x
1

Gilberto Rodríguez Orejuela



30 años de prisión en Estados Unidos

Gilberto José Rodríguez Orejuela (Mariquita, Tolima, Colombia; 30 de enero de 1939), es un exnarcotraficante y criminal colombiano, fue uno de los líderes más influyentes del Cártel de Cali.

De acuerdo a algunos estimados, el Cártel de Cali llegó a controlar el 80% de la cocaína exportada de Colombia a los Estados Unidos después de la muerte de Pablo Escobar. Gilberto Rodríguez fundó el Cártel junto con su hermano Miguel y con José Santacruz Londoño, posteriormente se uniría al Cártel Hélmer Herrera.

En junio de 1995 Gilberto Rodríguez había sido capturado. Después de una intensa búsqueda, Gilberto fue descubierto en un compartimiento secreto que se encontraba detrás de un armario, sin oponer resistencia el capo se entregó e inmediatamente fue trasladado a Bogotá para que rindiera su primera declaración ante la fiscalía. En 2002 recobró su libertad por orden de un juez, cuatro meses después fue recapturado en el barrio Versalles de la ciudad de Cali, y en 2004 fue extraditado a Estados Unidos, donde cumplirá condena hasta el 2034.[1]

Gilberto Rodríguez nació en el seno de una familia de seis hijos, conformada por un modesto pintor autodidacta y una ama de casa, que llegaron a la ciudad de Cali a comienzos de los años 40, en busca de oportunidades.

Aprovechando sus buenas relaciones en las altas esferas de la sociedad vallecaucana y su colaboración económica con algunos dirigentes deportivos que pertenecían a las juntas directivas de los equipos de fútbol de la ciudad, intentaba convertirse en socio mayoritario de la Asociación Deportivo Cali, objetivo que supuestamente no logró por intervención del presidente del equipo de fútbol, Alex Gorayeb, y la política que tenía el equipo de no tener socios mayoritarios, además por la campaña que se hizo al interior de la junta directiva para no vender acciones del equipo a Gilberto Rodríguez.

En 1979, el periodista Alberto Giraldo contactó al Gilberto Rodríguez para informarle que Germán Montoya, entonces presidente de Chrysler Colombia, le había informado sobre la quiebra de la multinacional, por lo que necesitaban deshacerse de la filial colombiana. Entonces Rodríguez invirtió 50 millones de pesos de la época, con lo que pasó a presidir Chrysler Colombia entre 1979 y 1983.[2]

El nombre de Gilberto Rodríguez comenzó a darse a conocer en el mundo del narcotráfico junto al de Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha y Jorge Luis Ochoa Vásquez, aunque en un comienzo todos ellos parecían hacer parte de una sola organización para exportar drogas.

El 15 de noviembre de 1984, Gilberto fue capturado en España. En el momento de su detención estaba acompañado por Jorge Luis Ochoa.

Gilberto Rodríguez había creado una alianza con personas pertenecientes a la región del Valle del Cauca para el comercio y tráfico de cocaína. Su centro de operaciones tenían en la ciudad de Cali. De igual manera Pablo Escobar había hecho lo mismo con personas de Antioquia y del centro del país con el centro de sus operaciones en la ciudad de Medellín.

Pablo Escobar decide declararle la guerra al estado colombiano para abolir la ley que permitía la extradición de reclusos colombianos a cárceles del exterior, para ello le solicitó a Gilberto Rodríguez y a los socios de este un aporte económico para financiar su guerra. Sin embargo Hélmer Herrera, socio del Cartel de Cali, dio una negativa a la iniciativa de Escobar y Gilberto Rodríguez se unió a la decisión de su socio. Desde ese momento la relación cordial de estos dos grupos se comenzó a resquebrajar.

Escobar nuevamente contactó a Gilberto Rodríguez para solicitarle una nueva colaboración y esta vez fue la de entregarle a Herrera. Rodríguez negó ya que Herrera era socio y miembro importante de la red de tráfico que ya tenían establecida.

Ante la nueva negativa, Escobar declaró objetivo militar a Gilberto Rodríguez y a sus socios. Ante esta amenaza se rompieron las relaciones entre estos dos bandos y como respuesta a su amenaza, Herrera tomó la iniciativa de atentar contra Escobar. Gilberto Rodríguez respalda esta decisión y se unió activamente a esta causa.

El 11 de enero de 1988, el Cártel de Cali hizo estallar un coche bomba por orden de Hélmer Herrera en Medellín, frente al Edificio Mónaco donde residía Escobar y su familia. Este fue el detonante que activó e inició una prolongada guerra contra el cartel de Medellín.

Al contrario de Pablo Escobar, quien convirtió el terrorismo en un instrumento de poder, los hermanos Gilberto Rodríguez y sus socios optaron por el soborno y la infiltración, aunque la puja por defenderse y mantener el negocio los llevó a recurrir a la violencia, según los archivos de la Fiscalía. Escobar fue asesinado en diciembre de 1993 a través de la colaboración con las autoridades y de la conformación de un escuadrón de la muerte conocido como Los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar).

Tras la muerte del narcotraficante Pablo Escobar del rival Cartel de Medellín, Gilberto Rodríguez fue capturado el 9 de junio de 1995, en Cali,[3]​ durante la administración del presidente Ernesto Samper, cuya presidencia fue empañada por las acusaciones de haber recibido donaciones del Cártel de Cali, escándalo que se conoció como el Proceso 8.000.

El presidente Samper creó el "bloque de búsqueda" con miembros de la Policía y comandos de élite, declarando una guerra total contra los carteles de las drogas. Gilberto Rodríguez fue capturado el 9 de junio de 1995, en un lujoso apartamento en Cali, escondido en un armario, siendo uno de los primeros grandes capos de la droga en ser arrestado. Pronto gran parte del Cartel de Cali fue arrestado.

Gilberto Rodríguez fue sentenciado a quince años de prisión, los cuales se redujeron a siete años por confesión y buena conducta.

Fue liberado en noviembre de 2002, por cuenta de una sentencia judicial controvertida, expedida por el juez Pedro José Suárez, quien consideró que las reducciones y la excarcelación eran aplicables por la figura del habeas corpus.

Acusado de enviar 150 kilos de cocaína a los Estados Unidos en 1990, cargo que no había confesado, Gilberto Rodríguez fue recapturado cuatro meses después y extraditado a los Estados Unidos en diciembre de 2004. A este cargo se sumaron otros por haber continuado sus actividades ilegales durante el período en el que estuvo encarcelado.

Declaraciones del fiscal federal Marcos Daniel Jiménez tras la llegada de los Rodríguez a los Estados Unidos, sobre la posibilidad de que se les acuse sobre la totalidad de su trayectoria criminal, han generado controversia. Las autoridades colombianas han señalado que de acuerdo con los términos de la extradición aprobados por la Corte Suprema de Justicia, los Estados Unidos no pueden procesar a los Rodríguez por hechos previos al año de 1997, año en que la extradición de colombianos fue permitida por reforma a la constitución mientras no fuese retroactiva.

Gilberto Rodríguez está pagando una condena de 30 años en el complejo correccional federal Butner (Carolina del Norte). Otros presos famosos en esta prisión incluyen a Bernard Madoff, Jonathan Pollard, y Carmine Pérsico de la Familia criminal Colombo.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Gilberto Rodríguez Orejuela (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!