x
1

Francisco de Paula de Borbón



¿Qué día cumple años Francisco de Paula de Borbón?

Francisco de Paula de Borbón cumple los años el 10 de marzo.


¿Qué día nació Francisco de Paula de Borbón?

Francisco de Paula de Borbón nació el día 10 de marzo de 1794.


¿Cuántos años tiene Francisco de Paula de Borbón?

La edad actual es 230 años. Francisco de Paula de Borbón cumplió 230 años el 10 de marzo de este año.


¿De qué signo es Francisco de Paula de Borbón?

Francisco de Paula de Borbón es del signo de Piscis.


¿Dónde nació Francisco de Paula de Borbón?

Francisco de Paula de Borbón nació en Aranjuez.


Francisco de Paula Antonio María de Borbón y Borbón-Parma (Aranjuez, 10 de marzo de 1794-Madrid, 13 de agosto de 1865), hijo menor de los reyes Carlos IV y María Luisa de Parma, fue infante de España.

El infante Francisco de Paula nació en el Real Sitio de Aranjuez el 10 de marzo de 1794. Era el decimocuarto hijo del rey Carlos IV de España y su esposa Maria Luisa de Parma y también tataranieto del rey Luis XV de Francia.[2]

Cuando nació, sus padres llevaban ya veinte años casados y él fue el último de sus hijos y como tal era el favorito de su madre.[3]​ Rumores de algunos nobles atribuyeron la paternidad de Francisco de Paula y de su hermana Maria Isabel, a Godoy.[2]​ No existen ninguna prueba en ese sentido y si aparecen indicios contrarios a este hecho como que, su hermano mayor el rey Fernando VII, declarado enemigo de Godoy, no parece que hubiera mantenido a su lado a un hijo del denostado valido como hizo con Francisco de Paula, durante toda su vida.[4]

Fue instruido según un plan de pedagogía educativa inspirado en el suizo Johann Heinrich Pestalozzi, diferente al de sus hermanos mayores, Fernando y Carlos, y que Godoy trataba de extender en España. Su educación se vio bruscamente interrumpida por la invasión francesa, cuando tenía 14 años.

Madrid fue ocupada por las tropas francesas del general Murat el 23 de marzo de 1808, tras la firma del Tratado de Fontainebleau en octubre de 1807 y la consiguiente entrada en España de las tropas aliadas francesas de camino hacia Portugal. Fernando VII y su padre, Carlos IV fueron obligados a reunirse con Napoleón en Bayona, donde se produjeron las abdicaciones de Bayona, que dejaron el trono de España en manos del hermano del emperador, José Bonaparte.

Mientras tanto, en Madrid se constituyó una Junta de Gobierno como representación del rey Fernando VII, aunque el poder efectivo quedó en manos de Murat, que redujo la Junta a un mero títere. El 27 de abril, Murat solicitó, supuestamente en nombre de Carlos IV, la autorización para el traslado a Bayona de los dos hijos de este que quedaban en la ciudad, María Luisa y el infante Francisco de Paula. Si bien la Junta se negó en un principio, tras una reunión en la noche del 1 al 2 de mayo, y ante las instrucciones de Fernando VII llegadas a través de un emisario desde Bayona, finalmente cedió.

El 2 de mayo de 1808, desde primera hora de la mañana, comenzó a concentrarse una multitud de ciudadanos ante el Palacio Real. La muchedumbre conocía la intención de los franceses de sacar de palacio al infante Francisco de Paula para llevarlo a Francia con el resto de la Familia Real, por lo que, al grito de José Blas Molina «¡Que nos lo llevan!», parte del gentío asaltó el palacio. El infante se asomó a un balcón provocando que aumentara el bullicio en la plaza. Este tumulto fue aprovechado por el general Murat, que mandó un destacamento de la Guardia Imperial al palacio, acompañado de artillería, que hizo fuego contra la multitud. Al deseo del pueblo de impedir la salida del infante, se unió el de vengar a los muertos y el de deshacerse de los franceses. Con estos sentimientos, la lucha se extendió por todo Madrid.

Posteriormente el infante acompañó a sus padres, Carlos IV y María Luisa, en su exilio en Fontainebleau, Marsella y Roma, mientras su hermano Carlos y su tío Antonio marchaban al castillo de Valençay junto al primogénito Fernando. Durante su estancia romana, sus padres intentaron encaminarle hacia la carrera religiosa. En 1814, con la caída de Napoleón, su hermano Fernando asciende al trono, pero él permanece junto a su padre en la ciudad italiana. El papa Pío VII llega a conferirle el 19 de junio la tonsura y el 23 del mismo mes las cuatro órdenes menores.[nota 1][5]​ En 1815, terminó su breve carrera eclesiástica, cuando su hermano, como jefe de la casa real, lo nombra capitán general de los ejércitos y consiliario de la Real Academia de San Fernando.[4]

En 1815, los diplomáticos representantes en Europa de las Provincias Unidas del Río de la Plata proyectaron coronarlo como rey de un hipotético Reino Unido del Río de la Plata, Perú y Chile, con el posible apoyo de Carlos IV. El plan no pasó de un proyecto, y nunca fue seriamente tratado en el Río de la Plata, pese a que los dos diplomáticos que idearon el proyecto fueron personajes tan influyentes como Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia.[cita requerida]

Debido a unas turbias relaciones con una amante, con implicaciones financieras, su vuelta a España se retrasa hasta mayo de 1818, cuando su hermano el rey le autoriza a regresar. Realizó este viaje bajo el pseudónimo de conde de Moratalla.[6]​ En la corte, fue nombrado consejero de estado e investido con el hábito de las órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa y es nombrado Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza (1819–1865) y también protector de la Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid además de asignársele varias encomiendas militares como manutención.[4]

El 12 de junio de 1819 contrajo matrimonio con su sobrina, la princesa napolitana Luisa Carlota de Borbón-Dos Sicilias, hija del rey Francisco I y de su hermana María Isabel de Borbón.[7]

En 1820, como miembro del consejo de estado que se reunió el 6 de marzo se sumó a la propuesta de la mayoría de los consejeros que pedían una amnistía y la apertura de Cortes, que darían lugar al denominado Trienio Liberal. Esta postura del infante se interpretó popularmente como un apoyo en favor de los sublevados, aunque realmente Francisco de Paula solo se había unido al mayoritario grupo de consejeros moderados en su deseo de frenar en lo posible la aplicación de la constitución de 1812.[4]

Las Cortes surgidas del Trienio Liberal aprobaron, entre otras medidas, un decreto que anulaba la exclusión del infante Francisco de Paula y de María Luisa de Borbón de la línea de sucesión de la corona, que se había aprobado en las Cortes de Cádiz en 1812, ante el temor de que Napoleón hubiera tramado algún plan para imponer un rey títere.[4]

Tras la reposición en el poder real de Fernando VII, en 1823, durante la denominada Década Ominosa, los infantes Carlos y Francisco de Paula presentaron habitualmente posturas políticas diferentes en el consejo, ya que Carlos recogía la posición de los consejeros más ultrarrealistas y Francisco una posición algo más moderada sin llegar en ningún caso a posiciones liberales, y siempre apoyando a su hermano Fernando.

En 1827, ciertos círculos políticos franceses especularon con la posibilidad de coronar al infante Francisco como emperador de México. El infante y su esposa aceptaron de buen grado esta propuesta, si contaba con el respaldo de las potencias europeas. Sin embargo, Fernando VII, cuando tuvo noticia del proyecto, le ordenó que se retirara de esa aventura.[4]

La muerte, en 1829, de la reina María Josefa Amalia de Sajonia, dio lugar a la elección de María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, hermana de Carlota, la esposa de Francisco, lo que conllevó un mayor acercamiento aún del infante y su esposa a la corona.

Habría sido también presidente de la masonería española como gran maestro del Gran Oriente Nacional de España.[8]​ En 1839 fue elegido soberano gran comendador del Supremo Consejo del Grado 33 para España del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, cargo que desempeñó hasta 1844.[9]

El infante Francisco de Paula tuvo en su vida más interés en el arte que en la política. Recibió en su juventud lecciones de dibujo del pintor y miniaturista Antonio Carnicero y era pintor aficionado. Algunos de sus trabajos, entre los que se incluye un retrato de San Jerónimo ha llegado hasta nuestro días. Su afición principal era sin embargo la música. Hasta 1808, en que salió de España, recibió lecciones de música de Pedro Anselmo Marchal y clases de violín de Francesco Vaccari.[10]​ Ejercía de bajo cantante en representaciones palaciegas junto a músicos profesionales.[11]​ A lo largo de su vida reunió una colección de música, que incluye más de 700 partituras, que fue adquirida por la Biblioteca Nacional de España.[12][13]




Escribe un comentario o lo que quieras sobre Francisco de Paula de Borbón (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!