La batalla de San Carlos fue el primer enfrentamiento terrestre de la guerra de las Malvinas. Comenzó con el desembarco británico el 21 de mayo de 1982 —Operación Sutton—. Excepto por una breve resistencia de una sección de infantería, la resistencia argentina provino de la aviación con base en el continente. La flota británica sufrió graves pérdidas pero estableció la cabeza de playa.
El 10 de mayo, tras mucho análisis, el mando británico seleccionó los lugares para el desembarco: brazo San Carlos, Puerto San Carlos, Establecimiento San Carlos y Bahía Ajax. El lugar tenía las condiciones hidrográficas para el fondeo de barcos, estaba libre de minas argentinas y buena configuración para la defensa antiaérea, en especial por el misil Exocet AM 39.
Argentina no había previsto a la bahía San Carlos como un lugar de un desembarco británico. En consecuencia, dejó la zona desprotegida.
A mediados de mayo la III Brigada de Infantería puso a la Compañía de Comandos 601 a rastrillar la bahía San Carlos en busca de militares británicos que rondaban la zona e instalar un puesto de observación en Fanning Head, una altura que domina la entrada del estrecho de San Carlos a la bahía San Carlos.
El Equipo de Combate «Güemes» bajo el mando del teniente primero Carlos Daniel Esteban se estableció en Puerto San Carlos. La unidad se componía por una sección de tiradores del Regimiento de Infantería 25 y una sección de apoyo del Regimiento de Infantería 12. Sus misiones eran impedir el pasaje de barcos enemigos en la entrada norte del estrecho, controlar a la población de San Carlos y dar alerta temprana al desembarco.
Lanchones de desembarco depositaron en tierra a unidades británicas de los Marines Reales, paracaidistas del Ejército y comandos además de tanques FV101 Scorpion y FV107 Scimitar los Blues and Royals. Decenas de helicópteros cargaban sus equipos.
La madrugada del 21 de mayo el EC Güemes detectó y disparó a un buque británico desde la Altura 234 con los dos cañones de 105 mm; el buque respondió disparando. El Escuadrón de Botes Especial atacó a la unidad argentina, la cual se replegó con heridos.
El teniente primero Esteban supo del desembarco británico a las 08:00 horas e informó al general Parada.Puerto San Carlos. El equipo inició una retirada a su retaguardia.
Un número grande de infantes, helicópteros y tanques británicos avanzaron aLos infantes argentinos derribaron un helicóptero Sea King y tres helicópteros adicionales.
El EC «Güemes» continuó el repliegue logrando escapar.
El ejército británico bombardeó diversos puntos del archipiélago. A consecuencia un número de tres helicópteros del Ejército Argentino quedaron fuera de combate. La Compañía de Comandos 601 derribó un avión Harrier británico en Puerto Howard.
La Fuerza Aérea Sur y la Fuerza de Tareas 80 atacaron a la flota británica en el estrecho y la bahía San Carlos. Los ataques causaron el hundimiento de las fragatas HMS Ardent (F184), HMS Antelope (F170) y del destructor HMS Coventry (D118). A su vez un número importante de aviones argentinos cayó derribado.
La mañana del 21 de mayo de 1982 Argentina inició los ataques aéreos.Base Aérea Militar Cóndor en Pradera del Ganso lanzó los IA-58A Pucará del Grupo 3 de Ataque. La fuerza británica de desembarco derribó a un IA-58A que hacía reconocimiento. Un grupo de tres Sea Harrier derribó a otro IA-58A. El resto de cuatro Pucará replegó al Aeropuerto de Puerto Argentino.
LaEl Comando de la Fuerza Aérea Sur en Comodoro Rivadavia inició el ataque desde el continente alrededor de las 09:00 horas (UTC-03:00). Un total de 11 cazabombarderos IAI Dagger A de los Escuadrones Aeromóviles Dagger I y II atacaron el estrecho de San Carlos. Estas formaciones al mando de los capitanes Carlos Rohde, Carlos Moreno, Norberto Dimeglio y Raúl Díaz recibieron cobertura de seis Mirage IIIEA del Escuadrón Mirage. La fragata HMS Brodasword y el destructor HMS Antrim resultaron dañados.
Catorce aviones de la FAS ejecutaron vuelos de exploración y reconocimiento.
El Grupo 4 de Caza lanzó a las 11:25 horas la Escuadrilla «Pato», formada por cuatro aviones A-4C Skyhawk al mando del capitán Eduardo Almoño. Cuando sobrevolaban Chartres cuando una patrulla aérea de combate conformada por dos Sea Harrier FRS.1 interceptó a los A-4C. Los A-4C desecharon sus bombas e iniciaron el escape. La fragata HMS Brilliant detectó a los aviones con su radar. Los Sea Harrier dispararon misiles AIM-9L Sidewinder, que impactaron en los aviones del primer teniente Daniel Manzotti y el teniente Néstor Edgardo López, este último murió al instante. Se visualizó la eyección de Manzotti y otra de uno británico, el que habría perdido el control de su avión.
Las fuerzas británicas dominaron la bahía San Carlos constituyendo su cabeza de playa.
El Comando Conjunto Malvinas dudaba del objetivo del desembarco de San Carlos. Igualmente, no atacó a la cabeza de playa por inferioridad de condiciones, limitaciones graves y la necesidad de mantener guarnecido Puerto Argentino/Stanley.
El Centro de Operaciones Conjunto acicateó al comandante conjunto Mario Benjamín Menéndez para atacar la cabeza de playa. Urgía a que accionara a las fuerzas terrestres.
Un oficial del Estado Mayor del general de brigada Omar Edgardo Parada, mayor José Luis Bertolli, ideó un plan de contraataque a San Carlos con las Compañías de Comandos 601 y 602. Estas dos compañías habrían incursionado en helicópteros y los barcos Yehuín y ARA Forrest para garantizar un aterrizaje de aviones C-130 con la IV Brigada de Infantería Aerotransportada en la pista de San Carlos, en caso de no poder lanzar paracaidistas en vuelo.
El contraalmirante Edgardo Aroldo Otero hubo pensado una operación similar con las Agrupaciones de Comandos Anfibios y Buzos Tácticos, transportadas desde el continente con submarinos y la Agrupación de Lanchas Rápidas.
Después se sumó al plan a los Regimientos de Infantería 5 y 8, sitos en la isla Gran Malvina. Estos habrían sido trasladados por el buque ARA Bahía Buen Suceso que estaba en Bahía Fox.
El comandante Mario Benjamín Menéndez aprobó la iniciativa ordenando al general Américo Daher elaborar el plan. Este presentó el plan al Centro de Operaciones Conjunto y al presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri. El comandante de la IV Brigada Julio Fernández Torres exigió al comandante en jefe de la Fuerza Aérea Basilio Lami Dozo cobertura aérea para descender en San Carlos, cosa que este no pudo asegurar. La reunión finalmente se diluyó sin resultado.
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