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Inmigración española en Argentina



El asentamiento español en Argentina, es decir, la llegada de emigrantes españoles a Argentina, tuvo lugar en el período anterior a la independencia argentina de España. Un segundo movimiento migratorio importante desde España tendría lugar desde finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.

Durante el auge del Imperio español, España era el poder colonial de Argentina hasta la declaración de independencia en el año 1816. Debido a esta situación colonial, antes de 1816 casi todos los colonos europeos que se asentaban en Argentina procedían de España, instalándose en el sistema religioso, gubernamental y comercial. Una sustancial población española gradualmente se asentó en las nuevas ciudades, y algunos se mezclaron con las poblaciones indígenas y africana esclavizada, y posteriormente con otros inmigrantes europeos, e inmigrantes posteriores de países latinoamericanos y asiáticos.

Como la mayoría de los inmigrantes que llegaron a Argentina antes del siglo XX eran españoles y debido al hecho de durante el siglo XX que casi la mitad de los inmigrantes que viajaban a Argentina eran de origen español, alrededor de 20 millones de argentinos es de ascendencia española. Además, desde que Argentina declaró su independencia de España y hasta el día de hoy españoles criollos de toda Hispanoamérica han emigrado a Argentina en busca de oportunidades económicas y han contribuido al legado español de Argentina. Aunque la gran mayoría de los argentinos son de ascendencia española, Argentina y España continúan compartiendo muchos aspectos y elementos culturales (la lengua española, la religión católica y diversas tradiciones culturales) algunos argentinos y los emigrantes europeos y de otros países han reducido el peso de la cultura española tras la independencia del país, creando una cultura argentina con elementos propios. Sin embargo, el legado de la cultura española, del colonialismo y la inmigración permanece en Argentina hasta la actualidad. Los españoles constituyen en sí la segunda mayor comunidad europea en el país, detrás de la italiana y muy por delante de los franceses.[4]

La gran inmigración española de la última mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX estuvo constituida en su mayoría por gallegos (fundamentalmente de Pontevedra y La Coruña) y asturianos, seguidos a cierta distancia de leoneses y catalanes, con una contribución nada desdeñable de vascos y canarios.[2]

Según el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) datos a 1 de enero de 2013 disponibles en el Instituto Nacional de Estadística (España) (INE) en Argentina reside la segunda comunidad más numerosa de nacionales españoles nacidos en España en el mundo, primera Francia (con 118.072), segunda Argentina (con 92.453) sobre un total de 673.662 distribuidos por todo el mundo y la primera de ciudadanos españoles con independencia de si han nacido o no en España, primera Argentina (385.388), segunda Francia (206.589) sobre un total de 1.931.248 en todo el mundo (solo un tercio de estos ha nacido en España).[5]

La columna vertebral de la sociedad argentina actual es la suma de los argentinos provenientes del tronco poblacional colonial (mezcla de colonizadores europeos -principalmente españoles-, indígenas y africanos traídos como esclavos), el asentamiento italiano en Argentina, y la inmigración española de finales del siglo XIX y principios-mediados del siglo XX.[6][7]

La relación entre Argentina y la presencia española tiene una larga y compleja historia. Los primeros asentamientos españoles en el territorio argentino se remontan al siglo XVI, y desde entonces muchos españoles comenzaron a asentarse en la región argentina, donde algunos se casaron o tuvieron descendencia con las poblaciones indígenas o esclavas. En principio Argentina fue una colonia dependiente del Virreinato del Perú, pero posteriormente fue integrada en el Virreinato del Río de la Plata en el año 1776, y Buenos Aires se convirtió en un puerto floreciente.

El movimiento independentista de Argentina alteró de forma drástica las relaciones Hispano-argentinas. Se inició en la ciudad de Buenos Aires en mayo de 1810, y luego en la ciudad de San Miguel de Tucumán se declaró formalmente la independencia de España el 9 de julio de 1816. Tras la derrota de los grupos opuestos a la independencia de España, las facciones centralistas y federalistas de Argentina se enfrentaron en un prolongado conflicto militar, político y civil para determina la futura estructuración del país. Antes de la independencia de Argentina, los españoles que estaban en contra de la dependencia de España y deseaban la independencia o por lo menos una mayor autonomía eran conocidos como argentinos, y los que se oponían a la independencia continuaron siendo conocidos como españoles. Pero tras unas pocas generaciones después de la independencia, y especialmente tras las sucesivas oleadas migratorias del siglo XIX, la mayoría de los españoles comenzaron a considerarse simplemente argentinos, como un elemento de autodefinición nacional.

Los andaluces constituyeron entre el 15 y 20% de inmigrantes provenientes de España tras los gallegos.[8]​ En los catorce años que componen los periodos 1885-1895 y 1912-1914, unos 150.000 andaluces emigraron a la Argentina. Entre 1880 y 1930, la media porcentual sobre el total de españoles se situaría entre un 15% y un 20%.[9]​ Provienen sobre todo de las provincias de Almería, Cádiz, Granada, Huelva, Jaén y Málaga y se establecieron en su mayoría en Buenos Aires y La Plata, pero también en Tucumán, Salta, Mendoza y San Juan, que poseen un clima similar al de Andalucía, donde se dedicaron al cultivo de la vid y el olivo y a la producción de vino, también dedicándose a la horticultura.

Los asturianos se instalaron en las provincias andinas y en el noroeste del territorio argentino. Desde las primeras décadas del siglo XX, formaron organizaciones de tipo social que permanecen en la actualidad.[10]

Hay comunidades de descendientes de inmigrantes baleares en varias provincias del país, destacándose las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. En la provincia de Buenos Aires es notable la presencia balear, principalmente mallorquina, en la ciudad de San Pedro, localidad ubicada en el noreste de la provincia, donde las costumbres mallorquinas se han arraigado y han tomado fuerza, principalmente la gastronomía, destacándose la ensaimada de Mallorca.[11]

La inmigración canaria en Argentina antes del siglo XIX fue muy baja, a excepción de las personas que participaron en la primera fundación de Buenos Aires de Pedro de Mendoza en 1535 (llevando a tres compañías de soldados de Tenerife, muchos canarios contrajeron nupcias con los indígenas locales u otros colonos españoles o criollos entre sí). En 1830, llegó a Buenos Aires un barco con varios inmigrantes canarios. Un grupo de inmigrantes se estableció en el interior y otro grupo se estableció en la capital (En cualquier caso, los descendientes de algunas familias canarias establecidas en Buenos Aires, se diluyeron poco a poco a lo largo de Argentina). Aunque el número de canarios que emigraron durante el siglo XIX a la Argentina no era comparable a los que emigraron a Cuba, Puerto Rico, Venezuela y Uruguay, en algunos años, el número de canarios fue notable. Así, entre 1878 y 1888, emigraron 3.033 canarios con este objetivo. En el siglo XX, la emigración fue relativamente alta entre los isleños, pero no alcanzó el volumen de Cuba y Venezuela. Si bien, llegó a ser la 5 ª comunidad autónoma española de inmigrantes en este país. A pesar de ello, en los años 30 de ese siglo, el Gobierno de Canarias contabilizó el número de canarios y descendientes de ellos en ese país por cerca de 80.000 personas. En 1984 habían 1.038 canarios en Buenos Aires. Para preservar su identidad y la ayuda mutua crearon varias organizaciones.[12]

Los catalanes se radicaron, en general, en la ciudad de Buenos Aires, Tucumán y de Rosario. Los meridionales, en Santa Fe,Mendoza, Río Negro, Entre Ríos, dedicándose principalmente al trabajo rural en las plantaciones.

La colectividad catalana cuenta con varias asociaciones, siendo una de las más destacadas el Casal de Catalunya en la ciudad de Buenos Aires, fundado el 12 de junio de 1886 por inmigrantes catalanes con el fin de ayudar a aquellos inmigrantes provenientes de Cataluña a integrarse a la sociedad argentina, así como también difundir y preservar su cultura.[13]

Argentina es el país que alberga la segunda comunidad de catalanes más numerosa del mundo, siendo el hogar de aproximadamente entre 32.000 y 174.000 catalanes, quienes continúan con el aporte de sus costumbres y la difusión de su cultura y la lengua catalana en la sociedad argentina.[14][15]

Asimismo, los catalanes y sus descendientes han contribuido enormemente a la creación y al crecimiento de la Nación Argentina, teniendo exponentes notables a lo largo de su historia. Entre ellos se destacan personalidades como el médico Francisco Argerich, con quien comenzó un linaje local de destacados médicos, o el músico y compositor Blas Parera, hijo de padres catalanes nacido en Murcia y fallecido en Mataró, compositor del Himno Nacional Argentino. También destaca la presencia del Tercio de Miñones de Cataluña, batallón integrado por catalanes y descendientes de catalanes en Buenos Aires y Montevideo, quienes tuvieron una destacada participación durante las invasiones inglesas al Río de la Plata.

Los gallegos constituyen aproximadamente el 70% de la población española en Argentina. La ciudad con el segundo mayor número de población gallega del mundo es Buenos Aires, donde la inmigración procedente de Galicia ha sido tan importante que en la actualidad todos los inmigrantes españoles, sin importar su origen, a menudo son referidos como gallegos. Sin lugar a dudas, Argentina es el país del mundo fuera de España con mayor presencia gallega.

El censo de los emigrantes riojanos a américa se encuentra en red en la página oficial del gobierno de La Rioja (http://ias1.larioja.org/emigra/emigra/presentacion.htm)

Aproximadamente un 10% de la población argentina desciende de inmigrantes vascos, tanto de España como de Francia, y se los describe como vasco-argentinos. Han mantenido cierta estructura organizativa a través de los centros culturales instalados en la mayoría de las grandes ciudades argentinas.

Al haber sido Argentina destino de la mayoría de los vascos, la cultura vasca influyó en la cultura este país.[16]

Los valencianos se instalaron principalmente en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires.

Durante los siglos XIX y XX, tras la creación del Estado argentino moderno, se produciría un nuevo influjo de inmigrantes españoles hacia Argentina, procedentes de toda España. Se estima que entre 1857 y 1955 más de 2 millones de españoles emigraron a Argentina, la mayoría procedentes de Galicia, el País Vasco, Asturias, Cantabria, Cataluña en el norte de España y también de Andalucía y otros lugares del sur de España.

La población argentina inmigrante continúa interesada en Europa y su herencia europea, bastantes argentinos tratan de imitar o extender la moderna cultura española en Argentina.[cita requerida]

Parece ser que los mejores chocolates con churros se servían en La Armonía de la Avenida de Mayo, fundado en 1899, y conocido también como el café de Los Cómicos pues allí se hacían presentes muchos actores salidos de los teatros de la zona. Se encontraba al 1002, en la esquina con la calle Bernardo de Irigoyen, y su esplendor lo tuvo en 1910.

La Castellana, en esquina con la calle Lima, era un café al que a principios del siglo XX podía concurrir toda la familia (en esa época se veía como impropio que una mujer concurriera a un café). En este local se instalaría luego una recordada joyería de nombre Escasany. Pero a fines del siglo anterior fue un lugar de peleas entre porteños y españoles que seguían día a día la lucha por la independencia cubana.

Un café que fue también importante centro de reunión de intelectuales fue el del Hotel Castelar, que aún existe. En él se reunía la peña Signo, formada por el andaluz Federico García Lorca, que durante seis meses vivió en el hotel.

Instituto Nacional de Estadística (España)

nacidos en Argentina

Instituto Nacional de Estadística (España)

nacidos en España

Instituto Nacional de Estadística (España)

en edad de trabajar (16 a 64 años)

Según el censo argentino de 2010, del total de 94.030 personas nacidas en España, 40.437 son hombres y 53.593 mujeres. Del total de hombres, 3.041 tienen entre 0 y 14 años, 12.702 entre 15 y 64, y 24.694 son mayores de 65 años de edad. Del total de mujeres, 2.843 tienen entre 0 y 14 años, 13.506 entre 15 y 64, y 37.244 son mayores de 65 años de edad.[28]

El censo argentino de 2010 registró 94.030 personas nacidas en España. La siguiente tabla muestra la distribución en las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:[29]



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