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Félix Yusúpov



El príncipe Félix Félixovich Yusúpov, conde Sumarókov-Elston (en ruso, Фéликс Фéликсович Юсýпов; San Petersburgo, 11 de marzojul./ 23 de marzo de 1887greg.-París, 27 de septiembre de 1967), fue un noble ruso célebre por su participación en el asesinato de Grigori Rasputín. Miembro de la familia imperial por matrimonio, se exilió en París tras la caída de los Románov con la Revolución de 1917.

Hijo del conde Félix Félixovich Sumarókov-Elston, gobernador de Moscú y de la princesa Zinaida Yusupova (que pertenecía a la familia Yusúpov), una de las mujeres más ricas del mundo. La muerte de su hermano mayor Nicolás en un duelo lo convirtió en potencial heredero de un patrimonio inconmensurable en dinero, propiedades, joyas, objetos de arte y otros bienes. Durante su juventud llevó una vida disipada, alternada con períodos de misticismo.

De 1909 a 1912 estudió en la Universidad de Oxford, en donde fue miembro del Bullingdon Club y estableció la Sociedad Rusa de Oxford.

En 1914 contrajo nupcias con la Princesa Irina Alexándrovna Románova, sobrina del Zar Nicolás II, con la que tuvo una hija, la Princesa Irina Félixovna Yusúpova. Durante su luna de miel estalló la Primera Guerra Mundial y los príncipes fueron detenidos en Berlín por lo que Irina tuvo que pedirle a su prima, la princesa Cecilia de Prusia, que intercediera por ellos ante su suegro, el emperador Guillermo II de Alemania. El emperador negó la petición. Ante esto, el padre de Félix apeló al embajador español en Alemania y consiguió que los príncipes volvieran a Rusia a través de Dinamarca y Finlandia.

A su regreso a Rusia, Félix convirtió una de las alas del Palacio Moika en un hospital para heridos de guerra. Sin embargo, a pesar de sus preocupaciones, evitó entrar al servicio militar aprovechando la ley que eximía servir a los hijos únicos.

En 1915 nació su única hija, la princesa Irina Félixovna Yusúpova, quien tras la Revolución se casaría en el exilio francés con el conde Nikolái Dmítrievich Sheremétiev.

Se convirtió en un personaje célebre por su participación en el asesinato de Rasputin en 1916, junto con el diputado Vladímir Purishkévich, el gran duque Dmitri Pávlovich Románov y otros conspiradores.

A pesar de su bien avenido matrimonio con la princesa Irina, algunas versiones señalaban que Yusúpov probablemente habría sido homosexual (pero no existen pruebas sobre aquello) al igual que el gran duque Dmitri.

Cabe recordar, que durante toda su vida, el monje Rasputin intentaba seducir tanto a mujeres como a hombres también, pues tenía múltiples contactos con este círculo de aristócratas.

En diciembre del 1916, Félix Yusúpov se acercó a Rasputin con la esperanza de que este lo «curara de su enfermedad», pero el monje intentó seducirlo. Ofendido el príncipe e influido también por el diputado de la Duma Vladímir Purishkévich, que temía los peligros que la nefasta influencia del monje tenía en el gobierno del zar Nicolás II (se rumoreaba la posibilidad de una paz por separado con Alemania), se decidió planear el asesinato en su palacio.[1]

Rasputin fue asesinado en el palacio Moika de los Yusúpov atado y arrojado al río Neva después de que se resistiera a morir, a pesar de que había sido envenenado, cuatro veces disparado y golpeado con una barra de hierro.

Confinado en su finca de Kursk por el asesinato de Rasputin, pudo regresar a Petrogrado en 1917, al producirse la Revolución rusa, pero la persecución desatada en 1918 contra los Románov lo obligó a abandonar Rusia con su esposa y su hija.

Cuando se produjo el asesinato del zar, los Yusúpov regresaron al palacio Moika antes de partir a Crimea. Sin embargo, tiempo después regresaron a recuperar un millón de dólares en joyas y dos pinturas de Rembrandt, lo único que conservaron de su inmensa fortuna y que les ayudó a subsistir en el exilio.

Al llegar a Crimea, la familia abordó el buque de guerra británico HMS Marlborough, que tomaron de Yalta a Malta. De Malta partieron a Italia (en donde Félix tuvo que sobornar con diamantes por los pasaportes) y luego a París. Se establecieron un tiempo en Londres, pero luego regresaron a París, donde compraron una casa en Boulogne-sur-Seine.

En París, su generosidad para con los exiliados rusos se hizo legendaria. Escribió una autobiografía, titulada Esplendor perdido.

En 1934, Félix y su esposa obtuvieron £ 25,000 por daños y perjuicios después de ganar una demanda a la Metro-Goldwyn-Mayer ante los tribunales británicos por invasión de la privacidad y difamación. La demanda fue por la película de la MGM Rasputín y la zarina, de 1932. Años después, en 1965, Yusúpov demandó a la Columbia Broadcasting System ante los tribunales de Nueva York, pero esta vez perdió el pleito.

Después de que, en 1953, Yusúpov publicara sus Memorias (en las que detalló la muerte de Rasputin), fue demandado junto al gran duque Dmitri Pávlovich por la hija de Rasputin, María, ante un tribunal de París por $800,000. Ella acusó a los príncipes de asesinos, pero el tribunal francés desestimó su demanda aduciendo que no tenía jurisdicción sobre un asesinato político que tuvo lugar en Rusia.

Félix Yusupov falleció en la ciudad de París, Francia el 27 de septiembre de 1967, a los 80 años de edad y fue enterrado en el cementerio ruso de Sainte-Geneviève-des-Bois.

Escribió El final de Rasputin (1927) [2]​ y Memorias (1953).



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