La iglesia de Santa Eulalia situada en la localidad de Abamia, en el concejo de Cangas de Onís, (Principado de Asturias, España) data del siglo XII, si bien se tiene constancia de un templo del siglo VIII.
Es Monumento Histórico-Artístico desde 1962.
Está situada en una zona dolménica, cerca y sobre una necrópolis romano-vadiniense, de las que ha aparecido in situ alguna estela, y otras veinte en el propio Corao. Ambrosio de Morales, durante su célebre viaje de 1572 (publicado en 1575 como parte de la Crónica General de Ocampo, y por separado en 1765 y otras ediciones), ofrece un gráfico relato que ilustra el estado de la iglesia en el último tercio del siglo XVI. Los orígenes de la iglesia, bajo la advocación de Santa Eulalia de Mérida (como fue tan frecuente en todo el norte peninsular altomedieval y suele ser indicio de su antigüedad) se remontan a la época de Pelayo. Aunque parte de su arquitectura puede ser de época visigótica, en su aspecto actual es románica (arte románico).
La primera referencia que de ella se tiene escrita como Abelania está en la Crónica Albeldense. Yepes cita hacia el año 737 la existencia en esta zona de un monasterio de la regla de San Benito.
Durante varios siglos permanecieron sepultados en esta iglesia los restos mortales de don Pelayo, primer rey de Asturias y los de su esposa, la reina Gaudiosa. El rey don Pelayo falleció en Cangas de Onís, donde tenía su corte, en el año 737. Después de su defunción, su cadáver recibió sepultura en la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, en la que previamente había sido sepultada su esposa, la reina Gaudiosa. En la Crónica Sebastianense, o de Alfonso III de Asturias, aparece mencionada la defunción y posterior sepultura del rey don Pelayo, en estos términos:
«Pelayo, tras haber completado diecinueve años de reinado, falleció de muerte natural y fue enterrado, junto con su esposa la reina Gaudiosa, en el territorio de Cangas, en la iglesia de Santa Eulalia de Velanio. Año 775 (737 d.C.)»
En el lado del Evangelio de la iglesia, se conserva en la actualidad el sepulcro, vacío, que contuvo los restos del rey, y enfrente, colocado en el lado de la Epístola, se encuentra el que contuvo los restos de la esposa de don Pelayo, la reina Gaudiosa. El cronista Ambrosio de Morales dejó constancia en su obra de que Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León, ordenó trasladar los restos del rey don Pelayo y los de su esposa a la Santa Cueva de Covadonga, aunque numerosos historiadores han cuestionado la autenticidad del traslado de los restos del rey don Pelayo y los de su esposa a Covadonga.
En una cavidad natural de la Santa Cueva de Covadonga, e introducidos en un túmulo de piedra, reposan en la actualidad los restos del rey don Pelayo, los de su esposa, y los de Ermesinda, hermana del rey. En el sepulcro se encuentra esculpida la siguiente inscripción:
Las laudas sepulcrales del rey Pelayo y de su esposa en la iglesia de Santa Eulalia, ya fueron vistas y descritas por el cronista Ambrosio de Morales en 1572. La atribuida al rey don Pelayo tiene sólo una espada, y en la de la reina Gaudiosa aparece grabada la inscripción Heic Iacet Rª Gaudiosa Uxor Rs Pelagii; la confección de ésta puede fijarse mejor, en las citadas obras de 1786, pues Morales (ibid.) "se espantó de lo lisa y humilde que era", y Jovellanos en una visita anterior a esa fecha (1782) refiere que no tenía inscripción. Hay que entender, en todo caso, que se trata de simples cenotafios concordes con los datos y la tradición sobre dichos sepulcros, a cuya realidad no afecta el que las lápidas fueran añadidas posteriormente.
Se trata de un templo constituido por una sola nave con piedra de sillería y mampuestos. La portada meridional conserva diversos relieves.
Se pueden documentar en la iglesia varias fases principales: Las excavaciones de 2006 han verificado restos arquitectónicos anteriores al edificio actual (que data del siglo XIII-XIV), de fecha sin determinar pero con seguridad más viejos. La segunda es románica o protogótica del siglo XIII. La capilla mayor se añadió en el siglo XV y es gótica; es posible que la ampliación a la que se refiere Ambrosio de Morales como posterior o reciente ("agora") sea de este momento. En el XVIII o XIX se añadió la sacristía (que es el cuerpo agregado a la fachada sur) y un "cabildo" (nombre asturiano para un atrio), que fue suprimido en el siglo XX. De época de Carlos III son las pinturas barrocas del retablo conmemorando las gestas de Pelayo, y probablemente los arcosolios laterales.
La iglesia, como otras de la época, siempre estuvo asociada a enterramientos, habiéndose localizado en 2006 más de medio centenar de esqueletos que, según los arqueólogos, se datan entre los siglos X y XIV, en el exterior del templo. Al menos tres de ellos, en la zona sur y alineados de forma diferente al resto, se han datado por C14 hacia el 870 dC. Esto, y los restos arquitectónicos más antiguos, parecen abonar lo transmitido en las viejas crónicas y la hipótesis, de siempre sostenida a la raíz de los textos, de que se trataría de la iglesia asturiense conservada más antigua.
Conviene destacar también que en el cementerio contiguo a la iglesia fue enterrado Roberto Frassinelli (1811-1887), conocido como "el alemán de Corao", anticuario, arqueólogo y dibujante, afincado en Corao durante más de 30 años. Él descubrió el dolmen de Abamia (hoy desaparecido, pero del que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de España en Madrid un ortostato figurado, de 2,5 x 0,50 m), inmortalizó las riquezas patrimoniales asturianas en muchos dibujos, y tuvo parte principal en la erección de la basílica de Covadonga; sus restos fueron hace unos años rescatados (1977), junto con su casi perdida lápida, por iniciativa de particulares, y se hallan en la parte posterior izquierda de la nave.
Recientemente (2005-2007) se han efectuado en ella trabajos oficiales de restauración, que han provocado una fuerte polémica vecinal y en la prensa, cuyas incidencias pueden seguirse, con galerías fotográficas, en el portal de la «Asociación Cultural Abamia» y, más al día, en blogs como [1]
Fotografía de la iglesia antes de la restauración:
y tras ella:
Los trabajos de acondicionamiento del entorno también afectaron a algunos de los tejos centenarios que, como es frecuente en este tipo de lugares sagrados, acompañan a la iglesia:
Denuncia ecologista en: [5]
La iglesia de Santa Eulalia es un templo religioso de culto católico bajo la advocación de Santa Eulalia de Mérida.
Puerta frontal de la iglesia.
Puerta lateral de la iglesia.
Detalle la puerta lateral. Representa al obispo siendo arrastrado hacia los infiernos.
Detalle la puerta lateral.
Detalle la puerta lateral.
Canecillo.
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