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Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar



El Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar (también, Festival de Viña) es un certamen musical organizado por el municipio de Viña del Mar, Valparaíso, Chile. Desde el 21 de febrero de 1960, el evento se lleva a cabo cada año durante el mes de febrero en el Anfiteatro de la Quinta Vergara, a excepción de la edición del año 2021 cuando fue cancelado debido a la pandemia de coronavirus que afectó gravemente al país.[1]​ Es considerado el festival de música más grande e importante en el continente americano.[2][3][4]

El evento toma lugar en un escenario que cuenta con una capacidad para 15 000 espectadores y se transmite en vivo por radio y por televisión, logra récords de sintonía y mueve millones de dólares en concepto de auspicios, programas de televisión publicidad y turismo asociados.[5]

Aunque las competiciones de música popular y folclórica fueron el origen del certamen, desde hace años se han relegado a un segundo plano y se ha dado preferencia a los artistas invitados, quienes son el plato fuerte verdadero del certamen.[6][7]

Desde su LX edición, la organización, producción y transmisión del Festival de Viña está en manos de la alianza compuesta por Televisión Nacional de Chile, Canal 13 y Fox Networks Group Latin America quienes se adjudicaron el certamen hasta 2027 por 9 038 656 UF (casi USD$400 millones de dólares).[8][9]​ En cuanto a la señal abierta nacional, Canal 13 y TVN volvieron a transmitir conjuntamente el Festival de Viña del Mar, luego de 8 años de licitación de Chilevisión (la anterior licitación en conjunta de Canal 13 y TVN, fue entre los años 2007 y 2010).

El origen del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar fue modesto. Gracias a la iniciativa de Gustavo Lorca, alcalde viñamarino, y de Carlos Ansaldo, director del Departamento de Turismo y Relaciones Públicas de la Municipalidad de Viña del Mar, un grupo de músicos fue citado para amenizar una feria realizada por los alumnos de la Escuela de Bellas Artes en los jardines de la Quinta Vergara en 1959.

El éxito de dicho evento permitió que entre el 21 y el 28 de febrero de 1960[1]​ se organizara una competición única —en la cual los participantes debieron presentar una canción original cuyo motivo fuera la ciudad de Viña del Mar—, amenizada por algunos artistas invitados. En febrero de 1961, se incorporó un certamen folclórico.

En 1963,[10]​ el Canal 9 de Televisión de la Universidad de Chile, emitió experimentalmente el Festival para Santiago.

En los comienzos del festival, se improvisó un escenario al costado del Palacio Vergara, lugar en el que el público asistente se sentaba en sillas de madera, o directamente sobre el pasto o el piso de tierra. A su vez, muchos espectadores se ubicaban en los cerros colindantes a la Quinta y sobre las copas de los árboles cercanos, otorgando un aire provinciano al certamen.

En 1964, el arquitecto Hernando López y el constructor civil Juan Pinto Delgado fueron los encargados de construir un anfiteatro al aire libre, cuyo escenario estaba coronado por una concha acústica, la que se mandó a hacer en Santiago de Chile y que ayudaba tanto a proyectar el sonido hacia el público como a proteger a los artistas de las frías noches viñamarinas. su diseño está inspirado en el Hollywood Bowl, principal anfiteatro de la ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos.

El techo del escenario, construido de madera y acero, imitaba el vuelo de una Gaviota, ese fue el detalle más distintivo de la construcción, que con el paso de los años se convirtió en un icono del Festival, y en la imagen del certamen ante el mundo, y que se mantuvo por cerca de cuatro décadas recibiendo a los diferentes artistas que se presentaron sobre el escenario.

Con el paso del tiempo, el Festival se fue transformando en el más importante evento musical de Chile hasta el día de hoy.

Durante los años 1970, el Festival comenzó a masificarse, especialmente a partir de 1971, cuando los derechos de transmisión fueron otorgados a Televisión Nacional de Chile (TVN),[11]​ con cobertura en gran parte del país.

Durante esos mismos años, la tensión política del momento se hizo presente fuertemente.

En 1970, se realizaron la elecciones presidenciales en las cuales salió electo como presidente el socialista Salvador Allende, lo cual marcaría al país, y lo dividiría políticamente, influyendo también en el certamen viñamarino.

En 1971, los representantes de la Unión Soviética fueron aplaudidos por su apoyo a la Unidad Popular, mientras que en 1972 sudafricana Miriam Makeba fue abucheada por el sector conservador por alabar al presidente Salvador Allende y exclamar «¡viva la revolución chilena!».[12]

Durante el XIV Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, la situación se volvió caótica por el choque entre Quilapayún, representante de la Nueva Canción Chilena, y Los Huasos Quincheros sobre el escenario.

Durante la actuación de Quilapayún, el público totalmente polarizado inició una batalla en el anfiteatro, unos a favor de la Unidad Popular (y a favor de la presentación del conjunto Quilapayún), y otros totalmente en contra, quienes además lanzaron objetos contundentes hacia el escenario, con el objetivo de sacar al conjunto, este incidente no fue transmitido por televisión, sin embargo, fue transmitido por radio, además, esta situación ocurrida puso en peligro la realización del festival en el futuro. [13]

En esta versión del festival, participó la canción "A la Bandera de Chile" escrita por el ya Premio Nobel Pablo Neruda, y musicalizada por el premio nacional de música Vicente Bianchi, la cual obtuvo el 2do lugar del certamen del año 1973, y que además fue fuertemente abucheada por el público totalmente dividido por razones políticas.[14]

Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, la realización del certamen folclórico fue suspendida en 1974;[15]​ sin embargo, el evento comenzó a ganar protagonismo. Ese mismo año, el evento fue transmitido por primera vez internacionalmente: Argentina, España, Perú, República Dominicana, Sudáfrica, Venezuela y los países asociados a Eurovisión recibieron por primera vez el evento en el que la dictadura de Pinochet intentó mostrar una buena imagen del país al resto del mundo.[16][15][17][18]

En las noches del festival, durante los primeros años de dictadura, era común ver a Augusto Pinochet sentado en el palco, presenciando a los artistas invitados, además de ser presentado a su llegada a la Quinta Vergara. [16][19]

En 1975, durante el XVI Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar se realizó el primer registro en colores en Chile, siendo las actuaciones de Roberto Carlos (cantante) y Sandro grabadas en este formato (pero no transmitidas en color).

En 1978, el Festival se convirtió en el primer programa de televisión emitido en colores en Chile, específicamente la premiación de la canción ganadora del certamen, el cual le fue otorgado a Fernando Ubiergo por su canción El tiempo en las bastillas.

Este hito significó su internacionalización definitiva cuando una estación europea lo transmitió a España y otros países europeos.[11]

El XXII Festival de Viña (1981), ha sido considerado como la mejor edición del certamen debido al alto nivel de las canciones en las competiciones y a la calidad de los artistas invitados.[20]​ Ese año contó con la presencia de tres de las más grandes estrellas hispanas, Julio Iglesias, Camilo Sesto y Miguel Bosé, el venezolano José Luis Rodríguez "El Puma" y los estadounidenses Ray Conniff y KC and The Sunshine Band.[20]

A partir de la primera mitad de la década de 1980, y gracias a la gestión de Raul Velasco, el Festival comienza a ser transmitido en México a través de Televisa, y los Estados Unidos en la cadena Univisión. Esta alianza permite la llegada de artistas mexicanos como Luis Miguel, Yuri, Emmanuel, Verónica Castro y Lucía Méndez. [21]

La edición de 1988, por su parte, estuvo marcada por los acontecimientos políticos sucedidos en la década y especialmente ante el próximo plebiscito que se celebraría ese año. Destacó el mensaje de apoyo dado por el vocalista de Mister Mister a artistas amenazados de muerte, o el conflicto generado por José Luis Rodríguez con la organización del festival, donde lanzó su icónica frase "A veces hay que escuchar la voz del pueblo".[20]

En esta década destaca la introducción de la música tropical y bailable como parte del show, con artistas como Johnny Ventura y Pachuco y la Cubanacán. Asimismo, vio el debut de artistas que años más tarde se convertirían en íconos de la música latina, como Luis Miguel o Alberto Plaza, así como la continua presencia de estrellas de habla inglesa como Air Supply, Laura Branigan, Nazareth, REO Speedwagon, entre otros.

Pese a que desde los años 1990 el Festival comenzó a sufrir una cierta decadencia —sobre todo debido al auge de la televisión por cable y sus cadenas de música—, ha seguido concitando la atención de todo el país, aunque algunos críticos discuten, sin embargo, si debiese mantener el apelativo de Internacional.

En abril de 2001, la querida Concha acústica de la Quinta Vergara fue demolida, para en su lugar construir un renovado anfiteatro, el cual sería estrenado en el XLIII Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.

En 2004, el presentador del evento, Antonio Vodanovic, anunció su retiro luego de haberlo conducido en 29 ocasiones.

La jornada de cierre del Festival de 2010, el último evento producido por la alianza Canal 13-TVN, correspondiente al día 27 de febrero de ese año, fue cancelado [22]​ debido al terremoto que azotó al centro-sur del país con una magnitud de 8,8.

Para inaugurar cada versión del Festival de Viña del Mar, se realiza tradicionalmente una fiesta de gala en la cual participan las autoridades administrativas, los artistas invitados, el jurado, los participantes de las competiciones y las figuras del espectáculo y de la televisión. Desde 2011, Chilevisión ha comenzado a transmitir la alfombra roja de la gala en vivo, asimilándose a las alfombras rojas de las entregas de premios como los Grammy o los Premios Óscar que lleva a cabo el canal E!.

Desde 2019 hasta 2022, TVN y Canal 13 volverán a transmitir el festival de Viña del Mar, esta vez, lo hará en conjunto con la cadena Fox.

En el segundo semestre de 2020, hubo incertidumbre sobre la realización de la versión del Festival de Viña correspondiente al año 2021 debido a la pandemia de COVID-19. Los canales TVN y 13 solicitaron suspender el evento; sin embargo, la Ilustre Municipalidad de Viña rechazó la solicitud provocando controversia. La alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, analizó la decisión de realizar la 62.ª versión del Festival,[23][24]​ y el 10 de noviembre de 2020 se confirmó la suspensión del Festival de Viña para 2021, la primera vez en su historia, debido a la crisis sanitaria.[25]

Durante sus primeros años, el Festival de Viña del Mar fue animado por diferentes personas, destacándose Heraldo García, quien fuera uno de los primeros anfitriones del festival, y que durante los años 70 sería el presentador de los animadores oficiales, y de los artistas invitados. García se hizo merecedor del reconocimiento, y del cariño del público, su último festival como co-animador fue el de 1976.[26]

Quien también se destacó en la animación fue el reconocido periodista chileno Raúl Matas, y Ricardo García.

En 1968, César Antonio Santis se convirtió en el primer presentador estable del festival, el cual se mantuvo hasta el año 1975.

Santis se destacó gracias a su estilo, y la elegancia con la que presentaba a los diferentes artistas sobre el escenario.

En 1976, Santis es reemplazado por Antonio Vodanovic, quien se transformó en todo un símbolo del Festival, esto debido al carisma que tuvo desde un comienzo con el público, lo cual le hizo ser el anfitrión del certamen durante veintinueve años consecutivos, siendo acompañado por diversas copresentadoras, entre las que se destacaron María Graciela Gómez, María Olga Fernández, Paulina Nin de Cardona y Pamela Hodar.

En 2000, Cecilia Bolocco asumió como presentadora junto a Vodanovic y, entre 2003 y 2006, la cantante Myriam Hernández actuó como presentadora oficial.

Antonio Vodanovic anunció su retiro de la animación luego del XLV Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en 2004.

El verano siguiente, Vodanovic fue reemplazado por el cantante argentino/venezolano Ricardo Montaner, quien acompañó a Hernández, Sin embargo, las críticas de la prensa por su inexperiencia en el papel de presentador hicieron que no aceptara participar del evento de 2006, siendo reemplazado por Sergio Lagos.

La alianza entre la Corporación de Televisión de la Universidad Católica de Chile (Canal 13) y Televisión Nacional de Chile debutó en el evento de 2007, siendo este presentado por Sergio Lagos (Canal 13) y Tonka Tomicic (TVN), dupla que se mantuvo hasta 2008

A partir de ese año, se comenzó a elegir a los principales rostros de cada uno de los canales anfitriones, para que sean los encargados de la animación del festival.

En 2009 y 2010, el evento fue conducido por Felipe Camiroaga (TVN) y Soledad Onetto (Canal 13).[27]

En 2010, la licitación de la transmisión se la adjudicó Chilevisión. Este canal se llevó a Rafael Araneda, de TVN, para que junto con Eva Gómez animara el Festival en sus versiones de 2011, 2012 y 2013.[28]​ Desde 2014, Carolina de Moras fue elegida para acompañar a Araneda en la animación del Festival, dupla que se mantuvo hasta 2018.

En 2018, se anunció que los animadores para la LX edición del festival serán Martín Cárcamo por Canal 13 y María Luisa Godoy por TVN, canales que se lo adjudicaron. Dupla que debutó en 2019 y que se mantiene hasta hoy.

Durante la década de los 60, la música del festival estuvo a cargo de la Orquesta del Casino de Viña del Mar, dirigida por el maestro Izidor Handler, quien estaría en la dirección a partir del primer festival de la canción, hasta 1969. [29]

En 1970, el reconocido maestro Vicente Bianchi se hace cargo de la orquesta y coro. En 1971, asume la dirección orquestal el maestro Horacio Saavedra junto a Saúl San Martín, director argentino residente en Chile. Ambos son los encargados de dirigir la orquesta y el coro del festival, pero sería el debutante Horario Saavedra quien ganaría el reconocimiento del público, y se convertiría en la imagen musical del certamen.

Horacio Saavedra se mantendría a cargo de la orquesta por casi 40 años, hasta 2010, con excepción de los años 1975, 1978 y 1991 donde asume el reconocido maestro Juan Azúa, y en 1992, por el maestro Juan Salazar.

Durante la década de los 70 y los 80, la orquesta y coro del festival ganó un gran protagonismo, pues serían los encargados de acompañar musicalmente a los representantes de los diversos países en las competencias internacional y folclórica, y especialmente a muchos de los grandes artistas y también humoristas que se presentaban sobre el escenario, siendo incluso dirigida por grandes maestros orquestales como Paul Mauriat en 1980, Don Costa en 1982, Claude Caravelli en 1982, y Ray Conniff en los años 1978, 1979, y 1981 respectivamente.[cita requerida]

Con el paso de los años, sobre todo desde la década de 1990 en adelante, la orquesta y coro del festival fue quedando sólo a cargo de la musicalización de las competencias internacional y folclórica, debido a que los artistas invitados preferían traer junto a ellos a sus propios músicos. Esto jugó en desventaja a la orquesta, la cual pasó de ser protagonistas permanentes de los shows internacionales, a únicamente acompañar a los intérpretes de las competencias, y a hacer las cortinas musicales de cada certamen.

En 2010, luego del festival de ese año, se generó una polémica en torno al director Horacio Saavedra, al cual se le acusó de irregularidades tanto técnicas como administrativas cometidas hacia los músicos de la orquesta, esta situación se dio a conocer a través de una carta enviada por el saxofonista Andrés Pérez Muñoz, “en representación de los músicos de la Orquesta del Festival de Viña” . En dicha carta se pedía la expulsión de Horacio Saavedra como consejero de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor.[30]

En 2011, la orquesta del festival pasa a la dirección del baterista y productor musical Carlos Figueroa Salazar, el cual se mantendría a cargo de la orquesta desde 2011 hasta 2019. [31]

En 1963,[10]​ el Festival se televisó en forma experimental para Santiago por el Canal 9 de Televisión de la Universidad de Chile. En 1969 el Canal 13 transmitió las finales del certamen de ese año.[32]

En 1971, los derechos de transmisión se otorgaron a Televisión Nacional de Chile,[33]​ el cual transmitiría el festival de forma ininterrumpida hasta el año 1993.

En 1994, la transmisión íntegra del Festival se le designó por cinco años a Megavisión, en coproducción con Televisa de México, por divergencias públicas con Televisión Nacional, lo cual llega hasta la justicia; en 1996, dicha concesión fue renovada por otros tres años.

En 2000, la transmisión se entregó a Canal 13 por segunda vez, contrato que duró hasta 2006.

En abril de 2006, Canal 13 se adjudicó por otros cuatro años la realización del evento, luego de que el municipio viñamarino, rechazara la propuesta de Mega. Canal 13 había anunciado el día del cierre de las inscripciones a la licitación, a una alianza estratégica con Televisión Nacional de Chile (TVN) por segunda vez, permitiendo su transmisión a través de la señal internacional TV Chile. La jornada de cierre del último evento producido por la alianza Canal 13-TVN, correspondiente al 27 de febrero de 2010, fue cancelada,[22]​ debido al terremoto que afectó al centro y sur del país, alcanzando los 8,8 grados de magnitud.

En mayo de ese año, Chilevisión se adjudicó la licitación del certamen para el periodo 2011-2014 por segunda vez. Esta licitación produjo una controversia entre los sectores de centro-izquierda e izquierda, principalmente partidos de la Concertación, debido a que el canal era administrado todavía por el presidente de la República, Sebastián Piñera, por lo que amenazaron con no votar contra los nombramientos en TVN y CNTV. En abril de 2014, la concesión del evento se renovó con Chilevisión por otros cuatro años (2015-2018), que ofreció la cantidad de 10 millones de UF.[34]

En marzo de 2018, Chilevisión nuevamente intentó renovar la licitación, pero Canal 13 y TVN nuevamente se aliaron, esta tercera vez con el grupo Fox e Ibero Americana Radio Chile, para pagar un monto muy superior al que ofreció Chilevisión y se quedarían con la licitación para el periodo 2019-2027; el anuncio oficial estaba programado para el 15 de mayo de ese año,[35]​ sin embargo, se adelantó para el 12 de abril, cuando el Consejo Municipal de Viña del Mar, confirmó oficialmente a Canal 13 y TVN, como los nuevos canales oficiales del evento.[36]

En la lista que se detalla a continuación, se nombran los presentadores del certamen y los canales de televisión y radioemisoras que lo han transmitido, así como los ganadores de cada edición en las dos competiciones establecidas por la organización del festival:

En noviembre de 2020, se confirmó que, por primera vez en la historia del Festival, no se realizará su edición correspondiente a 2021 debido a la pandemia de COVID-19 en Chile. A través de un comunicado de prensa entregado por la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, se explica que no se reúnen las condiciones sanitarias para la realización del Festival.[25]

En febrero de 1960, el premio para el ganador de la primera edición del Festival fue una placa conmemorativa junto con 500.[37]​ Al año siguiente, se incorporó la Lira de Oro como trofeo a los ganadores.[37]​ En 1969,[38]​ la Gaviota de Plata reemplazó tanto a la Lira de Oro —el premio original para la competencia internacional entre 1961 y 1968 y para la folclórica desde 1961 hasta 1964—[39]​ como al Arpa de Oro[40]​ —el premio para la competencia folclórica entre 1965 y 1968—.[41]​ El monto otorgado al primer lugar de las categorías folclórica e internacional se ha incrementado a lo largo del tiempo —en 1963, subió a Eº 1000; en 1965, a Eº 1500; y en 1966, a Eº 2000—[42]​ hasta alcanzar los USD 35 000 en 2013.[43]

La primera vez que se entregó a un artista que no participaba en la competencia internacional fue en 1972,[44]​ cuando se otorgó al humorista Bigote Arrocet. Dos años después, volvió a recibirla, cuando cantó, entre otras canciones, el tema «Libre», original del artista español Nino Bravo. Pese a las interpretaciones posteriores sobre ello,[45]​ la intención del humorista fue solo homenajear al cantante muerto en abril del año anterior en un accidente automovilístico.[45][46]

Desde fines de los años 1970, se hizo común que el público exigiera la entrega de la Gaviota a los artistas invitados que se destacaban en su actuación. El público del Festival comenzó a aplaudir, ignorar o abuchear a los artistas cada noche, lo que originó su apelativo de El Monstruo por su tradición de «devorar» a aquellos que no eran de su agrado. En 1981, se le entregó la Gaviota de Plata a Camilo Sesto, y a Julio Iglesias, hecho que se repitió en 1988, debido a la presión ejercida por el artista a favor de la entrega José Luis Rodríguez "El Puma". La famosa frase «A veces hay que escuchar la voz del pueblo» dicha por el cantante venezolano, obligó a la alcaldesa de la ciudad de ese entonces Eugenia Garrido a decidir la entrega de la Gaviota de Plata a un artista que no participaba en el concurso de canciones.

Con el correr de los años, la entrega de Gaviotas se repitió, convirtiéndose en tradición, a pesar de que en 1983 la Comisión Organizadora había creado la Antorcha de Plata, en honor a las antorchas que encendía el público de la Quinta Vergara como aprobación a los cantantes. Aunque la Antorcha se originó para reemplazar a la Gaviota y reservarla definitivamente a los participantes, la presión del público obligó a la entrega de Antorchas y Gaviotas.

En 1999, nació la Gaviota de Oro como forma de reconocer a Juan Gabriel por su exitosa presentación en cuatro festivales consecutivos. Sin embargo, Juan Gabriel se retiró días antes, por lo que el trofeo fue entregado a Ricardo Arjona, quien también había tenido una actuación destacable y que había sido elegido el artista más popular ese año. Aunque en 2000 se intentó que este galardón fuese reservado sólo para la especial competencia internacional de ese año, donde se eligió la mejor canción de la historia del certamen internacional, la Gaviota de Oro comenzó a ser repartida de manera indiscriminada. Aunque posteriormente un nuevo intento de regular la entrega de Gaviotas dio origen a la Antorcha de Oro, en los últimos eventos ha sido común la entrega a los artistas invitados de todos los galardones, lo que ha originado diversas críticas y burlas, por lo cual la Gaviota de Oro se dejó de entregar en 2005, pero se restableció en 2011, en su 52.ª versión.

En 2003, se presentó por primera vez en el Festival uno de los mayores exponentes del rock y la música latinoamericana, el argentino Charly García, quien deslumbró al público que lo había esperado por años. En la misma edición, el cantautor italiano Franco Simone por haber reunido treinta años de éxito en Sudamérica con sus canciones traducidas al español, recibió el "Lifetime Achievement Award".

Desde 2005 hasta 2010, los premios otorgados, en orden de importancia, fueron la Antorcha de Plata, la Antorcha de Oro y la Gaviota de Plata. Sin embargo, el público pidió insistentemente la inexistente Gaviota de Oro para algunos artistas, ante lo cual los animadores, para calmar al Monstruo y así poder continuar con los restantes artistas de la jornada, entregaron una Gaviota de Oro simbólica, en forma de una segunda Gaviota de Plata. En ese periodo, recibieron doble Gaviota de Plata en una misma presentación Ricky Martin en 2007, así como Américo y Ricardo Arjona en 2010. Como forma de conmemorar el cincuentenario del evento en 2009, se restableció la Lira de Oro para los ganadores de la competencia, siendo este premio entregado de forma única.

En 2011, abrió el Festival el legendario Roberto Carlos, después de 20 años sin presentarse allí, y se restableció la Gaviota de Oro, que fue otorgada, en la cuarta noche al cantante Chayanne, en la quinta noche a Sting y al grupo Los Jaivas, y en la última noche a Alejandro Sanz.

En 2012 se entregó la Gaviota de Platino por primera vez, especialmente a Luis Miguel, en reconocimiento a sus 30 años de trayectoria celebrados el 22 de febrero de 2012. Además, la alcaldesa de la ciudad, Virginia Reginato, le entregó las llaves de la ciudad como símbolo de cariño y reconociendo la trayectoria del artista. En la edición de 2017, se entregó por segunda vez este galardón, esta vez para Isabel Pantoja, en honor a su amistad con Juan Gabriel, quien murió antes de poder participar junto a ella en el Festival, al final del evento se le entregó igualmente la Gaviota de plata y de Oro al cantautor José Luis Perales siendo este uno de los mayores exponentes de la música de habla hispana y además uno de los grandes invitados a este evento.

En enero de 2015, se decidió eliminar la Antorcha de Plata y la Antorcha de Oro, reemplazándolo por la Gaviota y por un premio para los artistas, esto empezaría desde la edición LVI del Festival Internacional.[47][48]​ El motivo se debe a la "desvalorización" que habría sufrido en años anteriores y a la "excesiva" intervención de los presentadores, que por lo general eran 4 veces las intervenciones al entregar los mismos.[49]



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