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Distrito fitogeográfico de la selva montana



El distrito fitogeográfico de la selva montana es uno de los Distritos fitogeográficos en que se divide la Provincia fitogeográfica de las Yungas. Se ubica en los cordones montañosos orientales del norte de Argentina y el sur de Bolivia, en el centro-oeste de América del Sur en altitudes que parten de 500 m s. n. m. a 1300 m s. n. m., llegando a 1800 m s. n. m. en latitudes menores. Incluye nuboselvas de montaña, en su mayor parte. Es el segundo Distrito más biodiverso de Argentina.

También es llamado: Yungas en sentido estricto; y en el contexto de la Provincia fitogeográfica: Formación tropical, Bosques serranos tropicales del norte, Bosques tropicales higrófilos, Selva tucumano-oranense, Selva tucumano-salteña, Selva tucumano-boliviana, Selva tropical tucumano-boliviana, Provincia tucumano-boliviana, Provincia tropical occidental, Selva tropical serrana, Selva tucumano-tarijeña, Yungas Andinas, Yungas del Norte Argentino, Nuboselva, Provincia Montaneña de Yungas, etc.

Según la clasificación de Ángel Lulio Cabrera,[1]​ este Distrito fitogeográfico comprende las selvas que se extienden de norte a sur como una franja estrecha y entrecortada, ocupando quebradas y laderas sobre la Cordillera Oriental, la precordillera Salto-jujeña, las Sierras Subandinas, y las sierras Pampeanas, en las provincias de: Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca.

También se desarrolla en el sur de Bolivia, en el departamento de Tarija y en el departamento de Chuquisaca; hacia el norte continúa la nuboselva, ya con otras características, estructura, y componentes, hasta alcanzar los Andes de Venezuela, finalizando en la región de Los LLanos.

Las altitudes van desde los 500 m s. n. m. a 1300 m s. n. m., llegando a 1800 m s. n. m. en latitudes menores.

Al este limita con el Distrito fitogeográfico de la Selva Pedemontana; al oeste lo hace con el Distrito fitogeográfico del Bosque Montano, ambos pertenecientes también a la Provincia fitogeográfica de las Yungas.

Este Distrito fitogeográfico guarda estrecha relación con el Distrito fitogeográfico del Bosque Montano y el Distrito fitogeográfico de la Selva Pedemontana, ambos de la misma Provincia fitogeográfica. También se relaciona con las formaciones de selvas Andinas Yungueñas, forestas de montaña que desde Venezuela se desarrollan sobre las laderas orientales de la cordillera de los Andes. De igual modo, repite muchas especies de la Provincia fitogeográfica Paranaense. La vegetación también muestra afinidades con los bosques austro-gondwánicos, gracias a antiguas migraciones sobre los ambientes más frescos y húmedos del cordón Andino.

En este distrito fitogeográfico habitan 118 especies de árboles, con una densidad de entre 250 a 350 ejemplares por ha. En ellas pueden encontrarse de 20 a 40 especies en promedio por ha. Esta formación se caracteriza por presentar una densa foresta llamada nuboselva, nimbosilva, selva de montaña, selva de niebla o de neblina, formación caracterizada por una alta concentración de niebla superficial a nivel de la canopea, lo que redunda en el crecimiento de una selva de carácter umbrófilo. Es el Distrito más biodiverso de la Provincia fitogeográfica. Comienza a manifestarse en algunas quebradas del Distrito fitogeográfico de la Selva Pedemontana, a altitudes de 500 m s. n. m., presentándose hasta los 1300 m s. n. m., llegando a 1800 m s. n. m. en latitudes menores. En general, es dominado por especies perennifolias tropicales, que encuentran en el Distrito el límite austral de distribución. Presenta una estacionalidad hídriga menos marcada que la selva Pedemontana.

Existe una disminución gradual en el número de especies desde el norte hacia el sur.

El suelo es de reacción ácida, del tipo forestal, con tres horizontes: el humífero, el de tierra vegetal, y el más inferior, el de tierra mineral. Los suelos presentan un desarrollo incipiente, con abundante materia orgánica de detritus vegetales solo en una angosta capa superficial, la cual se encuentra sobre rocas y rodados geológicamente jóvenes, poco consolidados, lo que redunda en derrumbes frecuentes que dejan, en pocos segundos, laderas completas totalmente desnudas de vegetación, aunque posteriormente la selva clímax se regenera mediante una específica sucesión vegetal.

Los tipos de suelos dominantes son: los Haplumbreptes énticos, con Hapludalfes údicos como subordinado; los subdominantes Ustortentes líticos, con Haplustoles líticos, Argiustoles líticos y roca como subordinados; y Paleoustoles údicos, con Argiustoles údicos como subordinado.

El relieve es montañoso y complejo, de estructura accidentada, con valles angostos y profundas quebradas. Gracias a la notable pluviosidad, se genera en las laderas orientales una intrincada red fluvial, con infinidad de ríos, rápidos, torrentes, y cascadas.

Constituye un conjunto orográfico estructurado en fajas de cordones serranos, orientados con rumbo sur, pero morfológicamente diferenciados en función del estilo tectónico y litológico particular de cada uno, con alturas decrecientes de oeste a este.

El clima es en general cálido y húmedo, con frecuentes neblinas, aunque las condiciones de temperatura y humedad varían en razón de la altitud, latitud, posición en el relieve y exposición de las laderas.

Esta región es influida por la depresión ciclónica del Noroeste, lo que genera precipitaciones orográficas estivales, siendo más abundantes cuanto más altas, abruptas, y compactas son las montañas, interceptoras de las corrientes húmedas provienen del lejano anticiclón del Atlántico Sur.

La precipitación anual alcanza en algunos parajes más 3000 mm, a lo que se suma, gracias a la elevada humedad de este ambiente, la condensación y captación de las neblinas, gracias a los enormes tapices de epifitas que cubren por completo cada rama, proveyendo de la humedad necesaria al compensar en los meses invernales la disminución de las precipitaciones, las que por ser un clima monzónico, ocurren en un 90% en la temporada cálida: de comienzos de noviembre hasta principios de abril.

Partiendo desde los 500 m s. n. m., a medida que se avanza hacia el oeste y aumenta la altitud los tipos climáticos más característicos son: tierra fría baja, y finalmente tierra fría media.

El clima térmico es cálido, con raras y suaves heladas debido al deslizamiento del aire frío ladera abajo, lo que produce que algunas quebradas enmarcadas por cordones montañosos en su sector septentrional gozen de mircroclimas tropicales, sin heladas. La temperatura media anual va de cerca de 21 °C en las latitudes septentrionales, a alrededor de 19 °C en las selvas del sector austral.

A medida que se asciende por las laderas, esta formación comienza a hacerse presente inmediatamente después del Distrito fitogeográfico de la Selva Pedemontana. Su rango altitudinal es de 500 m s. n. m. a 1300 m s. n. m., llegando a 1800 m s. n. m. en latitudes menores. Dominan las especies de origen tropical que encuentran en esta Provincia fitogeográfica su límite autal de dispersión; en general, son perennifolias al mantener una estacionalidad hídrica menos marcada que en el Distrito anterior. Es aquí donde la selva adquiere su mayor biodiversidad y desarrollo gracias a las máximas precipitaciones pluviales, las que superan los 3000 mm anuales, con un clima térmico cálido. Sus especies principales son:

Los frecuentes derrumbes o deslizamientos de las laderas son el detonante al cual responden un conjunto de especies que allí logran su principal reclutamiento poblacional (Bocconia pearcei), (Trema micrantha), el cebil (Anadenanthera colubrina), (Parapiptadenia excelsa), (Mutingia calabura), el guarán amarillo (Tecoma stans), etc.

Dentro de este Distrito se pueden reconocer también, subdistritos:

Asimismo, y especialmente en su porción austral, se observa una diferenciación entre estas dos comunidades:

Algunos autores remarcan dos faciaciones:



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