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Emil Hácha



¿Qué día cumple años Emil Hácha?

Emil Hácha cumple los años el 12 de julio.


¿Qué día nació Emil Hácha?

Emil Hácha nació el día 12 de julio de 1872.


¿Cuántos años tiene Emil Hácha?

La edad actual es 151 años. Emil Hácha cumplirá 152 años el 12 de julio de este año.


¿De qué signo es Emil Hácha?

Emil Hácha es del signo de Cancer.


Emil Hácha (Trhové Sviny, 12 de julio de 1872-Praga, 27 de junio de 1945) fue un abogado checo, elegido como tercer presidente de Checoslovaquia en el año 1938, siendo además el único presidente del Protectorado de Bohemia y Moravia bajo el Tercer Reich entre 1939 y 1945.

Emil Hácha nació en 1872 en la ciudad de Trhové Sviny. Estudió Derecho en la Universidad Carolina de Praga. Posteriormente fue empleado de la Administración del Reino de Bohemia, cuando Bohemia era una de las provincias del Imperio austrohúngaro.

Posteriormente, pasó a ser juez en el Tribunal Supremo Administrativo de Viena, la capital del Imperio. Una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, y tras la creación del nuevo Estado de Checoslovaquia en virtud del Tratado de Versalles, Emil Hácha pasó a ser juez en el Tribunal Superior Administrativo de Checoslovaquia, siendo nombrado en 1925 por Tomás Masaryk presidente de dicha institución. Hácha era igualmente uno de los más reputados juristas de Checoslovaquia, especialista en Derecho internacional público. Se encargó igualmente de realizar traducciones de diversas obras literarias en inglés al checo, como por ejemplo Three Men on the Bummel, de Jerome K. Jerome.

Tras la firma del Pacto de Múnich y la emigración del presidente Edvard Beneš, fue elegido presidente de la segunda República Checoslovaca, el 30 de noviembre de 1938, y pidió a Rudolf Beran que formase un nuevo Gobierno del país.[1]​ Rudolf Beran era el presidente del Partido de Unión Nacional, en el que habían confluido la mayor parte de los partidos de la derecha checoslovaca.[2]​ Pese a ser un reputado jurista y un administrador veterano y brillante, para entonces Hácha era ya un hombre provecto y tenía mala salud; así, aceptó el cargo en la situación de crisis que atravesaba el país con renuencia.[1]

En marzo de 1939, la acción conjunta de agentes de la Alemania nazi y de nacionalistas separatistas eslovacos desembocó en una crisis política interna, que el Gobierno de Beran intentó resolver mediante el recurso a la intervención armada el 9 de marzo de dicho año. Monseñor Jozef Tiso, presidente del Gobierno autónomo eslovaco, fue depuesto. No obstante, Adolf Hitler y Hermann Göring convocaron a Emil Hácha a Berlín, amenazándolo una vez allí con el bombardeo de la ciudad de Praga, capital de Checoslovaquia. Al borde de una crisis cardíaca, aterrorizado por la presión que ejercía Hitler sobre él, Emil Hácha se vio obligado a firmar el 15 de marzo un documento por el que aceptaba que las tropas alemanas ocupasen Bohemia-Moravia, que pasó a convertirse en un protectorado de Alemania,[3]​ el Protectorado de Bohemia y Moravia. Igualmente, Hácha se resignaba a ver cómo Eslovaquia pasaba a ser un país independiente.

Tras la ocupación de los restos de Checoslovaquia al día siguiente de la firma del documento, Hácha se mantuvo en su cargo de presidente, aunque tuvo que someterse ante Hitler y ante Konstantin von Neurath, que había sido nombrado en noviembre de 1939 Reichsprotektor de Bohemia-Moravia, ejerciendo de hecho el control del país.[4]​ Emil Hácha protestó contra la política alemana de germanización del Protectorado, si bien hay que hacer constar que sus protestas tuvieron escasos resultados. En diciembre de 1939, Hácha entró secretamente en contacto con Beneš,[4]​ que se aprestaba a formar un Gobierno checoslovaco en el exilio con el apoyo de los Aliados, haciéndole saber que, junto con todo su Gobierno, se sentía solidario con la Resistencia exterior checoslovaca a los alemanes.[5]

Sin embargo, en marzo de 1940, tras la defección de su ministro de Agricultura, que se había encaminado a Londres para unirse allí a Beneš, Emil Hácha envió un telegrama a Hitler para reafirmar la voluntad de cooperación que inspiraba a su Gobierno. No obstante, ello no fue suficiente para Hitler, que esperaba por lo menos un juramento de fidelidad. Hácha transmitió entonces a Berlín su deseo de asistir a la victoria final de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Beneš reaccionó a esta declaración afirmando que se habían franqueado las fronteras del oportunismo. Posteriormente, Hácha felicitó a Hitler por su victoria en el oeste, durante la Invasión de Francia y la subsiguiente firma del Armisticio del 22 de junio de 1940.[6]

La situación en el Protectorado se degradó rápidamente tras la sustitución de von Neurath, al que Hitler consideraba demasiado suave, por Reinhard Heydrich. Hácha, que había redactado una carta de dimisión de su cargo (aunque no la había enviado), perdió todo control sobre los asuntos reales del país,[4]​ pasando, pues, a ser una mera marioneta de los alemanes. Muchos de sus colegas y amigos fueron detenidos, como por ejemplo el primer ministro Alois Eliás, fusilados o deportados a campos de concentración. La detención de Eliás tuvo lugar en septiembre de 1941, una semana después del nombramiento de Heydrich. Durante un discurso retransmitido por radio, Hácha denunció a Beneš, afirmando que este era "el enemigo público número uno".

Después del éxito del atentado contra Heydrich organizado por los Aliados (Operación Antropoide), se produjeron manifestaciones masivas en contra de Beneš y de los políticos de Londres. El Gobierno ofreció una recompensa de 10 millones de coronas por los culpables. Esta política de colaboracionismo no iba tampoco seguida por ninguna concesión por parte de la Alemania nazi, ya que, por ejemplo, Hitler recibió a Hácha y le amenazó con la expulsión de varios millones de checos fuera de Bohemia-Moravia.

Hácha fue detenido el 13 de mayo de 1945 y falleció a la edad de 72 años en la prisión de Pankrác, seis semanas después de la liberación de Praga por el Ejército Rojo. Las circunstancias de su muerte no están aclaradas. Sigue siendo una figura controvertida en la historia checa por su aparente ambivalencia y colaboracionismo forzado. Según Astrid Hofmanova, Emil Hácha es algo distinto al símbolo de colaboración con el enemigo, de traición y de timidez que parece ser. Al aceptar la función presidencial, se habría sacrificado en interés de la nación y del Estado.

Biografía de Emil Hácha, Radio Chequia, por Astrid Hofmanova



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