Cultura
Demografía
Economía
Educación
Fuerzas Armadas
Geografía
Historia
Política
Relaciones exteriores
Religión
Telecomunicaciones
Transporte
Turismo
La economía de Uruguay es el resultado de la combinación de los recursos naturales del país con una población altamente alfabetizada, una estructura empresarial diversificada y una fuerte presencia del Estado.
La economía uruguaya es la décimo tercera economía de América Latina en términos de producto interno bruto (PIB) nominal, (después de Guatemala y antes que Costa Rica) y la décima cuarta en cuanto al PIB a precios de paridad de poder adquisitivo (PPA) (después de Bolivia y antes que Paraguay). Uruguay posee un ingreso per cápita de USD 16 091 (PIB per cápita a precios nominales) y USD 21 719 PPA.
Si bien históricamente la producción estuvo basada en el sector agropecuario, en las últimas décadas el peso de otros sectores de la economía creció considerablemente. En 2009 las actividades primarias representaban el 8,6 % del producto interior bruto, las industrias manufacturados el 13,9 %, el comercio el 14,5 %, la construcción el 7,3 %, el transporte el 7,5 %, y otras actividades el restante 48,2 %.
Los ganados ovino y bovino son los más importantes. Carne, lana, cuero y otros subproductos constituyeron siempre las principales exportaciones. La producción de ganado ovino se concentra en el norte del país, en los departamentos de Artigas y Salto aunque, en menor medida, también se encuentra en el resto del país. El ganado bovino se encuentra en todo el territorio, con más predominio en el sur del territorio nacional y en el litoral oeste. En 2018, Uruguay produjo 589 mil toneladas de carne vacuna.
De menor relevancia a nivel histórico, pero en franco desarrollo para la economía son los cultivos agrícolas, entre ellos, el trigo, el arroz y muy especialmente la soja. En 2018, Uruguay produjo 1,36 millones de toneladas de arroz, 1,33 millones de toneladas de soja, 816 mil toneladas de maíz, 637 mil toneladas de cebada, 440 mil toneladas de trigo, 350 mil toneladas de caña de azúcar, 106 mil toneladas de naranja, 104 mil toneladas de uva, 90 mil toneladas de colza, 87 mil toneladas de patata, 76 mil toneladas de sorgo, 71 mil toneladas de mandarina, 52 mil toneladas de avena, 48 mil toneladas de manzana, además de menores rendimientos de otros productos agrícolas.
Los recursos minerales son de escasa explotación, pero la industria ha crecido gracias a las importaciones de combustibles y materias primas. En el norte del país (Artigas) se desarrolla la extracción de ágatas y amatistas, con gran potencialidad de darle valor agregado a su exportación. La eventual explotación de hierro en la zona de Valentines podría cambiar enormemente la actividad, pero el proyecto Aratirí todavía no ha sido aprobado por los múltiples cuestionamientos de que ha sido objeto, dado que involucra minería de gran porte a cielo abierto.
La principal industria es la alimenticia (5,8 % del PIB), seguida por la fabricación de madera y productos de madera, papel y productos del papel (2,3 % del PIB), y la industria química (1,5 % del PIB). Una industria que ha crecido a finales del siglo XX y principios del XXI es la del software, la que está efectuando exitosas exportaciones no tradicionales.
La red caminera es buena y el turismo crece rápidamente. El turismo y los servicios financieros constituyen importantes recursos económicos.
Tradicionalmente, Uruguay también tiene elevados niveles de educación, bienestar social y cuidado de la salud, está situado en el puesto número 46
de acuerdo con el IDH publicado por el PNUD en el 2007 (con datos referidos al año 2005).En 2020, el país fue el 91º exportador más grande del mundo (US $ 7.800 millones en bienes, menos del 0,1% del total mundial). En la suma de bienes y servicios exportados, alcanza los US $ 16.000 millones y ocupa el puesto 85 en el mundo.
En términos de importaciones, en 2019, fue el 104º mayor importador del mundo: US $ 8,3 mil millones. En 2018, el país produjo 1,36 millones de toneladas de arroz, 1,33 millones de toneladas de soja, 816 mil toneladas de maíz, 637 mil toneladas de cebada, 440 mil toneladas de trigo, 350 mil toneladas de caña de azúcar, 106 mil toneladas de naranja, 104 mil toneladas de uva, 90 mil toneladas de colza, 87 mil toneladas de papa, 76 mil toneladas de sorgo, 71 mil toneladas de mandarina, 52 mil toneladas de avena, 48 mil toneladas de manzana, además de producciones menores de otros productos agrícolas.
En 2018, Uruguay fue el 24º productor mundial de carne vacuna (589 mil toneladas), fue el 19º productor mundial de miel (20,9 mil toneladas), produjo 2,1 mil millones de litros de leche de vaca, entre otros. En 2019, el país fue el 17º productor mundial de lana; solía ser uno de los 10 más grandes del mundo en el pasado.
El Banco Mundial enumera los principales países productores cada año, según el valor total de la producción. Según la lista de 2019, Uruguay tenía la 83a industria más valiosa del mundo (US $ 6.5 mil millones).
En 2020, el país no produjo petróleo. En 2011, el país consumió 51.000 barriles / día (98º consumidor más grande del mundo). El país fue el 55º mayor importador de petróleo del mundo en 2012 (40 mil barriles / día). El país no produce gas natural y consume muy poco. El país tampoco produce carbón.
En energías renovables, en 2020, Uruguay fue el 31.er productor mundial de energía eólica del mundo, con 1,5 GW de potencia instalada, y el 57º productor mundial de energía solar, con 0, 2 GW de potencia instalada.
Uruguay es uno de los países del mundo que tiene extracción de amatista. En la producción de oro, entre 2006 y 2017, el país produjo cantidades anuales entre 3 toneladas en 2006 y 1,1 toneladas en 2017 (la producción ha disminuido constantemente). El país produjo plata por última vez en 2008, cuando extrajo 4 toneladas.
En 2018, Uruguay fue el 69o país más visitado del mundo, con 3,4 millones de turistas internacionales. Los ingresos por turismo este año fueron de $ 2.3 mil millones.
Nota: Los datos de Uruguay se van a comparar con datos de España, Estados Unidos y 8 países latinoamericanos tomados de MADDISON, A. (2008)The World Economy year 0-2006, Paris; Development Centre Studies.
Según MADDISON, A. la evolución del PIB per cápita uruguayo comienza en 1900 con un periodo de crecimiento mucho mayor y más rápido que el del resto de países estudiados, que culmina en 1912. En esos años Uruguay consolida su democracia y alcanza altos niveles de bienestar; además, con la remodelación del puerto de Montevideo, se pudo competir con Buenos Aires en lo que a comercio exterior se refiere, y se llevó a cabo un proceso de estatalización de algunos bancos uruguayos, que pasaron de manos privadas a manos públicas.
En 1982 se ve otro crecimiento, posiblemente ocasionado por el ciclo de apertura económica vivido en Uruguay durante la dictadura militar existente en ese momento, pero acompañado de una posterior caída. Al igual que en otros países de la región, en los años 1990 se aplicaron políticas de apertura económica (Mercosur) y de reforma del Estado.
A partir del año 2003, Uruguay creció muy por encima del resto de países, continuando con esta tendencia hasta 2008.
Los periodos en los que Uruguay crece más despacio que el resto de países es entre 1913 y 1930, (en el año de 1933 surge la primera dictadura del siglo XX en el país) y a partir de 1983 es que se va a consolidar definitivamente la democracia en el país
En cuanto al proceso de convergencia, Uruguay creció a un ritmo mucho mayor que España en 1912, donde se aprecia un repunte destacado con un índice de convergencia del 176 %. Esta cantidad es superada por mucho entre los años 1936 y 1939 llegando a unos índices de convergencia que rondan el 200 %. Estos índices vuelven a darse en el periodo que va desde 1947 a 1955. A partir de este último año, se inicia un proceso de divergencia debido al deterioro económico ocasionado por un desarrollo económico inadecuado y altamente dependiente, una escasa y poco especializada industria, y la depreciación de la moneda nacional. Se produce, además, en la década de los sesenta, una gran época de conflictividad social.
Por poner un ejemplo, el concepto de convergencia podría interpretarse de la siguiente manera: si un español tiene 100 € en su bolsillo, un uruguayo en 1953 tenía aproximadamente 200 €.
Uruguay creció muy por encima de los ocho países destacados de América Latina, fundamentalmente en 1902, 1913, y 1930.
La situación cambia si comparamos a Uruguay con los Estados Unidos. Los momentos de mayor convergencia se dan en 1912 y 1930. Sin embargo, se produce un alejamiento entre 1941-1945 y 2002-2004.
También se observa un caso de «falsa convergencia» entre 1936-1939, debida a la Guerra Civil española.[cita requerida]
Uruguay ha tenido desde hace poco la presencia de numerosos bancos.
Fue particularmente fuerte la crisis bancaria de 2002 en Uruguay; pero el Estado uruguayo respaldó la devolución de depósitos a la amplia mayoría de los ahorristas, y se respetó la moneda original de los depósitos; por lo tanto y a la larga, la plaza financiera uruguaya recuperó la confianza del público. Ello significó también el final de la hasta entonces habitual costumbre del Estado uruguayo de asistir a los bancos quebrados, y se instrumentó un seguro de depósitos bancarios con cobertura parcial. Para mediados de 2002, las ayudas entregadas por el Banco Central del Uruguay a la banca comercial ascendían a varios millones de dólares. Esto provocó la caída del impopular ministro de economía Alberto Bensión. Se declaró feriado bancario, la cotización del dólar estadounidense se disparó, llegando a los 30 pesos uruguayos. La noche del 31 de julio se produjo un primer saqueo a un supermercado en las proximidades del Palacio Legislativo. El 1 de agosto se produjo una ola de saqueos que sacudieron a la ciudad de Montevideo. Fueron más de treinta. Como consecuencia económica directa de esta crisis, el salario real tuvo una fuerte caída, llegando a su piso entre 2003 y 2004 con una pérdida del 22 % respecto al año 2000, la tasa de desempleo, trepó a un máximo histórico en 2002 del 17 %.
Es de destacar la existencia del secreto bancario en el sistema financiero, que data de 1982. Si bien en 2010, el Parlamento estudió su levantamiento parcial, tras aprobar la correspondiente ley se viene aplicando discretamente y previa actuación judicial.
La Bolsa de Valores de Montevideo suele tener una operativa discreta. Existen también otros tipos de instrumentos de inversión, como los fideicomisos.
En breve se habilitarán nuevas modalidades de operativa bancaria: bancos minoristas, corresponsales financieros y cuentas básicas de ahorro.
Tras décadas de proteccionismo e intervencionismo estatal, el llamado «neobatllismo», del cual el presidente Luis Batlle Berres fue el más insigne representante, en los años 1970, en plena dictadura cívico-militar, el ministro Alejandro Végh Villegas implementó una liberalización de la economía, cuyos efectos todavía se hacen sentir: el país abrió sus mercados de capitales, se dolarizó la economía, se desregularon los salarios, se promovieron las exportaciones no tradicionales,[cita requerida] y crecieron las importaciones.
Otro ministro de la dictadura, Valentín Arismendi, implementó un sistema de paridad cambiaria conocido popularmente como «la tablita»; pero a finales de 1982 ello se hizo insostenible, y se disparó la cotización del dólar estadounidense, lo que ocasionó una severa crisis económica y un claro deterioro salarial. Tras la restauración democrática en 1985, el ministro Ricardo Zerbino y su equipo económico intentaron paliar los efectos de esta política por medio de la llamada «flotación sucia», y se trató de recuperar la capacidad adquisitiva de los salarios mediante convocatorias a consejos de salarios.
El inicio de los años 1990 bajo el gobierno del Partido Nacional con Luis Alberto Lacalle, especialmente con su ministro de economía Ignacio de Posadas, se llevaron a cabo políticas económicas liberales, lo que implicó una marcada reorientación del desarrollo y una aceleración del crecimiento económico hasta 1998. Por un lado se planteó la apertura unilateral, es decir, respecto a terceros países, y se marcó el proceso de integración regional del Mercosur. Por el otro se trató de privatizar y desregular los mercados (se dejaron de convocar los consejos de salarios). Simultáneamente se instauró un programa de estabilización basado en la llamada ancla cambiaria. La conjunción de esos factores generó una reducción de la inflación, una apreciación de la moneda uruguaya respecto al dólar, y una tendencia al déficit comercial provocado por una fuerte expansión de las importaciones de bienes de consumo. Esto afectó fundamentalmente a la industria manufacturera. En el período de gobierno, la industria manufacturera pasó de representar el 25 % del PBI a un 16 % del mismo. Las importaciones de bienes de consumo crecieron de 200 millones en 1990 a 800 millones en 1994. El cierre de dos empresas emblemáticas (Onda y Funsa) graficó la destrucción de empleos industriales y de servicios que llegaron al orden de los 10 000. Un decreto dictado en 1992 redujo las tasas arancelarias, que en el caso de las importaciones de bienes de consumo pasaron del 24 % a finalmente quedó en 11 %.
El patrón de crecimiento generado[cita requerida] en la década de los noventa no logró superar debilidades estructurales del sistema financiero, es decir, no mejoró la eficiencia de los bancos ni públicos ni privados, y la asignación de créditos no se realizó de un modo eficiente. Se asistió a un fenómeno de burbuja financiera.
Tras la crisis bancaria de 2002 en el gobierno de Jorge Batlle Ibáñez, el país tuvo un repunte en sus indicadores económicos; pero al mismo tiempo, hubo un extendido fenómeno de fragmentación social y económica con la mayor crisis financiera al comienzo y económica-social en su conjunto, como nunca sufrió antes el país, alejado de la tendencia histórica a una sociedad hiper-integradora. Fue luego el gobierno del Frente Amplio quien volvió a convocar los consejos de salarios, en procura de redistribución de poder adquisitivo; también implementó planes sociales.
El impuesto que más recauda es el IVA. Desde hace pocos años en Uruguay tiene vigencia el impuesto sobre la renta (el llamado IRPF junto a otras variantes).
Evolución de la deuda externa en relación al PIB
Según datos del Banco Mundial, la evolución de la deuda externa uruguaya en relación al PIB sigue un ritmo bastante cíclico. Es decir,después de un periodo de crecimiento, viene uno de decadencia. La deuda externa de Uruguay, en los años 70, no creció mucho: a partir de 1973 creció por encima del 20%, llegando en 1976 a su punto más alto (29 %). Pero a partir de ese momento, la deuda comenzó a decrecer hasta 1980. En este año, el crecimiento de la deuda externa de Uruguay en relación al PIB se acentuó mucho más que en los años 70, y además, lo hizo mucho más rápido (la explicación de este suceso es que, en estos años, el crecimiento de la deuda externa es mucho mayor y se da en mayor proporción que el del PIB). Estamos hablando de un crecimiento de la deuda del 73 % en cinco años aproximadamente. Entre 1980 y 1988, donde la deuda externa en relación a las exportaciones supera el 300 % (la deuda externa creció mucho más que las exportaciones, y viceversa).
Comportamiento de la inversión extranjera directa
Según datos del Banco Mundial, la inversión extranjera directa como porcentaje del PIB empezó a tomar valores positivos a partir de 1976. En tres años, la inversión extranjera aumentó hasta rondar niveles del 3 %.[cita requerida] Es en 1980 aproximadamente cuando la inversión extranjera directa vuelve a decrecer enormemente, posiblemente como consecuencia de la subida de los tipos de interés.
En 1985, tras la crisis de 1982, la inversión extranjera directa volvió a crecer (los inversores vuelven a invertir capital en el país), pero ya no lo hace a niveles tan altos como en la década de los años 70. Una vez más, en 1989, la inversión extranjera volvió a decrecer situándose en valores nulos. Las inversiones extranjeras se revitalizan un tanto en 1992, colocándose en niveles próximos al 1 %.
Claramente, se puede decir que los inversores se llevaron el dinero de Uruguay en aquellos periodos donde la inversión extranjera se hace cero.
Efecto de todo lo anterior sobre el PIB per cápita
Uruguay parte de 4000 dólares per cápita en 1970 y termina en 1999 cerca de los 6000 dólares pc.
Uruguay comenzó la década de los 70 con un crecimiento bastante considerable, ya que en diez años aumentó su PIB pc en 1000 dólares. En 1981, debido a la crisis de la deuda, el PIB per cápita descendió prácticamente a los niveles iniciales y, a partir de este momento, volvió a crecer hasta 1999.
Grado inversor.
En abril de 2012, Uruguay se encaminó a ver calificada su deuda externa con «grado inversor».
En la segunda mitad de 2011, y a raíz de la crisis del techo de deuda de Estados Unidos Uruguay se preparó para afrontar un ajuste del gasto y se coordinaron acciones con autoridades económicas de países de la región. Uruguay es el sexto mayor exportador mundial de carne.
La siguiente tabla muestra los principales indicadores socioeconómicos en 1980–2017.
(PPP)
(PPP)
(real)
(Porcentaje del PBI)
En los últimos años la industria del software en Uruguay ha mostrado un importante dinamismo, reflejando un crecimiento constante de sus exportaciones. Hoy en día, la industria del software uruguayo representa el 5,7 % de las exportaciones totales del país. La industria del software uruguaya tiene una clara orientación al desarrollo de productos comerciales y gran experiencia en el desarrollo y marketing. En el año 2004 las ventas de software fueron de 226 millones de dólares y se exportaron 809 millones de dólares lo que representa el 39,3 %.
Entretanto, el teletrabajo en Uruguay está viviendo un nada despreciable nivel de actividad, que todavía está por cuantificarse.
En Uruguay existe una larga historia de cooperativismo, por ejemplo Fucvam, Fecovi, Cooptrol, Calnu, Conaprole y Manos del Uruguay.
A partir de la crisis económica de 1999-2003 y la asunción del Frente Amplio, varias empresas en quiebra han sido reconvertidas a manos de los trabajadores, por ejemplo Funsa y Alas U. Esta última dio quiebra el 25 de octubre de 2016.
Uruguay ha basado su economía a lo largo de la historia en la producción ganadera, aunque en los últimas dos décadas la industria del software ha despuntado, logrando exportaciones considerables. Superada la crisis del sector bancario del 2002, los indicadores económicos como el producto interior bruto lograron repuntar; desde el año 2000 al 2011 se creció un 126 %, y de la misma manera, la renta per cápita tuvo un incremento similar del 122 %. Pero quizá el dato macroeconómico más destacado es el índice de crecimiento del país ofrecido por el Banco Mundial, que obtuvo un incremento del 495 % en el mismo período.
Se presentan a continuación las mercancías de mayor peso en las importaciones de Uruguay para el período 2010-hasta octubre de 2015.dólares estadounidenses valor FOB.
Las cifras están expresadas enSe presentan a continuación los principales socios comerciales de Uruguay para el periodo 2010-hasta octubre de 2015.Mercosur, Asia y Europa salvo Estados Unidos. Las cifras expresadas son en dólares estadounidenses valor FOB.
La mayoría de sus importadores están en elAl finalizar la década de 2010, y luego de experimentar más de una década de expansión económica liderada por los precios mundiales de los commodities, Uruguay se enfrenta a los desafíos de la inserción internacional en un mundo competitivo y globalizado, con la disyuntiva si se prioriza el modelo extractivista o se apuesta al desarrollo del capital humano y la tecnología.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Economía del Uruguay (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)