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Caminos de Santiago en España



La situación de Santiago de Compostela en el extremo noroccidental de la península ibérica, y la de ésta en el suroccidental de Europa, han hecho que al correr de los siglos, las populosas peregrinaciones a la ciudad del Apóstol hayan forjado un rico patrimonio artístico y cultural a lo largo y ancho de toda la geografía española, enriquecido en gran parte de las ocasiones por un entorno natural de extraordinario valor paisajístico y ecológico.

El estado de conservación, uso y estudio de cada una de las rutas conocidas históricamente varía notablemente entre todas ellas, si bien hay una predisposición general a hacer de ellas un instrumento cultural, turístico, deportivo y religioso que colabora al mantenimiento, restauración y enriquecimiento de los lugares por los que discurren las distintas rutas.

Se trata además de un camino vivo al que van sumándose otras rutas que los nuevos y modernos peregrinos van forjando cada año, aprovechando los trazados históricos a los que añaden nuevas rutas de singular encanto.

A lo largo de los siglos, estas rutas religiosas y comerciales han venido a enriquecer aún más el patrimonio artístico y cultural de estas tierras, en las que una larga Historia forjada por las muchas civilizaciones que las han poblado, es la única responsable de que sea uno de los más ricos y variados del planeta.

En 1993 el Camino Francés fue reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco con el nombre de Camino de Santiago de Compostela. En 2015 se amplió la declaración del bien a otras cuatro rutas del norte y pasó a denominarse Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España.[1]

Desde prácticamente cualquier punto de Galicia puede visitarse Santiago. No en vano, en la actualidad la ciudad ostenta el rango de capital administrativa y política de la Comunidad Autónoma.

Desde los cuatro puntos cardinales llegan las rutas de peregrinación a Santiago de Compostela:

La dotación de todas las rutas gallegas en cuanto a infraestructuras, señalización y documentación informativa es de las más satisfatorias actualmente.

¹ Dado que sólo el último tramo de su trayecto discurre en Galicia, esta ruta se trata aparte.

Es la más populosa y conocida ruta jacobea en España. Conduce hasta Santiago de Compostela a los peregrinos que desde la Europa continental atraviesan Francia y entran en la península cruzando los Pirineos.

Es precisamente el lugar de entrada lo que da lugar a las dos principales rutas alternativas que conoce este camino:

En la localidad de Puente la Reina (Navarra) confluyen las dos rutas anteriores, dando lugar al camino principal que en dirección oeste transita por Navarra, La Rioja y las provincias de Burgos, Palencia, León, Lugo y La Coruña.

A lo largo de su amplio recorrido, los peregrinos europeos van siendo acompañados por los españoles que van incorporándose a través de cualquiera de los caminos que cruzan la península ibérica. No es de extrañar, por tanto, que en él se den la mayor parte de las evidencias de fervor y dedicación religiosa y servicios para el peregrino, traducidas en cruceros en los caminos, templos, hospitales y albergues, muchos de los cuales se conservan en buen estado después de los siglos.

Esta ruta de extraordinaria riqueza cultural, artística y paisajística se encuentra en la actualidad bien documentada y dotada de señalización e infraestructuras adecuadas.

Desde las regiones más occidentales de Francia, los peregrinos entran en España por Irún (Guipúzcoa) y en su recorrido van uniéndose a aquellos que comienzan la ruta en cualquier puerto de la cornisa cantábrica, procedentes tanto de las comarcas próximas como de cualquiera de los existentes en Europa Septentrional que desembarcaran en ellos.

Son numerosas las conexiones que esta ruta tiene con el Camino de Santiago Francés en su amplio trayecto de más de 800 km, dando lugar a distintas rutas alternativas.

Este conjunto de rutas jacobeas tienen como eje central la histórica ruta comercial conocida como Vía de la Plata, de la que siguen el trazado en la práctica totalidad de la misma, aunque al llegar a Astorga (León) abandonan la ruta comercial para continuar hacia Santiago de Compostela por el Camino de Santiago Francés.

Los recorridos más conocidos son:

Como rutas asociadas a éstas cabe citar las prolongaciones que existen para recoger a los peregrinos de otras regiones próximas:

Tiene su origen en Tortosa (Tarragona), ciudad desde la que se dirige hacia Santiago de Compostela circulando paralela al cauce del Ebro que le da nombre hasta unirse con el Camino de Santiago Francés en la ciudad de Logroño.

A lo largo de su recorrido va recibiendo las afluencias de los peregrinos que proceden de otras comarcas de Cataluña, el norte de la Comunidad Valenciana y el sur de Aragón:

Al camino principal se le unen otras rutas que configuran el grupo de los Caminos del Ebro

Además, en Pina de Ebro se recibe la afluencia de peregrinos que conducen sus pasos por la Ruta del Ebro de los Caminos de Santiago Catalanes.[2]

Al alcanzar la localidad zaragozana de Gallur, muchos peregrinos prefieren tomar el Camino de Santiago Castellano-Aragonés Oriental para alcanzar el Camino de los Franceses desde el Camino de la Lana en Mamolar (Burgos)

Toda la ruta está convenientemente señalizada desde su origen, aunque de los primeros tramos no existe suficiente documentación impresa.

De las distintas regiones de Castilla parten rutas que conducen a los peregrinos a la ciudad de Santiago de Compostela a través del Camino Francés.

Estas rutas tienen la característica especial de que, al discurrir por el centro de la península ibérica, sirven de enlace entre otros caminos que conducen a la ciudad del Apóstol.

Cinco son las rutas que se incluyen en este grupo:

El Camí de Sant Jaume o Camino de Santiago Catalán es un grupo de rutas que tradicionalmente son seguidas por los habitantes de esta región geográfica, así como de los procedentes de los países mediterráneos que desembarcaban en sus puertos o cruzaban la frontera hispano-francesa por sus regiones más orientales.

Aunque el trazado está señalizado y documentado desde Barcelona, muchas de las asociaciones de peregrinos catalanas decidieron tomar como punto de origen el Monasterio de Montserrat, para encaminarse desde allí hacia el Camino de los Franceses. La entidad encargada del ramal principal, es decir, el que va de Montserrat a Lérida es la Associació d'Amics del Camí de Sant Jaume de Sabadell que tiene publicadas 3 guías de este itinerario (www.camisantjaume.com).

Existen, además, trayectos tributarios de ambas vías que conducen a los peregrinos catalanes hacia alguno de los puntos del trazado principal.

La ruta que se dirige al Ebro hasta Barcelona se halla dotada de guía y señalización adecuada, y la ruta de Huesca hasta dicha ciudad está dotada de señalización, pero sin información impresa para el caminante. En el resto de las rutas, en este momento, no existe actuación alguna.

Desde el Mediterráneo suroriental parten los conocidos como Caminos de Levante, que surcan la península ibérica desde el sentido noroccidental hasta alcanzar la Ruta Jacobea de la Plata.

Las ciudades de Valencia, Alicante y Cartagena son los orígenes de las rutas históricas, pero otras localidades, como Lorca (Murcia) o Huércal-Overa (Almería), cuentan con cierta documentación de recientes peregrinaciones en épocas actuales.

Las cuatro rutas confluye en Albacete (España) y desde aquí a Santiago de Compostela existen numerosas alternativas, ya que se describen dos trazados casi paralelos que confluyen en no pocos puntos del camino:

Este es el camino que con más frecuencia se utiliza desde el sureste peninsular. Parte de la ciudad de Alicante, para adentrarse por el Valle del Vinalopó hacia Elda y Villena. Después se dirige hacia el altiplano murciano, cruzando Yecla, y adentrándose en tierras manchegas. En la ciudad de Albacete, se encuentra con el valenciano Camino de Levante, desde donde ambos siguen un trazado casi paralelo, que se cruza en algunas poblaciones más, hasta llegar a Ávila. De hecho muchos caminantes toman bifurcaciones haciendo recorridos alternativos entre etapas de las rutas sureste y levante, a través de las comarcas manchegas.

Desde Ávila en adelante la ruta a seguir es la misma en ambos caminos hasta llegar a Tordesillas. Allí el camino de levante se desviará hacia Toro, mientras que el del Sureste continuará recto hasta llegar a Benavente, su etapa final. Allí enlaza con la Vía de la Plata, donde toma el tramo Benavente-Astorga, para una vez allí, enlazar con el camino francés hasta Santiago.

Las Rutas Jacobeas Mozárabes son una red de senderos utilizados por los peregrinos andaluces después de la Reconquista para llegar a Santiago de Compostela.

En la actualidad, sólo existe documentación y señalización para el peregrino en la ruta principal, hallándose en estudio la prolongación de la ruta desde Málaga.



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