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Gobi



El desierto de Gobi (en mongol, Говь; en chino, 戈壁; pinyin, gē bì) es una gran región desértica situada entre el norte de China y el sur de Mongolia. Se puede considerar uno de los desiertos, o zonas desérticas, más grandes e importantes del mundo. Lo rodean las montañas de Altái y las estepas de Mongolia, por el norte; la meseta del Tíbet, por el suroeste; y la llanura del Norte de China, por el sureste. El Gobi está compuesto por diferentes regiones geográficas y ecológicas, basadas en sus variaciones de clima y topografía. El origen climático de este desierto se debe a una gran sombra orográfica.

Históricamente, el desierto de Gobi destaca por haber sido parte del Imperio mongol y por la localización de varias ciudades importantes a lo largo de la Ruta de la Seda, ahora conectadas por carreteras y pistas. Es atravesado por el ferrocarril Transmongoliano, que une Ulán Bator con Pekín.

Ocupando el 30% del territorio nacional, el gran Gobi de Mongolia abarca caprichosos montes, dunas arenosas, vastas mesetas, estepas con sus hierbas aromáticas y, desde luego, un mundo animal muy variado.

Arqueólogos y paleontólogos han hecho excavaciones en la cuenca del Nemegt, en la parte noroeste del desierto de Gobi en Mongolia, que es conocida por sus tesoros fósiles, incluyendo mamíferos prehistóricos, huevos de dinosaurio y utensilios de piedra prehistóricos, de unos 100.000 años de antigüedad.[cita requerida]

La palabra «Gobi» es ambigua, ya que ni en Mongolia ni en China se utiliza para describir una zona específica. En lugar de ello, el mongol «Gobi» (Говь) (y el chino gē bì) se utilizan para describir genéricamente el paisaje de rocas y de guijarros del Asia Central. En China, a los desiertos arenosos calientes se les denomina «Xamo» (o «Shāmò», 沙漠), que se usa incorrectamente para denominar el Gobi, ya que solo una pequeña parte es un desierto arenoso. También a veces se le llama Hànhǎi (en chino, 瀚海; literalmente, «lago seco sin fin»).

En su definición más aceptada, el Gobi incluye el largo tramo de desierto y de zona semidesértica que se extiende: al este, desde el pie de las montañas Pamir, 77°E, en dirección oeste hasta las montañas Gran Khingan, 116-18°E, en la frontera de Manchuria; y al norte, desde las estribaciones meridionales de las cadenas montañosas de Altái, Sayanes, y Yablonoi, en dirección sur hasta las cordilleras del Kunlun, Altyn Tagh y montañas Qilian, que forman los bordes septentrionales de la meseta Tibetana.[cita requerida]

Un área relativamente grande en el lado este de las montañas Gran Khingan, entre el curso superior del río Songhua (Sungari) y el curso superior del río Liao, también a veces se considera convencionalmente que pertenece al Gobi. Algunos geógrafos y ecologistas prefieren considerar solamente la zona occidental de la región de Gobi (como se define más arriba), siendo la cuenca del Tarim, en la provincia china de Xinjiang y la cuenca desértica del Lop Nor y Hami (Kumul), otra parte separada e independiente denominada desierto de Taklamakan.

El Gobi tiene más de 1610 km de suroeste a noreste y unos 800 km de norte a sur. El desierto se ensancha en el oeste, a lo largo de la línea que une el lago Bosten y el Lop Nor (87-89°E). En 2007 comprendía un arco de una superficie de 1 295 000 km²,[1]​ siendo el quinto desierto mayor del mundo y el más grande de Asia. Gran parte del Gobi no es de arena, sino de roca desnuda expuesta.

El clima del desierto de Gobi es extremo, combinando rápidos cambios de temperatura, no tan solo a lo largo del año, sino también en cuestión de 23 horas (cambios que pueden ser de hasta 40 °C (89 °F).

Incluso al sur de Mongolia las temperaturas suelen descender hasta los –32,8 °C (–27 °F), mientras que en Ala-shan sube hasta los 37 °C (98,6 °F) en julio.

Las mínimas promedio en invierno rondan los –40 °C (–40 °F), mientras que en verano las temperaturas van de moderado a caliente, con máximas de 45 °C (113 °F). La mayor parte de la precipitación que recibe cae durante verano.

Aunque los monzones del sureste llegan a las regiones orientales del Gobi, toda el área se caracteriza por su aridez extrema, especialmente durante el invierno. A ello se debe las tormentas de hielo y nieve que ocurren durante la primavera y principios del verano.

El Gobi es la fuente de algunos de los hallazgos de fósiles más importantes de la historia, incluyendo los primeros huevos de dinosaurio.

El desierto y regiones circundantes proveen alimento para muchos animales, incluyendo la gacela persa, el turón veteado y el chorlitejo. Ocasionalmente, el área es visitada por leopardos de las nieves, osos pardos y lobos. También se destacan un número de arbustos adaptados a las sequías, tales como la Salsola passerina, la Artemisia cana y pastos de poca altura, como Stipa sp. (esparto, paja brava) y Cleistogenes squarrosa.

El área es vulnerable por el paso de ganado y vehículos todoterreno (el impacto de los humanos es mayor en la parte oriental del desierto, donde cae más lluvia y, por lo tanto, puede sostenerse ganado). En Mongolia, las zonas de pasto se han visto reducidas por la crianza de cabras de cachemira por pastores nomádicos. Las tendencias económicas sobre la privatización del ganado y el colapso de la economía urbana ha hecho que la gente retome los estilos de vida campestres, movimiento que es contrario al urbanismo y que ha provocado un incremento en la cantidad de pastores nómadas y la crianza de ganado.

El desierto está en un proceso de crecimiento, a causa de una combinación de factores, entre ellos el aumento de la población y su correspondiente mayor actividad económica: el exceso de pastoreo y de una prolongada sequía que han contribuido a la expansión de la superficie del desierto de Gobi a una velocidad de tres kilómetros al año.[2]​ Para intentar detener el avance del desierto el gobierno chino está implementando una Muralla Verde, un proyecto de forestación de grandes dimensiones que se prevé completarlo hacia el año 2074, cuando alcanzaría una longitud de 4500 kilómetros.

En su definición más amplia, el desierto de Gobi puede dividirse en cinco ecorregiones desérticas y semidesérticas.

En esta zona, la superficie es extremadamente diversa, aunque no hay una diferencia significativa en elevación. Entre Ulán Bator (48° N, 107° E) y el pequeño lago de Iren-dubasu-nor (43°45′N 111°50′E / 43.750, 111.833) la superficie es muy erosionada, y consiste de amplias depresiones y cuencas planas separadas por grupos de montañas con cimas llanas y de pequeña elevación (150-180 m), a través de las cuales sobresalen conglomerados de rocas arcaicas entre peñascos y masas escabrosas aisladas. Los suelos de las depresiones están entre los 900-1000 m sobre el nivel del mar. Más al sur, entre Iren-dutiasu-nor y Hwang-ho hay una zona de mesetas en alternancia con planicies, estas últimas con altitudes entre los 1000-1100 m, mientras que las primeras se elevan entre los 1070-1200 m. Las pendientes de las mesetas son más o menos empinadas, a veces penetradas por «bahías» de tierras bajas. Según se aproximan al borde con Khingan, el terreno se eleva hasta los 1370 m y luego a los 1630 m. Aquí, frecuentemente las depresiones se llenan de pequeños lagos de agua generalmente salada o salobre. Tanto aquí como hasta 320 km hacia el sur de Ulán Bator, son frecuentes los manantiales, y las hierbas crecen con relativa abundancia. No obstante, en todas las regiones centrales, y hasta alcanzar las montañas fronterizas, predomina la ausencia de árboles y arbustos. Las formaciones principales son de arcilla y arena; los cursos de agua, especialmente en el norte, excavan profundidades de entre 2-3 m, y en muchos lugares en los valles secos y depresiones más al sur quedan expuestos lechos de lœss (roca sedimentaria) de 5-6 m de espesor. Al oeste de la ruta de Ulán Bator a Kalgan, el territorio presenta generalmente las mismas características, a excepción de las montañas, que no están tan irregularmente esparcidas en grupos, sino que se levantan más definidas, especialmente de este a oeste, de oeste-noroeste a este-sureste, y de oeste-suroeste a este-noreste.

Las altitudes son igualmente mayores: las tierras bajas se elevan de 1000-1700 m, y las sierras unos 200-500 m más, aunque en algunos casos alcanzan los 2400 m. Estas elevaciones, sin embargo, no son cadenas continuas, sino crestas cortas y grupos que se alzan sobre una base común, intersectadas por laberintos de barrancos, torrenteras, cañadas y cuencas. Pero las mesetas, compuestas de depósitos rojos horizontales del Han-hai, que son características de las regiones sureñas del oriente de Mongolia, no están presentes en esta zona u ocurren solo en una localidad, cerca del río Shara-muren, y luego son frecuentemente intersectadas por torrenteras o cursos de agua secos. Aquí hay gran escasez de agua, no hay manantiales, ni lagos, ni pozos; en raras ocasiones se produce muy poca precipitación. Los vientos prevalentes provienen del oeste y el noroeste, y una cortina de polvo se coloca sobre el territorio, como ocurre en Takla Makan y el desierto de Lop.

La flora predominante en esta zona está compuesta de ajo silvestre, Kalidium gracile, ajenjo, saxaul, Nitraria schoberi, Caragana, efedra, Bataceae y Lasiagrostis splendens. La taana, o cebolla cimarrona (Allium polyrhizum), es la hierba más consumida por los rebaños; los mongoles reclaman que la misma es esencial para producir el sabor correcto del airag (leche de camello fermentada).

Este gran desierto de Gobi es atravesado por varias rutas comerciales, algunas de las cuales han sido empleadas durante miles de años. Entre las más importantes están la que va de Kalgan, en la frontera con China, hasta Ulán Bator (960 km); la de Suzhou (en Gansu) a Hami (670 km); la de Hami a Pekín (2000 km); la de Kwei-hwa-cheng (o Kuku-khoto) a Hami y Barkul; y la de Lanzhou (en Gansu) a Hami.

La porción suroccidental del desierto de Gobi, también conocida como Hsi-tau y Pequeño Gobi, ocupa el espacio que circundan el gran lazo norteño del Huang He —o río Amarillo— al este; el río Ejin, al oeste; las montañas de Qilian y la estrecha cadena rocosa de Longshou (Ala-shan), de 3200-3500 m de altitud, por el suroeste. El desierto de Ordos, que cubre el área nororiental de la meseta de Ordos, forma parte de esta ecorregión. Pertenece a la cuenca central que forman las tres depresiones en las que el Potanin divide al Gobi. «Topográficamente —comenta Przevalski— es una llanura perfectamente nivelada, que con toda probabilidad constituyó el fondo de un gran lago o mar interior». Los datos en los que basa esta conclusión es el nivel del área llana en conjunto, la arcilla de alta salinidad, la arena esparcida sobre la superficie y los lagos salados que ocupan las partes más bajas.

En cientos de kilómetros no hay nada más que arena; en algunas partes continúa tan lejos sin interrupción que los mongoles las llaman Tengger (cielo). Estas grandes extensiones son completamente áridas, ni siquiera algún oasis alivia las expansivas arenas amarillas en alternancia con zonas igualmente amplias de arcilla salina o, cerca de la base de las montañas, con guijarros estériles. Aunque en conjunto es un terreno nivelado, con una altura general de 1000 a 1500 m, esta sección, al igual que la mayoría de las otras partes del Gobi, está enmarcada por una red de montañas y sierras entrecortadas que se elevan unos 300 m o más sobre el promedio.

La vegetación se limita a una variedad de arbustos y una docena de hierbas y pastos, las más prominentes son el saxaul (Haloxylon ammodendron) y Agriophylum gobicum. Las demás incluyen convolvulus, Artemisia campestris, acacia, Inula ammophila, Sophora flavescens, Convolvulus ammanii, Peganum y Astragalus, todas ellas, enanas, deformes y raquíticas.

La fauna es escasa: antílopes, leopardos, lobos, zorras, liebres, erizos, martas, numerosas lagartijas y algunas aves, como gangas, alondras, tarabillas, gorriones, grullas, arrandejos terrestres de Henderson, alondras cornudas y alondras crestadas. Los únicos habitantes humanos del Ala-shan son los mongoles de Torgod.

El desierto de Gobi ha tenido una larga historia de ocupación humana, mayormente de pueblos nómadas. Al comienzo del siglo XX, la región estaba bajo el control nominal de China, pero habitado principalmente por mongoles, uigures y kazajos. El desierto en sí solo se conocía parcialmente por los extranjeros, y la información disponible se limitaba a las aportaciones de viajeros solitarios que cruzaban por él por interés propio. Entre los exploradores europeos que contribuyeron al conocimiento del Gobi hasta entonces, se destacan:

El desierto de Gobi se destaca por ser un lugar particularmente remoto, hostil y exótico.



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