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Jaime Guzmán



¿Qué día cumple años Jaime Guzmán?

Jaime Guzmán cumple los años el 28 de junio.


¿Qué día nació Jaime Guzmán?

Jaime Guzmán nació el día 28 de junio de 1946.


¿Cuántos años tiene Jaime Guzmán?

La edad actual es 77 años. Jaime Guzmán cumplirá 78 años el 28 de junio de este año.


¿De qué signo es Jaime Guzmán?

Jaime Guzmán es del signo de Cancer.


¿Dónde nació Jaime Guzmán?

Jaime Guzmán nació en Santiago.


Jaime Jorge Guzmán Errázuriz (Santiago, 28 de junio de 1946-Ib., 1 de abril de 1991) fue un político, abogado constitucionalista y académico chileno. Ejerció como senador y como colaborador en asuntos jurídicos y políticos de Augusto Pinochet durante la dictadura militar.[1]​ Durante dicho periodo, tomó parte en la redacción de la Constitución de 1980 y de sus leyes complementarias. Además fue el fundador del partido Unión Demócrata Independiente (UDI), del Movimiento Gremial de la Universidad Católica de Chile y de la revista Realidad.

Guzmán falleció como consecuencia de un atentado perpetrado por militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (autónomo) en las afueras del Campus Oriente de la Universidad Católica, alma mater de Guzmán, donde ejercía docencia en la cátedra de derecho constitucional.[2]

Nació en una familia tradicional de la alta sociedad de Santiago.[3]​ Hijo de Jorge Guzmán Reyes, quien fue dirigente deportivo de la Universidad Católica,[4]​ y de Carmen Errázuriz Edwards, quien además de ser descendiente de dos de las familias más destacadas de Chile (los Errázuriz y los Edwards), trabajaba como agente de viajes turísticos en Europa.[5][6]​ También tuvo dos hermanas: Rosario y María Isabel, con quien compartió su infancia en compañía de su abuelo materno, el senador conservador Maximiliano Errázuriz.[4]

Guzmán no tenía buena relación con su madre, debido a que esta recriminaba de forma constante el estilo de vida bohemio que llevaba su padre, el cual siempre fue más cercano a él.[7]

Estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones, donde era considerado un estudiante sobresaliente que ayudaba en la realización de misas.[8]​ Desde pequeño recibió una fuerte educación religiosa, y el sacerdote y profesor Osvaldo Lira tuvo una marcada influencia en su desarrollo.[3]

En su época escolar llegó a ocupar el cargo de presidente de la Academia Literaria.[4]​ Una vez egresado de su colegio, en 1962, viajó a Europa y se mostró particularmente admirado por la España franquista, en el que por medio de cartas que enviaba a su madre, manifestaba su admiración hacia Francisco Franco, José Antonio Primo de Rivera y hacia los soldados franquistas que murieron durante la Guerra Civil Española.[3]​ En relación a Franco, escribió:[9]

Al principio Guzmán tenía pensado ser sacerdote y después en ser profesor de filosofía, pero debido a la presión de su madre, ingresó a estudiar derecho en la Universidad Católica de Chile en 1963, donde se licenció en 1968 con distinción máxima, obteniendo además los premios Monseñor Carlos Casanueva y el del Instituto de Ciencias Penales.[10]

Guzmán tuvo desde muy joven «una gran proximidad ideológica y personal con Jorge Alessandri», del que decía que «fue la persona que más influyó en mi interés por la política. Su candidatura presidencial en 1958 y su presidencia de la República, entre los 12 y 18 años, me hicieron admirarlo como un hombre superior».[11]​ Posteriormente Guzmán conocería personalmente al expresidente en 1967, donde establecerían una estrecha amistad -a quien visitaba los fines de semana en su parcela en Malloco-[5]​, y más tarde, Guzmán colaboraría en la campaña presidencial de Alessandri en 1970, en calidad de dirigente juvenil como presidente de la Juventud Alessandrista Independiente, rama juvenil del Movimiento Independiente Alessandrista.[11]

En 1969, Guzmán viajó con un grupo de amigos hacia Concepción, donde trabajaron en la candidatura senatorial de Francisco Bulnes Sanfuentes, recorriendo casa por casa en las poblaciones localizadas en las zonas periféricas de Concepción y Talcahuano, afín de convencer a la gente para que votaran por el candidato del Partido Nacional.[11]

En 1966, Guzmán fue elegido vicepresidente del Centro de Alumnos de la Facultad de Derecho, y al año siguiente logró ser elegido presidente de la misma, donde le tocó enfrentar la toma de la Casa Central de la Universidad Católica, ocurrida el 11 de agosto de 1967, acción encabezada por el presidente de la FEUC, Miguel Ángel Solar, líder de los partidarios de una reforma universitaria que tuviera como uno de sus principales postulados comprometer a la Universidad con el cambio social -que progresivamente se tornaría compromiso con la revolución-, exigiendo la renuncia del rector de la Universidad, el arzobispo Alfredo Silva Santiago, y una mayor democratización en la jerarquía de la universidad. Guzmán lideró la resistencia a la toma, donde manifestaba su apoyo a la estructura de las autoridades de la casa de estudios, sumado a que criticaba que los reformistas buscaban ''politizar'' la causa en favor del Partido Demócrata Cristiano.[11]​ Aunque no logró revertir la situación, presentó más tarde su candidatura a la presidencia de la FEUC, lo cual le permitió consolidar en toda la Universidad el Movimiento Gremial, creado en marzo de 1967 en la Escuela de Derecho, junto con Hernán Larraín, Raúl Lecaros, Manuel Bezanilla, entre otros.

Jaime Guzmán definió el gremialismo como:[12]

Este movimiento se caracterizó por defender las autonomía de las organizaciones sociales, como era el caso de las universidades, rechazando las influencias políticas e ideológicas ajenas a sus fines propios. El principio de subsidiariedad también era parte central del pensamiento del gremialismo universitario, especialmente frente a las relaciones de la Universidad[13]​ con el Estado. En su obra Escritos personales, Guzmán afirmaba que el principal objetivo de las sociedades intermedias era mejorar su desempeño y abordar demandas relacionadas únicamente con su área, por lo que no podían opinar, debatir y tomar injerencia en áreas que no le corresponden, declarando:[11]

Aun así, Guzmán afirmaba que los dirigentes gremialistas y de los cuerpos intermedios no necesariamente debían ser apolíticos, permitiendo que puedan adoptar una postura o militancia política, siempre y cuando no fuese ''totalitaria'' (según él, que no sean fascistas ni marxistas); a futuro, defendería el hecho de que muchos de los dirigentes gremialistas militaban en la Unión Demócrata Independiente, era porque consideraba que era el único partido político que respetaba el rol de las sociedades intermedias, razón por la cual consideraba como una ''mera coincidencia'', de que estos dirigentes gremialistas apoyaron el Golpe de Estado de 1973 al igual que la Unión Demócrata Independiente .[11]

En su obra Escritos personales, Guzmán consideró la salida del rector Silva Santiago y la victoria de la toma universitaria como el día más amargo de su vida, en donde criticó la posición del gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva y del cardenal Raúl Silva Henríquez, ya que los veía como cómplices de la victoria del bando «revolucionario» (haciendo alusión al Partido Demócrata Cristiano y al MAPU) ante sus demandas.[11]​ Aun así, el movimiento gremialista iba cada año tomando mayor poder e influencia dentro de la Universidad Católica, al punto de ostentar la presidencia de la FEUC de manera casi ininterrumpida entre los años 1969 y 1985, donde a partir de 1974 sería un cargo designado por parte de la rectoría, siendo el único movimiento universitario legal tanto en esa institución como otras universidades del país. Entre sus presidentes destacaron Hernán Larraín, Juan Antonio Coloma Correa, Andrés Chadwick, Jaime Orpis, entre otros.

Según antecedentes de la DINA y de la inteligencia naval, Guzmán formó parte del grupo paramilitar nacionalista Patria y Libertad, si bien, de acuerdo a los mismos antecedentes, él presentaba «una repulsa al nacionalismo».[14]​ Consultado por la DINA, Guzmán respondía: «para derrotar al marxismo fui capaz de aliarme con el fascismo y esto último es el peligro que hay que derrotar hoy día».[15]

El 26 de septiembre de 1973, días después del golpe de Estado que derrocó al presidente socialista Salvador Allende, se formó una comisión encargada de elaborar el proyecto de una nueva constitución para Chile, ya que ese fue uno de los fundamentos por los cuales la Junta de Gobierno justificó su accionar: restablecer la institucionalidad quebrantada. En ella, Guzmán fue nombrado asesor en materias jurídicas por el general Gustavo Leigh, cargo que ocupará hasta 1983.[16]​ Para la creación de una nueva carta fundamental para dirigir el rumbo de Chile, nace la Comisión Ortúzar, llamada así porque su presidente fue el abogado Enrique Ortúzar, estaba integrada, además, por Alejandro Silva Bascuñán, Jorge Alessandri, Alicia Romo, Juan de Dios Carmona, Sergio Diez y el mismo Guzmán, entre otros.

Al interior de dicha comisión, Guzmán se transformó en el principal creador de la nueva Constitución, en donde intervino en los temas del Estado subsidiario, el aborto, la pena de muerte y los derechos humanos. Esta Comisión realizó 417 sesiones en las que se redactaba y corregía los artículos y códigos que consagrarían la Constitución. Tras el plebiscito del 11 de septiembre de 1980, la Constitución y continuidad de la dictadura militar fue aprobada con un 67 % de los votos, sin embargo la legitimidad de dicho sufragio ha sido cuestionada dada la ausencia de registros electorales, la inexistencia de partidos políticos, la falta de libertad de prensa y la sistemática persecución de los opositores políticos. Finalmente, la nueva Constitución entró en vigor el 11 de marzo del año siguiente, con vigencia plena a partir del 11 de marzo de 1990, de acuerdo a lo prescrito en sus disposiciones transitorias.[17]

Luego de haber participado en la comisión redactora de la Constitución, Jaime Guzmán dedicó buena parte de su tiempo al desarrollo del Movimiento Gremial. Paralelamente, si bien no asumió ningún cargo de autoridad en el nuevo régimen, siguió colaborando estrechamente con Augusto Pinochet, siendo su principal redactor de discursos políticos, entre ellos el discurso de Chacarillas, proporcionándole a este frecuentes minutas con recomendaciones políticas y propuestas doctrinarias.[3]

A partir de dicho Movimiento Gremial, Guzmán fundó en 1975 el Frente Juvenil de Unidad Nacional y, en 1983, el partido político Unión Demócrata Independiente, del que fue su presidente entre 1983 y 1987; allí estableció las bases del conservadurismo social, la defensa de la dictadura militar, del neoliberalismo, y la estrategia para ganar apoyo en los sectores populares. Entre 1983 y 1989 fue miembro de la comisión asesora de redactar las Leyes Orgánicas Constitucionales, y al mismo tiempo, rechazó cualquier tipo de reforma hacia la Constitución, por mínima que fuese.[16]

Después del retorno a la democracia en 1990, resultó elegido senador para el período 1990-1994, por la circunscripción de Santiago Poniente con un 17 % de los votos, derrotando a Ricardo Lagos que había obtenido el 30 %, gracias al sistema binominal. Fue considerado la figura más importante de la oposición a la izquierda, según una encuesta realizada en marzo de 1991 por el Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), y uno de los más críticos del nuevo gobierno, acusándole, entre otras cosas, de falta de rigor en la lucha contra el extremismo de izquierda.[18]

Desde 1962, Jaime Guzmán desempeñó labores docentes dentro de la Facultad de Derecho de su casa de estudios, siendo primero ayudante egresado, luego pasa a ser profesor auxiliar, y posteriormente se convierte en profesor titular de Teoría Política y de Derecho Constitucional, cargo que ocuparía hasta el día de su muerte. Posteriormente en 1968, pasó a ser miembro del Consejo Académico de la Facultad, y entre 1972 y 1973, fue representante de los docentes del Claustro Pleno y del Consejo Superior de la Universidad Católica.[6][16][19]

Entre 1971 y 1973, Guzmán fue parte del directorio de la Corporación de Televisión de la Universidad Católica (que después pasaría a llamarse Canal 13), y participó en varios programas de televisión como A esta hora se improvisa de Canal 13 y el noticiero 60 minutos de TVN y escribió varios artículos y columnas para diarios y revistas como El Mercurio, PEC, Qué Pasa, Realidad, Ercilla, La Segunda, La Tercera, La Nación, y trabajó como panelista en las radios Agricultura, Minería, Chilena, Portales, y Nacional de Chile.[20][21]​ En un comienzo, redactaba artículos en donde mostraba su fuerte rechazo al presidente Salvador Allende y al gobierno de la Unidad Popular, mientras que en el período de la dictadura, solía tratar temas políticos, jurídicos y sociales, y no escatimaba en generar polémica con sus declaraciones subidas de tono[cita requerida].

De acuerdo con el historiador Renato Cristi, para la redacción de la Constitución de 1980 Guzmán se basó en el concepto de poder constituyente utilizado por Carl Schmitt, importante intelectual de la Alemania nazi, así como en las ideas de sociedad de mercado impulsadas por Friedrich Hayek. De esta manera, el abogado configuró un Estado autoritario y una economía de mercado libre.[22]

Guzmán creía en la pena de muerte como un «instrumento de rehabilitación muy profunda del alma humana».[23]​ Hombre profundamente religioso, promovía las ideas de la «libertad del espíritu» contra la «esclavitud del materialismo». Para los estudiosos Claudio Arqueros y Carlos Frontaura, las principales formas de materialismo para Guzmán eran el colectivismo marxista y el individualismo de las sociedades de consumo. Sus principios éticos siempre estuvieron muy preocupados por los conceptos del bien común, la familia, el matrimonio, la tradición y la identidad nacional.[24]

En una entrevista realizada por Juan Pablo Illanes el 22 de enero de 1987, Guzmán fue interrogado sobre el rol de las Fuerzas Armadas dentro de la política chilena, a lo que este respondió que las Fuerzas Armadas han sido clave en las instauración de gobiernos a lo largo de la historia nacional , y que es necesario que si una persona desea ser Presidente de la República, es necesario que establezca negociaciones y consensos tanto con las Fuerzas Armadas como Carabineros de Chile, considerando ese método mejor que unas elecciones competitivas y confrontacionales entre partidos políticos.[11]

En cuanto al tema del aborto, mantuvo una férrea oposición hacia su legalización, tanto parcial como completa, que consideraba como un homicidio injustificable, sobre el que señaló:

Jaime Guzmán siempre fue un devoto católico: asistía a misa todos los días y recibía diariamente la comunión, hasta el punto de que cuando viajaba a otra ciudad, solía preguntar donde estaba la iglesia más cercana y ver su agenda para poder asistir a misa. También solía abordar mucho tópicos relacionados con la religión cristiana, tales como la existencia de ángeles, la existencia de Dios, el rol de la fe cristiana en la sociedad, etc. Era bastante cercano al nuncio apostólico de Chile en la época de los '80, Angelo Sodano.[27]

Además de la política, Jaime Guzmán era un fanático del fútbol, siendo hincha de la Universidad Católica y que, gracias a la influencia de su padre como dirigente del mismo club deportivo, iba frecuentemente a ver los partidos de fútbol, e incluso conoció personalmente a destacadas figuras como al periodista Julio Martínez y a Sergio Livingstone.[5]

Entre sus gustos personales estaban la música clásica, la ópera, la literatura, el fútbol, y admiraba el Festival de Viña del Mar.

Vivía en un departamento de forma austera y sobria ubicado en la plaza Las Lilas, donde convivía con una empleada doméstica llamada Violeta Chaparro. Solía recibir constantes visitas a su departamento, principalmente de sus estudiantes de la Universidad Católica y miembros del gremialismo, donde discutían tanto asuntos políticos, sociales como religiosos. Dado a su personalidad hipocondríaca, poseía numerosos medicamentos y según Gazmuri, consumía muchas pastillas de ansiolíticos e inductores de sueño.[5][28]

Estos son los resultados por la Circunscripción 7 (Santiago Poniente) donde Guzmán fue elegido senador. A pesar de solo lograr el tercer lugar, muy por debajo del porcentaje obtenido por Ricardo Lagos, la lista de este último no pudo doblar su votación, por lo que Guzmán resultó elegido gracias al sistema binominal.[29]

En el Congreso defendió con fuerza el rechazo a un proyecto de Reforma Constitucional, que permitía al Presidente de la República indultar a terroristas.[30]​ Aunque la norma fue aprobada, la postura de Guzmán resultó una provocación para el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (Autónomo) y otros grupos armados de izquierda afines.

El 1 de abril de 1991, tras terminar sus clases de Derecho Constitucional en el Campus Oriente de la Universidad Católica, Jaime Guzmán era esperado por su chofer. Fue en la misma salida de la universidad, a las 18:27 horas, en la avenida Batlle y Ordóñez con Regina Pacis, cuando dos sujetos abrieron fuego contra él, que iba en el asiento de copiloto. Fuentes aceleró, huyendo de la balacera, mientras los atacantes seguían disparando. El chofer lo condujo primero a la sede de la UDI en busca de ayuda y posteriormente fueron a toda prisa hacia el Hospital Militar. La radio y televisión nacional dieron rápidamente la noticia, mientras en el hospital se iban congregando familiares, amigos, colegas y simpatizantes de Guzmán. A pesar de los esfuerzos médicos, Guzmán falleció 3 horas después de haber recibido los disparos, generando conmoción a nivel nacional por su violento deceso.[8][31][32][33]

La investigación judicial estableció que los autores materiales fueron los militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), Ricardo Palma Salamanca («El Negro») y Raúl Escobar Poblete («comandante Emilio»), mientras que los autores intelectuales serían los miembros de la jefatura político-militar frentista Galvarino Apablaza («comandante Salvador»), Mauricio Hernández Norambuena («comandante Ramiro») y Juan Gutiérrez Fischmann («comandante Gabriel»).[2]​ La operación se preparó, según fuentes periodísticas, desde fines de los años 1980, teniendo como motivación, según la comandancia del FPMR, el rol jugado por el senador Jaime Guzmán como ideólogo de la dictadura militar.

Su participación en la dictadura militar es fruto de gran controversia, en particular por el conocimiento que tenía de las violaciones de los derechos humanos cometidos durante el régimen de Pinochet, según consta en documentos judiciales, lo cual no mermó en ningún momento su fidelidad al régimen. En palabras del propio Guzmán:

Según el abogado Nelson Caucoto:

De acuerdo a lo expresado por uno de los fundadores de Patria y Libertad, Roberto Thieme, Guzmán sería uno de los responsables intelectuales de las violaciones de los derechos humanos ocurridas durante la dictadura militar.[35]

En junio de 2005, luego de la detención del criminal y exmilitar alemán Paul Schäfer, y del desalojo de Colonia Dignidad, fueron descubiertas unas tarjetas de invitación de amigos y visitantes a dicho enclave, cuyo acceso estaba restringido en ese entonces. Entre diversas fichas figuraban los nombres de Jaime Guzmán, Andrés Chadwick, Hernán Larraín y Carlos Bombal, entre otros políticos y entidades religiosas.[36]

La exministra de Justicia de la dictadura militar, Mónica Madariaga, aseguró en una entrevista que Jaime Guzmán daba clases al interior de Villa Baviera a sus discípulos y actuales dirigentes de la UDI, entre los que se contarían Pablo Longueira y Andrés Chadwick.[37]



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