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Villa Baviera



Colonia Dignidad (inicialmente Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad)[1]​ es un asentamiento de colonos alemanes fundado en Chile en 1961 por el exmiembro de las Juventudes Hitlerianas Paul Schäfer.[2]​ Está ubicada en la comuna de Parral, Provincia de Linares, Región del Maule. Se hizo célebre como centro de detención y tortura en tiempos de la dictadura militar.[3][4][5]​ En 2005, a sugerencia del traficante de armas Gerhard Mertins, adoptó el nombre de Villa Baviera.[6]

Los primeros habitantes de Colonia Dignidad llegaron en 1961, de la mano del ciudadano alemán Paul Schäfer, quien había nacido en 1921, en la ciudad de Siegburg cerca de Bonn.

Schäfer fue sin duda un personaje siniestro. Su primera inserción laboral en Alemania fue como asistente social para menores en una institución de la iglesia evangélica local, siendo despedido de su cargo a fines de la década de 1940, ante acusaciones de actos de abuso sexual en contra de menores a su cargo. Si bien estas primeras denuncias condujeron a su despido, no se inició entonces ningún proceso judicial. Recorrió Renania como predicador laico anunciando el cristianismo protestante. Finalmente, lo acogió una comunidad de Gronau, donde al poco tiempo adquirió gran influencia sobre parte de sus miembros. Fundó en Lohmar la Misión Privada Social ("Private Soziale Mission"), cuyos integrantes debían realizar duras labores agrícolas sin ser remunerados. Se trataba de una organización dedicada al trabajo con menores en riesgo social formada por exmiembros de una organización similar, que, en su momento, dependió de una iglesia bautista alemana.

Cuando volvieron a surgir denuncias de pederastia en su contra, Schäfer, ya transformado en jefe de la secta, organizó en 1961 la emigración de varios cientos de integrantes de su comunidad a Chile.[7]​ Hay presentaciones más benevolentes que lo caracterizan como un enfermero del ejército alemán que participó en la Segunda Guerra Mundial y habría llegado a Chile escapando de acusaciones por abuso sexual que la justicia alemana abrió contra él.[8]

En ese mismo año, 1961 Paul Schäfer y Hermann Schmidt compraron el fundo El Lavadero, ubicado a las orillas del estero que le da el nombre al loteo y del río Perquilauquén, cerca de Catillo, una localidad del interior de Parral, en la Región del Maule de Chile. Contaba con 3062 hectáreas, y fue tasado en 104.960 escudos. La inscripción legal se hizo a nombre de Hermann Schmidt y Rudolff Collen Frankowsky. Al tenor de la ley 15.139, el predio se declaró territorio con franquicias aduaneras y exención de contribuciones. La Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad se constituyó en personería jurídica por Decreto N° 3949 del ministerio de Justicia, liberándose del impuesto a la renta y del pago de derechos de aduanas en caso de donaciones. Sin embargo, los terrenos del fundo El Lavadero nunca pertenecieron legalmente a la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad, la que hacia 1966 estaba integrada por más de 230 personas. En su gran mayoría formaban parte de la Misión Privada Social.[8]

Los esmeros de la colonia por proyectar hacia el exterior una imagen de armonía, trabajo mancomunado y orden incluían el trabajo de prensa, la grabación y difusión de vídeos que mostraban a sus residentes felices, en medio de fiestas y conmemoraciones; los hombres dedicados a las tareas de campo, las mujeres y niñas bordando o preparando mantequilla.

Sin embargo, los esfuerzos propagandísticos de Schäfer se vieron una y otra vez oscurecidos por las denuncias de personas que sucesivamente protagonizaron fugas desde la colonia, logrando obtener asilo en Alemania. El primero de ellos, Wolfgang Muller huyó en 1966 y denunció por primera vez las atrocidades que ocurrían dentro de la colonia. Muller obtuvo la ciudadanía alemana y trabajó en un periódico, transformándose pronto en Alemania en un activista contra los jerarcas de Dignidad y finalmente en presidente de una fundación dedicada al apoyo de las víctimas en Chile.[9]

Al año siguiente, logró huir otro habitante de la Colonia, Heinz Kuhn, quien confirmó las denuncias realizadas previamente por Wolfgang Müller y aportó más datos sobre los abusos. Sin embargo, estas primeras denuncias fueron desestimadas por políticos conservadores y enfáticamente desmentidas por la ultraderecha chilena, cuyos lazos con la dirección de la Colonia en la gestación y preparación del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 quedaron demostrados más tarde en los tribunales de justicia chilenos.[10]

A estas primeras denuncias se fueron sumando otras y Alemania Occidental comenzó a presionar a la dictadura de Augusto Pinochet y también directamente a la Colonia para que se investiguen y aclaren los hechos, esfuerzos que no tuvieron resultado alguno durante la dictadura.

En 1985 un ciudadano ruso-norteamericano, Boris Weisfeiler, que recorría el sur de Chile como turista mochilero, desapareció sin dejar rastro en las cercanías de Colonia Dignidad.[11]

La Comisión Rettig[12]​ tomó conocimiento de un cúmulo de información sobre el uso que se habría dado a El Lavadero de propiedad de la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad, para reclusión y tortura de detenidos políticos durante el período al que se refiere este capítulo. Este fundo, conocido corrientemente como Colonia Dignidad, se encuentra al interior de Parral, a las orillas del río Perquilauquén y el estero El Lavadero, cerca de Catillo.

Había cierto grado de colaboración del Bundesnachrichtendienst (servicio secreto alemán) con Colonia Dignidad, para cuya implementación se construyeron búnkeres, túneles, un hospital, radios, pistas de aterrizaje, así como se optó por la producción descentralizada de armamentos en módulos (una parte se producía en un lugar, otra parte en otra), todo lo cual fue revelado por el periodista John Dinges. Este es un tema del que se prefiere no hablar, debido a los problemas que conlleva con Argentina: la idea era envenenar ríos, matar civiles, hacer guerra química y bacteriológica. Incluso hubo un intento de producir una bomba atómica: Weisfeiler, el turista desaparecido en Dignidad,[13]​ tenía en la mochila un contador geiger para medir radiación. Parte del plan original incluía armar los helicópteros con bombas de sarín.

Chile da un giro hacia la democracia en 1990, tras 17 años de dictadura, pero la colonia permanece inmutable. Las denuncias sobre los abusos y vejaciones que se producen en el interior de la colonia aumentan. La presión nacional e internacional se intensifican, pero cada vez que la policía intenta realizar investigaciones en el lugar se topa con un muro de silencio. Las autoridades de Colonia Dignidad cuentan, además, con aliados en el ejército y en la derecha chilena, que les advertían de antemano cuando la policía prepara una visita al lugar.[14]​ Se empieza a generar, en la opinión pública chilena, un sentimiento de rencor hacia el lugar, que muchos perciben como un estado independiente dentro de Chile, un enclave.

Sus habitantes vivían bajo un extraño sistema autoritario, donde además de un mínimo contacto con el exterior,[15]​ Schäfer ordena la división de las familias (los padres no hablaban con sus hijos, o no sabían que tenían hermanos), prohíbe todo tipo de las relaciones sentimentales o conyugales a jóvenes, mujeres y hombres adultos, y decreta la residencia de estos en espacios aislados. Schäfer abusaba sexualmente de los niños y algunos eran torturados, como se desprende de las declaraciones de la doctora alemana Gisela Seewald, quien reconoció haber tratado con electroshock y sedantes a los que su jefe decía que estaban poseídos.[16]

No obstante, la escuela y el hospital del enclave beneficiaban a las familias rurales, a través de servicios gratuitos de educación y salud para la comunidad. La idea era que esto permitiera contar con su apoyo en caso que la Colonia fuera atacada. Sin embargo, son numerosos los casos destapados en los últimos años que hacen referencia a adopciones ilegales de niños a familias que residen en los sectores aledaños por parte de los jerarcas alemanes, bajo la promesa de entregarles educación gratuita.

En marzo de 2005 Paul Schäfer es detenido en Argentina,[17]​ país que de inmediato lo extradita a Chile. Tras su detención, la cadena de televisión alemana Deutsche Welle emite un documental por su canal para América Latina donde relata la tenebrosa historia de la colonia.

En junio de 2005 el gobierno de Ricardo Lagos nombra delegado en la ex Colonia Dignidad, ahora Villa Baviera al ingeniero Herman Schwember Fernández[15]​ y en agosto las autoridades toman el control de ella.[18]​ En forma paralela se produjo una emigración de un grupo importante de excolonos, varios retornaron a Alemania. Los que quedaron, cerca de 200 personas, comenzaron un proceso de revisión colectiva de su pasado. Para ello fueron asesorados por un grupo de psicólogos y psiquiatras, recomendados al gobierno por el Consulado de Alemania en Chile. Uno de ellos, Niels Biedermann, explicó en una entrevista de prensa la situación encontrada.

Mientras estuvo Schäfer, ¿no nacieron niños dentro de esa comunidad?

¿Solo Schäfer ejerció la pedofilia?

¿Y los otros viejos no sabían?

El 14 de junio de 2005 se produjo el hallazgo de un arsenal en Colonia Dignidad[20]​ que estaba en tres contenedores.[21]​ Algunas de estas armas, dijo una fuente que participó en el allanamiento, tuvieron reciente mantención, por lo que hasta ahora no está claro el objetivo que tendrían.

A raíz de este descubrimiento, el 28 de agosto de 2006 Schäfer recibió otra condena, del ministro de fuero Jorge Zepeda Arancibia, a siete años de presidio mayor en su grado mínimo, por infracción a la Ley sobre Control de Armas. En aquellos tres contenedores había armas automáticas, livianas y semiautomáticas, lanzacohetes, granadas, material explosivo, elementos químicos y municiones en general. El fallo establece que el arsenal "parece haber sido construido para ser utilizado en un conflicto bélico, como medio de combate". También llama la atención los medios "de sorpresa" encontrados, como es el caso de las armas camufladas, tales como bolígrafos, bastones y una cámara fotográfica que disparan balas.

El periodista Luis Narváez escribe que "una de las principales revelaciones que hizo Klaus Schnellenkamp es que Carlos Honzik, vendedor de armas y el mismo gestor del controvertido negocio en el que Chile compró 25 aviones Mirage 5 a Bélgica, en 1994, era un íntimo colaborador de Paul Schäfer y amigo personal de Kurt Schnellenkamp. Pero Honzik, quien falleció en 2003, no usaba su nombre real en los tratos con los jerarcas del enclave. 'El Honzik que se menciona era Carlos Seibel, que iba muy seguido, hablaba todo en alemán y era socio con Gerhard Mertins".[22]

Mertins, traficante de armas que realizó negocios ilegales de armamento en todo el mundo desde la década de los cincuenta hasta su muerte en 1993, era un exoficial del Ejército alemán que luchó en la Segunda Guerra Mundial y, según Schnellenkamp, socio de la Colonia en algunos de sus negocios, aunque tenía su centro de operaciones en México. Mertins tuvo que abandonar ese país en 1984, después de se lo vinculara al asesinato del periodista Manuel Buendía. Habría sido entonces cuando Honzik se hizo cargo de los negocios de Mertins en México, adonde su padre viajó varias veces para reunirse con él.[22]

Jaime Naranjo, senador del Partido Socialista de Chile por la circunscripción sur de la Séptima Región, aseguró que tras el hallazgo de armas en Villa Baviera "no queda ninguna duda" de que en la ex Colonia Dignidad "se fabricaba armamento" y "van a venir más" arsenales". Sin embargo, el parlamentario enfatizó que lo principal es determinar si estos elementos tenían como destino las Fuerzas Armadas durante el régimen de Augusto Pinochet.[23]

El juez Zepeda reveló a La Nación en noviembre de 2008 la existencia de un manual de tortura[24]​ que se utilizaba en la Colonia Dignidad contra los presos políticos. El mismo mes Zepeda condenó a siete años de prisión al exlíder de la Colonia, Paul Schäfer, por el homicidio calificado en 1974 de Miguel Ángel Becerra Hidalgo.

En la actualidad el recinto de la Villa Baviera está abierto. Sus cerca de 500 habitantes se dedican a labores de agricultura y ganadería, además de oferta de turismo, aprovechando los paisajes de la Cordillera de Los Andes y el río Perquilauquén. Ofrecen gastronomía alemana, servicios de paseos y hospedaje.

El 18 de abril de 2006 la comunidad de Villa Baviera entregó en el Palacio de La Moneda una carta abierta denominada Declaración a nuestros conciudadanos chilenos y alemanes en la que hacen un mea culpa de los errores cometidos, asumen su responsabilidad por los delitos investigados (abuso de menores, tráfico de armas y violaciones a los derechos humanos), a la vez que culpan a Paul Schäfer de desfigurar las motivaciones originales del proyecto y utilizarlo para cometer crímenes. A continuación, algunos párrafos de la carta publicada en los medios de comunicación:

Por su parte, la prima y exministra de Pinochet, Mónica Madariaga, afirmó en una entrevista a La Tercera, que no se avergonzaba de sus vínculos con la Colonia, y abundó en detalles asegurando que sabía que Jaime Guzmán (el asesinado exsenador de la UDI) le dio clases a Pablo Longueira, Luis Cordero y Andrés Chadwick (todos dirigentes de la Unión Demócrata Independiente) «en el interior de la Colonia Dignidad». «Eran adoctrinados en ese lugar, ahí se les formó políticamente, les hacían clases. Jaime Guzmán los instruía y les daba charlas, lo hacía al estilo platónico, se paseaba por los campos dictando clases. Todos ellos sacaron un gran provecho de Colonia Dignidad. Ahora no dicen nada».[26]

El senador de la UDI Hernán Larraín, quien, según Madariaga «era muy amigo de la gente de Colonia Dignidad» y frecuentó esas clases, defendió enérgicamente a Schäfer en su tiempo, calificando de «montaje» las acusaciones de abuso sexual que se hacían al alemán.[27]

En diciembre de 2015, la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó la sentencia dictada en abril de 2014 por el ministro en visita Jorge Zepeda Arancibia en contra de exintegrantes de la DINA y de exmiembros de la Colonia Dignidad por asociación ilícita para diversos delitos cometidos en terrenos de esta última, a partir de 1970.[28][29][30]​ En esta sentencia se enumeran:

La sentencia de primera instancia,[31]​ su confirmación por la Corte de Apelaciones de Santiago[32]​ y un resumen de sus contenidos principales[33]​ se encuentran a disposición del público.

El 21 de agosto de 2009, por escritura pública, representantes de la «Inmobiliaria e Inversiones Cerro Florido Limitada», domiciliada en «Parcela Seis Villa Baviera, sin número, Parral», así como de la sociedad anónima cerrada «Abratex S.A.», encontrándose «vigentes las medidas precautorias de prohibición de gravar y enajenar» diversos bienes de las sociedades mencionadas, estas constituyen «Hipoteca de Primer Grado», a favor del Fisco de Chile y de terceros a determinarse, sobre cuatro inmuebles situados en la comuna de Parral, sector de «San Manuel», con una superficie total de 3507 hectáreas.[34]​ En esta misma escritura, al enumerar los deslindes de estos cuatro predios a hipotecar, se mencionan las hijuelas colindantes y los nombre completos sus propietarios.

A principios de abril de 2016 se denunció en la prensa chilena un intento de los jerarcas de «Colonia Dignidad» destinado a condicionar la entrega de parcelas de ½ hectárea a los habitantes de «Villa Baviera» a la cesión, por estos, de los «derechos sobre las historias de vida» de los mismos.[35][36]​ Una versión anonimizada del texto de la proposición de contrato se difundió también en línea.[37]​ Textualmente, el contrato fechado a 15 de febrero de 2016 indica que «El Cesionario como precio o contraprestación por los Derechos de Imagen o los derechos sobre las Experiencias de Vida a cada uno de los Cedentes, hará sus mejores esfuerzos y pagará, dentro del plazo de un año, con la entrega en dominio de un predio de una superficie total de no menos de cinco mil metros cuadrados, ubicado en el sector de su propiedad».

El 26 de abril de 2016, el ministro de relaciones exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier anunció en un discurso pronunciado en Berlín su decisión de rebajar en 10 años el plazo de protección existente para los archivos que obran en poder del Estado alemán sobre la Colonia Dignidad, que estaba fijado originalmente en 30 años. Con esta medida, quedarán de inmediato a disposición de investigadores, historiadores y periodistas los documentos de entre 1986 y 1996.[38][39]

La medida fue anunciada por el ministro Steinmeier tras una exhibición especial de la película Colonia Dignidad en una sala del Ministerio de Relaciones Exteriores, la que contó con la asistencia de importantes autoridades y de algunas víctimas. En la ocasión, el ministro pidió perdón por la actuación alemana en los crímenes cometidos en la Colonia Dignidad, reconociendo con humildad que se avergüenza de que la diplomacia alemana ha hecho muy poco por ayudar a las víctimas de la Colonia Dignidad, señalando que el manejo del tema ciertamente «no constituye una página muy honrosa de la historia del ministerio de relaciones exteriores». Por muchos años los diplomáticos alemanes habrían, en el mejor de los casos, «mirado hacia otro lado» y claramente sería muy poco lo realizado para proteger a sus conciudadanos.[38][39][40]​ En su histórico reconocimiento precisó también en qué consistieron las responsabilidades de la diplomacia alemana:

El tema de la Colonia Dignidad se incluirá a partir de 2016 como materia de estudio obligatoria de los planes de formación de diplomáticos en Alemania.[41]

Una demanda colectiva por perjuicios causados por la secta encabezada por Schäfer fue presentada por un grupo de 120 ex colonos y patrocinada por el abogado y víctima Winfried Hempel. En la demanda presentada ante los estados de Chile y de Alemania, argumentan que las autoridades no brindaron la protección debida a sus ciudadanos, exigiendo una reparación en dinero de un millón de dólares para cada colono. Según el abogado, la secta habría sido “una de las más peligrosas de la historia de la humanidad”.[39][41]

En 2020, un reportaje de la cadena alemana de televisión Deutsche Welle[42]​ sobre Colonia Dignidad, culpó a Hernán Larraín, quién en el pasado defendió a la secta,[43]​ de la falta de avances en las causas, indicando que Larraín en su puesto de Ministro de Justicia resulta un obstáculo para el avance de las causas.[44][45]



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