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Discursos de Posen



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Los discursos de Posen fueron dos discursos pronunciados por el jefe de las SS de la Alemania nazi, Heinrich Himmler, los días 4 y 6 de octubre de 1943 en el Ayuntamiento de Posen, en la Polonia ocupada por los alemanes. Las grabaciones son los primeros documentos conocidos en los que un miembro alemán de alto rango del gobierno nazi habló del exterminio en curso de los judíos en los campos de exterminio. Demuestran que el gobierno alemán quería, planificó y llevó a cabo el Holocausto.

El discurso del 4 de octubre fue dado a oficiales de las SS y del 6 de octubre a Reichsleiters y Gauleiters.

El objetivo de este no solo era informar claramente del exterminio judío a la asamblea, sino involucrarlos como cómplices con esta revelación y extender la responsabilidad por la Solución Final que se estaba llevando a cabo.

Este discurso implicó además al ministro de Armamento, Albert Speer, quien mucho más tarde en sus memorias, aseguró nunca haber estado allí y haberse retirado apenas terminó su propio discurso a los Gauleiters sobre la necesidad de mano de obra.[1]

Los discursos de Posen de octubre de 1943 son dos de los 132 discursos, obtenidos en varios formatos, de Heinrich Himmler, encargado de las SS, dirigidos a los oficiales del Partido Nazi.[2]

El primer discurso, del 4 de octubre, fue dado ante 92 oficiales de las SS. El segundo, el 6 de octubre, fue dado ante los líderes del Reich (Reichsleiters) y 60 líderes de zona (Gauleiters)[3]​ así como otros representantes del gobierno.[4]​ Forman parte de los discursos más importantes de Himmler durante la guerra, ya que demuestran que Himmler fue el "arquitecto de la solución final" y un visionario de una élite racial que fue apoyada por la organización de las SS.[5]

Aunque el genocidio de los judíos no fue el tema central en ninguno de ellos, ambos tienen un significado histórico relacionado con él. Himmler prescindió de los eufemismos habituales[6]​ y habló explícitamente del exterminio de los judíos a través de asesinatos en masa, que describió como una misión histórica de los nazis. Esta conexión se hizo evidente en otros cinco discursos pronunciados entre diciembre de 1943 y junio de 1944 a los comandantes de la Wehrmacht.[7]

Himmler pronunció los discursos en un momento en que aumentaban los reveses militares alemanes y los líderes políticos y militares nazis expresaban su alarma en privado. En la Conferencia de Casablanca, en enero de 1943, los Aliados habían decidido que el único resultado aceptable de la guerra era la rendición incondicional de Alemania. La victoria soviética en la Batalla de Stalingrado el 2 de febrero de 1943 fue un punto de inflexión en la guerra. El presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, anunció el enjuiciamiento de los principales responsables de la guerra y el genocidio el 12 de febrero, lo que el Congreso de los Estados Unidos acordó el 18 de marzo. Las tropas estadounidenses y británicas desembarcaron en Sicilia el 7 de julio de 1943 e invadieron con éxito el territorio continental italiano el 3 de septiembre, y después del armisticio italiano el 8 de septiembre, avanzaron gradualmente hacia el norte. El 1 de octubre, Nápoles fue liberada de la ocupación alemana.

Las esperanzas alemanas de recuperar la iniciativa militar en el Frente Oriental se vieron frustradas por la derrota en la Batalla de Kursk a principios de julio de 1943, y la contraofensiva soviética masiva posterior marcó el comienzo de las retiradas alemanas permanentes durante el resto de la guerra. En la semana del 27 de julio al 3 de agosto de 1943, las fuerzas aéreas de los aliados atacaron Hamburgo en la Operación Gomorra, y el centro de armamento de Peenemünde fue gravemente dañado por la Operación Hydra en la noche del 17 al 18 de agosto, interrumpiendo críticamente el desarrollo de armas V. Al mismo tiempo, la resistencia contra las fuerzas alemanas en los territorios ocupados occidentales creció, y se declaró un estado de emergencia en Noruega (17 de agosto) y Dinamarca (29 de agosto). Los disidentes nazis planearon la reorganización de Alemania, con el Círculo de Kreisau, y los intentos de asesinar a Adolf Hitler condujeron a la Operación Valkyria el 20 de julio de 1944. El 4 de septiembre se comenzó con una política de tierra quemada para las retiradas en el Frente Oriental y la ley marcial contra aquellos en las fuerzas armadas que se negaran a seguir las órdenes, inicialmente presentada por el Gobierno General el 2 de octubre.[8]

En este periodo, la destrucción de los judíos se convirtió el objetivo más importante.[9]​ En la primavera de 1943, tuvo lugar la Sonderaktion 1005, que consistió en la exhumación e incineración de los asesinados por los Einsatzgruppen en todo el frente oriental, y la cifra de judíos muertos había ascendido a 1,8 millones. En febrero de 1942 la Conferencia de Wannsee decidió el exterminio de los judíos, en lo que se conoció como la "solución final al problema judío". Entre el 19 de abril y el 16 de mayo de 1943 tuvo lugar la rebelión del gueto de Varsovia. En el verano de 1943 Himmler encargó que los judíos de los guetos de la Polonia ocupada fueran llevados a campos de las SS.[10]​ El 21 de junio encargó que los judíos de Ostland fueran llevados a campos de concentración de las SS o deportados al este.[11]

Sin embargo, tuvieron lugar actos de resistencia contra la destrucción de los judíos. Hubo rebeliones en los campos de exterminio de Treblinka (2 de agosto de 1943) y Sobibor (14 de octubre de 1943). Los judíos del gueto de Białystok se rebelaron contra su liquidación (del 13 al 23 de agosto) y los daneses ayudaron a muchos judíos a escapar.

Himmler no preparó la mayoría de sus discursos de antemano, sino que usó breves notas escritas a mano. Desde finales de 1942, sus conferencias verbales ya no se documentaron en forma abreviada, sino que se grababan con fonógrafo en placas maestras de cera. Estas grabaciones fueron transcritas por el SS-Untersturmführer Werner Alfred Wenn, quien corrigió errores gramaticales obvios y complementó las palabras faltantes. Himmler luego agregó sus propias correcciones escritas a mano y la versión autorizada, de este modo, fue copiada con una máquina de escribir en caracteres grandes y luego archivada.[12]

Del discurso de Himmler de tres horas del 4 de octubre de 1943, 115 páginas de la edición final escrita a máquina (una página se perdió) fueron descubiertas entre los archivos de las SS y remitidas a los Juicios de Núremberg como el documento 1919-PS.[13]​ El día 23 de la audiencia, se leyó un pasaje, que sin embargo no se refería al Holocausto.[14]​ Se conserva una grabación de este discurso, lo que permite apreciar las diferencias entre lo que se dijo y la versión final mecanografiada. Son cambios menores y no cambian el significado.[15]

Himmler dio el primer discurso en el Ayuntamiento y no en el castillo imperial, como a veces se asume erróneamente.[16]​ Del cuadro de liderazgo de las SS, estaban presentes 33 Obergruppenführers, 51 Gruppenführers y 8 Brigadeführers de todo el Reich. Muchos de ellos procedían de zonas de la Europa del Este ocupada.[17]​ Por lo tanto, gran parte del discurso se refirió a la situación cada vez más precaria en el Frente Oriental, al intentar explicar los éxitos militares soviéticos como resultado de una supuesta combinación de la crueldad comunista y de las debilidades de los aliados de Alemania.

Solo unos dos minutos del discurso hacen referencia a la destrucción de los judíos. Himmler presupone que los presentes tenían experiencia en fusilamientos masivos, liquidación de guetos y campos de exterminio, y de acuerdo con esto, ellos tenían conocimiento de estos hechos. El discurso es para justificar los crímenes ya perpetrados, y comprometer a sus oyentes con el "propósito superior" que se les había conferido. Alrededor de 50 oficiales no presentes recibieron una copia del discurso y tuvieron que confirmar que tenían conocimiento de él.

Tras un homenaje a los caídos en la guerra, Himmler dio su punto de vista sobre la guerra hasta entonces. Que la resistencia soviética podía ser atribuida a los comisarios políticos, que la invasión alemana de la Unión Soviética había sido un ataque preventivo y que la debilidad de los aliados de Alemania había desperdiciado la posibilidad de una victoria en 1942. Himmler especuló sobre el potencial del ejército soviético, habló despectivamente del asunto de Andrey Vlasov, de la inferioridad de la raza eslava y sobre cómo la minoría alemana podía prevalecer sobre ellos.[8]

En momentos posteriores, Himmler dijo que el Ejército Italiano estaba contaminado con el comunismo y que simpatizaba con los aliados occidentales. También habló de la situación de los Balcanes y de otros territorios ocupados, considerando los actos de resistencia como simples molestias irritantes. También mencionó la guerra por aire y por mar, la situación interna de Alemania y factores como las emisoras de radio enemigas y el derrotismo derivado de los ataques aéreos.

Posteriormente, Himmler recurrió a la situación del lado del enemigo, especulando sobre la relación entre Reino Unido y Estados Unidos y su resistencia y disposición para la guerra. Entró en detalles sobre las variaciones en las SS, las divisiones individuales, las organizaciones policiales y describió sus deberes de vigilancia de las operaciones económicas de las SS y de ser un ministro del Reich.

En su bosquejo del curso de la guerra en el este, Himmler habló sobre la muerte de millones de prisioneros de guerra soviéticos y los trabajadores forzados. Al igual que en sus discursos de antes de la guerra, como ya decía Hitler en «Mi lucha», habló de cómo la erradicación de los "subhumanos" (untersmensch) eslavos era una necesidad histórica y natural. No había lugar para los sentimientos:[18]

Himmler habló explícitamente del genocidio de los judíos, algo que hasta entonces no había hecho ningún representante del partido nazi:[19]

Himmler luego elogia la mentalidad del hombre de las SS, dedicando aproximadamente 30 de las 116 páginas a sus virtudes, así como a su deber de convertirse en la clase dominante de Europa en 20 o 30 años.

Del segundo discurso de Posen, están disponibles las breves notas de Himmler, así como una versión registrada mediante taquigrafía, luego escrita y corregida en detalle, y la versión final autorizada por el propio Himmler. El discurso en cada una de estas etapas estaba en los archivos del Personal del Jefe del Reich de las SS (Persönlichen Stabes Reichsführer-SS), que fueron incautados en su totalidad por las autoridades estadounidenses en 1945. El texto del discurso fue grabado en micropelícula por los Estados Unidos y enviado al Archivo Federal de Alemania (Bundesarchiv). El análisis de estos documentos, previamente no disponibles, por el historiador Erich Goldhagen en 1970 en Coblenza reveló un discurso hasta ahora desconocido.[20]​ Fue publicado por primera vez completo en 1974 en el libro de Bradley Smith y Agnes Peterson de discursos seleccionados de Himmler.[21]

A finales de septiembre de 1943, la Cancillería del Partido Nazi invitó a todos los Reichsleiters y Gauleiters, al jefe de las Juventudes Hitlerianas Artur Axmann y los ministros de Reich Albert Speer y Alfred Rosenberg a una conferencia. La conferencia empezó el 6 de octubre a las 9 de la mañana con los informes de Speer, y cuatro grandes industrias de producción de armamento. Siguieron las charlas de Karl Dönitz y Erhard Milch. Himmler dio su discurso de las 17:30 a las 19:00.[22]​ El segundo discurso es más corto que el primero, pero contiene un pasaje un poco más largo y más explícito sobre el genocidio de los judíos.[23]

Himmler empezó discutiendo sobre los partisanos de Rusia y el apoyo de las fuerzas auxiliares de Vlasov.

Himmler luego reveló a su "círculo más secreto" sus ideas sobre la cuestión judía, que describe como "la decisión más difícil de mi vida".[24]

Himmler luego habló del Levantamiento de Gueto de Varsovia (19 de abril-16 de mayo de 1943) y las duras batallas durante este:

Himmler habló de la dimisión de Benito Mussolini, que tuvo que haber sido por derrotismo. Algunas sentencias de muerte impuestas por hacer comentarios corrosivos debían servir como advertencias disuasorias para miles de personas, y los miembros del partido debían mostrar un comportamiento ejemplar. Himmler luego discutió sus deberes como ministro del interior del Reich. Según la voluntad de Hitler, la organización del partido y la organización administrativa serían en adelante dos pilares separados. Las decisiones descentralizadas se consideraban importantes, pero los arreglos centralizados tenían prioridad en la situación de guerra tensa. Como resultado, Himmler criticó ampliamente la política personal de los Gauleiters. En la última parte de su discurso, habló de los beneficios de las Waffen-SS. Himmler terminó discutiendo cómo la frontera nacional alemana será trasladada 500 km hacia el este con 120 millones de personas reubicadas, y terminó con el siguiente comentario:

Albert Speer fue ministro de Armamento desde 1942. El 2 de septiembre de 1943 las responsabilidades sobre producción de guerra que tenía del ministerio de Economía pasaron también al ministerio de Speer.[25]​ La producción de guerra utilizó trabajadores forzados judíos que estuvieron parcialmente exentos de ser deportados a su exterminio hasta 1943. Después de 1945, Speer siempre mantuvo que dejó la conferencia antes de que Himmler pronunciara su discurso y que no sabía nada del Holocausto. Los historiadores citan la referencia directa de Himmler a Speer como prueba de su presencia.[26]

Las declaraciones de otros cinco discursos de Himmler confirman la opinión que expresó en Posen sobre la "solución final a la cuestión judía". El 16 de diciembre de 1943, le dijo a los comandantes de Kriegsmarine:[27]

Una nota manuscrita del discurso de Himmler del 26 de enero de 1944 en Posen a los generales de las tropas de combate dice:[27]

El 5 de mayo de 1944 Himmler explicó a los generales en Sonthofen que la perseverancia en los bombardeos fue posible solo porque los judíos de Alemania habían sido descartados.[28]

Se pueden escuchar aplausos en una grabación de otro discurso pronunciado a los generales en Sonthofen el 24 de mayo de 1944, cuando Himmler dijo:[29]

El 21 de junio de 1944 Himmler habló a los generales educados en las perspectiva nazi del mundo[30]​ en Sonthofen, mencionando la cuestión judía de nuevo:[29]

Saul Friedländer destaca la autoimagen de Himmler como un ejecutor incondicionalmente obediente de los planes de Hitler para el "Lebensraum germánico en el este".[31]

Konrad Kwiet comenta sobre la asociación de Himmler de la "tarea más pesada" que la SS había llevado a cabo con la "decencia" (anständigkeit) que había preservado con ello:[32]

Hans Buchheim comenta que los perpetradores acusados ​​probablemente carecían de mens rea ("mente culpable"). La revaluación de Himmler de las virtudes militares no fue una negación total de las normas morales, sino una suspensión de ellas por la situación excepcional del exterminio de los judíos, que se había pasado por alto como una necesidad histórica. Por lo tanto, Himmler respaldó el asesinato de los judíos no por instrucción, sino a través de los motivos ideológicos "correctos", al tiempo que permitió que asesinatos similares cometidos por sadismo o egoísmo fueran procesables.[33]

El historiador Dieter Pohl dijo:[34]

La representación sin reservas del genocidio en el discurso de Himmler se interpreta así como un medio para convertir formalmente a altos funcionarios de las SS y nazis en co-conspiradores y cómplices en la perpetración del Holocausto.[35]

Joseph Goebbels escribió sobre su punto de vista en su diario el 2 de marzo de 1943:[36]

En un escrito del 9 de octubre de 1943, Goebbels comentó sobre el segundo discurso de Himmler, en el que estuvo presente:[37]

Los negadores del Holocausto han intentado con frecuencia negar los discursos de Himmler como prueba del Holocausto. En particular, donde Himmler -en su discurso del 4 de octubre de 1943– se refiere al "exterminio del pueblo judío" (ausrottung des jüdischen volkes). Ellos al verbo ausrotten, aus = fuera, rott = de raíz, que significa exterminar, una interpretación más suave y dicen, por ejemplo, que se estaba refiriendo a desarraigarlos, es decir, deportarlos, y no a su exterminio masivo.[38]

El verbo alemán ausrotten puede significar "extirpar" o "desarraigar" solo de forma figurativa, por ejemplo, para las ideas o los conceptos.[38]​ En el contexto de los seres vivos (como los pueblos o razas), ausrotten significa destruir algo para que no regrese.[38]David Irving considera el uso de la palabra "ausrotten" de vital importancia y también está de acuerdo en que el término se refería a la erradicación. Él confirmó esto en una entrevista de 2007 cuando comparó esto con el uso de Goebbles de "ausrott…" durante el discurso de Sportpalast de febrero de 1943.[39]​ En el párrafo siguiente, Himmler compara su desdén por las personas que obtienen ganancias personales, por ejemplo, robando, de las víctimas judías, y la necesidad de evitar esta ganancia personal para no enfermarse y morir "del mismo bacilo que hemos exterminado" (weil wir den bazillus ausrotten, an dem bazillus krank werden und sterben). Este uso de ausrotten puede ser leído como asesinato o exterminio en el contexto de los seres vivos, porque argumentar la deportación de una bacteria no tendría sentido.[38]​ La referencia a un bacilo en esta frase es figurativa, sin embargo, en la línea de la retórica nazi para enfatizar los conceptos que deshumanizasen a los judíos como una presencia patógena o maligna, en lugar de personas.

En el párrafo del "exterminio del pueblo judío", Himmler dice:

Himmler confirma así que el contexto es el exterminio explícitamente físico, ya que umbringen simplemente no tiene otro significado que "matar".[38]​ Debido a esto, los críticos explican que los negadores del Holocausto seleccionarán arbitrariamente palabras del diccionario que no tienen nada que ver con el contexto.[38]

En su discurso del 6 de octubre de 1943 vuelve a utilizar la "ausrotten" en un contexto que hace referencia al exterminio:

Los negacionistas del Holocausto también ofrecerán traducciones erróneas de ausrotten por análisis de los componentes de las palabras, sobre la bases de que "aus" y "rotten" están relacionados con los términos ingleses "out" (sacar) y "root" (raíz). Para los germanoparlantes, esto es simplemente erróneo.[38]​ Los críticos de los negacionistas comparan este intento de explicación etimológica con un intento de citar los orígenes latinos de "ex" (fuera de) y "terminus" (fronteras) y sobre esa base, afirman que exterminate, exterminar, significa deportación, lo que sería igualmente absurdo para el angloparlante.[38]

Los críticos señalan que los negacionistas del Holocausto alemanes no se atreven a sugerir una traducción a una audiencia alemana donde "ausrotten" no significa exterminio físico,[38]​ citando casos de negacionistas alemanes que rechazan el análisis etimológico fallido de los angloparlantes y que responden confirmando que "ausrotten" significa destrucción completa, y material escrito de negacionistas donde, en el contexto de la gente, "ausrotten" y "vernichten" son usadas como sinónimos.[40]

Germar Rudolf y Udo Walendy han afirmado que la grabación del primer discurso es una falsificación y que la voz de Himmler es en realidad la de un imitador de 1945 de los Aliados.[41]​ No obstante, el descubrimiento del segundo discurso de Posen en el Archivo Federal Alemán de Koblenz considera las acusaciones de falsificación completamente irrelevantes. Los postulados explícitos de Himmler, como la decisión de hacer que los judíos "desaparecieran de la Tierra", no deja lugar para una interpretación alternativa.[42]

En la película de 2000 de Romuald Karmakar «El Proyecto Himmler» («The Himmler Project»), el actor Manfred Zapatka lee el discurso completo del 4 de octubre de 1943 según la grabación, incluidos todos los matices e incidentes también grabados y las repeticiones cuando Himmler se pierde mientras lee de un manuscrito. Durante la película, Zapatka no usa uniforme y simplemente permanece frente a una pared gris.[43]

La película de televisión multiparte de 2005 de Heinrich Breloers «Speer y él» («Speer und Er») contiene un debate sobre si Albert Speer estuvo presente durante el discurso de Himmler el 6 de octubre de 1943.

La novela del 2006 de Jonathan Littell «Las benévolas» («The Kindly Ones») trata de un oficial de las SS, Maximilian Aue, y se mencionan los discursos de Posen.



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