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Inmigración china en el Perú



Se denomina Inmigración china en el Perú al proceso de ingreso masivo de la población proveniente de China hacia el Perú. Entre los siglos XIX y XX, la población en sus inicios se concentró en los valles costeños, a lo largo del Ferrocarril Central del Perú (LimaLa OroyaHuancayo) en la sierra central, y la selva central andino-amazónica (Tarma, Chanchamayo). Posteriormente la inmigración alcanzó diversas zonas en el país, convirtiéndose en la colonia de asiáticos más numerosa en el territorio nacional y cuyo aporte es considerado influyente, tanto en la composición étnica como en diversas áreas de la cultura peruana.[3]​ Otro grupo de colonos chinos llegaron después de la fundación de la república de Sun Yat-sen en 1912, la Segunda Guerra Mundial y el establecimiento del régimen comunista en 1949. Ya para 1957, los hablantes del chino cantonés representaban el 85% del total, el resto eran hablantes del chino hakka.[4]

Los inmigrantes chinos en el siglo XIX (1849) realizaban un viaje de cuatro meses desde los puertos de Macao (territorio portugués en aquel entonces) o Hong Kong, y se asentaron como peones contratados o culí. Provinieron sobre todo de Macao, Hong Kong y Cantón. Además hubo culíes que provinieron de Fujian.

Cien mil trabajadores del sur de China, donde el 95% eran cantonés y casi todos hombres, fueron contratados entre 1849 a 1874. En el gobierno de Ramón Castilla se organizó la creación de la comisión para la creación del reglamento de la Policía Rural, liderada por Manuel Pardo y Lavalle y Antonio Salinas y Castañeda, fomentó el arribo de los trabajadores chinos para remplazar la mano de obra esclava. Aunque se consideran que los culíes fueron virtualmente reducidos a esclavos, ellos también representan una transición histórica del esclavo al trabajador libre.[5]

Trabajaron principalmente en tres sectores económicos. Primero, fueron enviados a las plantaciones de azúcar. Segundo, trabajaron en las minas costeras de guano, donde se convirtieron en una mano de obra importante (que contribuye en gran medida al auge del guano del Perú) hasta el final del siglo. Tercero, fueron contratados para la construcción del Ferrocarril Central del Perú en la Sierra Central, donde miles de chinos construyeron esta importante infraestructura de transporte. Una vez culminado el contrato, muchos chinos se asentaron en el barrio chino de Lima (también conocido como la Calle Capón, que se convirtió en uno de los primeros barrios chinos en el Hemisferio occidental), se integraron en las comunidades campesinas de la sierra central o se fueron a la selva central, donde fundaron colonias chinas. Algunos culíes liberados (e inmigrantes posteriores) establecieron muchos pequeños negocios. Esto incluye a los restaurantes chifas (palabra que deriva del chī fàn, que significa "comer arroz" en mandarín.

Aparte, a finales de 1860 se comenzó el asentamiento de los comerciantes chinos de California en el barrio comercial de La Concepción. Es en este periodo donde se evidencia la creación de grandes importadoras de bienes provenientes de China y Norte América. Estos negocios fueron los importadores de productos manufacturados chinos y comida.[6]​ Una de estas fue “La Casa Win On Chong” que vendía ingredientes especiales a los dueños de chifas.[7]​ lLos chinos trabajaban como peones para los grandes señores. Tenían que firmar un con trato de 8,10 ,o 14 años trabajando

Durante el conflicto armado entre peruanos y chilenos algunos culíes se unieron al ejército chileno bajo la promesa de revertir su situación de esclavitud. No obstante, cuando se entró a la capital, los chilenos atacaron a los dueños de negocios chinos en el mercado de La Concepción generando la necesidad de cooperación para defender sus derechos y demostrar que estaban dispuestos a integrase a la sociedad peruana. Es por estos sucesos que se creó una asociación federada, el Tonghuy Chongkoc, con el apoyo del primer embajador de China, Wong Kay Sam.[8]

Con el fin de la guerra entre Perú y Chile (1884), el barrio estaba en una mala condición dado que sufrió particularmente de las demandas de los ocupantes chilenos. Los mercados en quiebra fueron vaciados por los comerciantes, las rentas en todos lados fueron muy altas, los vendedores ambulantes estaban fuera de control, invadiendo las cuadras de las calles aledañas en una frecuencia creciente. Solo unas cuantas grandes empresas como las compañías comerciales, Wing On Chong y Pow Lung, sobrevivieron a la crisis. Aprovecharon la oportunidad de adquirir los sitios vacantes para incrementar el número de los almacenes y puntos de ventas. Esta resistencia frente a la crisis y el control de la distribución de los productos necesarios por los negocios chinos de pequeña escala afectaron la relación entre los chinos y los peruanos. A vista de la creciente hostilidad hacia los chinos y la inhabilidad de las autoridades peruanas para controlar los crecientes números de inmigrantes, el gobierno optó a medidas que agraviaban las condiciones de la clase laboral y los dueños de pequeñas tiendas.[8]

En 1918, las clases bajas de Lima, influenciadas por los sindicatos, rechazaron a los asiáticos y su barrio. No obstante, los intelectuales, aunque apoyaran los movimientos sociales, tenían una diferente percepción del barrio, gracias a la comida chifa. Esta era la paradoja de una ciudad complicada e insaciable, a pesar de las crecientes demostraciones anti-asiáticas se generó un afecto por el barrio por su atractivo exótico que había sido descubierto recientemente. Se rechazaba a la sociedad china por sus integrantes, pero se valoraba los elementos culturales, especialmente la gastronomía, por los aportes nunca antes vistos en la sociedad peruana.[8]

Después de la dictadura militar de 1968, algunos de los empresarios ricos emigraron a Estados Unidos y Canadá por temor al comunismo, dejando una población desorientada política y culturalmente. Aún peor, el gobierno decretó al barrio como insalubre y ordenó a los incontables habitantes a irse, y los que se quedaron lo hicieron por un apego a los templos, clubes e instituciones tuvieron una vida difícil. Los jóvenes y los chinos nacidos peruanos buscaron irse del barrio para demarcar su creciente estatus social y para estar más cerca de las nuevas escuelas sino-peruanas y los nuevos clubes que se movieron fuera del barrio chino a nuevas zonas residenciales como San Borja. Esta separación que golpeó a las bases de la educación, religión y políticas de la comunidad, apuntó en parte a extraer a los tusans convertidos y chinos del barrio chino, prometiendo una educación en lenguaje chino, la continuación de las prácticas chinas y la garantía de la identidad.[8]

Recientes inmigrantes chinos en el Perú llegaron desde Hong Kong y Macao, por miedo a su retorno al gobierno comunista en 1997 y 1999, mientras que otros han provenido de diversas partes de China continental, Taiwán y comunidades chinas del sudeste asiático, incluyendo Malasia, Indonesia, Singapur. Muchos chinos indonesios y malayos llegaron al Perú después de los disturbios y masacres anti-chinas en esos países en los años 1960, 1970 y finales de 1990. Estos últimos inmigrantes chinos hacen de Perú el hogar de la comunidad de origen chino más grande de América Latina.[9]

El caso más destacable es la cadena de supermercados de Wong y Metro, la primera fundada en 1942 por Erasmo Wong Chiang que luego fue adquirida junto con la segunda por Cencosud.[10]​ Otra cadena de supermercados especializada en productos chinos es Hong Kong Market, fundado por un inmigrante cantonés en 1966. Otras influencias en la economía son Tai Loy (útiles, artículos de oficina, juguetes) y Lau Chun creadas alrededor de 1970 por sino-peruanos de segunda y tercera generación. Además de compañías como SamCorp que cubre distintos rubros como la elaboración de alimentos, bienes raíces, comerciales de TV y radio y entretenimiento, aparte de su operación inicial, productos de plástico.

La comida chifa es la comida "fusión" más popular que existe en el Perú[11]​. Es producto de la mezcla de la milenaria comida china con algunos ingredientes peruanos, tales como el pisco y el ají limo. “Chifa” es fruto de la combinación de los vocablos “c” (吃, comer) y “fàn” (饭, arroz). La cocina china empezó a asentarse en el país con el surgimiento de establecimientos y pequeños negocios familiares que vendían productos y comida procedente de los inmigrantes chinos.[12]

La historia de la comida chifa tiene su origen con la llegada al Perú de los primeros trabajadores chinos en octubre de 1849, provenientes de la región de Cantón. Al inicio, la comida no era apreciada entre la clase media y alta, ya queera frecuentada únicamente por gente pobre debido a que era barata y muy agradable. Sin embargo, poco a poco las clases altas del país incorporaron en sus cocinas productos típicos como el jengibre, la salsa de soja, la cebolleta china o la col china. Es así que la comida chifa se hizo popular y de alto consumo, posteriormente en la capital y departamentos del país surgieron locales que vendían este tipo de comidas, los cuales también se denominan "chifas".

En la actualidad, la cocina chifa forma parte integral de la identidad gastronómica del Perú. Se estima que anualmente en el país, se abren alrededor de diez mil restaurantes "chifa".[13]

Los peruanos chinos o chino-peruanos, también conocidos como tusán (una palabra tomada del chino 土生 pinyin: tǔ shēng, jyutping: tou2 saang1 "nacido local") son las personas de origen chino nacidos en el Perú, o que han hecho del Perú su patria adoptiva. Después de que el contrato de los culíes terminaba, varios de estos primeros inmigrantes chinos adoptaban el apellido de su patrón (una de las razones por la que muchos peruanos-chinos llevan apellidos españoles).

Los culíes se casaron con mujeres peruanas, y muchos peruanos-chinos hoy en día son de ascendencia mixta entre china, española, africana o amerindio.[14]

La mayoría de ellos son multilingües. Además del castellano o quechua, muchos también dominan uno más dialectos chinos, que incluye el cantonés, hakka, mandarín y min nan. Hasta puede que algunos dominen el portugués, ya que los primeros inmigrantes chinos provinieron de Macao. En Perú, los peruanos asiáticos son un estimado de al menos 2% o 3% de la población.

En el ámbito social y cultural, es posible encontrar múltiples organizaciones chino-peruanas que han surgido a lo largo de los años, instituciones educativas como el Colegio Peruano Chino Diez de Octubre y el Colegio Juan XXIII de otra índole como la Sociedad de Beneficencia China (Tonghui Chongkoc), el Centro Cultural Chino (CCPCH), la Asociación Peruano China (APCH), la Sociedad Tung Sing (Tungshing) o la Sociedad Central de la Colonia China, etc. La comunidad china peruana emite dos periódicos: La Voz de la Colonia China y el Man Chin Po, el diario chino más antiguo de América.



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