Eduard Vasílievich Toll (en ruso: Эдуард Васильевич Толль), (Reval, Estonia, 2 de marzo (o 14) de 1858 — un lugar desconocido en el Ártico, 1902), fue un geólogo y explorador del Ártico ruso.
A menudo denominado como Baron Eduard Von Toll o Eduard V. Toll, pertenecía a una noble familia de origen alemán afincada en el mar Báltico y estaba casado con la baronesa von Toll Emmy.
Se graduó en la Universidad de Dorpat (Tartu) como zoólogo en 1882. Siendo estudiante viajó al Mediterráneo e investigó la fauna, flora y geología de Argelia y las islas Baleares.
En 1885-86, Toll tomó parte en una expedición a las islas de Nueva Siberia, organizado por la Academia de Ciencias de San Petersburgo y dirigida por Alejandro Bunge. Eduard Toll exploró la isla Gran Liajovski, la Tierra de Bunge, la isla Faddeyevsky, la isla Kotelny, así como las costas occidentales de la isla de Nueva Siberia. En 1886 Toll pensó que había tierra desconocida al norte de la isla Kotelny. Imaginó que se trataba de la llamada «Zemlyá Sánnikova» (Tierra de Sánnikov), una tierra que Yákov Sánnikov y Matvéi Gedenschtrom dijeron haber visto durante su expedición de 1808-10, pero cuya existencia nunca se ha demostrado. Los resultados de esa expedición fueron apreciados por la Academia como «una verdadera obra geográfica».
En 1893 Toll condujo una expedición de la Academia de Ciencias de San Petersburgo a la parte norte de Yakutia y exploraron la región entre los tramos inferiores del río Lena y del río Játanga. Toll fue el primero en hacer un mapa de la meseta entre el río Anabar y el río Popigai y de la cordillera de montañas entre el río Olenyok y el Anabar (que el nombró en honor de Vasili Prónchischev). También llevó a cabo los estudios geológicos en las cuencas de los siguientes ríos: Yana, Indigirka, y Kolymá. Durante un año y dos días, la expedición cubrió 25.000 km, de los que 4.200 fueron en ríos, llevando a cabo los estudios geodésicos. Debido a las dificultades de la expedición y a su ardua labor, la Academia Rusa de Ciencias otorgó a Eduard V. Toll la Gran Medalla de Plata de N.M. Prezhevalsky.
En 1899, Toll tomó parte en el viaje inaugural del rompehielos Yermak bajo el mando de Stepán Makárov a las costas de la isla Spitsbergen, en el archipiélago de las Svalbard.
En 1900-02, Eduard Toll encabezó una nueva expedición de la Academia de Ciencias de San Petersburgo a las islas de Nueva Siberia, la Expedición Polar rusa, con el buque Zaryá (Заря). El principal objetivo de la expedición era encontrar la legendaria Tierra de Sánnikov. Durante ese viaje, y sobre todo durante la invernada cerca de la parte noroeste de la península de Taymyr y la parte occidental de la isla Kotelny, Eduard Toll realizó una exhaustiva investigación hidrográfica, geográfica y geológica.
Debido a las duras condiciones del hielo la expedición se vio obligada a pasar dos inviernos en la sombría región del archipiélago de Nueva Siberia. En la final, Eduard Von Toll viajó a isla Bennett en trineo y kayak junto con tres de los miembros de la expedición.
El buque Zaryá intento llegar a la isla de Bennett a evacuar la partida a pie, pero no pudo hacerlo a causa de las difíciles condiciones del hielo. Al parecer, en noviembre de 1902 Toll tomó la decisión de ir hacia el sur hasta el continente, en los kayak, sobre un témpano de hielo suelto, pero ningún rastro de los cuatro hombres se encontró nunca más.
Una vez que logró librarse del hielo, el Zaryá finalmente fue amarrado cerca de la isla Brusneva, en la bahía de Tiksi, («Bujta Tiksi»), un amarre que resultó definitivo ya que no hubo esperanzas de reparar el barco. El resto de los miembros de la expedición regresaron a San Petersburgo, mientras que el capitán Fiódor Matisen volvió a Yakutsk.
Se enviaron dos expediciones de búsqueda en la primavera de 1903. Una de ellos, dirigida por el ingeniero M. I. Brusnev, los buscó en las costas de las islas de Nueva Siberia y la otra, liderada por el comandante naval Aleksandr Kolchak viajó en un ballenero a isla Bennet. No encontraron a los exploradores perdidos, pero encontraron los diarios y las colecciones de la expedición Zaryá, que arrojan luz sobre el trágico destino del barón Von Eduard Toll y sus compañeros.
El nombre de Eduard Von Toll permanece en la mapas geográficos publicados de Fridtjof Nansen, ya que nombró en su honor una bahía en la costa noroeste de la península de Taymyr. Hay muchos otros accidentes árticos que llevan su nombre, como el río Tollievaya, un cabo en la isla Tsírkul de los islotes de Minin, unas montañas en Nueva Zembla, el cabo más septentrional de la isla Stolbovoy, el estrecho y una meseta en isla Kotelny y la capa de hielo central en isla Bennett.
En algunos campos, como la paleontología, zoología y botánica muchos especímenes de la fauna y la flora se nombran según el Baron Von Eduard Toll, como por ejemplo la foraminifera llamado Dendrophyra tolli (Awerinzew, 1911).
El barón Toll fue un experto en paleontología de Siberia. La siguiente declaración del académico ruso V.A. Óbruchev es bien conocida:
Se le concedió un doctorado póstumo de la Universidad de Galway.
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