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Ciudad de Jujuy



San Salvador de Jujuy es una ciudad del noroeste de Argentina, cabecera del departamento Doctor Manuel Belgrano y capital y ciudad más poblada de la provincia de Jujuy. Llamada popularmente «Tacita de Plata», se encuentra ubicada en un fértil valle, en la confluencia de los ríos Grande y Xibi Xibi, rodeada de montañas que, hacia el oeste, en invierno, suelen estar cubiertas de nieve.

Tiene una población de 265 249 habitantes (Indec, 2010) que, unidos a los de su área metropolitana, ascienden a 312 554 habitantes. Dista 1515 km de Buenos Aires y 533 km de la costa del Pacífico.

San Salvador de Jujuy ostenta dos récords nacionales: por su latitud, sobre el paralelo de 24°11'08'', es la capital de provincia más septentrional de la Argentina y por su altitud, a 1.259 msnm, es también la capital de provincia más alta del país.

Muy poco se sabe sobre la historia del lugar antes de la llegada del hombre blanco. Lo cierto es que la ciudad, y por extensión, la provincia, deben su nombre a los jujuí o jujuíes, tribu indígena que habitaba en un lugar, no muy bien precisado, entre los ríos Grande y Xibi Xibi. Estos habrían sido conquistados por los incas hacia el 1480 y, tras la caída del Imperio Incaico, opusieron tenaz resistencia a la llegada de los españoles a la zona.

Durante el siglo XVI los españoles realizaron tres intentos por establecerse en donde ahora está la ciudad.

El 20 de agosto de 1561, el gobernador de Tucumán, Juan Pérez de Zurita, siguiendo órdenes del Conde de Nieva (1500-1564), virrey del Perú, en las tierras altas de la orilla norte del río Xibi Xibi (que los españoles llamaron río Chico, por comparación con el río Grande, que se encuentra a 1,5 km al norte), a 1,5 km al oeste de la actual plaza Belgrano, ―al mando de una expedición de 30 soldados españoles―[1]​ fundó una ciudad a la que bautizó Nieva (en honor al nombre del virrey). Actualmente en ese sitio se encuentra el barrio Ciudad de Nieva. Debido al maltrato recibido, los indios en 1563 se levantaron al mando del cacique Juan Calchaquí, y la destruyeron.[2]

El 13 de octubre de 1575, en la confluencia de los ríos Grande y Xibi Xibi, en el lugar conocido como Punta Diamante (a unas siete cuadras al este de la plaza Belgrano, donde actualmente se encuentra el Cementerio El Salvador), el español Pedro de Zárate ―que había sido uno de los pobladores de la destruida Nieva― fundó la aldea de San Francisco en la Nueva Provincia de Álava (en honor a la provincia de Álava, en el País Vasco), en inmediaciones del actual Cementerio del Salvador. Este poblado tuvo una efímera existencia: fue atacado e incendiado por los indígenas siete meses después de su fundación.[3]

Por fin, el lunes 19 de abril de 1593 (día posterior a la Pascua), a dos cuadras al norte del río Xibi Xibi (en donde actualmente está ubicada la plaza Belgrano), Francisco Argañaraz, al mando de cuarenta soldados, fundó la ciudad de San Salvador de Velazco en el Valle de Jujuy.[4]

Realizaron el ritual de costumbre: Argañaraz desenvainó la espada, dio en el aire tajos y reveses, arrancó pasto del lugar, y lanzó varias piedras y en nombre del rey Felipe de España tomó posesión de la tierra, que era «fértil y abundosa» y mandó erguir el rollo, mientras el capellán hacia la señal de la cruz sobre todo el valle y las tierras que lo circundaban. Los soldados dispararon los arcabuces, y tiraron varios petardos, y agitaron el estandarte del rey Felipe.[5]

Esta vez se inició el cierre del cerco en torno a los jujuyes. A lo largo del siglo siguiente, los jujuyes y omaguacas fueron sometidos, y los españoles fueron ganando las regiones de la Puna, la quebrada de Humahuaca y lo que se dio en llamar Ramal.[5]

La ciudad y su zona de influencia formaron parte del Virreinato del Perú hasta 1776, cuando pasaron a pertenecer al Virreinato del Río de la Plata, donde quedó incluida en la Intendencia de Salta del Tucumán.

A fines del siglo XVIII hubo una sublevación importante en la zona selvática del Chaco (al sureste de Jujuy). Los indios atacaron la ciudad de Jujuy pero fueron contenidos por el comandante español Gregorio de Zegada el 3 de marzo de 1781, en las colinas de Zapla, a 10 km al sureste de la población.[4]

Desde 1810, al comenzar la Guerra de la Independencia Argentina, Jujuy fue uno de los principales baluartes, encontrándose muchas veces en pleno frente de tal guerra.

El 19 de mayo de 1812 llegó a Jujuy el nuevo jefe del Ejército del Norte, el abogado y general Manuel Belgrano.[6]​ Ante el inminente ataque español, al amanecer del 23 de agosto de 1812, toda la ciudadanía jujeña abandonó el pueblo con destino a San Miguel de Tucumán, hecho que luego se conoció como Éxodo Jujeño.[6]

En 1834, tras la breve pero sangrienta guerra fratricida entre jujeños y salteños, San Salvador se convirtió en capital de la naciente provincia de Jujuy. La evolución demográfica fue creciente, pasó de tener una población de aproximadamente 4.000 habitantes a fines del siglo XIX, a 7.622 habitantes en 1914, cuadruplicando casi esta cantidad para 1947, contando con una población de 31.091 habitantes. Hacia 1930, la inmigración europea prácticamente estaba declinando en el país. Su lugar fue ocupado por los grandes movimientos internos de masas originaria del medio rural, que migraba hacia los centros urbanos y con el arribo de la migración interna -principalmente provenientes de otras provincias del noroeste argentino, al igual que de las distintas localidades del interior de la provincia-, y de países limítrofes, en especial del Estado Plurinacional de Bolivia.

Un estudio sobre la situación habitacional realizado por Torre y Pastoriza, señala que, para los primeros años de la década de 1940, San Salvador presentaban un alto índice de hacinamiento individual y de inquilinato, revelando la presencia frecuente de viviendas con una única habitación. Pero será durante el breve gobierno de Miguel Tanco ligado a la FORJA y más tarde máximo representante del peronismo jujeño a partir de 1946, cuando se dicten leyes tendientes a mejorar las condiciones laborales y habitacionales de los sectores populares jujeños, y las clases medias proyectando así la construcción de viviendas obreras dentro de la ciudad capital, pero fueron paralizados tras el golpe militar del 6 de septiembre de 1930.[7]

La Geografía de San Salvador de Jujuy es muy variada. Montañas y valles Praderas y llanos

El clima de San Salvador de Jujuy es cálido y suave, con una temperatura media de 19,4 °C, una oscilación anual escasa, de tan solamente 11 °C y unas precipitaciones anuales de 777,7 mm. Los veranos son cálidos, pero sin alcanzar temperaturas extremas, y muy lluviosos, concentrando el verano el 75% de las precipitaciones anuales. Los inviernos son secos y suaves, aunque las temperaturas mínimas pueden ser frías. Cabe destacar que en esta estación se encuentra el mes más seco del año, junio. Asimismo, a pesar de que la ciudad se encuentra cerca del Trópico de Capricornio, no es inusual que nieve en algunos días de invierno, sobre todo en las partes más altas de la ciudad.[cita requerida]

De acuerdo a la clasificación climática de Köppen, pertenece al grupo climático Cwa (subtropical con invierno seco y verano cálido, con la temperatura media del mes más cálido superior a los 22°C).

De acuerdo a la clasificación climática de Thornthwaite, que considera fundamentalmente el aspecto térmico y el hídrico, al tomar evapotranspiración potencial y establecer una relación entre las exigencias de agua y la precipitación, se define a San Salvador de Jujuy y Palpalá, con un tipo de clima C2B2 “ra”, entre subhúmedo y húmedo, y Yala B1B2 ”ra” o sea Húmedo, ambas localidades con menos de 855mm de evapotranspiración media anual y con bajas concentraciones estival de la eficiencia térmica inferior a 48%.

Hay dos áreas naturales municipales protegidas: el Parque botánico Barón Carlos María Schüel y la reserva natural Río Xibi-Xibi. San Salvador de Jujuy está dentro del perímetro de la reserva de biosfera de las Yungas.[10]

La sismicidad del área de Jujuy es frecuente y de intensidad baja, y un silencio sísmico de terremotos medios a graves cada 40 años.[11]

San Salvador de Jujuy tiene divisiones internas, los barrios. El crecimiento de la población y la construcción de núcleos habitacionales creó un conglomerado urbano llamado Gran San Salvador de Jujuy, cuya población alcanzó los 257 970 habitantes según el censo del año 2010.[13]

Actualmente, se tiene conocimientos de los siguientes barrios:[14]

La Casa de Gobierno es un edificio interesante al conjugar elementos coloniales españoles con neoclásicos italianizantes e influjos franceses bellepoquianos. La catedral es un hermoso, aunque sencillo, edificio de un estilo colonial español en el cual aunque se encuentran detalles barrocos predomina el estilo herreriano. También se destaca el Teatro Mitre, de estilo italiano, construido en 1901 uno de los más antiguos del país. Otras edificaciones de notorio valor histórico y arquitectónico que se han conservado son: el cabildo, la Capilla de Santa Bárbara, la Iglesia San Francisco, la Antigua Estación del Ferrocarril Belgrano, el Mercado Central, el Hospital San Roque, el Museo Histórico Provincial (casa donde fue muerto el general Juan Galo Lavalle) y el Museo de Ciencias Naturales Carlos Darwin, en el Colegio Nacional. Entre los parques y paseos se destacan el Parque San Martín, el Parque Gral. Belgrano, el Parque Lineal Xibi Xibi, el Parque Botánico Barón Schüel, la Plaza Belgrano, la Plaza de los Inmigrantes, la Plaza Italia, la Plaza Hipólito Yrigoyen y el Paseo de los Artesanos.

En distintas ubicaciones de la ciudad se encuentran emplazadas seis importantes obras de la escultora argentina Lola Mora.[15]

Construida frente a la plaza General Belgrano, la Catedral de Jujuy la data se remonta a mediados del siglo XVI (1606). Las obras se completaron en el período comprendido entre 1761-1765. En su interior se aprecia una de las obras de arte que perduran desde la época colonial y que pertenecía a la iglesia matriz: el púlpito. Se trata de uno de los más importante del país por su composición, antigüedad y los temas representados. Fue tallado en madera de ñandubay y cedro. Este templo católico fue elevado a la categoría de catedral en 1935, cuando se creó el Obispado de Jujuy. Desde el año 2004 en ella descansan los restos del canónigo Juan Ignacio Gorriti y de su hermano José Ignacio Gorriti.

La Basílica de San Francisco se encuentra en la esquina de las calles Belgrano y Lavalle y fue la primera construcción levantada por los franciscanos en Jujuy entre 1611 y 1618. Como la mayoría de las edificaciones realizadas en adobe, fue sometida a varias reconstrucciones. El templo actual presenta una torre de cuatro cuerpos con una imagen de San Francisco en la cima y una fachada de dos pisos Del interior, compuesto por tres naves, con crucero y una cúpula octogonal, se destaca el púlpito. Fue reconstruido en 1927 en el espacio que ocupaba la antigua iglesia de la orden en los años de la colonia española. Edificada en un estilo de corte italiano, en el que se combinan elementos barrocos y neomanieristas, posee una exquisita ornamentación interior y alberga un museo de arte sacro (1599) en uno de sus laterales. Adquirió el título de basílica el 14 de julio de 2009 según reconocimiento por el papa Benedicto XVI el 8 de octubre de 2008.[16]

Ubicada en Lamadrid y San Martín, la capilla de Santa Bárbara es un buen ejemplo de la arquitectura religiosa del siglo XVIII que se conserva en pie en la ciudad de San Salvador de Jujuy. El edificio cuenta con una sola nave de 7 metros de ancho por 20 de largo y paredes gruesas de adobe que soportan el techo de madera cubierto de tejas. De su fachada sobresale una torre de tres cuerpos con ornamentos típicos de las iglesias que se ubican a lo largo de la Quebrada de Humahuaca. La construcción se realizó por iniciativa del padre Antonio Cornelio de Albarracín, quien fue teniente cura de la parroquia de Santa Bárbara en 1777. En el interior de la capilla se puede apreciar una colección de pinturas del siglo XVIII.

Se puede acceder a San Salvador de Jujuy por vía terrestre a través de su terminal de ómnibus, ubicada en el cruce de la Ruta 9 con la Autopista 66. El edificio cuenta con 31 dársenas más 7 de espera, además de una playa de estacionamiento para 183 vehículos.

Además, se puede acceder a la ciudad por vía aérea a través del Aeropuerto Dr. Horacio Guzmán, ubicado en la localidad de Perico y vinculada al centro de la ciudad mediante la Autopista 66. El aeropuerto cuenta con vuelos diarios a las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Salta. En temporada alta también existen vuelos a Mar del Plata y a la ciudad chilena de Iquique

El deporte más popular de la ciudad es el fútbol, siendo el club más importante Gimnasia y Esgrima de Jujuy, equipo que compitió en la primera división del fútbol argentino en varias temporadas y que actualmente lo hace en la Primera B Nacional. Su estadio, el 23 de Agosto, fue una de las sedes donde se disputó la Copa América 2011. Además la ciudad cuenta con numerosos clubes de fútbol que compiten en la categoría amateur. Otros deportes como el baloncesto , el tenis, la natación, el atletismo, el golf y la equitación,también son practicados.

Se accede a la Ciudad a través de varias rutas nacionales que la vinculan con los países limítrofes, la región noroeste (NOA) y con el resto del país:

La Ciudad de San Salvador de Jujuy es punto de paso del Corredor Bioceánico que vincula los puertos de la costa Atlántica (Brasil) con los de la costa Pacífica (Chile).

La red ferroviaria del Ferrocarril General Belgrano vinculaba la Estación Jujuy con ramales hacia Chile por Socompa y General Güemes en Salta, hacia Bolivia en La Quiaca y hacia Paraguay por General Güemes y Formosa.

San Salvador de Jujuy pertenece a la red de Mercociudades, firmada por 180 urbes de los países miembros del Mercosur.[19]



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