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Dalca



La dalca era un barco cosido, liviano, que empleaban los indígenas chonos, un pueblo nómada del sur de Chile. Posteriormente, la adoptaron los huilliches y los conquistadores españoles, añadiéndole algunas modificaciones menores.

Originalmente era armada de 3 tablones de madera arqueados, ajustados, cosidos y calafateados con materiales vegetales de la región. A ellos se le agragaban cuadernas y un tablón de refuerzo en la proa y en la popa que eran afianzados con tarugos de madera. Posteriormente se construyeron con 5 tablones y se les agregó velas y remos.

Su nombre proviene del mapuche y designa a una embarcación para el balseo.[1]:129

La dalca fue utilizada por los indígenas de la costa de Carelmapu, del seno de Reloncaví, el archipiélago de Chiloé, donde estaría su origen[2]:3, y por los chonos de los archipiélagos entre el golfo Corcovado la península de Taitao, antes de la época colonial que comenzó con la llegada de los españoles a Chile.[3]:64 También fue utilizada por los llamados "pehuenches" del sector del lago Nahuel Huapi.[1]:129

Durante el siglo XVI, la dalca no se halló al sur de la península de Táitao, pero a partir del XVII, comenzó a extenderse hacia el sur. A mediados del siglo XVIII era usada en la entrada occidental del estrecho de Magallanes y un siglo después se conoció también entre los yaganes, hasta la isla Navarino. En todas estas regiones casi desterró el empleo de la canoa de corteza que antes se usaba, siendo reemplazado a su turno por la canoa labrada de un solo tronco.[3]:67 Se supone que fue utilizada hasta 1915.[1]:75

Su invención se atribuye a los chonos, quienes habrían enseñado a construirla a sus vecinos huilliches que a su vez se la traspasaron a los españoles. Los cronistas españoles decían que era la mejor nave para navegar por esos mares y muy superior a las que construían los conquistadores.[cita requerida]

La dalca, construida por gente y con materiales del lugar tuvo amplio uso. Los chono y veliche la usaban como medio de desplazamiento a través de los canales, para bucear desde la costa, generalmente mujeres hacían esa labor, zambulléndose desde la embarcación. Con ella o desde ella pescaban y mariscaban con una pértiga que los españoles llamaron fisga. También fue usada por indígenas y conquistadores en la invasión y en la guerra. Se puede citar el cruce del canal de Chacao con tropa y pertrechos hecho por Martín Ruiz de Gamboa y la que podría denominarse la primera batalla naval de América, entre españoles y veliches en 1578, donde se enfrentaron 50 dalcas por bando.[1]:130-31

Para la exploración de la zona era imprescindible, pues su fondo plano permitía acercarse a las costas. La posibilidad de ser desmontada permitió cruzar el istmo de Ofqui, una travesía por tierra que también ha sido conocida entre el lago Todos los Santos y el lago Llanquihue y en la zona del canal Beagle, al sur del cabo Pilar. Por ello fue utilizada por los españoles en sus explotaciones madereras y en su afán de evangelización.[1]:131

Los informes sobre las herramientas utilizadas varían según el relato. Algunos nombran solo conchas, otros observaron también piedras y en alguna parte se menciona una cuña de material óseo.[2]:4

Las dalcas se fabricaban de tablones de madera, aunque existen diferentes afirmaciones en cuanto al tipo de madera usada para la construcción. Ricardo E. Latcham sostuvo en 1930 que eran construidas de alerce (Fitzroya cupressoides), o en su defecto ciprés (Pilgerodendron uviferum) o más al sur, de haya (Nothofagus betuloides).[3]:65 Pero la madera de la dalca del Museo Etnográfico de Achao es de coigüe (Nothofagus dombeyi) o coigüe de Chiloé (Nothofagus nitida), en tanto que los restos encontrados en el lago Chapo son de madera de ulmo (Eucryphia cordifolia) y los que se encuentra en el Museo de la Cultura Mundial en Gotemburgo también serían de una especie del género Nothofagus.[4]:318-19[2]:4

Sobre las costuras que unían los tablones, después de haber sido ajustados uno al otro, Latcham las describe como:

También se utilizaban tarugos de madera para afianzar las cuadernas y las esquinas que robustecían la proa y la poa.

Sus dimensiones eran de entre 4 y 20 metros de eslora, podían llevar hasta 25 personas y eran impulsadas por paletas que posteriormente se transformaron en remos afirmados a la borda.[3]:66

Consistía en tres tablones de madera que se cortaban de un largo apropiado a la capacidad que requeriría la embarcación. Era impulsada por remos y cuando había viento favorable se ayudaban levantando un palo con una vela hecha generalmente con cuero de lobo marino. Los tablones eran curvados con agua y con fuego para darle la forma que requerían el tablón de la quilla y los dos laterales. A las tablas se le hacían perforaciones cada cierta distancia empleando estacas calientes. Luego estas se cosían utilizando una fibra filamentosa que se obtenía al golpear la quilla, una especie de bambú muy abundante en toda la región. Esta fibra era muy firme y resistente al agua. Finalmente los hoyos y las uniones se calafateaban con una mezcla de raíces, hojas de tiaca y estopa de alerce.

Según Latcham el corte se hacía con hachas de piedra y azuelas de concha, hasta dejar los tablones del espesor requerido,[3]:66 de unos 6-10 cm.[1]:134

No se puede dejar de mencionar el uso de agua y fuego para obtener la curvatura de la madera.

El tablón que formaba la quilla era de mucho mayor espesor en el tercio central y se adelgazaba hacia las puntas, las que eran arqueadas como los cuernos de una luna nueva. En ancho de los extremos eran también menor que en el centro.[3]:65

Los costados de la dalca eran originalmente solo dos tablones, uno a estribor y otro a babor. Posteriormente aparecen dalcas con 2 o 3 tablones a cada lado, con lo que se aumenta el francobordo impidiendo que el agua entre tan fácilmente a la nave. Estas, llamadas falcas por Latcham, aparecen en el período colonial según el mismo autor.[3]:66

Sobre las cuadernas, que Latcham llama acertadamente costillas, el mismo autor escribió:

La ligazón de los dos tablones de costado y la quilla eran asegurados por una buzarda que los afianzaba mutuamente, tanto en la proa como en la popa:[3]:78

La nave utilizaba también un ancla hecha de cuatro maderos de luma con forma de "L" con las puntas dispuestas hacia el centro para sostener una piedra atada a los maderos.[1]:138

Con el intercambio cultural iniciado con la llegada de los españoles, la dalca original fue adoptando algunas de los elementos traídos por la colonia, entre ellos fue ensanchada, sus bordes elevados con dos tablones laterales reforzados con falcas y sus líneas más curvas volviéndola más segura y con más capacidad de carga. Asimismo se le agregaron toletes y chumaceras. Posteriormente se le incorporaron la vela, el timón, la roda, el codaste y los clavos o tarugos de hierro (Cárdenas et al., 1991), con lo cual adoptó definitivamente rasgos europeos.[2]:5

Uno de los dos fragmentos conservados en el museo de Achao.

Detalle de los agujeros en el borde de un fragmento de tablón conservado en el museo de Achao.

Piragua de Chiloé, de acuerdo a fray Francisco Menéndez, ya con implementos europeos.

Existen pocos ejemplares de dalcas originales, algunos parcialmente conservados y otros estarían extraviados.[4]:311



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