x
1

Feria de Abril



La Feria de Abril o Feria de Sevilla es una fiesta de primavera que se celebra anualmente en la ciudad de Sevilla (Comunidad autónoma de Andalucía, España), donde el público se reúne en un gran recinto denominado Real de la Feria, con calles con casetas efímeras, engalanadas con farolillos, por las que circulan jinetes y coches de caballo y por las que pasan diariamente unos 500 000 visitantes.[1]​ Se celebra una o dos semanas después[2]​ de la Semana Santa y coincide con los toros en la plaza de la Maestranza. Tiene un gran impacto económico y social en la ciudad y está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.[3]

La palabra "feria" es latina, feria, feriae, era usada en plural feriae, feriarum. Los romanos la citaban para señalar fiestas y días de descanso, pero no era descanso referente del trabajo, sino de todo acto civil para dedicarse al culto religioso (vacare diis) y festejos que se celebraban.[4]

En Baja Edad Media europea se hicieron numerosos los mercados y, con el fin de que estos pudiesen desarrollarse debidamente, hubo de hacerse un código de respeto conocido como paz de mercado,[5]​ otro de paz de la feria[6]​ y del camino[7]​ y un tercero de franquicias o privilegios.[7]

Una de las primeras ferias documentalmente conocida es la de Valladolid de 1152, creada por Alfonso VII,[8]​ así como unas cuantas más iniciadas en el mismo siglo (Sahagún, Palencia, Madrid, Cuenca, Cáceres, etc.).

Como las ferias eran frecuentadas por mercaderes del exterior trayendo sus propias mercancías, se vieron en la situación de poner puertos de control estratégicos para transporte de mercancía y cobro de impuestos (aduanas). En Andalucía fueron los de Huelva, Cádiz, Vejer, Sevilla y Jerez los que se crearon.[9]

Alfonso X constituyó en Sevilla el 18 de marzo de 1254 dos ferias mercantiles al año,[10]​ una en abril y otra por la fecha de San Miguel (en septiembre).[11]​ En 1263, Sancho IV confirmó este derecho.[12]

En septiembre de 2001 y 2002 se recuperó la Feria de San Miguel, con una duración de un par de días, en parte de la extensión del Real de la feria. En 2003 se celebró en el palacio de congresos Fibes de Sevilla[13]​ y en la actualidad está muy ligada a la plaza de toros.[14]

Juan II instituyó la Feria de Mairena del Alcor, provincia de Sevilla, por concesión a Pedro Ponce de León, señor de Mairena. Se celebró por primera vez en 1441. Esta feria ha subsistido a lo largo de los siglos.[15]

Los orígenes de la Feria de Abril se encuentran en el 25 de agosto de 1846 cuando dos concejales, Narciso Bonaplata (catalán) y José María de Ybarra (vasco), empresarios asentados en la ciudad, redactaron una propuesta que llevaron al Ayuntamiento pidiendo la celebración de una feria agrícola y ganadera.[16]​ El 15 de septiembre de 1846, el Ayuntamiento de Sevilla, siendo alcalde Alejandro Aguado, conde de Montelirios,[16]​ fijó la feria los días 18, 19 y 20 de abril, con el objetivo de que fuese un día posterior a la Feria de Carmona[17]​ y que fuese sucedida por la Feria de Mairena del Alcor.[18]​ La feria fue autorizada el 5 de marzo de 1847 con un decreto de Isabel II.[19]​ La primera Feria se inauguró el domingo 18 de abril de 1847 en el Prado de San Sebastián, con 19 casetas y supuso un éxito de público. Ya al siguiente año los comerciantes solicitaban al ayuntamiento una mayor presencia policial porque “los sevillanos y sevillanas, con sus cantes y bailes, dificultaban la realización de los tratos”[20]

Desde su creación, la feria tuvo un marcado carácter mercantil ganadero y agrícola.[21]​ Los comerciantes llegaban al evento con su ganado y lo dejaba en distintas zonas según el año: la dehesa de Tablada, la finca de la Isabela o el prado de Santa Justa.[22]​ La feria-mercado se celebraba en el Prado de San Sebastián.[23][24]

En 1849 se pusieron caminos en el recinto del mercado.[22]​ Al principio la feria mostraba un ambiente campestre, pero con el crecimiento de la ciudad fue adquiriendo un cariz más urbano por parte de sus visitantes.[25]​ En 1850 se expidieron licencias para decenas de puestos que servirían de tabernas y quioscos de aperitivos.[26]​ En 1858 la feria ya contaba con 119 casetas desde la calle San Fernando hasta la Enramadilla y desde la puerta de San Fernando hasta la puerta de la Carne había puestos de aperitivos y juguetes.[27]​ En 1859 la feria ya destinaba más espacio a la fiesta que al mercado.[28]​ Durante la segunda mitad del siglo XIX hubo diversas exposiciones y ferias comerciales locales que le restaron exclusividad mercantil a la Feria de Abril.[29]​ Por ello, a partir de comienzos del siglo XX la feria pasó a centrarse en el festejo.[30]​ A mediados del siglo XX tuvo más afluencia de ganaderos una exposición con un concurso de ganado selecto.[31]​ Entre 1947 y 1956 la feria pasó a ser un festejo sin componente mercantil.[31]

Al norte del Prado de San Sebastián se encontraba la puerta de San Fernando de la antigua muralla. En 1859 se engalanó durante el festejo.[28]​ Fue derribada en 1869.[32]

En 1890 el pintor García Ramos realizó el primer cartel de la feria, que donó al Ayuntamiento para el festejo.[33]

En 1896 se colocó la Pasarela. Esta estructura de hierro estaba situada al final de la calle San Fernando, al comienzo de la avenida de casetas que terminaba en la Enramadilla.[34]​ En 1906 se instalaron en ella focos eléctricos.[34]​ Fue desmontada en 1921.[35]​ A partir de entonces comenzó a instalarse anualmente una portada de entrada a la feria.[36]​ En 1949 se colocó la primera portada de gran envergadura.[37]​ Desde entonces, ha sido una costumbre realizar una gran portada con diversos temas que es iluminada por la noche.[38]

En 1973 el recinto ferial se trasladó a una parcela de 64.000 metros cuadrados del barrio de Los Remedios. Este traslado posibilitó pasar de medio centenar de casetas a 630. En la actualidad, el terreno ha sido ampliado hasta los 275.000 metros cuadrados y alberga más de mil casetas.[39]

Se especuló con trasladar la feria a la zona de la Vega de Triana, pero el espacio disponible no lo permite.[40]

La feria se celebró desde 1847 con una duración de tres días.[17]​ En 1913 el Ayuntamiento aumentó la duración a cuatro días[41]​ y, en 1952, se estableció en seis.[42]

Tradicionalmente, ha habido al menos una semana de separación entre la Semana Santa y la Feria de Sevilla, provocando en algunos casos excepcionales que se celebrase total o parcialmente en mayo. En 1943, la feria empezó el 29 de abril y terminó el 2 de mayo. En 1962 se celebró del 1 al 6 de mayo. En 1973 el alumbrao tuvo lugar a las 9 de la noche del 30 de abril para que pudiera coincidir la feria unas horas con ese mes. En 1984 la feria comenzó el 29 de abril.[43]

La Ordenanza Municipal de la Feria de Abril, aprobada por el Ayuntamiento de Sevilla el 25 de noviembre de 2011 y modificada en sesión plenaria de 28 de octubre de 2016, en su «Título I, artículo 1. De la fecha de celebración de la Feria», establece:[2][44]

1. La Feria de Abril de Sevilla se celebra cada año desde el segundo domingo posterior a la Semana Santa hasta el sábado siguiente, ambos inclusive.

2. En aquellos casos en los que el cumplimiento de esta norma obligara a celebrar la Feria de Abril íntegramente en el mes de mayo, se adelantará su celebración una semana, comenzando, por tanto, el primer domingo posterior a la Semana Santa.

Es decir, se procura que haya dos semanas de separación con Semana Santa, salvo si esto provoca que la feria empiece en mayo, en cuyo caso solo habría una semana de separación. En octubre de 2016, se aprobó por el pleno ordinario del Ayuntamiento de Sevilla una modificación de la ordenanza municipal que regula esta celebración para ampliar su duración un día por lo que a partir de 2017 comienza el domingo, con el alumbrado a las cero horas de ese día, y concluye el sábado siguiente. Con esa modificación, el calendario de la fiesta gana dos días en su inicio y pierde uno en su final.[45]

En los primeros tiempos de la feria, al estar relacionada con la venta de ganado, lo que se calificaba de caseta era el equivalente a un establo. En la correspondiente al año 1849 el Ayuntamiento montó la primera caseta tal como se entiende el término ahora. Su estilo era el de una tienda de campaña, con la intención de vigilar y mantener el orden público, que cambió al poco tiempo debido al ambiente festivo[46]​ que allí existía. En 1850 se colocaron otras casetas con diversos elementos de ocio, alimenticios y otras utilidades.

Con el transcurso de los años, familias y algunas instituciones quisieron disfrutar más tiempo de ese espacio que se aventuraba anual, eso hizo que el número de casetas fuese en aumento, cada cual la adornaba a su antojo quedando todo muy pintoresco, adquiriendo formas morunas, circulares, militares... Fue en el año 1919 cuando se consiguió cierta uniformidad en el estilo, basándose en un diseño realizado por el pintor Gustavo Bacarisas.[47]​ La uniformidad total se consiguió en el año 1983 cuando se establecieron normas para el montaje.

La estructura y montaje de las casetas está regulada por el Título IV de la Ordenanza Municipal de la Feria de Abril. El módulo tiene una anchura de 4 metros y una profundidad de entre 6 y 8. El frontón de la caseta recibe el nombre de pañoleta y debe estar hecho de madera. La mayoría de las casetas solo tienen un módulo aunque, si hubiera más de uno, podrían colocarse varias pañoletas o una que abarcara a todos. Las lonas de la caseta deben ser listadas de rojo y blanco o verde y blanco.

Los toldos empleados en la cubrición deben ser de lona o cualquier otro material con grado máximo de reacción al fuego M2 certificado recogida por la Norma Básica de la Edificación CPI/96. La parte exterior debe contar con una barandilla de metal o madera de color verde y que no supere la altura de 1,50 metros y que deje una anchura mínima de paso de 1,20 metros.

El Servicio de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de la ciudad celebra un Concurso de Exorno de Casetas para premiar a la mejor decorada.[48]​ En la actualidad el número de casetas que conforman la Feria asciende a 1040.[49]​ Las casetas suelen tener un tablao para los que bailan sevillanas.

La titularidad de la caseta se rige por el Título II de la Normativa, y se hace mediante licencia municipal. Las casetas suelen ser otorgadas a particulares que las comparten con sus grupos de pares, a entidades públicas y a entidades privadas, como empresas (Carrefour, Dragados y otras) o asociaciones (hermandades, asociaciones de amigos, asociaciones culturales, peñas, etcétera).

Las casetas de particulares o de entidades privadas no suelen, por costumbre, permitir el acceso a la caseta si no es con invitación o acompañado de algún socio. Sin embargo, las casetas de entidades públicas (como la del Ayuntamiento de Sevilla y los distritos) o las entidades privadas con fines sociales y políticos (como partidos, sindicatos, etcétera) suelen permitir la entrada libre.

Las calles del Real de la Feria de Abril reciben su denominación de toreros ilustres de la provincia de Sevilla:

La denominada noche del pescaito se celebra la madrugada del sábado al domingo, en la que es costumbre servir una selección de frituras de pescado.[45]​ El resto de los días las casetas suelen servir una oferta de las tapas tradicionales de la ciudad de Sevilla, como pueden ser jamón ibérico, queso y chacinas, marisco, tortilla de patatas. Para el almuerzo es costumbre que en cada caseta se prepare un “guiso” del día como las papas con chocos, los garbanzos con bacalao, la caldereta, y otras comidas típicas de Andalucía.

Los buñuelos o los churros, llamados en Sevilla "calentitos", acompañados de chocolate caliente son también típicos en la feria.

En la feria, además de comida, también se sirven refrescos y bebidas alcohólicas. Normalmente las casetas tienen grifo y barriles de cerveza, aunque suelen primar los vinos blancos, como el fino de Jerez de la Frontera o la manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. Desde los años 2000 se ha popularizado mucho el rebujito.[50]

El rebujito es manzanilla con mucho hielo y Seven Up,[51]​ o Sprite, que son gaseosas con un cierto sabor a lima-limón,[52][53]​ o con gaseosas de otras marcas. Se sirve en jarras de 1 litro acompañada con unos vasos de chupito y normalmente se piden para compartir.

El traje de flamenca es un traje típico andaluz.[54]​ En la actualidad su uso es habitual en ferias, romerías y cruces de mayo.[55][56]​ Proviene del traje típico de la maja andaluza, que aparece asociado al costumbrismo andaluz desde finales del siglo XVIII.[54][57]​ En el siglo XIX se conservan testimonios pictóricos del uso de este traje en las ferias de Mairena del Alcor, Santiponce y Jerez de la Frontera.[58]​ Aunque el traje de maja era un vestido rústico,[59]​ desde los comienzos de la Feria de Sevilla, entre 1847 y 1869, algunas muchachas de la urbe desdeñaban la moda de los antiguos miriñaques y acudían vestidas esta indumentaria: vestidos frescos, claros, con mantones, peineta y flores.[60]​ En la segunda mitad del siglo XIX la clase burguesa fue aprendiendo también el baile que aprendían los gitanos en los corrales y patios de vecinos.[57]​ En una etapa de consolidación de esta fiesta, entre 1870 y 1909, el traje de maja fue evolucionando hacia el traje de flamenca actual.[61]

El nombre del traje proviene del flamenco, que es un tipo de música folclórica con influencias gitanas.[55]

El traje típico del majo andaluz tenía una abundante decoración. No obstante, en las décadas de 1860 y 1870 los varones fueron abandonado los trajes decorados para ir con trajes de campo más austeros.[62]​ Este traje campero o traje corto era el usado por los ganaderos.[63]​ El traje corto también es utilizado en algunas ocasiones por los artistas del flamenco y es frecuente en los grupos rocieros de sevillanas.[63]

La sevillana es un género musical bailable originario de Sevilla. Proviene del contacto de la seguidilla castellano-manchega con la soleá, los fandagos y otros estilos.[64][65]​ Desde el siglo XVIII se consideraron un estilo diferente de las seguidillas.[64]​ En el siglo XIX fue influenciado por los boleros.[64]​ Desde mediados del siglo XX se han considerado como un estilo del flamenco.[64]​ Las primeras seguidillas sevillanas se acompañaban de panderos y sonajas, aunque las sevillanas son acompañadas por palmas y castañuelas.[65]

El carruaje es el vehículo de transporte permitido en el Real de la Feria, exceptuando los coches oficiales, los vehículos de sanidad, auxilio y seguridad pública que si van motorizados. La ordenanza municipal de 2012 estableció en 1400 matrículas de vehículos que pueden transitar.

Desde el principio de su existencia el público se trasladaba a la Feria en calesas y jardineras para negociar con el ganado. Los cocheros van cada uno ataviado con sus correspondientes galas, el traje corto y sombrero denominado también de ala ancha, así como los caballos con sus borlas, campanillas y cascabeles. El recorrido de los carros está establecido por varias manzanas de la parte oriental del Real de 12 de la mañana a 8 de la tarde. También acceden al real caballeros y amazonas[66]​ con sus caballos.

El presente no hace distinción entre unos y otros, siendo arrastrados los carruajes tanto por mulos como por caballos indistintamente, durante la década de 1970 se produjo un descenso del número de coches por diferentes razones, esto influyó en los distintos gremios del sector (guarnicioneros, herradores, carroceros, carpinteros, etc.), quedando muy pocos en activo en estos momentos.

Paralelamente a esta exhibición diaria por el recorrido del Real, también se producen otros en días previstos en la Maestranza de Caballería, gracias a que un grupo formado por personas como Antonio Sánchez Bedoya, Luis Millán y Luis Rivero Merry, que eran grandes aficionados al "arte del enganche" y se preocuparon por recuperar y salvaguardar los coches de caballos, fundaron en 1983 el Real Club de Enganches de Andalucía, por donde pasaron cientos de coches de toda Andalucía con gran valor artístico y económico. En la plaza de toros de la Maestranza se celebra una Exhibición de Enganches organizada por el Real Club de Enganches de Andalucía desde 1984[67]​ donde se exhiben carruajes de todos los tiempos, de la aristocracia y burguesía andaluza.

Con el nombre de "calle del Infierno",[68]​ se conoce en Sevilla al parque de atracciones que se instala anexo al Real de la Feria y coincidiendo con su celebración. Las atracciones son tradicionalmente conocidas en la ciudad como cacharritos, y llegan a la ciudad desde diversos puntos de España en número superior a cien, lo que convierte a la "calle del Infierno" en el mayor parque de atracciones provisional del país.

Los espectáculos taurinos han estado unidos a la celebración de la feria desde el comienzo. El día 17 de abril de 1847, un día antes del comienzo de la feria, se programó una corrida de toros.[18]​ A partir del Domingo de Resurrección, dos semanas antes de la feria, comienza la temporada taurina en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería. Los carteles (de anuncio) de la temporada taurina son realizados por artistas de reconocido prestigio.

La agrupación musical encargada de la Maestranza es la Banda Maestro Tejera. La Agrupación Musical data del siglo XIX, aunque que en 1910 la funda de manera más estable y sólida el músico Don Manuel Pérez de Tejera. La Banda se consolida en la Semana Santa y en la plaza de toros Monumental de Sevilla. En 1942 pasan a ser la banda titular de la plaza de toros de la Maestranza. En los carteles (o programas) figuran algunos de los mejores matadores del momento, dado el reconocido prestigio de la Plaza,[69]​ y también se dan cita las mejores ganaderías españolas. El primer festejo asociado a la Feria de Abril se celebró el 18 de abril de 1847.[70]

Cuando anochece, las calles del Real se iluminan con los farolillos sevillanos con los adornos de bombillas. También las atracciones de feria tienen su propia iluminación. Por la noche no transitan caballos ni carruajes. Las casetas también sirven comida y es habitual cenar, tapear y beber hasta avanzada al noche. También permanecen abiertos los puestos de comida, que además suelen vender churros con chocolate al amanecer.

Desde el 2005 las luces se apagan a las 3 de la mañana,[72]​ exceptuando el sábado, cuando se mantienen hasta las 6, y el domingo, cuando se apagan a las doce de la noche, coincidiendo con el espectáculo de fuegos artificiales.

El servicio municipal de limpieza, Lipasam, pone en marcha, al igual que en Semana Santa, un plan especial de limpieza. Lipasam se asegura de la limpieza del Real, tanto antes como después de la celebración del evento. En este plan se incluye una limpieza que empieza a realizarse tras la hora habitual del apagado.[72]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Feria de Abril (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!