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Johann Gottfried von Herder



¿Qué día cumple años Johann Gottfried von Herder?

Johann Gottfried von Herder cumple los años el 25 de agosto.


¿Qué día nació Johann Gottfried von Herder?

Johann Gottfried von Herder nació el día 25 de agosto de 1744.


¿Cuántos años tiene Johann Gottfried von Herder?

La edad actual es 280 años. Johann Gottfried von Herder cumplió 280 años el 25 de agosto de este año.


¿De qué signo es Johann Gottfried von Herder?

Johann Gottfried von Herder es del signo de Virgo.


Johann Gottfried von Herder (Mohrungen, Alemania, 25 de agosto de 1744-Weimar, Alemania, 18 de diciembre de 1803) fue un filósofo, teólogo y crítico literario alemán, cuyos escritos contribuyeron a la aparición del romanticismo alemán. Como instigador del movimiento conocido como Sturm und Drang ("Tormenta e ímpetu"), la vertiente alemana del Prerromanticismo europeo, inspiró a muchos escritores, entre ellos, y muy especialmente, al joven Johann Wolfgang von Goethe, a quien conoció en Estrasburgo en 1770 y que posteriormente se convertiría en la principal figura del clasicismo literario alemán, aunque se distanciaría notablemente de Herder.

Estudió Teología en la Universidad de Königsberg y fue muy influenciado por el catedrático y filósofo alemán Immanuel Kant. Entre las primeras obras críticas de Herder se encuentran los Fragmentos acerca de la literatura alemana moderna (1766-1767), que preconizaba la emancipación de la literatura alemana de las influencias extranjeras.

Herder mostraba su deseo de emancipación a través de poema y dramas, con un personaje principal caracterizado con un héroe, el cual era dominado por emociones incontroladas y rodeado por conflictos. Tuvo una importante recepción en el Romanticismo alemán, aunque la mayoría de los románticos no lo reconoció explícitamente. Murió el 18 de diciembre de 1803 en Weimar.

Herder impulsó una ruptura con lo tradicional como monolito autoritario: para él, la razón viva y la naturaleza como movimiento eran aquello que impulsaba la vida y conciencia de los pueblos, que a su vez impulsaban la vida y conciencia de las personas.

Herder se opone a la idea ilustrada de la razón, pues el hombre es un organismo completo y no se le puede fragmentar: la naturaleza dinámica es la verdad del sujeto, la vida pasada es algo oscuro pero creador, y la naturaleza pasa a ser algo inquietante y angustiante, con un núcleo fundamental inefable (en oposición al racionalismo y al empirismo).

Para alcanzar esta ruptura, Herder decidió crear dos movimientos:

El Expresionismo alemán y el Sturm und drang fueron las ideas que permearon el romanticismo en Alemania, donde el lenguaje se entendió como una forma de articular ideas y pensamientos, no solo expresar sentimientos. Otros planteamientos que aportaron peso a esta revolución también se ven arraigados en la vida y pensamiento de Herder:

Además, Herder fundará el estudio de la Filología Eslava. Herder rechaza la idea del gusto, con el que se medía la belleza de las obras de arte en el siglo XVIII. Herder plantea que no hay ideales del gusto, sino que estos dependen de cada cultura y momento histórico. El arte también puede servir para conocer el momento histórico y cómo eran los hombres antiguos. La poesía (arte) no es para Herder la poesía de un autor individual, sino que es el Espíritu del Pueblo que, cargado de la sangre del pueblo, explota en el Espíritu del Poeta. Los valores son relativos y cada cultura tiene su centro de gravedad dentro de esa misma cultura, y a veces está alejada de las demás, por ese motivo hay que estudiarlas desde dentro. Los aspectos culturales tienen un valor por sí mismos, por ejemplo, el gótico o la poesía medieval, que en el siglo XVIII habían perdido valor.

Debido a su deseo de sostener e impulsar la cultura popular, Herder dedica gran parte de su tiempo a recopilar literaturas populares desaparecidas. Recoge canciones populares de la Edad Media, que habían pertenecido a la tradición oral. Herder las tituló como Canciones populares y se volvieron a titular póstumamente con el nombre de Las voces del Pueblo en canciones. Dentro de ellas predominan las baladas, formas poéticas destinadas a ser cantadas. Se crean en el siglo XII y se transmiten de manera oral a través de un pueblo analfabeto, por lo que van variando y van correspondiendo a las diferentes melodías de la Edad Media, siendo sus temas amores trágicos, leyendas fantásticas o asesinatos. Son formas en verso, los cuales se repiten continuamente y cuentan los hechos de manera brusca y no de forma ordenada, como era el ideal del siglo XVIII.

Estas formas vienen de Escocia y Rumania, y una de las composiciones más importantes se titula Edward. Herder cree que son las claves para entender el alma de un pueblo. En este libro también incluye los poemas de Homero, Esquilo y la Biblia, ya que para él son canciones populares.

Sus ideas sobre la historia se centran en el libro Ideas para la Filosofía de la Historia de la Humanidad, en el que se hace un repaso a toda la historia de muchas culturas. No es como su título indica un libro de filosofía.

En este libro Herder reinterpreta la idea de progreso y lo redefine de una forma singular. No entiende el progreso humano como algo aislado, sino que engloba a la naturaleza. Es parte del conjunto del Cosmos y de la Tierra, y la historia humana se proyecta antes en una historia prehumana y después en una historia posthumana, con la idea de superhombres. No solamente la historia humana está dentro de la historia del Cosmos, sino que es el elemento central entre toda la historia. Todo se encuentra en un desarrollo permanente.

El progreso desborda la historia humana, pero la aparición del hombre lo acelera, sobre todo a partir del lenguaje. En los animales no hay progreso a lo largo de su historia, solo durante su vida, pero el hombre se diferencia en que progresa en esos dos aspectos.

En Condorcet había leyes invariables, los Ilustrados observaban también que se producían excepciones en estas leyes, pero se entendían como aberraciones producidas por la introducción de otros factores. Herder considera que estas excepciones no son aberraciones, siéndolo el intentar poner leyes universales a la historia, pero una vez que se suprimen los hechos no parecen malos. La humanidad no tiene una forma única, sino muchas y las culturas se han producido en una época determinada y tienen una propia lógica y valor, por lo que la función del historiador es comprenderla en sus propios límites.

Herder va a dar un papel esencial a las naciones dentro de su obra, ya que cada una tiene un espíritu propio, el espíritu del pueblo (Volksgeist) y es diferente para cada nación. Herder lo define como las fuerzas creativas que habitan inconscientes en cada pueblo y se manifiestan en creaciones propias de cada pueblo, sobre todo la lengua, pero también la poesía, la historia o el derecho. Esto va a contracorriente: si la Ilustración afirmaba que todos los hombres son iguales, Herder se sitúa en un plano opuesto, donde la igualdad es, ordinariamente, intranacional. La paradoja es que Herder no es nacionalista, sino un cosmopolita.

A pesar de ser pastor de una comunidad protestante, Herder en contra de la evangelización, pues considera que es capaz de destruir la especifidad de las culturas, concepto central de importancia casi sagrada en su sistema (toda nación tiene el centro de su felicidad dentro de sí misma).

Su concepción de la historia es optimista, a pesar del elemento nostálgico, porque cree que la humanidad se superará a sí misma. Cambia también la concepción de la naturaleza: de la instrumentalización ilustrada pasa a ser un organismo unido a la humanidad.

Junto con Goethe, Herder fue el gran inspirador filosófico de los Naturphilosophen, especialmente de Lorenz Oken.

El tema nuclear de la filosofía de la Naturaleza de Herder es su concepción progresista de la idea de Scala naturae desarrollada por Charles Bonnet. En Herder, esta progresión no afecta solo a la forma de las especies, sino también a su fisiología: cuanto más progresamos en la escala de los seres, más elevadas son también las funciones vitales. La responsable de esta progresión no puede ser, según Herder, una fuerza externa, sino una especie de voluntad interna de la materia que la lleva a organizarse. De nuevo, como en Bonnet, la idea de scala naturae va asociada a la idea de recapitulación: en cada etapa en la que las especies ascienden en la Scala naturae, conservan los rasgos adquiridos en la etapa anterior. La humanidad, por tanto, cumbre de la serie natural, resume en ella la historia entera de la naturaleza.



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