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Isla de basura



El continente de plástico,[1]​ también conocido como Isla de basura, Isla tóxica, Gran mancha de basura en el Pacífico, Gran zona de basura en el Pacífico, Remolino de basura del Pacífico, Isla de la contaminación y otros nombres similares, es una zona del océano cubierta de desechos marinos y plásticos en el centro del océano Pacífico Norte, localizada entre las coordenadas 135° a 155°O y 35° a 42°N[2]​.

Su superficie se estima entre 710 000 km² y 17 000 000 km² según el criterio que se adopte en relación con la concentración de elementos de plástico que se fija como umbral para su definición geográfica.

Este vertedero oceánico se caracteriza por tener concentraciones excepcionalmente altas de plástico suspendido y otros desechos atrapados en las corrientes del giro oceánico del Pacífico Norte (formado por un vórtice de corrientes oceánicas).

A pesar de su tamaño y densidad, la isla de basura oceánica es difícil de ver incluso mediante fotografías satelitales.[3]​Tampoco es posible localizarla con radares.

No se deben imaginar botellas de plástico u otros recipientes, sino más bien microfragmentos, del tamaño de un grano de arroz, que están contaminando y destruyendo lentamente el ecosistema oceánico. La mayor parte de estas islas están formadas por fragmentos pequeños que son muy difíciles de limpiar.[4]

En 2009 se descubrió la mancha de basura del Atlántico Norte que está relacionada también con el giro oceánico del Atlántico Norte.

En 2011 se identificó otra isla de basura en el Pacífico Sur.[4]

La existencia de la mancha fue descrita en 1988 en una publicación de la National Oceanic And Atmospheric Administration (NOAA) de los Estados Unidos, que se basaba en los resultados obtenidos en laboratorios de Alaska entre 1985 y 1988, que midieron plástico flotante en el océano Pacífico Norte.[5]​ Estos laboratorios encontraron altas concentraciones de fragmentos de desechos marinos acumulados en zonas caracterizadas por ciertas corrientes oceánicas. Extrapolando a partir de los resultados en el mar del Japón, los investigadores llegaron a la conclusión de que condiciones similares a estas podrían ocurrir en otras partes del océano, donde las corrientes predominantes fueran favorables a la creación de masas de agua relativamente estables. Indicaron específicamente el giro del Pacífico Norte .[6]

La existencia del continente de basura recibió una amplia atención del público y de la comunidad científica después de que fuera documentada en varios artículos por Charles Moore, un investigador oceanográfico y capitán marítimo californiano que volvió a casa pasando por el giro del Pacífico Norte después de competir en la carrera marítima llamada Transpac. Moore afirmó haber encontrado una enorme extensión de agua con restos de desechos flotantes y alertó al oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer de la existencia del fenómeno, quien llamó la región Eastern Garbage Patch (mancha de basura del este; EGP por sus siglas en inglés).[7]​ Esta zona se cita frecuentemente en los medios como un excepcional ejemplo de contaminación marina.[8]

Como otras áreas donde se concentran los desechos marinos en los océanos mundiales, la sopa de basura del este se ha formado gradualmente en los últimos tiempos como resultado de la polución marina agrupada por la acción de las corrientes. La mancha de basura oceánica ocupa una zona extensa y relativamente fija del océano Pacífico Norte, en el giro del Pacífico Norte (un área remota comúnmente llamada Horse Latitudes). El tamaño de la zona afectada se estima a 3,4 millones de km², lo que representa siete veces la superficie de España.[9]​ El área puede contener cerca de 100 millones de toneladas de desechos. También se ha sugerido que la mancha podría estar constituida por dos zonas de basura vinculadas.

China, Indonesia, las Filipinas, Tailandia, y Vietnam descargan más residuos plásticos al mar que todos los demás países del mundo juntos.[10]​ Los ríos Yangtsé (China), Indo (Pakistán), Amarillo (China), Hai (China), Nilo (Egipto), Ganges (India), de las Perlas (China), Amur (Sino-ruso), Níger (Nigeria), y Mekong (Vietnam) descargan el 95% de los plásticos que invaden los océanos.[11][12]

En 2019, nuevos estudios científicos indicaron que los barcos de carga chinos podrían ser uno de los mayores contribuyentes de basura oceánica.[13]​ Un portavoz de Ocean Cleanup declaró que «todo el mundo habla de salvar los océanos al dejar de usar bolsas de plástico, pajitas y envases monouso. Eso es importante, pero cuando salimos al océano, eso no es necesariamente lo que encontramos.»[14]

Se ha estimado que el 80% de la basura proviene de zonas terrestres y el 20% de barcos del océano.[cita requerida] Las corrientes portan desechos desde la costa oeste de Norteamérica hacia el vórtice en unos cinco años, y los desechos de la costa este de Asia en un año o menos.[cita requerida] Un proyecto internacional liderado por Hideshige Takada, de la Universidad de Tokio, estudia granos de plástico de playas del mundo para prever futuras pistas acerca del origen de los plásticos oceánicos.[cita requerida]

La mancha de basura del este tiene uno de los más altos niveles de partículas plásticas suspendidas en la superficie del agua, por ello es una de las regiones oceánicas en que los investigadores han estudiado sus efectos y el impacto de la fotodegradación plástica de los residuos flotantes sobre la capa del agua. A diferencia de los desechos biodegradables, los plásticos fotodegradables se desintegran en pedazos más pequeños, aunque permanecen siendo polímeros. Este proceso continúa hasta llegar a nivel molecular.

Como los desechos plásticos flotantes fotodegradables se convierten en trozos más pequeños cada vez, se concentran en la parte superior hasta que se desintegran, y el plástico al final llega a ser de un tamaño tan pequeño que puede ser comido por los organismos marinos que viven cerca de la superficie del océano. Por lo tanto, los residuos de basura entran por completo en la cadena alimenticia.

A pesar de la descripción hecha por Charles Moore, la mancha de basura del este no se caracteriza por ser una zona visible de desechos flotantes. El proceso de desintegración significa que las partículas de plástico más peligrosas son demasiado pequeñas como para ser vistas. Los investigadores estiman la densidad total de la polución de la basura del Pacífico tomando muestras.

En un estudio del 2001, los investigadores (incluyendo a Moore) encontraron que en ciertas áreas del océano, las concentraciones de plástico se acercaban a 5,1 miligramos por metro cuadrado. En muchas áreas de la región afectada la concentración de plástico fue mayor a la concentración de zooplancton con un factor de siete. Muestras tomadas en el fondo de las columnas de agua revelaron niveles bajos de desechos plásticos (primariamente monofilamentos e hilos de pesca), confirmando las primeras impresiones que decían que la principal concentración de desechos estaba en la superficie del mar.

Las partículas de plástico flotante se asemejan al zooplancton, por lo cual puede ser consumido accidentalmente por las medusas. Muchos desechos de larga duración terminan en los estómagos de las aves marinas y animales del mar, incluyendo tortugas del océano y albatros de patas negras, siendo estas partículas un riesgo para la vida marina. Aparte de los residuos contaminantes del agua del mar, estos residuos flotantes traen otro tipo de contaminantes tales como bifenilos policlorados (PCB), DDT (1,1,1-Tricloro-2,2-bis(4-clorofenil)-etano) e hidrocarburo aromático policíclico (HAP o PAH) trayendo con esto efectos tóxicos cuando son consumidos por error, en algunos casos provocando problemas hormonales en los animales. Las medusas se comen las toxinas que contienen los plásticos, y a su vez, los peces grandes se comen a las medusas. Muchos se pescarán y serán alimento para los seres humanos, resultando así en una ingestión humana de dichas toxinas.[15]​ El plástico marino también facilita la propagación de especies invasivas que se adhieren a la superficie de este plástico flotante y se desplazan a grandes distancias, colonizando nuevos ecosistemas.

Investigadores han demostrado que estos residuos plásticos afectan por lo menos a 267 especies alrededor del mundo, y vive la gran mayoría en la gran mancha de basura del Pacífico norte.[16]

Mientras hay especies de algas, crustáceos y peces que prosperan en los microhábitats parecidos a la basura flotante, no se ha obtenido información sobre ninguna especie que prospere en la gran mancha de basura en el Pacífico.

En el año 2008, Richard Owen, un contratista de la construcción e instructor de buceo, formó la Enviromental Cleanup Coalition (Coalición para la Limpieza del Ambiente) para unirse a la causa contra la polución del Pacífico Norte. La ECC (siglas en inglés) planea la modificación de una flota de barcos para limpiar los desechos de la zona para restaurarlos y reciclarlos. El laboratorio creado con este fin se llama Gyre Island.



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