x
1

Geoffrey Miller



Geoffrey F. Millar (nacido en 1965 en Cincinnati, Ohio) es un psicólogo evolucionista estadounidense que actualmente trabaja como profesor asociado de psicología en la Universidad Estatal de Nuevo México. Conocido por su experiencia en la selección sexual en la evolución del ser humano y la evolución de la inteligencia humana, y por sus teorías sobre como la evolución del cerebro humano se desarrollara por la selección sexual de ornamentación como carácter sexual secundario.[1]

En 1987, Millar se graduó de la Universidad de Columbia, donde ganó un BA en biología y psicología. Recibió su doctorado en psicología cognitiva de la Universidad de Stanford en 1993 bajo la supervisión de Roger Shepard.

Millar tuvo posiciones como un investigador postgrado en el grupo de los sistemas adaptativos y lo evolutivo en la «School of Cognitive and Computing Sciences» en la Universidad de Sussex, entre 1992 y 1994; académico en el departamento de la psicología en la Universidad de Nottingham (1995), las dos en Inglaterra; un científico de la investigación en el «Center for Adaptive Behavior and Cognition» en el Max Planck Institute for Psychological Research, Munich, Alemania (1995–96); y miembro de investigación superior en el «Centre for Economic Learning and Social Evolution» en la University College de Londres, Inglaterra, (1996–2000). Trabajó en la Universidad Estatal de Nuevo México, Albuquerque, vuelto a los Estados Unidos, desde 2001, donde ahora como profesor asociado. En 2009, fue «científico visitante», Grupo de Genetic Epidemiology, Queensland Institute of Medical Research, Australia.

El arranque de la obra de Millar fue la observación teórica de Charles Darwin que la evolución no se conduce solamente por la selección natural sino por el proceso que se llama selección sexual.[2]​ En apoyo de sus puntos de vista sobre la selección sexual en la evolución del ser humano, escribió un libro, The Mating Mind: How Sexual Choice Shaped the Evolution of Human Nature, lo cual dice que las preferencias humanas de aparear, comportamiento de cortejar, la genética del comportamiento y adornos del ciclo de la vida apoyan el valor de la supervivencia de rasgos relacionados con la selección sexual, como el arte, la moralidad, el lenguaje y la creatividad. Dice que los rasgos del diseño adaptativo sugieran que se evolucionaron por el apareamiento mutuo por los dos sexos para anunciar la inteligencia, creatividad, carácter moral y la aptitud heredable. También de forma consistente cita al Fisherian runaway, un modelo creado por Ronald Fisher para explicar fenómenos como el plumaje del pavo real cómo haberse formado por un circuito de realimentación positiva a través de la selección sexual.[3]

En un artículo titulado ¿De que debemos preocuparnos? (What should we be worried about? en inglés) habla de la eugenesia en China y cómo Deng Xiaoping instigó la política de hijo único, «parcialmente por parar el crecimiento poblacional de China, pero también para reducir la fertilidad disgénica». Sostuvo que si China tiene éxito, y dado la lotería (como dice él) de la genética de Mendel quizás incrementaría la CI de su población por 5-15 puntos de CI por generación, y concluye que adentro de un par de generaciones sería «partido terminado por la competencia global del Occidente» mientras espera que el Occidente vaya a acompañar a China en este experimento en cambio de citar «pánico bioético» por luego atacar estas normas.[4]

En su libro de 2009 Spent: Sex, Evolution and the Secrets of Consumerism Miller usó Darwinismo por lograr un entendimiento de cómo el consumismo y la mercadotecnia se han explotados nuestros instintos heredados para exhibir nuestro estatus social por ventaja reproductiva.[5]​ Miller sostiene que en la cultura moderna, dominada por la mercadotecnia, «coolness» al nivel de la conciencia, y las elecciones del consumo conducido por este concepto de «coolness», es una aberración de legajo genético de dos millones de años de haber vivido en grupos pequeños donde el estatus social ha sido una fuerza crítica en la reproducción. La tesis de Miller es que la mercadotecnia persuada a la gente, y especialmente a los jóvenes, y que la manera más efectiva para exhibir el estatus está en las elecciones del consumo, en cambiar de expresar tales rasgos como la inteligencia y la personalidad para usar formas de comunicación más naturales, como la conversación simple.[6]

Miller sostiene que los mercadólogos tienen una tendencia todavía a usar modelos simplistas de la naturaleza humana que faltan informarse de los avances en la psicología evolucionista y la ecología de comportamiento. Como un resultado de este, los mercadólogos «todavía creen que se compra productos de primer grado para exhibir riqueza, estatus y sabores, y pierdan los rasgos mentales más profundos que la gente de verdad se programa a exhibir - como la bondad, la inteligencia y la creatividad». Esto, afirma, límite el éxito de la mercadotecnia.[7]

Los intereses clínicos de Miller son la aplicación de la teoría de indicadores de la aptitud por entender las síntomas, demografía y comportamiento genético de la esquizofrenia, y los trastornos del estado de ánimo. Sus otros intereses abarcan los orígenes de las preferencias humanas, estética, funciones de utilidad, el comportamiento humano estratégico, teoría de juegos, los experimentos económicos, los efectos de la ovulación en las preferencias de apareamiento en hembras y los legajos intelectuales de Darwin, Friedrich Nietzsche, y Thorstein Veblen.

En 2007, Millar, Joshua Tyber y Brent Jordan publicaron un artículo en Evolution and Human Behavior, que concluyó que las bailadoras de regazo ganaron más dinero durante sus ovulaciones.[8]​ Por este artículo Millar, Tyber y Jordan ganaron el Premio Ig Nobel de Economía en 2008.[9]

El 2 de junio de 2013, Miller tuiteó por Twitter que dijo: «Queridos aspirantes obesos por doctorados: si ustedes no tienen la voluntad a parar de comer carbohidratos tampoco vayan a tener la voluntad a cumplir una disertación #verdad».[10]​ Después Miller borró los tuiteos y emitió dos disculpas. Uno dijo «Mis disculpas más sinceras a todos por aquel tuiteo idiota, impulsivo y mal juzgado. No refleja mis puntos de vista, valores y normas verdaderos», pero no antes que el comentario se notó las fuentes de noticias mayores. Recibió criticismo adicional de Linda Bacon, una profesora de la nutrición en la Universidad de California en Davis.[11]​ Pascal Wallisch, investigador científico al Center for Neural Science en New York University, sostiene que, no importa si la declaración es ofensiva, es incorrecta basadas en los hechos.[12]

Miller dijo que el tuiteo fue parte de un proyecto de investigación.[13]​ El Consejo institucional de Reseñas de Universidad Estatal de Nuevo México, la universidad de Miller, y de la Universidad de Nueva York, donde estuvo un profesor visitante, dieron declaraciones en que dijeron que el tuiteo de Miller fue «auto-promocional» y no se podría considerar una investigación.[14]​ La Universidad Estatal de Nuevo México censuró formalmente a Miller en agosto de 2013.[15]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Geoffrey Miller (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!