El Castillo San Felipe de Barajas es una fortificación localizada en la ciudad de Cartagena de Indias en Colombia. Su nombre real es Fuerte de San Felipe de Barajas. Está situado sobre un cerro llamado San Lázaro y fue construido en 1657 durante la época colonial española. Sufrió constantes ataques por parte de los ingleses y franceses, siendo el comandante francés Barón de Pointis quien tomara el castillo a mediados de 1697.
En 1984, la Unesco incluyó el centro histórico de la ciudad de Cartagena de Indias, el conjunto de sus fortificaciones y el castillo San Felipe de Barajas dentro de la lista de Patrimonio de la Humanidad. Se le considera una de las siete maravillas de Colombia, reconocimiento que le acredita como una de las más grandes estructuras construidas en territorio colombiano, luego de una encuesta realizada por el periódico El Tiempo. También forma parte del patrimonio histórico y cultural de Colombia, según el Ministerio de Cultura.
A lo largo de toda su historia, la fortificación militar no ha sufrido varias remodelaciones con el fin de evitar su deterioro y mantener conservado un monumento importante, no solo para el pueblo cartagenero, sino también para toda Colombia. Hoy en día sirve como un atractivo turístico y es el lugar de importantes eventos y reuniones sociales. El 14 de abril de 2012, el castillo fue el escenario principal de la cena de bienvenida en la celebración de la VI Cumbre de las Américas.
La construcción del castillo San Felipe de Barajas dio comienzo en 1536 por militares españoles y esclavos africanos. Fue erigido con materiales propios de la época, como el cemento y la roca, y su ubicación geográfica (colina de San Lázaro) obedecía a una estrategia militar, debido a la excelente elevación del terreno (cuarenta metros sobre el nivel del mar). Gracias a esta considerable altura, se divisaba cualquier movimiento del enemigo y por consecuencia, se maximizaba el tiempo de reacción ante cualquier intento de invasión. La edificación del fortín supuso la protección de la ciudad de Cartagena de Indias contra los ataques de los franceses comandados por de Pointis en 1697 y de los ingleses liderados por Edward Vernon. En 1741 al jefe inglés se le encomendó la misión de atacar y destruir la ciudad acompañado de una tropa que excedía los 27 000 soldados, junto con 186 buques y 2000 cañones, mientras que el militar español Blas de Lezo (su verdugo y protector de la ciudad) se defendió solo con 3600 hombres y seis buques.
A pesar de la guerra desatada y de la desventaja militar, el comandante español logró someter y juzgar a Vernon y a todas sus tropas.Dios te maldiga, Lezo!)», mientras que éste le replicó: «Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque esta solo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres».
Luego de la confrontación, Vernon se alejó del sitio y exclamó contra Lezo: «God damn you, Lezo! (¡QueEl castillo San Felipe de Barajas fue construido por los españoles como un fortín inexpugnable, sinónimo de poder y supremacía. El entonces gobernador de la ciudad de Cartagena, Francisco de Murga, fue el responsable de adquirir los fondos necesarios para la edificación del castillo, por lo que en 1656 se iniciaron las obras.Bolívar en aquella época, estuvo al frente de la construcción, mientras que al ingeniero Ricardo Carr le fue encargada la elaboración de los planos. Durante el levantamiento se instalaron ocho cañones y cuatro artilleros como mecanismos de defensa; el fortín también estaba custodiado por veinte soldados. Sin embargo, la fortaleza sufrió varios desperfectos luego de que en 1697 fuese atacada por el barón de Pointis. Con el transcurrir del tiempo, la enorme estructura fue objetivo de múltiples remodelaciones. Además de los ocho cañones originales, se instalaron otras cincuenta y cinco piezas para completar un máximo de sesenta y tres cañones, todos acondicionados con su propio cuerpo de artilleros, luego de que el militar Antonio de Arévalo emprendiera las labores a mediados de 1762. Según una leyenda, en varias partes del castillo se utilizó sangre proveniente de animales y personas, el líquido viscoso servía para labores propias de la construcción, un hecho que después fue constatado por varios profesionales de la ingeniería. La construcción del fortín militar obedeció en gran parte a una estrategia militar, no solo por el posicionamiento estratégico, sino también por la mayoría de métodos defensivos utilizados en aquella época. Las paredes exteriores que conforman y rodean la enorme estructura de piedra se edificaron de manera oblicua con el objetivo de contrarrestar los ataques de los adversarios. Debido a su imponente estructura y la forma geométrica en que fue edificado, se le considera una de las más grandes obras construidas en todo el continente de América.
Pedro Zapata de Mendoza, quien se desempeñaba como gobernador del departamento deLa edificación tuvo un costo aproximado de 13 235 pesos de oro y la culminación de las obras se dio en 1798, después de un arduo trabajo que duró más de tres décadas. La fortaleza se encuentra localizada en el cerro de San Lázaro, nombre con el que se la conocía anteriormente. A diferencia de otras edificaciones del país, el castillo es el único monumento de Colombia declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, debido a su imponente y completa arquitectura colonial. Aunque fue construido hace mucho tiempo, todavía se conservan las baterías, las garitas, el aljibe, las residencias y los túneles subterráneos que fueron utilizados como resguardo. En la parte subterránea también se encuentran unos cuartos especiales donde se puede albergar a más de trescientas personas. Se construyeron por lo menos siete baterías: San Lázaro, Santa Bárbara, la Redención, San Carlos, los Apóstoles, la Cruz y el Hornabeque, todas distribuidas estratégicamente. El fortín presenta una arquitectura clásica de la época militar española, donde se encuentran gran cantidad de plazuelas localizadas en varias partes del castillo y varias garitas que muestran un estilo renacentista. Las paredes son altas y extensas, se evidencian también gran cantidad de corredores y de sitios edificados estratégicamente como resguardos y túneles de más de 600 metros de longitud. El gramaje es otro de los aspectos distintivos del fortín, debido a que se encuentra abundantemente en la parte exterior. Gran parte del césped ha revestido diversos sectores y áreas del castillo como las almenas y los paramentos.
Justo en frente del castillo se encuentra una estatua del almirante español Blas de Lezo, comandante militar y defensor de Cartagena de Indias en 1741. Otro monumento ubicado en las cercanías del castillo son «las botas viejas», un sector histórico y de gran afluencia para los turistas. Las estatuas (dos pares de zapatos) fueron erigidas en 1943 en representación del poeta colombiano Luis Carlos López, conocido con el apodo de El Tuerto, por el poema A mi ciudad nativa. A unos pocos metros se encuentra la escultura de la India Catalina, quien fuera hija de un cacique y gobernante de una tribu; Catalina fue obra del escultor español Eladio Gil Zambrana.
A pesar de haber sido construido hace casi cinco siglos, el castillo sigue en pie y ha pasado por una serie de restauraciones a lo largo del tiempo. Por medio de la sociedad de mejoras públicas se ha logrado el mantenimiento oportuno en varios sectores del fortín. Varios de los sillares que conforman el castillo han sido restaurados debido al deterioro, así como también algunos canales de desagüe y la consolidación de diversas almenas. Otra de las obras desarrolladas ha sido la restauración oportuna de varias grietas localizadas en las garitas y de otros trabajos de cimentación en los suelos de estas estructuras. Mientras que los espacios de las juntas se han rellenado con argamasa, un material que contiene arena, agua y óxido de calcio. Varias zonas donde se encuentran ubicados los parapetos también se consolidaron y gran parte de las paredes se reforzaron con pañetes debido a las imperfecciones producidas por la erosión y sedimentación eólica. De la misma manera que los aljibes, y las galerías se les ha realizado las labores de restauración. Finalmente a los puentes peatonales se le reemplazó gran parte de las barandillas que sirven de protección y se implementó un complejo sistema de iluminación nocturna, tanto en la parte exterior como interior del castillo. La sociedad de mejoras públicas de Cartagena es la entidad encargada de velar por la conservación de todos los monumentos importantes en la ciudad. A comienzos de la década de 1920, el gobierno de Colombia otorgó a la sociedad de mejoras públicas el derecho de velar y conservar todas estas reliquias históricas, por medio de la ley 32 de 1924. Una vez establecido el decreto, la sociedad emprendió labores en 1928, donde restauró no solo el castillo San Felipe, sino también otras edificaciones como el Fuerte San Fernando de Bocachica y San José. Desde entonces se han realizado importantes restauraciones interna y externamente, una de ellas fue la construcción de un centro audiovisual y cultural donde se muestran diversas obras literarias y películas.
A mediado de los años 1990, se realizaron algunas labores para darle un mejor aspecto a la parte exterior del fortín. El Instituto Nacional de Vías (INVIAS) fue el organismo que respaldó económicamente el proyecto de restauración que presentó en aquel entonces un costo estimado de 350 000 000 de pesos colombianos. Los trabajos culminaron en el mes de mayo de 1996 y posteriormente se remodelaron otros sitios históricos y culturales en el «corralito de piedra». En 2010, el castillo fue motivo de otra renovación por valor de 111 000 000 de pesos colombianos; se realizó la construcción de una aula virtual dotado de equipos y material multimedia, con la finalidad de mostrar toda la historia y las anécdotas no solo de la ciudad amurallada, sino también del propio monumento. A mediados del mes de mayo de 2011, la fortificación sufrió algunas remodelaciones justo en el «pie del cerro» (una esquina del castillo). Se construyó un muro de contención de concreto armado con poliestireno expandido de cuarenta metros de longitud. La razón principal para la construcción del muro fue la reducción de las ondas producidas por el Sistema Integrado de Transporte Masivo que tiene por ruta la Avenida Pedro de Heredia. La obra presentó una duración de quince dados y fue necesaria su construcción para evitar el deterioro de los cimientos de la estructura, por lo que uno de los funcionarios de la empresa Transcaribe indicó: «la construcción del muro pantalla en la zona de las cimentaciones del Castillo San Felipe de Barajas garantiza el amortiguamiento del 100% de las ondas y por tanto es la solución óptima para evitar los posibles efectos negativos que pudiesen generarse con el tiempo».
Uno de los hechos distintivos del castillo es la implementación de un sistema tecnológico llamado TGS (Tour Guide Systems), con este sistema se busca que todos los turistas, tanto nacionales como internacionales, puedan conocer en detalle la historia y la riqueza cultural de este patrimonio del estado; la guía consta de seis idiomas: español, inglés, francés, italiano, alemán y portugués. El sistema ya se empleó en otros monumentos de la ciudad.
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