El Decameron (Il Decameron) es una película italiana de 1971 basada en algunas historias del libro homónimo escrito por Giovanni Boccaccio. La película fue dirigida por Pier Paolo Pasolini. Es la primera parte de su Trilogía de la Vida, que completan Los cuentos de Canterbury y Las mil y una noches.
Pasolini recrea con su brillante estilo nueve de los cuentos de la obra universal de Boccaccio.
La película empieza con el cuento de Andreuccio da Perugia, un joven mercader rico pero sin seso que acude a Nápoles a comprar caballos y es estafado por una bella joven que se hace pasar por su hermana. Tras caer en un pozo negro, va a refugiarse a unas ruinas, donde le sorprenden dos ladrones, que lo reclutan para acudir a saquear el cadáver de un arzobispo recién sepultado en la iglesia. Una vez allí, los ladrones obligan a Andreuccio a entrar en la tumba, pero este se niega a entregarles el valioso anillo de rubí del obispo. Los ladrones, enojados, cierran la tumba, enterrando al joven junto al cadáver. Para fortuna de Andreuccio, llegan otros ladrones a violar la tumba. Andreuccio muerde al ladrón que entra en la tumba, que huye despavorido, y abandona el lugar con el anillo, mucho más rico que cuando llegó a Nápoles.
Un joven se entera de que un convento se ha quedado sin jardinero porque este estaba harto de los caprichos de las monjas. Se hace pasar por sordomudo y consigue que las hermanas lo acepten. Creyendo que no las oye, las hermanas piropean soezmente al joven. Finalmente, las monjas solicitan los servicios amorosos del jardinero, convencidas de que al ser mudo no podrá delatarlas. Cuando la Madre Superiora quiere también beneficiarse de las prestaciones del joven, este se harta y le dice que es cosa sabida que un gallo puede satisfacer a diez gallinas, pero diez hombres no pueden complacer a una mujer. Lejos de amilanarse, la Madre celebra con sus monjas que el mudo se haya echado a hablar, presentándolo como un milagro. Llegan a un acuerdo para que las monjas puedan disfrutar por turnos de Masetto sin agotarlo.
Una mujer está en la cama con su amante cuando llega el marido. Peronella esconde a su amante dentro de una gran tinaja y recibe a su marido, que viene a deshora porque es día festivo. Trae consigo a un hombre que desea comprar la tinaja. Peronella, sin perder los nervios, le dice a su marido que ha vendido la tinaja por un precio superior a un comerciante, que se encuentra dentro de la tinaja comprobando su calidad. El marido despide al hombre que venía con él y a petición de Peronella se mete en la tinaja a limpiarla por dentro. Su mujer, mientras, hace el amor de pie con su amante, y lanza elogios cada vez más encendidos, en apariencia a lo bien que raspa su marido la suciedad de la tinaja, pero en realidad al ardor de su amante.
El protagonista es un matón especializado en cobrar deudas. Su patrón lo envía a trabajar junto a dos usureros, pero mientras están celebrando su alianza con un banquete, Ciappelleto cae de repente enfermo. Los avaros piensan en abandonarlo, pero Ciappelleto los convence para que traigan al hombre más santo de la ciudad a confesarlo. Ciappelleto engaña al confesor presentando como sus grandes pecados algunas naderías (escupió en la casa del Señor, de niño maldijo a su madre). Cuando muere, el sacerdote lo absuelve de todos sus pecados y expone su cadáver como ejemplo para los feligreses, presentándolo como un santo.
Un pintor, discípulo del famoso Giotto, acude a la ciudad a realizar un encargo: pintar un fresco en la iglesia. El pintor es un personaje singular: come con avidez, parece más un villano que una persona principal, tiene unos ayudantes claramente amanerados y es un gran observador, que integra en su pintura las escenas de la vida real que ve en los mercados y otros lugares de la ciudad. Se inspira en los rostros de los malhechores y personas vulgares que conoce para pintar a los personajes de su cuadro, que representa a la Virgen con dos grupos de personas: los bienaventurados y los condenados. Terminada la obra, el pintor declara que soñar una obra es más dulce que realizarla.
Una joven a la que sus padres tienen muy vigilada concierta una cita nocturna con su enamorado, Riccardo, en el techo de su casa. Los jóvenes hacen varias veces el amor y se quedan dormidos. Al llegar la mañana, el padre de Caterina se despierta y sube a ver qué tal ha dormido su hija. La encuentra dormida cubriendo con su mano el sexo de su amante. Mientras los jóvenes siguen durmiendo, el padre despierta a la madre, diciéndole que su hija ha cazado un ruiseñor. Discuten qué hacer. Dado que el joven es rico y supone un buen partido para su hija, deciden forzar a Riccardo a pedir la mano de Caterina, limpiando así su honor. Despiertan a ambos. El padre, fingiéndose muy ofendido, exige a Riccardo que se porte como un hombre de bien. Riccardo accede de buen grado a casarse con Caterina.
Una joven noble tiene amores con Lorenzo, un mozo de los establos. Los tres hermanos de Lisabetta descubren la verdad y deciden vengar su honra sin hacer público su deshonor. Para ello, invitan al joven mozo a pasar un día con ellos en el campo, tratándole con campechanía (hoy no hay amos ni siervos, le dicen). El joven se inquieta al ver que el juego que le plantean consiste en perseguirle. En efecto, los tres hermanos le dan caza, le matan y entierran su cuerpo cerca de la casa. A Lisabetta le dicen que han enviado al mozo a otra ciudad. La joven no se resigna a perder a su amado, y el fantasma de este acude a revelarle lo sucedido y le pide que le deje descansar en paz. Con ayuda de una criada, Lisabetta encuentra el cadáver, corta su cabeza y la planta en una maceta de albahacas, para tenerla siempre consigo.
Un campesino invita a casa a su amigo Gianni, con la idea de que su bella mujer, Gemmata, pase la noche en casa de una vecina. Sin embargo, la vecina se acaba de casar y los tres tendrán que dormir juntos. Gianni, impresionado por la belleza de Gemmata, embauca al matrimonio haciéndole creer que es capaz de convertir a la yegua que siempre la acompaña en una mujer. Gemmata sugiere a su marido que quizá el encantamiento sea capaz de convertirla a ella en yegua, con lo que podrán realizar mejor las tareas del campo. Gianni finge que realiza el encantamiento, pero en realidad aprovecha la ocasión para aprovecharse de la bella joven delante del marido.
Tingoccio y Meuccio son inseparables, pero mientras el primero es un libertino, el segundo rehúye a las mujeres porque teme condenarse al infierno por lujurioso. Hacen un pacto: si uno de ellos muere, volverá del Más Allá a contarle al otro cómo funciona la justicia divina. Tingoccio muere y cumple lo prometido: revela a Meuccio que Dios no considera un pecado el amor carnal. Meuccio cambia de vida.
Amalfi, Bolzano, Bressanone, Caserta, Nápoles y el Vesubio, Nepi, Ravello, Roma, Sorrento, Viterbo, el Valle del Loira y Saná.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre El Decamerón (película) (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)