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Cieza (Murcia)



Cieza desde la sierra de Ascoy.

Cieza es un municipio y ciudad española perteneciente a la Región de Murcia, situado en la comarca de la Vega Alta del Segura de la que es capital. Ejerce como entrada natural de la Región de Murcia por el norte a través de la A-30. Con 34 988 habitantes (INE, 2019),[2]​ se trata del octavo municipio más poblado de la comunidad autónoma.

Cieza posee un rico y vivo patrimonio cultural, como el de sus fiestas de Semana Santa y San Bartolomé. También guarda muchos tesoros arqueológicos que abarcan diferentes épocas históricas: pinturas rupestres, poblados íberos, restos romanos y el yacimiento musulmán de Siyasa, que domina el actual emplazamiento de Cieza desde la falda del castillo y cuenta con exposición permanente en el museo de la ciudad.

El término municipal tiene una extensión aproximada de 365 km². Enclavado en la comarca de la Vega Alta del Segura, dista 43 kilómetros de la capital provincial. El término municipal está atravesado por la Autovía de Murcia (A-30), así como por la carretera nacional N-301 (cruza el municipio entre los pK 338 y 358) y las carreteras autonómicas RM-532 (Mula-Cieza) y RM-714 (Jumilla-Caravaca de la Cruz)


Relieve, geología e hidrografía

Cieza se encuentra en la confluencia de dos grandes valles fluviales, el del río Segura, que entra por el oeste desde el cañón de Almadenes, y el de la Rambla del Judío, desde el norte, lo que determina la disposición de los valles de su término con forma de Y.

Existe una clara diferenciación de tres áreas, la vega del río Segura, las zonas de expansión agrícola en las llanuras adyacentes al valle del Segura y las abruptas sierras. De estas últimas, y ejerciendo de frontera natural con la provincia de Albacete, se encuentran las sierras del Puerto, Cabeza de Asno y del Picarcho. Al noreste se encuentran la Sierra Larga, la Sierra Benís y la Sierra de Ascoy. Al sur de la vega del Segura se alza la Sierra del Oro y en el límite con Calasparra la Sierra de la Palera. El techo del municipio está en la Sierra del Oro (936 m). El núcleo urbano se alza a 188 metros sobre el nivel del mar, en la vega del Segura.

Las amplias llanuras adyacentes a la vega del Segura, de terrenos margosos y suaves pendientes, tras la llegada del trasvase Tajo-Segura han sufrido una transformación importante con una expansión sin precedentes del regadío de frutales de hueso, que aporta la principal riqueza económica al municipio.

El río Segura entra en el término municipal de Cieza a través del cañón de Almadenes, después de regar las huertas y arrozales de la vecina Calasparra, abriéndose después un amplio valle de unos 12 km sobre el que se desarrolla la huerta ciezana para finalmente abandonar el término en un estrechamiento de la vega entre las Sierras del Oro y Turbedal.

El paso por Cieza del río Segura marca la historia actual y pasada del municipio, tanto por la riqueza que sus aguas han aportado, como por las graves inundaciones que históricamente ha sufrido. Ya en octubre de 1948 tras unas fuertes crecidas se empezó a plantear la construcción de una presa de laminación de las aguas de la rambla del Judío.[3]​ Esta obra, terminada en 1995 ha sido fundamental para la protección de Cieza.

Entre el Cañón de Almadenes y el Menjú, el río Segura a su paso por la Vega Alta es un atractivo natural idóneo para practicar turismo rural, para los excursionistas, para los aficionados al senderismo, para los paseos a caballo, y también para el piragüismo y los descensos acuáticos.

Los regadíos tradicionales en la vega de Cieza se desarrollan alrededor de sus cuatro acequias mayores: tres son de origen romano, Don Gonzalo, Los Charcos y El Horno y la cuarta —La Andelma—, fue construida por los árabes después de que se instalasen en la zona, a partir del siglo X.

Con los visigodos, el sistema de canalizaciones quedó en desuso, hasta que la floreciente Siyasa recuperó las acequias, las agrandó y construyó La Andelma.

Con la Reconquista, la mayor parte de la red hidráulica quedó olvidada y no fue hasta el siglo XIX cuando de nuevo comenzaron a explotarse. El suministro de estos riegos es básicamente superficial, del río Segura, y en menor medida de origen subterráneo, principalmente de los acuíferos de la Vega Alta, del Molar y Sinclinal de Calasparra.

Con una temperatura media anual de 17 °C el clima de Cieza es de tipo mediterráneo-continental por su distancia al mar (100 km), cálido y seco.

Presenta fuertes cambios que van desde los 7 °C o menos en invierno, con heladas nocturnas muy severas, hasta los 37 a 40 °C que alcanza en verano, cuando se producen las fuertes sequías con alguna tormenta de granizo que afecta a los frutales.

Aunque las lluvias se producen principalmente en primavera y otoño, son muy irregulares y escasas, lo que hace que junto a las altas temperaturas y la deforestación de épocas anteriores, se origine una gran aridez y sequedad del terreno. A veces se produce la tan temida "gota fría", con fuertes precipitaciones en corto espacio de tiempo.

Cuando más sube el caudal del río Segura (que bordea la ciudad) es en primavera.

En el municipio se encuentra parte del espacio natural protegido del cañón de Almadenes, existiendo otras zonas de interés en las diversas serranías circundantes, de las cuales la del Almorchón está incluida en el Lugar de Interés Comunitario de Sierras y Vega Alta del Segura y Ríos Alhárabe y Moratalla.

La cara SE del Almorchón domina un extenso terreno agrícola hasta las sierras del Oro y de Ricote

Cara sur de la Sierra del Oro, desde el término de la carretera de Ricote

Vista trasera del monte de la Atalaya nevado, febrero de 2006.

Río Segura a su paso por el Cañón de Almadenes.

Poblada desde el Paleolítico, el área de Cieza es privilegiada por la abundante presencia de yacimientos arqueológicos prehistóricos, como los de Almadenes, La Serreta, y el Barranco de los Grajos, declarados Patrimonio de la Humanidad al poseer Arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica.

De la Edad Antigua cuenta con los restos de un poblado íbero, llamado Bolvax. También hay restos romanos en el mencionado yacimiento de La Serreta.

Los árabes, que habitaron la zona desde el siglo XI al XIII, dejaron un importante patrimonio cultural y arqueológico. El más importante yacimiento se encuentra en la ladera del castillo, la población de Siyâsa, donde se han encontrado numerosos restos de arquitectura decorativa árabe, arcos finamente decorados, cerámica policromada, cristal y metal. Existe un museo arqueológico dedicado casi por completo a Siyasa en la calle San Sebastián de Cieza.

En 1243, el entonces infante Alfonso de Castilla (Alfonso "El Sabio"), integra la Taifa de Murcia en la Corona de Castilla en virtud del Tratado de Alcaraz.

Tras el tratado, Siyasa fue brevemente repoblada por cristianos. Pero tras la sublevación de los mudéjares murcianos en 1264, el emplazamiento se abandonó (favoreciendo su conservación posterior), asentándose la población en la zona en la que se encuentran el Balcón del Muro y la ermita de San Bartolomé, siendo el germen de la actual ciudad.

Ya asentada en esta zona, la Cieza cristiana fue invadida el domingo de Resurrección de 1477 por tropas del todavía musulmán reino nazarí de Granada. La localidad quedó entonces despoblada, pues las tropas musulmanas se llevaron cautivos a los ciezanos, existiendo en tiempos el denominado corral de Cieza la desdichada en la ciudad de Granada. Según cuenta la leyenda, en aquella fatídica fecha, una muda que vio a los moros acercarse a la localidad entró a la iglesia para avisar, y, a pesar de ser muda, pudo decir "moros vienen". En recuerdo de este acontecimiento quedó como lema del escudo de Cieza: Por pasar la puente nos dieron la muerte. Para repoblar la localidad tuvieron que acudir vecinos del municipio de Jumilla, para que los campos y huertas no quedaran improductivos.

Los siglos XVI y XVII se caracterizaron por la rivalidad y las disputas entre las familias más influyentes de la entonces villa. En el siglo XVIII, como recompensa por su apoyo al bando borbónico en la Guerra de Sucesión, Cieza recibió el título de "muy noble y muy leal".

Desastrosa fue la llegada de las tropas francesas ya vencidas en la Guerra de la Independencia, que pasaron por la localidad en el trayecto de su retirada, provocando estragos que dificultaron su posterior desarrollo. Dicho desarrollo se vería facilitado tiempo después al quedar Cieza como cabeza de partido judicial, con la creación de éstos en 1834.

En 1864 se produjo la llegada del ferrocarril a Cieza con la inauguración del tramo Murcia-Cieza de la línea Chinchilla-Cartagena.[4]

Durante la Restauración Borbónica, el partido judicial de Cieza estuvo representado en Cortes por Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo (Kaulak), sobrino del primer ministro Antonio Cánovas del Castillo.

En 1926, Alfonso XIII concedió a Cieza el título de ciudad, y a su Ayuntamiento el tratamiento de Excelentísimo. A finales de la década de 1930, Cieza superaba en población a varias capitales de provincia españolas gracias al desarrollo de industrias como la del esparto y la alimentaria, con un fuerte crecimiento demográfico, convirtiéndose en el cuarto municipio más poblado de la provincia de Murcia en 1940, solo superado entonces por Murcia, Cartagena y Lorca.

Entre las décadas de 1940 y 1960 siguió teniendo gran importancia la industria del esparto para la economía ciezana, aunque empezó a decaer por la introducción de las fibras sintéticas en el sector cordelero. Aun así, en la actualidad todavía existe en Cieza alguna fábrica de cordelería, que incluso trabaja con esparto, pero ya (desde la década de 1980) muy en decadencia y de escasísima trascendencia. En la actualidad, el pequeño Museo del Esparto recuerda esta etapa de la historia local.

La decadencia del esparto llevó a un periodo de estancamiento para Cieza entre 1940-1960, perdiendo en 1950 la cuarta posición provincial en favor de Yecla, posición que volvió a recuperar en 1960, momento en el que comenzó otro periodo de crecimiento de la mano de la industria conservera que se prolongaría hasta 1980, fecha en que sería superada en población por Molina de Segura, epicentro de la conserva murciana. Cieza permaneció entonces en un nuevo estancamiento demográfico que se prolongó hasta 1990, con la llegada de población inmigrante para el trabajo agrícola.

La evolución demográfica de Cieza dibuja en general una línea ascendente muy clara, con un primer pico de población hacia 1940, un leve decrecimiento en la década de 1950 y una nueva tendencia al alza posterior, frenada ligeramente en la década de los ochenta. Cieza cuenta actualmente con 34.998 habitantes. Un 8,05% era de nacionalidad extranjera en 2018, fundamentalmente de origen africano.[5]

La población del municipio se encuentra repartida entre la ciudad, donde viven la mayoría de los habitantes del municipio, y varias pedanías. La más grande es Ascoy, con 787 habitantes, situada a 6 kilómetros de Cieza. En otros tiempos, buena parte de la población del municipio vivía en los campos y huertas, pero a mediados del siglo XX se produjo un impresionante éxodo rural en el municipio, desde los campos a la ciudad.

La economía de Cieza destaca fundamentalmente por su agricultura de regadío destinada a la exportación. Entre sus cultivos, destacan el melocotón, el albaricoque, la nectarina y la oliva mollar.

El melocotón de Cieza tiene fama internacional. La feria de agosto, en honor a san Bartolomé, se celebra justo cuando acaba la recolección de este fruto, verdadero motor de la economía ciezana. La promoción nacional e internacional y ser punto de encuentro de profesionales, son los objetivos del congreso que se celebra en torno al melocotón de Cieza. El lema que usa el ayuntamiento de la localidad para su promoción es «Melocotón, corazón».

La industria y principalmente la construcción se han convertido en motor de la economía ciezana durante esta última década. El polígono de Ascoy y el ya creado polígono de Los Prados dan trabajo a cerca de 4000 trabajadores, predominando la pequeña y mediana empresa. El sector del esparto también está en uso pudiendo encontrar empresas como Espartos Balsalobre Sl, que trabaja en este sector vendiendo rollos para la construcción y espartos para la agricultura. Se prevé la construcción de un macro polígono, "Cieza Norte", en la zona de la Venta del Olivo debido a su estratégica situación. En cuanto a los servicios predomina el comercio, con empresas familiares, y autónomas; así como los servicios del sector público, que dan empleo a una gran parte de la población ciezana.

Cieza cuenta con varios museos y casas-museo, así como con una galería de arte. Son los siguientes:

Cieza cuenta con las siguientes instalaciones de este tipo:

Desde el 23 hasta el 31 de agosto se desarrolla la feria de Cieza. Se produce la llegada de atracciones, casetas de tiro al blanco, juguetes, etc tanto en el centro de la ciudad como en el recinto ferial, situado en las afueras. Las cofradías de la Semana Santa suelen montar "tascas" donde se sirve comida y bebida en los alrededores de la plaza de España. Asimismo se realizan numerosas actividades lúdicas (entre ellas destaca el concurso de lanzamiento de huesos de oliva), deportivas y musicales.

Este concurso es una de las fiestas más importantes de Cieza. Su origen se remonta a un día del mes de julio de 1995, Mariano Marín Ato y José María Martínez Villa (fundadores de la Asociación Amigos de las Oliveras) idearon un concurso que consistía en el lanzamiento de huesos de oliva con la boca y sin "canute". Desde su primera edición, en la que se podía escoger entre lanzar un hueso de oliva o uno de cereza, a la última, en la que solo se permitió lanzar huesos de oliva, esta fiesta ha pasado de experimento a tradición. El lanzamiento de hueso de oliva se puede definir como una fiesta multitudinaria que en pasadas ediciones ha llegado a reunir a más de 20.000 personas y que hace de atracción turística para los extranjeros.

La de San Antón es una de las fiestas más típicas y carismáticas de la ciudad, en la cual por todos los barrios se hacen lumbres que reúnen a los vecinos de los diferentes barrios que componen la localidad.

La lumbre de la "Plaza Nueva", también conocida como "Plaza de los Carros" merece especial mención, ya que es la que más espectadores atrae, y la única que desde hace ya unos cuantos años lleva a cabo la tradicional "Quema de la Vieja", realizada por varios vecinos y acompañada por fuegos artificiales. Este evento tiene lugar cada 17 de enero.

Hasta el año 2007 se celebró en la Plaza Nueva la Quema de la Vieja, interrumpiéndose en 2008.

A punto de empezar la primavera, entre la segunda quincena de febrero y finales de marzo, la huerta ciezana tiene un encanto especial: la floración. Sin estar catalogada como fiesta, la floración se ha hecho un hueco en el calendario y ofrece actividades para disfrutar del espectáculo natural de la floración de los frutales: senderismo, descensos náuticos por el río Segura, recitales de poesía, conciertos de música clásica, certámenes de fotografía, conferencias y exposiciones.

La Semana Santa en Cieza, declarada de Interés Turístico Nacional, es sin duda la fiesta más importante de cuantas se celebran en Cieza. De una antigüedad de más de quinientos años, los desfiles procesionales se definen por su extraordinaria variedad de propuestas y por la autenticidad de su impronta local.

El patrimonio imaginero, que en elevadísima proporción es posterior a los desastres de la Guerra Civil, tiene una relevante calidad escultórica, con la participación de una imponente nómina de artistas, tales como Sánchez Araciel, González Moreno, Capuz, Planes, Palma Burgos, Ignacio Pinazo, Benedito, Sánchez Lozano, Hernández Navarro, Luis Álvarez Duarte, Francisco Romero Zafra, Carrillo Marco (ciezano), Joaquín Eusebio Baglietto, Lozano Roca, Yuste Navarro, etc.

Amén de las grandes procesiones del Miércoles Santo, Procesión General, y del Viernes Santo por la mañana, Procesión del Penitente, y por la noche, Procesión del Santo Entierro, en las que participan numerosas cofradías conformando un gran relato pasional, son de especial significación el Acto del Prendimiento en la noche del Martes Santo, de gran impacto teatral, la solemne Procesión del Silencio en la medianoche de Jueves Santo, la Procesión del Descenso de Cristo a los Infiernos en la madrugada del Sábado Santo, de claras resonancias medievales, y la algarabía plástica y popular de La Cortesía en la mañana del Domingo de Resurrección.

Las dieciocho cofradías ciezanas —insólita cifra para una población de este tamaño— se agrupan en la Junta de Hermandades Pasionarias, fundada en 1914 por el sacerdote Juan José Marco Banegas y una de las más antiguas de España en su género, cuya ejemplar trayectoria ha contribuido de forma decisiva al desarrollo de la Semana Santa de Cieza. Gracias a esta labor esencial y al esfuerzo de cada cofradía se ha conseguido, en las postrimerías del siglo XX y en esta primera década del tercer milenio, que los desfiles ciezanos atraviesen la época de crecimiento y esplendor más impresionante de sus quinientos años de Historia. En este sentido, la labor de la Junta de Hermandades Pasionarias de Cieza es ya un referente a nivel nacional en lo que se refiere a la gestión del magno evento que suponen las procesiones de Semana Santa. En noviembre de 2011, al término de los dieciocho años de gestión al frente de la Junta de Rafael Salmerón Pinar, la Semana Santa de Cieza fue declarada oficialmente Fiesta de Interés Turístico Nacional (ya había sido declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en 1993). Esta tradición cuenta con una Junta de Cofradías de las más antiguas de la región de Murcia. La Junta de Hermandades Pasionarias, desde su fundación 1914, se ha dedicado a la conservación y enriquecimiento de la Semana Santa de Cieza, recibiendo en el año 2014, en agradecimiento por un siglo de vida y trabajo, continuado durante el Acto del Prendimiento la más alta distinción que el Ayuntamiento puede otorgar: el Escudo de Oro de la Ciudad de Cieza.

Las Fiestas del Escudo "La Invasión" recuerdan la historia de la localidad y sus leyendas. Están organizadas y coordinadas por la Hermandad de San Bartolomé, patrón de Cieza, y la asociación cultural "Ermita de San Bartolomé", en las que participan seis mesnadas (grupos cristianos) y ocho kábilas (grupos moros). Curiosamente, en contraposición al resto de fiestas de moros y cristianos celebradas en España, en esta vence el bando moro.

El comienzo de la fiesta quedó asignado desde 2010 al penúltimo fin de semana de abril, con el homenaje al Escudo de Cieza, honores y santa misa a San Bartolomé, para finalizar con una cena de hermandad entre kábilas y mesnadas. Durante la semana siguiente diferentes actos culturales nos acercan al último fin de semana, momento cumbre de la celebración.

El viernes por la tarde, se traspasan los poderes municipales de Alcalde Presidente de la Corporación ciezana al Comendador de la Villa, personaje elegido entre los miembros de los grupos y mesnadas cristianas, nombramiento que se hace en el medio año festero anterior, se inauguran los campamentos cristiano, moro, el mercadillo medieval y la arenga a las tropas moras por medio del Embajador moro, personaje elegido por aclamación de entre los ciezanos que triunfan fuera de la ciudad, o personas que destacan por favorecer el engrandecimiento de las fiestas.

El sábado, todos los festeros se reúnen en la Plaza de San Bartolomé, donde está la Ermita del santo, y desde allí salen en pasacalle, con sus trajes oficiales, dando un toque festivo y de jolgorio. A su llegada a la Plaza de España, se celebra la "Tronaera", dicho murciano que alude al disparo de una monumental traca aérea terrestre (mascletá), y terminada esta, vuelven al campamento para dar cuenta de suculentas viandas.

En la tarde, tiene lugar el acto central de las fiestas, dicho acto se denomina "La Invasión". Como su nombre indica, se escenifica la incursión árabe que tuvo lugar el 6 de abril de 1477, Domingo de Resurrección. En este acto, el personaje de Abu-l-Hassan Alí (Muley Hacén), rey de Granada, encarnado por un festero, y al frente de las tropas (kábilas), protagonizan un desfile guerrero desde el Puente de los Nueve Ojos (Carretera a Mula), se encaminan hacia la población, al tiempo que en la ermita de San Bartolomé se escenifican los santos oficios de aquel entonces, cuando, según cuenta la leyenda, una muda vio como se acercaban las tropas granadinas y en su afán por avisar, entró al templo y gritó "moros vienen", saliendo los que se encontraban en el templo al encuentro de las tropas invasoras. El momento esencial es cuando las tropas moras, una vez cruzado el puente, reciben la orden de ataque del Rey granadino y los cristianos, que han bajado hasta el río, se enfrentan a ellos en lucha desigual. Al ser las tropas nazaríes mucho más numerosas, tras la breve lucha, los cristianos son hechos prisioneros y se encaminan hacia el núcleo de la población, una vez en la plaza del santo, los moros violentan las puertas de la ermita, y "arrasan" todo lo que se encuentra a su paso, los cristianos que no han sido "muertos" en la encarnizada lucha, son hechos prisioneros y llevados a Granada.

El domingo por la mañana se celebra la entrega de rehenes, Abu-l-Hassan Alí (Muley Hacén) recibe los presentes del Comendador de la villa y procede a la liberación, basada en un hecho histórico. Ya por la tarde se da por finalizada la conmemoración con un gran desfile con la participación de todos los grupos festeros acompañados de bandas de música y percusión.

Todos los hechos, sean históricos o fruto de la leyenda, se sienten como propios por todos los ciezanos, y de una forma u otra han ido pasando de generación en generación. De estos hechos queda el lema del escudo de Cieza: "Por pasar la puente nos dieron la muerte".

Uno de los días más señalados para los ciezanos. En este procesiona el Santísimo Cristo del Consuelo desde la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción hasta su Ermita, acompañado del pueblo. (3 de mayo)

Fiesta relativamente reciente, en la que el pueblo celebra la despedida de su fruta por excelencia hasta el próximo verano.

Se celebra anualmente, el fin de semana anterior a la semana de la feria en honor de san Bartolomé. Organizado por el Grupo de Coros y Danzas de Cieza, celebró en 2012 su vigésimo quinta (XXV) edición. Participan cada año varios grupos folclóricos de diversos países, mostrando el folclore (danza , canto y artesanía tradicionales) de sus lugares de origen. El viernes tiene lugar el mercadillo de artesanía en el que cada grupo vende objetos artesanales de su lugar de origen y la actuación al aire libre (junto al mercadillo) de uno de los grupos participantes. Es sábado se realiza un desfile de todos los grupos participantes por varias calles de la ciudad. Ese mismo día tiene lugar el acto de la izada de banderas de los países participantes, y la sesión del festival en el Auditorio Municipal Gabriel Celaya, en la que actúan también todos los grupos participantes. El domingo actúan los grupos participantes en otros municipios de la Región (sobre todo, Las Torres de Cotillas y Cehegín).

Organizado por el Club Atalaya-Ateneo de la Villa. Durante una semana, en las instalaciones del Club, se proyectan al aire libre películas de diversos géneros, durante las noches de una semana de agosto (la semana previa a la feria, o la previa a ésta). También se proyectan algunos de los cortometrajes realizados por "amateurs" participantes en el Certamen de Cortos organizados por el propio Club Atalaya-Ateneo de la Villa.

El habla tradicional e histórica de Cieza se enmarca, junto al habla del Valle de Ricote, en el denominado dialecto murciano y concretamente en la subvariedad de la Vega Alta del Segura (Cieza, Abarán y Blanca). Este dialecto se halla casi diluido con el castellano aunque aún persiste relativamente en los sectores de población de la huerta de Cieza (residual en la actualidad). Se caracteriza por la no pronunciación de la "s" final, por la relajación de los participios, con la omisión de la "d" y por su entonación característica que hace única el habla de esta localizad murciana, pero sobre todo por el uso de palabras propias del vocabulario panocho. También es frecuente la Metátesis y la sustitución recíproca de los fonemas "r" y "l" especialmente en sílabas trabadas o en sílabas inversas. Estas variaciones lingüísticas tienden a desaparecer con la escolarización de la población, siendo hoy en día residuales y propias de personas de avanzada edad.

Cieza fue gobernada tras el Régimen franquista por el PSOE, que venció en todas las elecciones con mayoría clara, siendo derrotado en las urnas en 1995 por el PP. En las elecciones de 1999 el PP se alzó con la victoria aunque en el año 2000 el PSOE-IU pasaron a tener el dominio de la alcaldía tras una moción de censura. En las elecciones de 2003 el PP obtuvo la mayoría absoluta obteniendo 13 concejales, frente a 7 del PSOE y 1 de IU. En mayo de 2007 Antonio Tamayo obtuvo de nuevo la mayoría absoluta con el mismo número de concejales y el 56,98 %, el PSOE 6 concejales con el 28,47 %, mientras que IU consiguió 2 ediles con un 8,94 % de los votos.

Fuente: [1]

Cieza es cabeza de partido judicial. Cuenta con cuatro juzgados de primera instancia e instrucción, sitos en el nuevo palacio de justicia, calle Diego Jiménez Castellanos, S/N, junto a la estación de autobuses. Hay, asimismo tres Registros de la Propiedad, que prestan sus servicios a todo el partido judicial, así como una notaria (solo para el municipio de Cieza). Además, en Cieza hay Administración de Hacienda, Secretaría de la Seguridad Social, Delegación de la Tesorería General de la Seguridad Social, una oficina del Servicio Regional de Empleo y Formación y Oficina Comarcal Agraria.

La ciudad cuenta con:

Cieza cuenta con un Centro de Profesores y Recursos, que ofrece cursos de formación a maestros y profesores. En Cieza se pueden cursar estudios oficiales de educación infantil (ambos ciclos), educación primaria, educación secundaria (obligatoria, bachillerato y formación profesional), educación de adultos, enseñanzas de régimen especial (musicales y de idiomas), entre otras.

Cieza cuenta con un centro de educación de adultos (nocturna), cuyas clases se imparten en las instalaciones del IES Diego Tortosa.

Además de contar con un Centro de Profesores y Recursos que ofrece cursos de formación permanente, en Cieza se celebran cursos de formación permanente de la Universidad Internacional del Mar.

Estos proyectos del Ayuntamiento de Cieza ofrecen diversos cursos (informática, gestión de PYMES, etc.) y talleres (pintura, bordado, etc.), dirigidos tanto a adultos como a niños.

Cieza cuenta con cuartel de la Guardia Civil siendo Puesto Principal, y con el cuerpo de Policía Local.

Cieza tiene una larga tradición en producción de energías renovables. En la actualidad, el municipio cuenta con un salto hidroeléctrico en el Cañón de Almadenes y un parque eólico de aerogeneradores en la Sierra de Ascoy. Asimismo, el Hospital de la Vega Lorenzo Guirao solo emplea electricidad obtenida de la energía solar a través de una serie de células fotovoltaicas sitas en el recinto del hospital.

Además, el casco urbano cuenta con diversos parques y jardines. Los principales son:

Cieza tiene estación de ferrocarril, en la calle Camino de la Estación. Perteneciente a la línea Chinchilla-Cartagena, cuenta con trenes Alvia y Altaria de Renfe, parando cuatro por sentido al día (dos Altaria y dos Alvia) de los servicios entre Madrid y Murcia-Cartagena.

Tras la inauguración de la llamada variante de Camarillas, se ha acortado el viaje a Albacete y Madrid en aproximadamente 20 minutos.

Desde la estación de autobuses de Cieza se realiza transporte regular a la ciudad de Murcia, cada hora aproximadamente, desde donde se puede trasbordar a diferentes destinos: Alicante, Andalucía, Cartagena, Lorca y el Mar Menor. De la misma forma hay conexiones entre Cieza y las principales ciudades españolas: Barcelona vía Valencia y Madrid.

También hay servicios con destino al campus de Espinardo de la Universidad de Murcia, y a Molina de Segura, Abarán o Blanca.

Existe una línea de autobús urbana que recorre gran parte de la ciudad. Su frecuencia de paso es de aproximadamente de 30 minutos, teniendo parada en Hospital Comarcal, Estación de Autobuses, los 2 centros de salud de la localidad y las principales vías de la ciudad.

En Cieza hay los siguientes medios de comunicación locales:

Hay en Cieza un buen número de asociaciones que desarrollan una importante labor de toda índoles. Entre ellas:

En el fútbol destaca el Club Deportivo Cieza conocidos como 'esparteros', equipo de la tercera división española. También está el otro equipo de la ciudad, el Club de Fútbol Ciudad de Cieza. Tiene el estadio La Arboleja, con capacidad para 5.500 personas (aforo oficial), gradas en lateral oeste y fondo norte, con capacidad para 3.700 y 1.800 espectadores respectivamente, ampliable a lateral este y fondo sur, que puede doblar la capacidad del estadio. El estadio puede albergar en grandes encuentros unos 6500 espectadores gracias al sector lateral este. Es de los estadios más grandes de la Región de Murcia tras Nueva Condomina, La Condomina, Estadio Cartagonova y Estadio Francisco Artés Carrasco. En este estadio juega el C.D. Cieza y el Ciudad de Cieza.

Destaca la fuerza que tiene el atletismo en Cieza, con el Club Athleo que a lo largo de su historia ha aportado cuatro atletas olímpicos como Fernando Vázquez (Atlanta 96), Juan Manuel Molina (Atenas '04 y Pekín '08), Benjamín Sánchez (Pekín '08 y Londres'12) y Miguel Ángel López -aunque natural de Llano de Brujas - (Londres '12 y Rio'16). Juan Manuel Molina también ha logrado medallas en grandes campeonatos como los bronces en el Europeo de Münich 2002 y en el Mundial de Helsinki 2005, además del Oro en el mundial universitario de Esmirna 2005. Por otro lado, Miguel Ángel López obtenía la medalla de Bronce en los mundiales de atletismo de Moscú en 2013, el oro en el europeo de Zúrich de 2014 y por último la medalla de oro, proclamandase así campeón del mundo, en el mundial de Pekín de 2015.

Cieza tiene una arraigada tradición ciclista, con una Escuela de Ciclismo, donde destacó el malogrado Mariano Rojas Gil, que militó en el mítico ONCE. También hay que destacar a Ignacio García Camacho, que militó en la década de los 90 en el GD Kelme, con el que fue Campeón de España de Fondo en Ruta en Vigo en 1993, con Miguel Induráin y Fernando Escartin como ilustres acompañantes en el podio. En Barcelona 92, otro ciclista ciezano, Miguel Fernández, obtuvo Diploma Olímpico merced al quinto puesto del Equipo español en la cronometrada por Equipos de 100 kilómetros. También hay que recordar a José Cayetano Juliá Cegarra, que cosechó dos importantes triunfos en la Vuelta a Portugal y en la Vuelta a España, y a José Joaquín Rojas.

También se practican otros deportes como el Balonmano, el Baloncesto, la Vela, el Piragüismo...etc

Además del campo de fútbol de La Arboleja, al que se hace referencia anteriormente, Cieza cuenta con el Polideportivo municipal "Mariano Rojas" (piscinas, pistas de tenis y frontón, pista de atletismo "Juan Manuel Molina", pista cubierta de baloncesto), la Sala de Barrio (pabellón deportivo, utilizable para baloncesto, balonmano, fútbol sala y voleibol), la piscina cubierta municipal, el Complejo deportivo "La Era" (dos o tres campos de fútbol) e instalaciones de titularidad privada (gimnasios, club de tenis...).

En Cieza hay templos y lugares de culto de distintas confesiones religiosas, principalmente de la Iglesia Católica.

Lugares de culto católicos:

Existen, además, dos iglesias evangélicas (una en la Calle Montepío y otra en la Avenida Juan XXIII), un salón del reino de los testigos cristianos de Jehová (en la calle Ricote) y una comunidad islámica registrada, integrada por inmigrantes magrebíes.



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