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Historia de los departamentos franceses



La historia de los departamentos franceses, desde la creación de los departamentos en 1790 hasta nuestros días, está íntimamente ligada a la evolución territorial de Francia durante este mismo periodo.

En la víspera de la Revolución Francesa, la organización territorial del reino de Francia es «de una extremada complejidad»: las circunscripciones administrativas, militares, eclesiásticas, judiciales, fiscales no se superponen sistemáticamente. Para los contemporáneos, es sin duda la noción de las provincias la que describe mejor el espacio vivido, esta provincias se refieren a representaciones históricas o lingüísticas. A principios del siglo XVIII, numerosos voces se elevaron para simplificar la geografía administrativa y crear una red más regular del reino. De esta forma, en el edicto de 1787 sobre la creación de las asambleas provinciales se las incita a subdividirse en «departamentos». Después de varios proyectos, como geométrico el del abad Sieyès, el 11 de noviembre de 1789, la Asamblea Nacional Constituyente adoptó la división en departamentos cuyos nombres fueron elegidos en función de la geografía y la hidrografía. Francia fue dividida en departamentos después del decreto del 22 de diciembre de 1789.[1]​ Su número exacto (83) y sus límites fueron publicados el 26 de febrero de 1790,[2]​ y su existencia se hizo efectiva el 4 de marzo de 1790.

Después de la creación de los primeros departamentos, Francia ha ido cambiando el número de departamentos (aumentados con las conquistas napoleónicas y luego disminuidos por la pérdida de territorios) hasta llegar a los 100 actuales, 5 de los cuales son departamentos de ultramar. También han ido cambiando los límites departamentales e incluso los nombres de algunos de ellos.

En la víspera de la Revolución Francesa, la organización territorial del reino de Francia es «de una extremada complejidad»: les circunscripciones administrativas, militares, eclesiásticas, judiciales, fiscales no se superponen sistemáticamente. Para los contemporáneos, es sin duda la noción de las provincias la que describe mejor el espacio vivido, esta provincias no cubren necesriamente territorios con límites precisos, sino que se refieren a representaciones históricas o lingüísticas.[3]

A principios del siglo XVIII, numerosos voces se elevaraon para simplificar la geografía administrativa y crear una red más regular del reino. De esta forma, en el edicto de 1787 sobre la creación de las asambleas provinciales se las incita a subdividirse en «departamentos»: Picardía se dividirá en cuatro (Amiens, Doullens, Montdidier, Péronne) como el Soissonnais, contra diez de la Alta Normandía y nueve de Isla de Francia.[4]

El 7 de septiembre de 1789, el abad Sieyès propuso a la Asamblea Nacional la elaboración de un plan de reorganización del reino. Un comité, del cual Thouret es ponente, elabora un primer proyecto que será relatado a la Asamblea el 29 de septiembre y que se limita a la organización de la representación electoral. El proyecto es puramente geométrico: se dividirá el territorio en 80 departamentos cuadrados de 18 lugares sobre 18, cada uno dividido en 9 «comunas» cuadradas, las cuales se dividen en ocho «cantones» igualmente cuadrados; París será tratado aparte y será el departamento 81. El proyecto se inspira en los trabajos de Robert de Hesseln, geógrafo del Rey, publicados en 1780.[5]

Desde el 11 de noviembre de 1789, la Asamblea Nacional Constituyente adoptó la división en departamentos cuyos nombres fueron elegidos en función de la geografía y la hidrografía. Francia fue dividida en departamentos después del decreto del 22 de diciembre de 1789.[1]​ Su número exacto (83) y sus límites fueron publicados el 26 de febrero de 1790,[6]​ y su existencia se hizo efectiva el 4 de marzo de 1790.

En el momento, cada departamento poseía usu asamblea, constituida por 36 miembros (elegidos por los ciudadanos activos que hubieran pagado un impuesto por lo menos igual a diez jornadas de trabajo), que elegían a un presidente y a un director ejecutivo permanente. Los departamentos estaban dividiso en distritos, cantones y comunas. Podía haber hasta nueve distritos por departamento y nueve cantones por distrito. La administración de las 41.000 comunas recaía sobre el consejo general de la comuna compuesto por 1/3 de un consejo municipal y por un 2/3 de los notables todos elegido cada dos años por los ciudadanos activos. El tamaño de cada departamento fue establecido para que fuera posible ir a la capital en menos de un día a caballo desde cualquier punto del territorio.[7]

Esta organización propuesta por Jean Cassini buscaba homogeneizar la división del territorio francés conservando una administración local, pero eliminando las especificidades de las provincias, consideradas como provenientes esencialmente de los privilegios de la aristocracia local.

Las instituciones departamentales organizadas en 1790 fueron revisadas en 1795 con la supresión de los distritos y la creación de los municipios cantonales.[8]​ Las administraciones estaban entonces concentradas en el nivel de las capitales de cantón, perdiendo las comunas toda su autonomía.

El 17 de febrero de 1800 (ley del 28 de pluvioso del año VIII) según el calendario republicano en vigor), estas estructuras fueron modificadas. Los departamentos se divididos en arrondissements, (que remplazaron los distritos, pero menos numerosos y más extensos), cantones (igualmente menos numerosos que los de 1790) y comunas. Desde el punto de vista administrativo, fueron creadas las prefecturas, y las subprefecturas el puesto correspondiente de prefecto y el consejo de prefectura), además de los consejos generales. La Monarquía de Julio los reconocerá igualmente la personalidad moral.[9]

Creada a partir de la ley del 10 de agosto de 1871 que creó la comisión departamental e instituyó la elección del Consejo General por sufragio universal con el cantón como circunscripción electoral, la organización de departamentos se mantendrá sin cambios hasta 1982.[10]​ Ese año, el voto de la ley de descentralización extendió las competencias de los consejos generales de los departamentos y les dio más peso en la economía nacional.

Por último, la Ley de 2 de marzo de 1982 transfirió el ejercicio del poder ejecutivo - que antes correspondía al prefecto del departamento - al Presidente del Consejo General.[11]

Para la lista de los departamentos de 1790, véase el artículo: Lista de los 83 departamentos franceses de 1790.

A partir de 1792, con las guerras sucesivas de la Primera República Francesa y el Primer Imperio, Francia empezó a extender su territorio de forma considerable. En la mayor parte de los casos, las regiones anexionadas fueron organizadas en departamentos. Esto concernió a los territorios de Bélgica, de los País Bajos, una parte de Alemania (toda la margen izquierda el Rin y las costas del mar del Norte), y de Suiza, el norte y el centro de Italia.

De esta forma, al final del Consulado, Francia no tiene menos de 113 departamentos.

Los 130 departamentos del Imperio Francés en 1811

Mapa del Primer Imperio en 1812, incluyendo los cuatro departamentos franceses de España

Además de las modificaciones siguientes sobre el territorio hexagonal:

Las conquistas sucesiva de Napoleón I consujeron a extender aún más el territorio francés más allá de los dominios iniciales de 1789.

En consecuencia, durante su apogeo, el Imperio tenía 130 departamentos, e incluso 134 si se incluyen los departamentos franceses de España al estatuto jurídico incompleto. De esta forma, las ciudades como: Roma, Hamburgo, Ámsterdam, Turín, Bruselas o Aquisgrán se habían convertido en prefecturas, con el mismo título que Burdeos, Orleans, Rennes, Périgueux o Marsella. Las Provincias Ilíricas anexionada por Francia se dividieron en 10 intendencias y no en departamentos.[17]

Para la lista de los 130 departamentos de 1811, véase el artículo: Lista de los departamentos franceses de 1811.

Finalmente, después de los avances territoriales del Imperio en España, varios departamentos franceses de España fueron creados en 1812 en Cataluña:

En 1813, los dos primeros fueron reagrupados en el departamento de Bocas del Ebro-Montserrat, los dos últimos en el departamento del Segre-Ter. Los territorios que administraban fueron perdidos por el Imperio en 1814 sin la existencia de ninguno de sus departamentos sucesivos completamente aprobada.[18]

Durante la Primera Restauración y los Cien Días, un 87º departamento (que conserva du nombre de Mont Blanc y su capital Chambéry) funcionó en la parte occidental de Saboya dado a Francia por el primer tratado de París (1814) hasta que le fue quitado durante el segundo tratado de París (1815).

Con la caída definitava del Imperio (1815), Francia acaba reducida a 86 departamentos; los tres departamentos suplementarios en comparación a los 83 iniciales de 1790 son:

Está marcada por la departamentización de Argelia.

En 1848, la Argelia francesa, entonces parte integrante del territorio francés, fue organizada en tres departamentos:

El Segundo Imperio conoció dos periodos de modificación del territorio, y por ende de los departamentos:

El territorio metropolitano pasa de 89 a 90 departamentos.

Francia pasa de los 94 a los 99 departamentos.

Francia pasa de los 99 a los 100 departamentos.

Francia pasa de los 100 a los 101 departamentos.

Desde su creación, varios departamentos han cambiado de nombre, en la mayor parte de los casos para modificar una denominación juzgada como peyorativa (como los términos «inferior» o «bajo»).


Lista de los departamentos de Francia de 1811.



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