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Coca Codo Sinclair



Coca Codo Sinclair es una planta hidroeléctrica construida en Ecuador. La central se construyó en el origen del curso fluvial del río Coca en la provincia de Napo, a unos 150 km al este de la capital del país Quito. Es la central hidroeléctrica más grande del Ecuador y la principal, genera 1 500 megavatios, 35 % de la electricidad del país. El costo total se estima en 2 000 millones de dólares de Estados Unidos. Como prestamista actúa el banco chino Eximbank, que ofrece 1 680 millones. Ecuador presentó cerca de 300 millones de dólares listos para el inicio de la construcción.[1]

La obra fue construida por la empresa china Sinohydro, fiscalizada por un consorcio mexicano liderado por la Comisión Federal de Electricidad de México (CFE) y actualmente es operada por la Empresa Pública Estratégica Corporación Eléctrica del Ecuador, a través de una Unidad de Negocio específica para el complejo Coca Codo Sinclair.

En 1927 Joseph Sinclair, un geólogo petrolero norteamericano que recorría el río Coca, llegó a una curva pronunciada que fue bautizada luego por la población como Codo Sinclair.

El Estado Ecuatoriano, a través del desaparecido Instituto Ecuatoriano de Electrificación –INECEL-, durante los años setenta y ochenta estudió, el enorme potencial hidroeléctrico existente en el Ecuador y las excelentes características hidroeléctricas de la cuenca del Río Napo, especialmente de su tributario, el Río Coca.

Entre 1956 y 1969 investigaron el potencial energético de los ríos Quijos y Salado, que sentaron las bases para el proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair. En 1976, el antiguo organismo responsable del sector eléctrico, INECEL, contrató los primeros estudios. Se formuló en ese entonces, el inventario energético de la cuenca de los Ríos Quijos y Coca, desde sus orígenes hasta el denominado Codo Sinclair, definiendo al aprovechamiento hidroeléctrico “Coca Codo Sinclair” como el proyecto hidroeléctrico más atractivo de esta cuenca y uno de los mayores proyectos de generación eléctrica con los que contaría el Ecuador. Entre 1987 y 1992 se definieron los parámetros y detalles de ejecución de la obra en los que finalmente se basó la construcción.[2]


En el 2008 se conformó la compañía hidroeléctrica Coca Codo Sinclair para la construcción del proyecto. En el 2009 se firmó el contrato para la construcción de la hidroélectrica, entre Coca Codo Sinclair y Sinohydro Corporation. En mayo del 2010 se firmó el contrato para dar inicio al proyecto, una vez que se consiguió el financiamiento con Export Import Bank of China. En julio del mismo año, inició la construcción del proyecto.[3]

Su inauguración se realizó el 18 de noviembre de 2016, en la cual desde el ECU911 de Quito los presidentes de China y Ecuador la inauguraron simbólicamente.[4][5][6]

Se estima que en su construcción se generó trabajo para más de 7.000 ecuatorianos.[7]

Desde 2015, Coca Codo Sinclair provee energía eléctrica al Sistema Nacional Interconectado de Ecuador. La primera turbina entró en operación de prueba el 15 de diciembre de 2015.[7]

El 13 de abril de 2016, 4 turbinas entraron en operación, con una potencia combinada de 750 MWh.[8]

El 19[9]​ de octubre de 2016, otras 2 turbinas[10]​ iniciaron operaciones, de las cuales cada una genera 150 MW.[11]

Las dos turbinas restantes fueron encendidas en la inauguración de 18 de noviembre de 2016.[4]

En un día típico, Coca Codo Sinclair aporta 24.184 MWh que representa el 36% de toda la oferta de energía a nivel nacional. Mensualmente, representa 471.515 MWh, lo que representa el 28% de la oferta mensual. En un año, genera 20.042 GWh, representando el 25% de la energía anual.[12]

Desde 2018, más del 80% de la energía eléctrica generada en el país proviene de fuentes renovables.[13]

De acuerdo al catálogo de inversiones del Gobierno Nacional, la central genera anualmente 8.740 GWh y su operación y mantenimiento se estima en $14 millones al año.[14]

Con el propósito de definir la mejor alternativa y la capacidad total del aprovechamiento Coca Codo Sinclair, el INECEL contrató los Estudios de Factibilidad, con el Consorcio de firmas consultoras: Electroconsult y Rodio de Italia, Tractionel de Bélgica y las Ecuatorianas Astec, Ingeconsult y Caminos y Canales, quedando definido el desarrollo del proyecto en dos etapas continuas, con capacidades de 432 y 427 MW, respectivamente, lo que sumaba 859 MW, según el estudio concluido en 1992.

El Plan Maestro de Electrificación 2006-2015 contemplaba la realización de este proyecto en 2 etapas que sumaban los 859 MW inicialmente planteados.[15]

El CONELEC consideró que si bien el proyecto, concebido inicialmente con una capacidad de 859 MW, permite el desarrollo del sector eléctrico, el incremento de la demanda y el alto costo de la generación actual, exige el desarrollo de un proyecto de mayor magnitud y capacidad de generación.

Se contrató a Electroconsult para que actualice los diseños del proyecto. Estos estudios concluyeron que se puede obtener 1.500 MW en una sola etapa. Electroconsult planteaba que con un factor de planta diario del 80%, la centrar podría operar a 1.464 MW por 4 horas, 1.171 por 15 horas al día y 937 MW las restantes 5 horas.[15]

El entonces ministro de Electricidad, Alecksey Mosquera, defendió la decisión de diseñar y construir la obra para 1.500 MW alegando que los estudios no habían cambiado.[16]

En 2018, The New York Times citó expertos que afirman que la capacidad de 1.500 MW se podría generar durante seis meses al año, por un número de horas al día.[17]

Durante los primeros seis meses de 2020, la central ha generado 2.951 GWh, lo que implica 742 MW de generación diaria en promedio. Técnicos aseguran que el infra desempeño se debe a que la central todavía está experimentando cierres y reparaciones con miras a la entrega final de la obra.[18]

La obra se construyó con crédito externo de China e inversión pública de Ecuador. Durante 2010, las negociaciones para el crédito chino tuvieron discrepancias sobre las exigencias crediticias, que Rafael Correa consideraba más severas que las otorgadas por el Fondo Monetario Internacional.[19]

Particularmente, Correa rechazaba someter las disputas por este crédito, inicialmente establecido en $1,7 billones, a resolución de arbitraje internacional. En diciembre de 2009, Correa rechazó públicamente las condiciones exigidas por China. En enero de 2010, la ministra de Finanzas viajó a China para suscribir un memorandum de entendimiento.[20]

Su entonces vicepresidente, Lenín Moreno, facilitó acuerdos con el embajador chino para lograr un acuerdo entre las partes en marzo de 2010.[19][21]​ Una de las principales controversias era la garantía de pago exigida: Ecuador quería dejar en garantía la obra, mientras China quería garantías monetarias ejecutables, dado que la obra no puede ser embargada ni trasladada.[22]

El 4 de agosto de 2016, se modificó las condiciones financieras del contrato de crédito, subiendo su monto del inicial $1.682 millones a $1.979.700.000,oo, ampliando el período de desembolso hasta 73 meses posteriores a la fecha efectiva de operación de la central (antes era 66 meses), condición crediticia all-in-cost y una mayor tasa de interés, que pasó del 7,29% anual al 7,35% anual.[16]

El costo final de la obra ascendió a $2.245 millones, por lo que el financiamiento chino representa el 80% de la obra.[23]

El Gobierno de Lenín Moreno estimó los gastos de construcción en $2.850 millones, por lo que la diferencia podría deberse a los gastos incurridos para su completo funcionamiento.[14]

En 2020, el gobierno ecuatoriano renegoció cuatro créditos con Eximbank de China que financiaron cuatro proyectos: Coca-Codo Sinclair, Paute-Sopladora, Minas-San Francisco y Línea de transmisión de 500 kW. Aunque no se especifica el monto total del crédito del proyecto Coca-Codo Sinclair, el diferimiento de pagos previstos entre 2020 y 2021 por los cuatro créditos suma $ 417 millones. Las condiciones originales no se alteraron y la tasa promedio ponderada de esas cuatro operaciones es 6,44%.[24][25]​ Los cuatro créditos representan el 84,2% de toda la deuda bilateral con China,[26]​ que se calcula a julio de 2020 en $5431 millones.[27]

El 5 de octubre de 2009 se suscribió el contrato de EPC (ingeniería, procura y construcción) del proyecto a 66 meses (5 años y medio).

La obra inició el 28 de julio de 2010.[3]

Tras varias prórrogas aprobadas, la operación inicial debía cumplirse el 22 de septiembre de 2015. Un examen de la Contraloría General del Estado, por el período de septiembre de 2012 a 15 de diciembre de 2015, calculó las multas por $81,175.000 entre multas por incumplimiento en plazos[28]​ más otros incumplimientos como ajustes de precio del contrato, aumentos del personal no justificados y costos adicionales de consultoría no justificados y contratos complementarios no justificados, que totalizaban $112 millones.[29]

El martes 9 de septiembre de 2014, el entonces presidente Rafael Correa visitó la obra, anunció que debía estar terminada en febrero de 2016 y dispuso que se impongan multas si la obra se demoraba más. Calculó en $1,2 millones el lucro cesante diario, dispuso cobrar todas las multas por demoras y prohibió a los funcionarios otorgar nuevas prórrogas. La demora fue atribuible a la calidad arenosa de la montaña, lo que demoró el avance de la tuneladora.[30]

Un segundo examen de Contraloría, por el período del 16 de diciembre de 2015 al 30 de abril de 2018, calculó pérdidas por $78,2 millones por multas no impuestas.[31]​ El mismo examen estima en $27,779.406,57 las pérdidas por falta de comercialización de energía debido a las demoras en construcción.[32]

El 13 de diciembre de 2014 hubo un accidente con 13 muertos, de los cuales diez fueron ecuatorianos y tres chinos.[33]​ Así, el desastre fue provocado por el derrumbe de un túnel en la sala de máquinas.[34]

Trabajadores fallecidos en este accidente:[35]

La víctima 14, Mauricio Ríos Anchundia (Milagro, Guayas), falleció en enero de 2015.[36]​ Además hubo 12 heridos.[37]

En diciembre de 2014, la Fiscalía General del Estado abrió una investigación por este accidente[38]​ pero seis meses más tarde, la investigación fue archivada.[39]

El 12 de enero de 2015, asambleístas visitaron la obra y recibieron quejas de obreros.[39]

Durante los primeros meses de operación, se detectaron fisuras en su infraestructura. Para recibir formalmente la obra, CELEC ordenó realizar una inspección que halló otras inconformidades.

El 14 de noviembre de 2018, la Contraloría General del Estado presentó el borrador del informe de auditoría donde señala fallas técnicas que dicha entidad de control avalúa en $3.200 millones,[16]​ porque estimaba que debía construirse una nueva casa de máquinas, cuyo costo de construcción ascendió a 1.010,8 millones.[40]

La constructora contrató a su costo a la empresa alemana TÜV SÜD Atisae SAU para verificar el estado de la obra y estimar sus soluciones.[41]​ Esta revisión posterior se presupuestó en $1 millón y una duración de un año.[42]​ TÜV SÜD inició su análisis desde diciembre de 2018.[43]

Desde el 20 de mayo de 2019, la empresa china Harbin Electric International, fabricante de las estructuras, realiza las reparaciones recomendadas por la empresa alemana TÜV SÜD. Tras estos arreglos, CELEC podrá recibir de manera definitiva la obra y se espera que esté garantizada una vida útil de 50 años del proyecto.[44]

Se prevé que la reparación de distribuidores y otros arreglos a cargo de la constructora culminen en diciembre de 2021, cuando CELEC recibirá formalmente la obra.[18]

En tres ocasiones, la central más potente del país salió de operación de manera inesperada, dejando sin luz al país.

El jueves 20 de octubre de 2016 hubo apagones. El diario público El Telégrafo presentó expertos que negaron la relación entre tales apagones y la entrada en operación de dos de las turbinas de la central Coca Codo Sinclair.[45]

Entre el 8 y 9 de octubre de 2018, estuvo fuera de operación y se produjeron múltiples apagones.[46]

Entre el 15 y 16 de julio de 2019, estuvo fuera de operación.[47]

La oferta de miles de kilovatios adicionales obligó al país a instalar un nuevo tendido eléctrico de 500 KV. El 26 de julio de 2013, CELEC contrató con la empresa china Harbin Electronic Internationcal Co. Ltda. el contrato 035-2013 para el diseño, suministro y construcción de las obras del proyecto "Sistema de Transmisión de 500 KV y Obras asociadas" por un monto de $599'097.509,oo, contratada con una línea de crédito N° 14103020520142|1795 otorgado por la República Popular China.[16]

Sin embargo, esta obra demoró por lo que durante más de tres años, la energía del complejo Coca Codo Sinclair no abastecía a Guayaquil. El sistema de transmisión de 500 KV y 900 kilómetros de longitud finalmente se inauguró el 13 de junio de 2019.[48]​ La obra se paralizó desde 2016 a causa de problemas de negociación con comunidades indígenas en Tisaleo, Tungurahua.[49]​ Cuando finalmente se logró un acuerdo con los indígenas por donde debía pasar el tendido, el crédito chino había perdido vigencia.[50]

El Servicio de Rentas Internas rechazó como gastos deducibles de la constructora Sinohydro varios conceptos, incluyendo consultorías y servicios por cerca de $18,36 millones prestados por una empresa ubicada en paraíso fiscal, Recorsa SA y a otra empresa ubicada en Ecuador, Comercial Recorsa C.A. (Ecuador),[51]​ ambas de propiedad de Conto Patiño, cuya hija, María Auxiliadora Pinto, consta como titular en una compañía panameña INA, que compró muebles clásicos en Ginebra en Moinat SA Antiques, los cuales fueron ubicados y usados en el departamento ubicado en Quai Wilson 45 1201, Ginebra, residencia del entonces Enviado especial del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas sobre Discapacidades, Lenín Moreno.[51]​ Actualmente, Moreno es Presidente de Ecuador.

Tampoco se reconoció como deducible una factura por servicios profesionales por $1,68 millones a favor de Conto Patiño Martínez.[51]

La no deducibilidad de estos gastos está impugnada ante la Función Judicial por el contribuyente Sinohydro.[51]

En total, el SRI emitió glosas que suman $198 millones contra el contribuyente, tras varias auditorías tributarias por los ejercicios fiscales 2010 a 2013. Algunos de los montos disputados incluyen: un pago de un seguro por $172,5 millones, pues el crédito del gobierno ecuatoriano incluía un seguro y los pagos a Conto Patiño y sus empresas.[52]

El 25 de junio de 2019, la Asamblea Nacional aprobó un informe de fiscalización sobre el tema, donde se dispuso lo siguiente:[53]

El 2 de febrero de 2020, la Cascada San Rafael, un atractivo turístico de la provincia de Napo, cedió hacia atrás, quedando reducida en gran medida.[54]​ No hay consenso sobre las causas del colapso de esta cascada, debido a que hay un volcán cercano en erupción continua, el Reventador, pero también podría deberse a sedimentos o turbinación del agua provocados por la central.

Un primer hundimiento de la rivera izquierda del río Coca fue avisado en fotografía satelital en octubre de 2019.[18]

En 2011, la BBC entrevistó a ecologistas que planteaban la dicotomía entre la cascada y la hidroeléctrica.[55]

El 7 de abril de 2020, el Río Coca sufrió un socavamiento relacionado con el colapso de la cascada San Rafael[56]​ causando una rotura de los oleoductos Sistema de Oleoducto Trans Ecuatoriano y Oleoducto de Crudos Pesados, lo que provocó un derrame de un estimado de 16.000 barriles de crudo que afectaron a 41.000 habitantes de 108 poblaciones,[57]​ incluyendo las ciudades de Orellana,[58]​ Aguarico y Orellana, que se quedaron sin agua potable por varios días.[59]​ Hasta septiembre de 2020, las empresas que operan ambos oleoductos habían destinado $20 millones a obras de reparación.[60]

Las causas y efectos de este fenómeno están siendo aún estudiados.[61][62]​ En mayo de 2020, CELEC contrató a Lombardi Andina, Terra Hidro y Kawsus para estudiar el fenómeno y plantear obras de mitigación.[18]

Luis Gualle, vecino del sector, refiere que antes del terremoto de 1987 en el sector, la geografía del río no era así, aludiendo que se trata de tierra deleznable que se ha acumulado en los últimos treinta años a causa de la erupción constante del volcán Reventador.[63]

Hasta junio de 2020, el socavamiento ha retrocedido las riberas del río Coca en 2.600 m, pero desde el 15 de mayo, el avance de este socavamiento se ha ralentizado, a 100 m en total. Actualmente, se está socavando el lecho del río Montana, tributario del Coca. Se prevé que los análisis sobre las causas de este fenómeno sean presentadas en julio de 2020.[18]

Desde el 26 de junio de 2020, el socavamiento se ha acelerado.[64]​ En 5 meses (febrero-junio 2020), la erosión del río ha avanzado 3,5 kilómetros.[65]​ El experto Emilio Cobo asegura que la cascada San Rafael estaba hecha de material volcánico de hace 8.000 años, y que su colapso en menos de 6 años de funcionamiento de la represa debe explicarse por la intervención humana.[66]

El 23 de octubre de 2020, la erosión alcanzó la vía Quito-Lago Agrio, eliminando un puente. Las obras de mitigación instaladas días atrás no detuvieron la velocidad del río y fueron desplazadas por el caudal.[67][68]

Hasta el 6 de diciembre de 2020, la erosión avanzó 7,6 kilómetros y se encuentra a 11,2 kilómetros de la Central. El Bureau of Reclamation de Estados Unidos recomienda reubicar los oleoductos SOTE y OCP, la vía Baeza Lago Agrio y el poliducto Shushufindi-Quito, en lugar de las obras de remediación propuestas por CELEC.[69]

El 25 de febrero de 2021 se desfogó una represa en el río Coca, lo que motivó activar comités de emergencia de las autoridades locales.[70]​ Ese día la central hidroeléctrica fue apagada para evitar que el agua con sedimento entre a la casa de máquinas de la central.[71]

El gobierno de Lenín Moreno anunció la intención de delegar la operación de la obra, así como de la Central Sopladora. Al momento no se ha iniciado un proceso formal de concesión.[72]

El área hidrológica aportante del proyecto está constituida por la cuenca del Río Coca hasta el sitio Salado (sitio de presa), que cubre una superficie de 3 600 km². La cuenca está bordeada por la Cordillera Central con elevaciones como el Cayambe, el Antisana y otras menores.

El caudal promedio del río Coca en el sitio Salado (sitio de ubicación de las obras de captación) es de 292 m³/s, lo que corresponde a una contribución específica superior a 80 l/s/km². El caudal diario con una garantía del 90% del tiempo es de 127 m³/s.

El Proyecto Coca Codo Sinclair de 1500 MW, es un proyecto ecológicamente limpio, con muy pocos efectos negativos sobre el ambiente; entre éstos se mencionan únicamente la posible penetración de colonos debido a la apertura de caminos de acceso a un área poco poblada, y la reducción de caudales en la cascada de San Rafael.

El área del proyecto incluye un centro eruptivo activo, el volcán El Reventador que se levanta sobre la orilla izquierda del valle del Coca, entre los valles del Salado y del Dué; el Río Malo forma el drenaje sur del volcán.

Con relación al proyecto contemplado en los estudios de factibilidad (1992), se pueden indicar que las obras de captación son las mismas que para el proyecto original; se instalarán 6 desarenadores en una sola etapa, el sistema de conducción varía de 2 túneles de 4.75 m. a un solo túnel de 8m de diámetro interno. Se mantiene el embalse compensador con una capacidad de almacenamiento mayor (880.000 m³). El diámetro de las tuberías de presión aumenta de 2×4.60 m. a 2×5.80; se construye la casa de máquinas con tres bloques: en el primero se alojan la mitad de las unidades turbogeneradoras; el segundo para área de montaje y servicios auxiliares y el tercero para alojar la otra mitad de las unidades turbogeneradoras.



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