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Deng Xiaoping



Deng Xiaoping (en chino simplificado, 邓小平; en chino tradicional, 鄧小平; pinyin, Dèng Xiǎopíng; Wade-Giles, Teng Hsiao-p'ing Acerca de este sonido (Escuchar) ; Guang'an, Sichuan, 22 de agosto de 1904 - Pekín, 19 de febrero de 1997) fue un político chino, máximo líder de la República Popular China desde 1978 hasta los últimos años de su vida. Es ampliamente conocido como el "Arquitecto General de Reforma y Apertura" de China.[1][2]

Miembro del Partido Comunista de China desde sus años de estudio en Francia y en la Unión Soviética, Deng se convertiría en uno de los dirigentes más importantes del Partido Comunista durante la época de Mao Zedong. Sin embargo, su cercanía ideológica al entonces presidente de la República Popular Liu Shaoqi, lo convirtió en uno de los blancos de la Revolución Cultural, campaña de reafirmación ideológica impulsada por Mao, presidente del partido, para mantener el poder frente a los reformistas como Deng y Liu, quienes fueron acusados de derechistas y contrarrevolucionarios. Apartado de la cúpula del poder durante esos años de conmoción ideológica, Deng acabaría volviendo a un primer plano de la actividad política tras la muerte de Mao, imponiéndose finalmente al sucesor de este, Hua Guofeng, en la lucha por el poder. A diferencia de su antecesor, sus apariciones públicas fueron escasas.

A fines de la década de 1970, Deng lanzó el programa "Boluan Fanzheng", que corrigió los errores de la Revolución Cultural y devolvió al país al orden. Bajo su liderazgo, la República Popular China emprendió las reformas económicas (Reforma y Apertura) de liberalización de la economía socialista,[3]​ que permitieron a este país alcanzar unas impresionantes cuotas de crecimiento económico.[4]​ A principios de 1979, comenzó una guerra de un mes con Vietnam. En 1980, Deng lanzó las reformas políticas de China, y en 1982 la nueva constitución de China fue aprobada por el Asamblea Popular Nacional de China.[5]​ En 1986, lanzó el Programa 863 de ciencia y tecnología de China.[6]​ Frente a estos éxitos en la economía, Deng ejerció un poder de marcado carácter autoritario, y su papel fue decisivo en la represión violenta de las protestas de la Plaza de Tian'anmen en 1989. En 1992, Deng reanudó y reforzó la Reforma y Apertura durante la Inspección del Sur.[7]

Durante los últimos años de su vida, Deng no ocupaba ya ningún cargo político y, aquejado de la enfermedad de Parkinson, apenas podía seguir los asuntos de estado. Con todo, se le siguió considerando el líder supremo de China hasta su muerte, acaecida el 19 de febrero de 1997, justo antes de la transferencia de soberanía de Hong Kong. Deng fue nombrado Persona del Año por la revista Time en 1978 y 1985.[8][9]​ La teoría de "Socialismo con características chinas" de Deng Xiaoping está escrita en la Constitución de China en 1999.[10]

Deng, cuyo nombre original era Xīxián (希賢), nació en la pequeña localidad de Paifang en el distrito de Guang'an de la provincia de Sichuan, a unos 160 km de Chongqing, en el seno de una familia de origen hakka, aunque asentada en Sichuan por varias generaciones. Su padre, Deng Wenming, poseía algunas tierras, lo cual permitía a la familia Deng tener una posición modestamente acomodada.

Tras estudiar en Guang'an hasta los catorce años de edad, en 1919 ingresó junto a su tío Deng Shaosheng, tres años mayor que él, en un colegio de Chongqing que impartía clases de francés y preparaba a los estudiantes para proseguir estudios en Francia. No se conocen las razones que pudieron llevar a una familia rural a elegir una educación internacional para los dos jóvenes. En cualquier caso, Deng Xiaoping, por entonces todavía Deng Xixian, pasó poco más de un año en dicha escuela, donde estudió francés, y en 1920 viajó a Francia junto a su tío. Tras viajar primero por barco a lo largo del Yangzi hasta Shanghái, embarcaron con rumbo a Francia junto a un grupo de estudiantes chinos, llegando a la ciudad de Marsella en noviembre de ese año.

En Francia, Deng Xiaoping estudió y trabajó en varias ciudades, sin apenas recursos para subsistir. Allí entraría en contacto con otros chinos emigrados a Europa, como Zhou Enlai, a través de los cuales conoció el incipiente movimiento comunista que estaba naciendo en China. Apenas se conocen los detalles de cuándo y cómo se incorporó Deng al movimiento comunista. Según su biografía oficial, en 1922 se unió al llamado Partido Comunista de los Jóvenes Chinos en Europa (que más adelante pasaría a llamarse Liga de Jóvenes Socialistas Chinos en Europa) y en 1924 pasó a formar parte del Partido Comunista de China, fundado en Shanghái unos años antes por Chen Duxiu y Li Dazhao (entre otros) con apoyo soviético.

Durante estos años en Europa, Deng comenzó a escribir artículos en una revista llamada Luz Roja, publicada por los comunistas chinos en Francia. En aquellos escritos de juventud se revelaba ya una ideología radical, que veía en la revolución comunista la solución a los problemas de China.

En 1926 Deng viajó a Moscú, donde pasaría 11 meses estudiando junto a otros comunistas chinos, primero en la Universidad Comunista de los Trabajadores del Este, destinada a la formación de jóvenes procedentes de Asia Oriental y después en la Universidad Sun Yat-sen, también orientada a estudiantes asiáticos. Allí, Deng pasó un año estudiando los principios del marxismo-leninismo. Entre sus compañeros de clase se encontraba Chiang Ching-kuo, hijo de Chiang Kai-shek, dirigente del Kuomintang y posterior hombre fuerte en Taiwán tras la derrota de los nacionalistas en la Guerra Civil China.

A finales de 1926 Deng abandonó la URSS para volver a China, donde se unió al ejército de Feng Yuxiang, líder militar del noroeste de China, que había pedido ayuda a la Unión Soviética en su lucha con otros dirigentes locales de la región. En aquel momento la Unión Soviética, a través de la Komintern, apoyaba la alianza de los comunistas chinos con los nacionalistas del Kuomintang (KMT), el partido fundado por Sun Yat-sen que, aunque no comunista, compartía muchos de los principios organizativos del leninismo.

No se conocen bien los detalles de la salida de Deng de Moscú ni de su regreso a China, pero parece que llegó a Xi'an, la plaza fuerte de Feng Yuxiang, en marzo de 1927, y formaría parte del ejército de este líder militar hasta la ruptura de la alianza entre el KMT y los comunistas tras la Expedición del Norte. Esta ruptura fue provocada por Chiang Kai-shek, el sucesor de Sun Yat-sen, que comenzó la persecución de los comunistas, obligando a estos a huir de las zonas controladas por el KMT. En ese año de 1927 Chiang vio reforzada su posición como líder del KMT al conseguir controlar gran parte del sur y el este de China, estableciendo la capital de la República de China en Nankín. Tras la ruptura de la alianza entre comunistas y nacionalistas, Feng Yuxiang se situó del lado de Chiang Kai-shek, y los comunistas que participaban en su ejército, como Deng Xiaoping, se vieron obligados a huir.

Tras abandonar el Ejército del Noroeste, Deng recaló en la ciudad de Wuhan, donde los comunistas chinos tenían en aquel momento su cuartel general. En esa época comenzó a utilizar el sobrenombre "Xiaoping" y ocupó posiciones destacadas en el aparato del PCCh. Participó en la histórica sesión de emergencia del 7 de agosto de 1927, en la que, por iniciativa soviética, se destituyó al fundador del partido Chen Duxiu (quien posteriormente encabezaría el movimiento trotskista chino) y Qu Qiubai pasó a ser el nuevo secretario general. En Wuhan, Deng entabló contacto por vez primera con Mao Zedong, por entonces un militante poco valorado por los dirigentes pro-soviéticos del partido, conocidos como los Veintiocho Bolcheviques.

Entre 1927 y 1929 Deng Xiaoping residió en Shanghái, donde colaboró en la organización de protestas clandestinas que serían perseguidas con dureza por las autoridades anticomunistas del Kuomintang. La muerte de muchos militantes comunistas en aquellos años llevó a un descenso en el número de miembros del PCCh, lo cual permitió a Deng Xiaoping ascender posiciones rápidamente en la jerarquía del mismo. Durante esta etapa en Shanghái Deng contrajo matrimonio por primera vez, con una chica a la que había conocido en Moscú, llamada Zhang Xiyuan.

A partir de 1929 participó en la lucha contra el Kuomintang en la provincia (actualmente región autónoma) de Guangxi. La superioridad de las fuerzas de Chiang Kai-shek provocó un número enorme de bajas en las filas comunistas. La estrategia de los dirigentes del Partido resultó un fracaso que causó la muerte de muchísimos militantes. Fue en este momento cuando ocurrió uno de los episodios más confusos en la biografía de Deng Xiaoping: en marzo de 1931 abandonó el 7.º Ejército Rojo de China y aparecería algún tiempo más tarde en Shanghái. La biografía oficial afirma que a Deng Xiaoping le habrían encargado sus superiores alejarse del frente de batalla y desplazarse a Shanghái, donde se encontraban los líderes comunistas en la clandestinidad. No se puede descartar, en cualquier caso, que Deng hubiera desertado en ese momento. Este episodio poco claro en su biografía sería utilizado en su contra durante la época de la llamada Revolución Cultural, en la década de 1960.

Al volver a Shanghái, Deng conoció el hecho trágico de la muerte de su esposa y de su hija recién nacida. Además, se encontró con que también muchos de sus antiguos camaradas habían muerto como resultado de la represión anticomunista de los nacionalistas del Kuomintang.

Las campañas contra los comunistas en las grandes ciudades supusieron un duro revés para el Partido y en particular para la línea de actuación defendida por los asesores soviéticos de la Komintern, que veían en la movilización del proletariado urbano la estrategia correcta para el avance del comunismo. Frente a esta visión urbana de la revolución, basada en la experiencia soviética, el emergente Mao Zedong veía en el medio rural la auténtica fuerza revolucionaria en China, y sería en el campo, en una zona montañosa de la provincia de Jiangxi, donde Mao conseguiría establecer un sistema comunista, el embrión de un futuro Estado socialista chino, que adoptó el nombre oficial de República Soviética de China, aunque a menudo se le ha denominado simplemente el "Sóviet de Jiangxi".

Una de las ciudades más importantes en la zona controlada por los comunistas era Ruijin, en donde Deng Xiaoping asumió el cargo de secretario de Comité del PCCh en el verano de 1931. Un año después, en el invierno de 1932, pasó a desempeñar el mismo cargo en el distrito cercano de Huichang. En 1933 se convertiría en director del departamento de propaganda del Comité Provincial del PCCh en Jiangxi. En esta época se casó por segunda vez, esta vez con una joven llamada Jin Weiying, a la que había conocido en Shanghái.

Los éxitos del Sóviet de Jiangxi hicieron que la cúpula de líderes del Partido se desplazara a Jiangxi desde Shanghái. El enfrentamiento entre las ideas de Mao y las de los todavía líderes del Partido y sus asesores soviéticos era cada vez más acusado, y la lucha por el poder entre las dos facciones tuvo como una de sus consecuencias la destitución de Deng, afín a las ideas de Mao, de su cargo en el departamento de propaganda.

A pesar de los enfrentamientos internos en el seno del Partido, el Sóviet de Jiangxi se convirtió en el primer experimento exitoso de un gobierno comunista en el medio rural chino. Se llegaron incluso a emitir sellos y papel moneda con el membrete de la República Soviética de China, y el ejército de Chiang Kai-shek decidió finalmente atacar la zona comunista.

Rodeados por el Ejército Nacional Revolucionario, mucho más poderoso y mejor equipado que las fuerzas comunistas, los comunistas se vieron obligados a huir de Jiangxi en octubre de 1934. Así se inició la histórica huida a través del interior de China conocida como la Larga Marcha.

La Larga Marcha se convirtió en el acontecimiento épico que marcaría un punto de inflexión en el desarrollo del movimiento comunista en China. La salida de Jiangxi fue difícil, ya que el ENR había tomado posiciones en torno a toda la zona bajo control comunista. Avanzando por zonas aisladas y montañosas, unos 80.000 hombres (y algunas mujeres) consiguieron huir de Jiangxi iniciando un largo periplo por el interior del país que acabaría en la provincia norteña de Shaanxi un año después, adonde llegarían apenas 8.000 o 9.000 hombres de los 80.000 que habían salido de Jiangxi.

Desde la Reunión de Zunyi, al principio de la Larga Marcha, Mao Zedong se había convertido en el nuevo líder del Partido Comunista de China, desalojando del poder - para consternación de los soviéticos - a los llamados Veintiocho Bolcheviques, liderados por Bo Gu y Wang Ming. La línea pro-soviética del Partido Comunista de China había terminado y un nuevo partido de inspiración rural surgía bajo el liderazgo de Mao Zedong. Deng Xiaoping se había convertido de nuevo en una figura destacada en el partido, que desde el norte acabaría venciendo en la guerra civil contra el Kuomintang.

El enfrentamiento entre los dos partidos chinos se vería interrumpido, sin embargo, por la invasión japonesa, que forzó al Kuomintang a aliarse por segunda vez con los comunistas para la defensa de la integridad nacional frente a la agresión exterior.

La invasión de las tropas japonesas en 1937 marcó el comienzo de la Segunda Guerra Sino-Japonesa. Para algunos, marcó el auténtico comienzo de la Segunda Guerra Mundial como conflicto global. Durante la invasión, Deng Xiaoping permaneció en la zona controlada por los comunistas en el norte, donde asumió el papel de comisario político de una de las tres divisiones en que se había reestructurado el Ejército Rojo chino.

Deng permaneció durante la mayor parte del conflicto contra los japoneses en el frente de guerra en la zona limítrofe de las provincias de Shanxi, Henan y Hebei, desde donde viajó varias veces a la ciudad de Yan'an, donde Mao había establecido la base de la dirección del PCCh. En uno de sus viajes a Yan'an, en 1939, contrajo matrimonio por tercera y última vez en su vida, con Zhuo Lin, una joven natural de Kunming que, como otros jóvenes de la época, había viajado a Yan'an para unirse a los comunistas.

Tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial Deng Xiaoping viajó a Chongqing, la ciudad en la que Chiang Kai-shek había establecido su gobierno durante la invasión japonesa, para participar en las conversaciones de paz entre nacionalistas y comunistas. Los resultados de esas conversaciones no fueron positivos y el enfrentamiento militar entre los dos partidos antagónicos se reanudó poco después de dicha reunión.

Mientras Chiang Kai-shek recomponía el gobierno en Nankín, la capital de la República de China, los comunistas luchaban por controlar el medio rural. Siguiendo una táctica de guerrillas amenazando desde sus posiciones en la zona rural a las ciudades, bajo el control del gobierno de Chiang, y a sus líneas de abastecimiento, los comunistas fueron aumentando el territorio bajo su control e incorporando a cada vez más soldados que desertaban del ENR.

En esta fase final de la guerra contra el Kuomintang, Deng Xiaoping ejerció de nuevo un papel fundamental como responsable político y de propaganda. Comisario político de la división del ejército comunista comandada por Liu Bocheng, participó en la difusión de las ideas de Mao Zedong, convertidas en fundamento ideológico del Partido Comunista de China. Su labor en tareas políticas e ideológicas, junto a su condición de veterano de la Larga Marcha, lo situaron en una posición de privilegio en el seno del Partido para ocupar cargos de poder después de que el PCCh consiguiera, finalmente, derrotar a Chiang Kai-shek en el continente y fundar en 1949, tras la victoria, la actual República Popular China.

El 1 de octubre de 1949, Deng Xiaoping asistió en Pekín a la proclamación de la nueva República Popular China. En ese momento, el PCCh ya controlaba todo el norte del país, pero aún quedaban partes del sur del país en poder de las fuerzas del Kuomintang. Deng Xiaoping se convirtió en el encargado de dirigir la toma (o "liberación", en el lenguaje utilizado habitualmente en la República Popular China) del suroeste del país, en su condición de primer secretario del Departamento del Suroeste. Este organismo tenía la misión de gestionar la toma de poder definitivo sobre esa parte del país donde, por un lado, amplias zonas permanecían aún en poder del Kuomintang, mientras que, por otro lado, la mayor parte del Tíbet había sido independiente de facto durante muchos años.

El gobierno del Kuomintang, tras verse obligado a abandonar Nankín primero y después Cantón, había establecido la capital provisional de nuevo en Chongqing, como en la época de invasión japonesa. Allí, Chiang Kai-shek junto a su hijo Chiang Ching-kuo (antiguo compañero de estudios de Deng Xiaoping en Moscú) se afanaban por detener el avance comunista.

Bajo el control político de Deng Xiaoping, el Ejército Popular de Liberación conquistó Chongqing a principios de diciembre de 1949 y unos días después entraba triunfante en Chengdu, último reducto de poder de Chiang Kai-shek en China continental. A partir de ese momento, Deng asumió el cargo de alcalde de Chongqing, además de ser el máximo dirigente del PCCh en el suroeste, donde poco a poco el EPL acababa con los focos de resistencia nacionalista. En 1950, el nuevo Estado lograba también el control sobre el Tíbet.

Deng Xiaoping pasaría tres años en Chongqing, la ciudad en la que había estudiado en su adolescencia antes de ir a Francia. En 1952 se trasladó a Pekín, donde ocuparía diversas posiciones en el gobierno central.

En julio de 1952 Deng volvió a Pekín para asumir los cargos de Viceprimer Ministro y Vicepresidente de la Comisión de Economía y Finanzas. Poco después ocuparía los cargos de Ministro de Finanzas y de director de la Oficina de Comunicaciones. En 1954 abandonó todos estos cargos, excepto el de Viceprimer Ministro, para pasar a ser secretario general del Comité Central del Partido, director del Departamento de Organización y vicepresidente de la Comisión Nacional de Defensa.

En 1955, tras la V Sesión Plenaria del VII Comité Central, ingresó en el Buró Político del Partido Comunista de China. Al año siguiente, en 1956, después del VIII Congreso Nacional del PCCh y tras la I Sesión Plenaria del VIII Comité Central, pasó a formar parte del Comité Permanente del Buró Político, la cúpula de poder de la República Popular China. Ocupó también el puesto de secretario general del Comité Central, una de las posiciones más altas en la compleja jerarquía de poder del Estado, cargo que seguiría desempañando durante los siguientes diez años, hasta 1966. Durante todo ese tiempo, Deng efectuó una labor muy importante en la organización del Estado chino. Fue prácticamente la mano derecha de Liu Shaoqi, a la sazón Presidente de la República Popular China entre 1957 y 1968.

Tanto Liu como Deng habían apoyado a Mao en las campañas de masas de la década de 1950, en las que se atacó a los burgueses y capitalistas y se promovió la fidelidad ideológica al proyecto comunista. Sin embargo, el fracaso económico del Gran Salto Adelante hizo surgir las críticas hacia la capacidad de gestión económica de Mao. El destacado dirigente comunista y veterano militar Peng Dehuai llegó a criticar abiertamente a Mao. Liu Shaoqi y Deng Xiaoping, aunque más cautos, comenzaron a tomar las riendas de la política económica, dejando a Mao en un papel simbólico como referente ideológico. Esto fue particularmente cierto después de la "Conferencia de los 7000 cuadros" a principios de 1962. Mao aceptó ceder la presidencia de la República Popular a Liu, mientras conservaba sus puestos como líder del Partido y del Ejército.

En 1963 Deng viajó a Moscú encabezando la delegación china que se reunió con el sucesor de Stalin, Nikita Jrushchov. Las relaciones entre la República Popular China y la Unión Soviética habían empeorado desde la muerte de Stalin, y tras esta reunión - en que no se logró ningún acuerdo - se consumó la llamada ruptura sino-soviética, que en la práctica supuso la suspensión casi total de las relaciones entre los dos grandes regímenes comunistas del mundo en aquel momento.

Durante estos años, Liu Shaoqi y Deng Xiaoping comenzaron a aplicar reformas económicas invirtiendo las políticas del Gran Salto Adelante. Esta situación movió a Mao a pasar a la acción para recuperar el control total sobre el Estado. Apelando a su espíritu revolucionario, Mao lanzaba la llamada Revolución Cultural, con la que alentaba a las masas a erradicar a los capitalistas y derechistas infiltrados en el Partido, entre estos los propios Liu y Deng.

La conocida como "Gran Revolución Cultural Proletaria" fue un movimiento de masas promovido por el propio Mao Zedong en la década de 1960. Este, recurriendo a su lenguaje más revolucionario y apoyándose en colaboradores fieles y más jóvenes como Lin Biao, alentó a las masas a mantener a toda costa el espíritu revolucionario ante la posibilidad de que, en momentos de debilidad de la revolución, derechistas y capitalistas infiltrados pudieran llevar a cabo políticas contrarias a la auténtica ideología del Partido.

El objetivo de Mao al lanzar la Revolución Cultural parecía haber sido recuperar su poder, que había sido cuestionado tras el fracaso económico del Gran Salto Adelante. Frente al intento de Deng y Liu de apartar a Mao del día a día de las tareas de gobierno, Mao movilizó sobre todo a los jóvenes para que atacaran a quienes no eran fieles a su liderazgo. En esta época aparecieron una gran cantidad de carteles en que se condenaba a Liu Shaoqi y a Deng Xiaoping como capitalistas y derechistas. Al mismo tiempo, el culto a la personalidad de Mao, promovido por Lin Biao, alcanzó sus cotas más extremas.

Durante el año 1968, Deng y su esposa Zhuo Lin permanecieron en su casa de Pekín bajo arresto domiciliario por los Guardias Rojos, la milicia creada en torno a la figura de Mao y compuesta principalmente por jóvenes estudiantes. En octubre de ese año, el VIII Congreso del PCCh despojaba a Deng de todos sus cargos y en 1969 era enviado a la provincia de Jiangxi, donde junto a su mujer trabajó en un taller de tractores. Su familia padecería los peores excesos de la violencia de la Revolución Cultural: su hijo Deng Pufang quedó parapléjico tras ser arrojado por una ventana de la Universidad de Pekín por jóvenes guardias rojos que lo acusaron de capitalista.

El punto de inflexión en la situación de Deng se produjo tras la misteriosa muerte de Lin Biao, el sucesor de Mao, en 1971. Deng Xiaoping empezó a ponerse en contacto con sus colaboradores que permanecían en Pekín, donde la situación parecía estar calmándose. En agosto de 1972 envió una carta a Mao pidiendo disculpas por sus "actos contrarrevolucionarios". Esta actitud le permitió ser rehabilitado en febrero de 1973, cuando se le ordenó volver a Pekín, donde se incorporaría de nuevo a la dirección del Partido.

Tras recuperar sus cargos oficiales el 20 de marzo de 1973, el papel de Deng Xiaoping no tendría todavía la importancia que había tenido anteriormente. Su trabajo se centraba sobre todo en las relaciones exteriores, ya que Mao y - principalmente - la Banda de los Cuatro controlaban con firmeza la política interior.

Tras la muerte de Lin Biao y la rehabilitación de Deng, este era uno de los candidatos a suceder a Mao Zedong, tema recurrente en la época dada su avanzada edad y precario estado de salud. Sin embargo, Mao elegiría finalmente como sucesor a un miembro poco conocido del partido llamado Hua Guofeng.

El 5 de abril de 1976, durante la fiesta de Qingming, se produjeron protestas en la Plaza de Tian'anmen de Pekín, en las manifestaciones de duelo por el reciente fallecimiento del primer ministro Zhou Enlai, ocurrido en enero de ese año. Deng fue culpado de los desórdenes y despojado, una vez más, de sus cargos.

Así, con Deng Xiaoping apartado del poder una vez más, Hua Guofeng asumiría la responsabilidad, como sucesor de Mao, de mantener el sistema maoísta tras la muerte de este el 9 de septiembre de 1976.

Tras la muerte de Mao Zedong, Deng Xiaoping se encontraba en Pekín apartado de sus cargos políticos. La lucha por el poder se estableció entre, por un lado, Hua Guofeng, el sucesor designado por el propio Mao, y, por otro, la Banda de los Cuatro, el grupo de cuatro dirigentes del partido, entre ellos la esposa de Mao, Jiang Qing, que habían llevado a cabo la organización de la Revolución Cultural.

Hua Guofeng hizo arrestar a la Banda de los Cuatro, culpándolos de los peores excesos y desórdenes de la Revolución Cultural. De esta manera, Hua parecía consolidar su poder, y la Banda de los Cuatro se convertía en el chivo expiatorio de las acciones más radicales de los últimos años del maoísmo. Esto permitía a Hua presentarse a sí mismo como fiel heredero y continuador del legado del presidente Mao.

Sin embargo, mientras que Hua contaba con pocos apoyos dentro del partido, muchos de los dirigentes que habían sufrido las purgas de la Revolución Cultural apoyaban a Deng Xiaoping, que, desde su exilio voluntario en la ciudad sureña de Cantón, había solicitado su rehabilitación. El prestigio personal de Deng parece haber llevado a Hua Guofeng y sus colaboradores a aceptar su rehabilitación política. El 22 de julio de 1977, durante la Tercera Sesión Plenaria del X Congreso del Comité Central del Partido Comunista, Deng volvía al gobierno, recuperando los cargos de viceprimer ministro, vicepresidente del Comité Central del Buró Político, vicepresidente de la Comisión Militar y jefe del Estado Mayor del Ejército Popular de Liberación.

Al mismo tiempo, partidarios de Deng Xiaoping, como Zhao Ziyang, líder del partido en Sichuan, aumentaban su influencia en el partido gracias a los éxitos de las reformas económicas a pequeña escala en el medio rural.

Después de que la Revolución Cultural terminó en 1976 con la Muerte de Mao, Deng Xiaoping propuso por primera vez la idea de "Boluan Fanzheng" en septiembre de 1977.[11][12]​ Deng dirigió este influyente programa intentando corregir los errores de la Revolución Cultural. Gracias a los apoyos de otros dirigentes del partido y a haber recuperado sus cargos oficiales, en 1978 el ascenso hacia el poder de Deng era ya imparable. A pesar de que Hua Guofeng acaparaba formalmente los máximos cargos en la República Popular, su posición, sin apenas apoyos, era cada vez más difícil. En diciembre de 1978, durante la Tercera Sesión Plenaria del XI Congreso del Comité Central del Partido Comunista de China, Deng Xiaoping se hacía con las riendas del poder.

De hecho, la política china de los siguientes años estaría marcada por las líneas maestras definidas en el discurso pronunciado por Deng Xaoping en aquella reunión. Sus colaboradores pasaron a ocupar posiciones en el Buró Político, y Hua Guofeng, aun cuando conservaba los tres cargos de presidente del partido, primer ministro del Consejo de Estado y presidente de la Comisión Militar Central, se vio relegado a posiciones secundarias. Se repetía así una situación muy común a lo largo de la historia china, en la que los cargos nominales a menudo guardan poca relación con el poder real.

A partir de 1979 se aceleraron las reformas económicas de tipo capitalista, aunque manteniendo la retórica de estilo comunista. Al mismo tiempo, propuso los "Cuatro Principios Fundamentales" en marzo de 1979.[13]​ El sistema de comunas fue desmantelado progresivamente y los campesinos empezaron a tener más libertad para administrar las tierras que cultivaban y vender sus productos en los mercados. Al mismo tiempo, la economía china se abría al exterior. El 1 de enero de ese mismo año, Estados Unidos pasaba a reconocer diplomáticamente a la República Popular China, abandonando a las autoridades de Taiwán, y los contactos comerciales entre China y Occidente empezaron a crecer. Ya a finales de 1978, la empresa aeronáutica Boeing había anunciado la venta de varios aviones 747 a las líneas aéreas de la República Popular China, y la empresa de bebidas Coca-Cola había hecho pública su intención de abrir una planta de producción en Shanghái.

A comienzos de 1979, Deng Xiaoping llevó a cabo una visita oficial a Estados Unidos, durante la cual se entrevistó en Washington con el presidente Jimmy Carter y con varios congresistas, y visitó el centro espacial de la NASA en Houston, así como las sedes de Boeing y Coca-Cola en Seattle y Atlanta, respectivamente. Con estas visitas tan significativas, Deng dejaba claro que las nuevas prioridades del régimen chino eran el desarrollo económico y tecnológico.

Fiel a su famosa frase de que "da igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones", pronunciada en 1960, y que tantas críticas le había ocasionado, Deng Xiaoping, junto a sus más cercanos colaboradores, como Zhao Ziyang, que en 1980 relevaba a Hua Guofeng como primer ministro, y Hu Yaobang, que en 1981 hacía lo propio con el cargo de presidente del partido, tomaba las riendas del poder y con el propósito de avanzar en las llamadas "Cuatro Modernizaciones" (de la economía, la agricultura, el desarrollo científico y tecnológico y la defensa nacional) ponía en marcha un ambicioso plan de apertura y liberalización de la economía. El último cargo de poder que mantuvo Hua Guofeng, el de presidente de la Comisión Militar Central, pasaba precisamente a Deng Xiaoping en 1981. Como consecuencia de la Revolución Cultural, la seguridad pública en todo el país empeoró a fines de la década de 1970 y principios de la década de 1980, y como resultado Deng lanzó la campaña antidelincuencia de 1983, que duró hasta principios de 1985.

A diferencia de Hua Guofeng, que había necesitado acaparar cargos para demostrar su autoridad, Deng solo ocupó formalmente el cargo de presidente de la Comisión Militar Central, pero nadie ponía en duda ya su papel de líder supremo de la República Popular China.

Durante los años 1980, Deng dirigió la expansión de la economía y, en el plano político, se hizo cargo de las negociaciones con el Reino Unido para la devolución del territorio de Hong Kong, entrevistándose personalmente con la primera ministra británica Margaret Thatcher. Fruto de esas negociaciones fue la Declaración Conjunta Sino-Británica firmada el 19 de diciembre de 1984, que acordaba la devolución a China del territorio de Hong Kong para 1997. El gobierno chino se comprometía a respetar el sistema económico y de libertades individuales de la entonces colonia británica durante los cincuenta años siguientes a la devolución. Portugal, presionado por las autoridades chinas, aceptaba acordar la devolución de su colonia de Macao en 1999, con un acuerdo a grandes rasgos igual al de Hong Kong. La devolución de estos dos territorios se basaba en el principio político formulado por el propio Deng conocido como "un país, dos sistemas", que se refiere a la convivencia bajo una única autoridad política de territorios con sistemas económicos diferentes, comunista y capitalista. Aunque esta teoría se aplicó a los casos de Hong Kong y Macao, parece que la intención de Deng Xiaoping era presentarla como una opción atractiva a los ciudadanos de Taiwán para una eventual incorporación de esta isla, reivindicada como territorio chino, a la República Popular.

En el ámbito económico, el rápido crecimiento se enfrentaba a varios problemas. Por un lado, el censo de población de 1982 había revelado el extraordinario crecimiento de la población china, que rebasaba ya los mil millones de personas. Deng Xiaoping continuó los planes iniciados por Hua Guofeng para restringir la natalidad imponiendo la Ley del Hijo Único, por la cual la mayoría de las parejas solamente podían tener un único hijo bajo pena de sanciones administrativas. Por otro lado, la creciente libertad económica se estaba traduciendo en una mayor libertad de opinión y empezaban a surgir voces críticas con el sistema, como el famoso disidente Wei Jingsheng, que acuñó la expresión "quinta modernización" para referirse a la democracia, elemento ausente de los planes renovadores de Deng Xiaoping. A finales de los años 1980, el descontento con el autoritarismo del régimen y las desigualdades crecientes provocaron la mayor crisis de la etapa de poder de Deng Xiaoping.

La muerte de Hu Yaobang el 15 de abril de 1989 desencadenó numerosas protestas en el país. En la Plaza de Tian'anmen de Pekín, las manifestaciones de duelo por la muerte de Hu, reformista que había sido apartado del poder dos años antes, se transformaron poco a poco en una numerosa concentración de personas, en su mayoría estudiantes jóvenes que reclamaban más libertades y la salida del poder de políticos conservadores como el primer ministro Li Peng. Las protestas se intensificaron, y el 20 de mayo se declaraba la ley marcial. A pesar de ello, los manifestantes no abandonaron la plaza y la continuación de las protestas provocó la división en el Buró Político del Partido Comunista. Por un lado, los reformistas como Zhao Ziyang defendían la posibilidad de una salida dialogada mientras que el primer ministro Li Peng defendió el uso de la fuerza militar para desalojar la plaza y acabar con las protestas. Aunque no se conocen bien los detalles, las informaciones que se han ido filtrando en los últimos años parecen confirmar que Deng Xiaoping vaciló durante bastante tiempo hasta que finalmente dio la razón a Li Peng y autorizó el uso de la fuerza el 4 de junio.

La represión violenta de las protestas se cobró un número aún desconocido de víctimas, entre 400 y varios miles de fallecidos dependiendo de las fuentes. Zhao Ziyang, al que hasta entonces se le había considerado el sucesor natural de Deng Xiaoping, fue desalojado del poder y pasaría el resto de su vida, hasta su muerte en el año 2005, bajo arresto domiciliario, mientras que el sector conservador encabezado por Li Peng se fortalecía en el seno del partido. Sin embargo, Deng Xiaoping no eligió a Li Peng como sucesor. En su lugar, Deng llamó al hasta entonces alcalde de Shanghái Jiang Zemin, que había logrado mantener el orden público en Shanghái durante las protestas, y lo situó como sucesor suyo en el Buró Político, cediéndole el único cargo importante que Deng aún ocupaba de manera oficial, el de presidente de la Comisión Militar Central.

La decisión de Deng Xiaoping de nombrar como sucesor a Jiang Zemin y no a Li Peng parece haberse debido a la desconfianza que Deng sentía hacia el conservadurismo en materia económica de Li. Aunque el reformista Zhao Ziyang había sido apartado por su debilidad frente a las protestas, Deng no estaba dispuesto a sacrificar las reformas económicas.

A pesar de haber abandonado sus cargos públicos en 1989, dejando en manos de su protegido Jiang Zemin el día a día de la gestión política, el anciano Deng Xiaoping continuó ejerciendo el poder desde la sombra. Mientras que el ala conservadora del partido representada por Li Peng deseaba poner freno a la liberalización económica e incluso volver a aumentar el control del Estado sobre la economía, Deng impuso su criterio de que la liberalización de la economía debía seguir adelante.

El desarrollo económico, que se había visto frenado por la incertidumbre y el aislamiento internacional que afectó a la República Popular China tras la represión violenta de las protestas de Tian'anmen, se vería reactivado a partir del famoso "Inspección del sur" (南巡 Nán Xún), cuando en la primavera de 1992, a sus 88 años de edad, Deng Xiaoping sorprendió a los medios de comunicación de China y el mundo al visitar las ciudades sureñas de Cantón, Shenzhen y Zhuhai, además de Shanghái, pronunciando en estos lugares discursos en los que anunciaba la continuación y profundización de las reformas emprendidas. Fue durante este viaje que pronunció su famosa frase: "enriquecerse es glorioso", la cual apuntaló la economía socialista de mercado. De esta manera, Deng dejaba claro que la apertura económica no tenía marcha atrás. El espaldarazo del anciano líder a las reformas económicas inició una aceleración sin precedentes del crecimiento económico y de la inversión extranjera en la República Popular China durante los años 1990.

Deng Xiaoping murió en Pekín a los 92 años de edad el 19 de febrero de 1997. En los últimos años de su vida había estado apartado de la vida pública y, aquejado de la enfermedad de Parkinson, apenas podía comunicarse con sus allegados.

A pesar de su avanzada edad, hasta su muerte se le consideró el líder supremo de China e incluso después de su desaparición, el Partido Comunista de China ha seguido a grandes rasgos las políticas que Deng había puesto en marcha. Su sucesor Jiang Zemin cedió el poder a otro dirigente también cercano a Deng Xiaoping, el expresidente de la República Popular China Hu Jintao.

Según sus partidarios, bajo el liderazgo de Den Xiaoping, China, con más de mil millones de habitantes, inició una época de desarrollo económico con apenas precedentes históricos. A pesar de los problemas sociales que se derivaron de las reformas económicas. Consideran que las políticas de Deng Xiaoping sacaron de la pobreza absoluta a cientos de millones de chinos y situaron a la República Popular en la senda de convertirse en una de las superpotencias económicas del mundo.

Frente a estos éxitos en el desarrollo económico y social de China, Deng Xiaoping ha sido criticado por su forma de gobierno autoritaria y por su papel decisivo en el uso de la fuerza contra los manifestantes de la Plaza de Tian'anmen en 1989. No obstante, algunos analistas consideran que el estilo de gobierno de Deng Xiaoping fue mucho más humano y altruista que el de su predecesor Mao Zedong. A diferencia de Mao, Deng no promovió el culto a su persona, y la represión de las libertades individuales, según algunos, fue mucho más leve que en la época maoísta.

Junto a estas visiones positivas de la figura histórica de Deng Xiaoping, ha habido también analistas de ideología marxista que han criticado el abandono de la ortodoxia comunista y la introducción de políticas económicas capitalistas, que serían responsables de las profundas desigualdades económicas y sociales en la China actual. Así, responsabilizan a Deng Xiaoping de haber arrebatado a los trabajadores y campesinos el control del Estado, para dejarlo en manos de los grandes burócratas y los empresarios.




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