x
1

Campo de Criptana



Vista de la localidad, con un molino en primer plano.

Campo de Criptana es un municipio español perteneciente a la provincia de Ciudad Real, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Está situado en la comarca natural de La Mancha,[1]​ dentro de la subcomarca denominada Mancha Alta. Forma parte de la mancomunidad de Promancha.

En la localidad se conserva una amplia muestra de los típicos molinos contra los que luchó Don Quijote en el capítulo VIII del libro universal de Cervantes, convertidos así en seña de identidad de La Mancha. De un total de diez molinos, tres datan del siglo XVI: Molino Burleta, Molino Infanto y Molino Sardinero.[2]

Es el lugar de nacimiento de la actriz y cantante Sara Montiel (1928-2013) y del director de orquesta Luis Cobos (nacido en 1948).

Tanto el escudo como la bandera de Campo de Criptana poseen el mismo diseño partido.[3]​ La primera parte de azur con dos menguantes de plata; y la segunda de gules, con un castillo de oro, aclarado de gules y surmontado de un lucero también de oro. El escudo se representa cargado sobre el pendón de Castilla y una cruz de Santiago. Las armas ya eran conocidas en tiempos de Felipe II.

La tradición cuenta que las dos medias lunas significan dos victorias ganadas a los musulmanes en la Reconquista; el campo azul, la protección del cielo para conseguirlas; el rojo, la sangre vertida en ellas; el castillo, el que existía en el actual santuario de la Virgen de Criptana; y la estrella, la aparición de ésta en la ermita. La existencia de tales batallas es probablemente ficticia y las medias lunas parecen ser una simple evolución de las iniciales del nombre de la población.

El himno a Campo de Criptana fue compuesto en 1935 por José Vicente Ortiz Muro (letra) y Celedonio Cedenilla (música) y promovido por el entonces director de la Banda de Música Filarmónica Beethoven, Manuel Angulo Sepúlveda. Siendo adoptado como Himno Oficial de la Villa en 1939.

Integrado en la comarca de La Mancha de la provincia de Ciudad Real, en la subcomarca de Mancha Alta, se sitúa a 108 kilómetros de la capital provincial. El término municipal está atravesado por la carretera CM-420 (antigua N-420 entre los pK 293 y 306), además de por las carreteras CM-310, que se dirige hacia Quintanar de la Orden, CM-3105, que conecta con la autovía de los Viñedos, y por otras carreteras locales que permiten la comunicación con El Toboso y Arenales de San Gregorio.

La mayor parte del término municipal es llano. La zona norte es la más elevada, alcanzándose la cota de 780 metros (en un cerro llamado Pozos). La parte próxima al casco urbano se denomina Sierra de los Molinos, el paraje emblemático y mundialmente conocido donde se ubican los famosos ‘gigantes’ que inspiraron a Cervantes para narrar la más famosa aventura de Don Quijote. El casco urbano se encuentra a pie de ladera, extendiéndose de norte a sur desde el Barrio del Albaicín contiguo a la Sierra de los Molinos hasta la zona sur, cruzada por la vía del tren, residencial e industrial. Se alza a 707 metros sobre el nivel del mar. El término municipal es cruzado al sur por el río Záncara.[4]​ La altitud oscila entre los 780 metros y los 635 metros a orillas del río Záncara.

El Toboso (Toledo)

Fuente: Datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística

La historia de esta localidad es la de los diferentes poblamientos que existieron dentro de su actual término municipal, varios de los cuales se unieron en el siglo XIV para formar la actual localidad de Campo de Criptana que, a la postre, fue la única que ha continuado habitado hasta la actualidad.

Por los restos arqueológicos encontrados se puede afirmar que el término municipal de Campo de Criptana ha sido un área poblada desde el neolítico. Una vez iniciada la época de los metales, los asentamientos del término quedaron dentro del área de la cultura del Vaso Campaniforme y posteriormente en la denominada cultura de Cogotas I. Ya dentro de la Edad del Hierro, los poblamientos locales formaron parte del extremo sureste dentro del territorio de los carpetanos.

Iniciada la época histórica, se puede considerar que la primera reseña de sus poblaciones fueron las menciones que el historiador romano Tito Livio hizo de Alce y Cértima durante su relato de la conquista romana de Hispania. Ya en época romana, el ascenso a la categoría de municipium de la vecina Consabura (Consuegra) y su desarrollo consiguiente, hizo que las localidades del término experimentasen un marcado declive. Durante el bajo imperio, parece que la comarca se articuló en torno a una importante villa surgida en la actual Alcázar de San Juan.

Tras la caída del Imperio Romano, el término municipal inicialmente formó parte del efímero reino alano para pasar después al dominio visigodo. Durante esta época, la población parece centrarse en el poblado de Villajos y en torno al puesto fortificado existente en el Cerro de la Virgen, lugares donde se mantuvo ya en época musulmana, en la cual, el término municipal quedó bajo la esfera de la ciudad de Toledo, tanto durante el califato como durante la Taifa de Toledo a la cual perteneció.

Durante el proceso de reconquista, iniciado en la región por Alfonso VI con la toma de Toledo, las poblaciones del término pasaron de manos musulmanas a cristianas y viceversa en varias ocasiones no quedando consolidada la pertenencia al territorio castellano hasta la victoria cristiana en Las Navas de Tolosa. El término municipal quedó integrado en el Reino de Toledo y al poco pasaría a formar parte de los territorios pertenecientes a la Orden de Santiago quien, durante las siguientes décadas, fue otorgando cartas puebla, fueros y privilegios para fomentar la repoblación de las diferentes localidades existentes en el término, entre las cuales se fundó -alrededor del 1300- la villa de “El Campo” que sería la que más prosperaría y acabó absorbiendo la población de las restantes acabando siendo denominada como Campo de Criptana.

La villa experimentó un notable crecimiento en el siglo XVI durante el que se construyeron buena parte de los monumentos hoy existentes en la población además de iniciarse la producción de harina en sus conocidos molinos de viento, los cuales, en el siglo siguiente, quedarían inmortalizados por Cervantes. Al contrario que el anterior, ese siglo XVII significó para la localidad una época de decadencia en la que perdió buena parte de sus habitantes cuyo número no comenzaría a recuperarse hasta el siglo XVIII.

El área de Campo de Criptana fue escenario de la actuación de las guerrillas en la Guerra de la Independencia durante la cual, se dieron varios combates en la población entre fuerzas españolas y napoleónicas. Tras la muerte de Fernando VII, también la I Guerra Carlista tuvo que sufrirse en la comarca y la localidad sería objeto de ataques a manos de los combatientes anti-isabelinos.

Pasado el reinado de Isabel II, la localidad experimentó un notable desarrollo ayudado por la pronta llegada del ferrocarril que la conectó con Madrid y con el puerto de Alicante. Durante la segunda mitad del siglo XIX, sufrió la crisis cerealística europea de la que salió reconvirtiendo gran parte de sus cultivos de cereal hacia el viñedo. Este hecho la marcó de manera importante ya que la mayor necesidad de jornales para el cultivo de la viña ayudó a fijar e incrementar la población a la vez que también se desarrolló un importante tejido empresarial -bodegas y fábricas de alcohol- en torno al procesamiento de la uva y en el que participaron inversores llegados de otras regiones de España.

El primer tercio del siglo XX significó para Campo de Criptana una época de notable crecimiento durante la cual duplicó su número de habitantes. El continuo desarrollo del sector vitivinícola permitió una buena situación económica y el surgimiento de una importante actividad cultural con mejora de la escolaridad, actividades en el teatro municipal, publicaciones de prensa local o la fundación de su equipo de fútbol en 1925. La evolución de este periodo se truncó en los años 30 en los que el sector del vino sufrió una importante crisis y la población no fue ajena a los conflictos sociales que surgieron a nivel nacional y que desembocaron en la Guerra Civil, contienda durante la cual, la villa permaneció en todo tiempo dentro del territorio republicano.

Tras la difícil recuperación de la Guerra Civil, la localidad sufrió durante los años 50 una importante crisis demográfica debido a la mecanización agrícola que dejó sin ocupación a buena parte de su población. Esta crisis se agravó en décadas siguientes debido al esquema desarrollista de la dictadura que fijo unos polos de industrialización de los que fue ajeno el área de Campo de Criptana y que significaron la emigración de buena parte de sus habitantes. No sería hasta bien entrado el periodo democrático, en los años 80, cuando la población pudo recuperarse y aumentar su número de habitantes a lo que finalmente contribuyó de manera importante el boom constructor del siglo XXI y la llegada de inmigrantes desde otros países.

En relación con la actividad económica de la población, los Servicios en el Municipio son el sector predominante de actividad, seguido de la Construcción.[cita requerida]

En materia de servicios sociales y, en concreto, en el ámbito de la atención a las personas con discapacidad, es posible destacar la presencia en Campo de Criptana del Centro Comarcal de Educación Especial "María Auxiliadora" y del Centro Ocupacional Comarcal de Atención a Discapacitados Psíquicos "Rogelio Sánchez". Ambos centros pertenecen a Aspana, Asociación Pro-Personas con Discapacidad Intelectual de Campo de Criptana fundada en 1974 y presidida de forma vitalicia por el profesor Rogelio Sánchez Ruiz que, además, es director vitalicio del Centro "María Auxiliadora". En 2006 Rogelio Sánchez fue condecorado por su labor realizada desde el centro y desde la asociación, con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de España.[6]

Asimismo, en 2010, Campo de Criptana ha sido finalista, junto con los Ayuntamientos de Ávila y Málaga, del Primer Premio de Accesibilidad de la Fundación Konecta, galardón que premia las mejores prácticas puestas en marcha en materia de accesibilidad,[7]​ por el desarrollo del proyecto de eliminación de barreras cognitivas implantado en el Ayuntamiento.

La imagen de Campo de Criptana nos recordará al Quijote. Sobre el otero que domina al pueblo aparece un magnífico conjunto de molinos de viento, una de las imágenes más famosas del territorio. Algunos de ellos se encuentran en el centro de la ciudad, como es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Aunque también hay diversos monumentos y lugares de interés reflejados en el anexo:

En Campo de Criptana destacan por su importancia las fiestas patronales en honor a la Santísima Virgen de Criptana y el Santísimo Cristo de Villajos, el carnaval, la Semana Santa, el Festival internacional de la música y más festividades que aparecen más detenidamente descritas en el anexo.

La Asociación cultural El Burleta cada 14 de agosto realiza una fiesta con 3 premiados diferentes organizaciones y asociaciones donde se les reconoce su labor a la sociedad.

Campo de Criptana es un municipio que presenta una rica y activa vida cultural y artística:

Los platos típicos son las gachas manchegas con tropezones (generalmente acompañadas de magro, chorizo, tocino frito), las migas de pastor servidas en sartenes y elaboradas con harina de almorta, el cordero servido a la caldereta, el pisto manchego, las sopas de ajo como plato invernal, los huevos revueltos con cebolla y queso manchego. El postre típico es el arroz con duz frío (duz llaman en Andalucía y en La Mancha al dulce). Suele servirse como aperitivo la almorta tostada (denominada titos).

No solo eso, sino que cuenta con una cooperativa, la Bodega Cooperativa Vinícola del Carmen. Está también considerada la más antigua de España, creada en el año 1897.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Campo de Criptana (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!