 mil reales, la mitad del valor gastado en su campaña, fueron devueltos como «donación al partido». Sin embargo, en la planilla del TSE, los mismos recursos vuelven a la cuenta de Bolsonaro, ahora en una donación hecha por el fondo partidista.
De 2010 a 2014 el patrimonio del diputado creció más del 150 %, alcanzando más de dos millones de reales en bienes, según la declaración registrada en el Tribunal Superior Electoral (TSE). En estos últimos años el parlamentario adquirió, entre otras propiedades, dos casas en la Barra da Tijuca, Río de Janeiro, por valor de 500 000 y 400 000 reales, respectivamente.
En una entrevista para la revista Veja el 2 de diciembre de 1998, el parlamentario afirmó que la dictadura chilena de Augusto Pinochet, que mató a más de 3000 personas y exiló otras 200.000, "debía haber matado a más gente". También elogió al presidente peruano Alberto Fujimori como un "modelo" por el uso de una intervención militar contra el poder judicial y el legislativo en 1992. En 1999, el diputado afirmó al programa "Câmera Aberta" que era "favorable a la tortura" y llamó a la democracia de "mierda". Si fuera presidente del país, respondió que no había "la menor duda" de que "cerraría el Congreso" y de que "daría un golpe el mismo día". En la misma época, al explicar al presentador Jô Soares por qué defendió el fusilamiento del entonces presidente Fernando Henrique Cardoso (PSDB), él dijo que "barbaridad es privatizar a Vale y las telecomunicaciones, entregar nuestras reservas petroleras al capital externo".
El diputado federal también es conocido por alegar que la dictadura fue una época "gloriosa" de la historia de Brasil. En una carta publicada en el diario Folha de São Paulo se refiere al período militar como "20 años de orden y progreso". El diputado también afirmó, durante una discusión con manifestantes en diciembre de 2008, que "el error de la dictadura fue torturar y no matar". Bolsonaro fue criticado por los medios de comunicación, por políticos y por el Grupo Tortura Nunca Mais, sobre todo después de haber fijado en la puerta de su oficina un cartel que decía a los familiares de los desaparecidos de la dictadura militar que "quien busca hueso es perro". En 1993, apenas ocho años después del retorno de la democracia en el país, dijo que sólo un régimen militar conduciría a un Brasil más "próspero y sostenible". En marzo de 2015, cuando se cumplieron 51 años del golpe de Estado de 1964, Bolsonaro publicó en un blog personal una imagen y un texto que conmemoraba el acontecimiento. El parlamentario alegó que el golpe no pasó de una "intervención democrática", fruto de la "presión popular", y que en 1968 los guerrilleros comenzaron a atacar, usando tácticas de guerrilla aprendidas en China y Cuba.
El 17 de abril de 2016, Jair Bolsonaro felicitó al diputado Eduardo Cunha (PMDB-RJ) por la forma como condujo un proceso de destitución de la presidenta y usó su discurso de voto sobre el impedimento de Dilma Rousseff para homenajear a Carlos Alberto Brilhante Ustra, el primer militar a ser reconocido por la Justicia como uno de los torturadores durante la dictadura militar y también torturador de la expresidenta Dilma Rouseff. Después del episodio, el Ministerio Público informó que, en virtud de haber recibido 17 853 reclamaciones contra el contenido de la manifestación del diputado federal durante la votación del impeachment, decidió instaurar un procedimiento interno para investigar el caso. Tal actitud también rindió a Bolsonaro un proceso en el Consejo de Ética de la Cámara, abierto contra el diputado en junio de 2016, en el que fue acusado de haber faltado con el decoro parlamentario durante su voto. La representación fue hecha por el Partido Verde, que acusó al diputado de haber apodado el crimen de tortura y pidió la retirada del mandato del parlamentario. En su defensa, Bolsonaro alegó que las declaraciones durante la votación del impeachment están protegidas por la inmunidad parlamentaria.
En un video publicado por su hijo, el también diputado Eduardo Bolsonaro (PSC-SP), el parlamentario fluminense afirmó que "violencia se combate con violencia y no con banderas de derechos humanos", como las defendidas por Amnistía Internacional, que él afirmó ser formada por "canallas" e "idiotas". En el caso de que la policía brasileña es la que más mata en el mundo, Bolsónaro dijo: "Creo que esa Policía Militar de Brasil tenía que matar más".
En un discurso en Campina Grande, en febrero de 2017, el diputado criticó al Estado laico al decir:
El periodista estadounidense Glenn Greenwald se refirió a Bolsonaro como «el más misógino y detestable funcionario público elegido en el mundo democrático». El sitio News.com.au, parte del conglomerado de News Corporation en Australia, también calificó al parlamentario como el «más repulsivo político del mundo».
Durante una discusión en el plenario de la Cámara de Diputados, Bolsonaro afirmó que no «violaría» a la diputada Maria do Rosário porque ella «no (lo) merece». Él repitió una ofensa que ya había proferido contra la parlamentaria en 2003. La invectiva tuvo lugar después de que la diputada sostuviera que la dictadura militar fue una «vergüenza absoluta» para Brasil. En virtud de las ofensas contra la diputada, Bolsonaro fue condenado en primera instancia por daños morales. El 15 de agosto de 2017, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) mantuvo la decisión de la primera instancia y determinó que el parlamentario pagara una indemnización de 10 mil reales para Maria do Rosário.
En junio de 2016, el Supremo Tribunal Federal (STF), al analizar la denuncia de la Procuraduría General de la República y la queja de la propia diputada Maria do Rosário, decidió abrir dos acciones penales contra el diputado Bolsonaro. En una decisión por cuatro votos contra uno, el STF entendió que además de incitar la práctica de la violación, Bolsonaro ofendió el honor de la colega. Como resultado el diputado se hizo reo por la supuesta práctica de apología al crimen y por injuria. La denuncia contra Bolsonaro por apología al crimen fue presentada en diciembre de 2014 por Ela Wiecko (viceprocuradora general de la República), y en caso de ser condenado, puede ser castigado con una pena de 3 a 6 meses de prisión, más multa.
En febrero de 2015, en una entrevista al diario Zero Hora, el diputado afirmó no creer justo que mujeres y hombres reciban el mismo salario porque las mujeres se quedan embarazadas, alegando que el derecho al permiso por maternidad perjudica la productividad del empresario.
En abril de 2017, en un discurso en el Clube Hebraica, en Río de Janeiro, Bolsonaro hizo una mención sobre su hija Laura, de seis años, al decir:
A lo largo de su carrera política, Bolsonaro justificó que las mujeres reciban un salario menor al de los hombres en sus trabajos y en reiteradas ocasiones se manifestó contra la diversidad sexual, llegando a decir que nunca podría amar a un hijo homosexual. En 2002, por ejemplo, llegó a afirmar: «Si veo a dos hombres besándose en la calle, los voy a golpear».
En una entrevista para la revista Playboy, en junio de 2011, Bolsonaro afirmó que «sería incapaz de amar a un hijo homosexual» y que prefería que un hijo suyo «muera en un accidente que aparezca con un hombre con bigote por ahí». El parlamentario también afirmó que si una pareja homosexual fuera a vivir a su lado esto iba a devaluar su casa. En julio del mismo año, durante una entrevista para lectores de la revista Época, Bolsonaro dijo que «si luchar para impedir la distribución del "kit gay", conjunto de directrices apoyadas por la UNESCO y elaboradas por el Ministerio de Derechos Humanos, en asociación con entidades no gubernamentales, que pretendía promover la ciudadanía y los derechos humanos de la comunidad LGBT en las escuelas de enseñanza fundamental con la intención de estimular la homosexualidad, en verdadera afrenta a la familia es ser prejuicioso, entonces soy prejuicioso, con mucho orgullo», dijo.
En una entrevista concedida al Jornal de Notícias en 2011, el diputado federal asoció la homosexualidad a la pedofilia al afirmar que «muchos de los niños que serán adoptados por parejas gais van a ser abusadas por esas parejas homosexuales». Además, alegó que Brasil no necesita una legislación específica contra la homofobia porque «la mayoría de los homosexuales son asesinados por sus respectivos cafetones, en horarios en que el ciudadano de bien ya está durmiendo». En la Folha de São Paulo, en mayo de 2002, dijo que podría agredir a homosexuales: «si veo a dos hombres besándose en la calle, los voy a golpear». En el mismo periódico, pero en noviembre de 2010, Bolsonaro defendió la violencia física en hijos homosexuales como forma de cambiar la preferencia sexual:
Jair Bolsonaro también cuestionó la política amerindia del gobierno brasileño, en uno de sus pronunciamientos a una audiencia en la Cámara de Diputados, que trataba sobre la cuestión de los pueblos originarios en Roraima. El diputado afirmó que el Movimiento de los Sin Tierra (MST), «a pesar de abonado y constituido por personas que hablan nuestra lengua y son educadas», no logra hacer la reforma agraria, mientras que «indios hediondos, no educados y no hablantes de nuestra lengua» poseen el 12 % de las tierras brasileñas y hacen lobby en el Congreso Nacional. Los comentarios de Bolsonaro causaron gran indignación en el plenario, entre indios, parlamentarios y grupos de defensa de derechos humanos, que consideraron que el discurso del parlamentario hería el principio de no discriminación de la Constitución brasileña. Al sentirse ofendido con los comentarios del parlamentario sobre la cuestión indígena, uno de los líderes del pueblo sateré-maués presentes en la audiencia pública llegó incluso a tirar un vaso de agua hacia el diputado. Después de ser alcanzado por el vaso de agua, Bolsonaro dijo:
En una entrevista dada al programa Custe o Que Custar (CQC), el 28 de marzo de 2011, al ser supuestamente preguntado por la cantante Preta Gil sobre lo que haría si su hijo se enamorase de una chica negra, Bolsonaro dijo que «no discutía promiscuidad» y que «no corre ese riesgo porque sus hijos fueron muy bien educados», una de las declaraciones que más causó polémica en la entrevista. Al día siguiente, afirmó que la respuesta a Preta Gil fue un «malentendido», alegando que pensó que la pregunta fuera sobre la relación de su hijo con un homosexual. En el caso, los hijos de Bolsonaro, Carlos y Eduardo, alegaron en sus cuentas de redes sociales que el programa había «manipulado» la entrevista, al hacer una comparación del contenido de una grabación hecha por la cámara de un celular en la mano del entrevistado con el contenido transmitido en el programa. Luego, se abrió una investigación contra Bolsonaro al STF por declaraciones supuestamente racistas, que tras el análisis se archivó por falta de pruebas, bajo la justificación de que la entrevista fue editada y no se ofreció una versión en su totalidad.
En septiembre de 2015, durante una entrevista al periódico Opção, de Goiás, dijo que los militares en Brasil están «desaparecidos»:
En abril de 2017, en un discurso en el Clube Hebraica, en la zona sur de Río de Janeiro, el diputado federal dijo que terminará con todas las tierras indígenas y comunidades quilombolas de Brasil si es elegido en 2018. También afirmó que terminará con «La financiación pública para ONG»: «Puede estar seguro de que si llego allí (presidencia de la República) no va a tener dinero para las ONG. Si depender de mí, todo ciudadano va a tener un arma de fuego dentro de casa. No va a tener un centímetro demarcado para reserva indígena o para quilombola. También alegó que las reservas indígenas y quilombolas obstaculizan la economía. Donde tiene una tierra indígena, tiene una riqueza debajo de ella, tenemos que cambiar eso de ahí», afirmó.
Después de la frase sobre quilombolas, el parlamentario fue denunciado por el Ministerio Público Federal de Río de Janeiro, que afirmó que Bolsonaro usó expresiones injuriosas, prejuiciosas y discriminatorias con el objetivo de ofender y ridiculizar a las comunidades quilombolas y a la población negra.
El 3 de octubre de 2017, el diputado fue condenado a pagar 50 000 reales de multa por el crimen de daños morales. En octubre de 2018, el diario Folha de S. Paulo reveló que varias empresas financiaron el envío de cientos de millones de mensajes falsos contra Fernando Haddad.
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