x
1

Kobold



Kobold, ocasionalmente cobold, es una palabra de origen alemán, empleada para “duende”. Dio origen a la palabra para designar al cobalto.

Aunque normalmente es invisible, un kobold puede materializarse en forma de animal, fuego, ser humano y vela. Las representaciones más comunes de kobolds los muestran como figuras humanas del tamaño de niños pequeños. Los kóbolds que viven en hogares humanos visten la ropa de los campesinos; los que viven en las minas son encorvados y feos; Los kobolds que viven en barcos fuman pipas y visten ropa de marinero.

La creencia en kobolds se remonta al menos al siglo XIII, cuando los campesinos alemanes tallaban efigies de kobold para sus hogares. Tales prácticas paganas pueden haber derivado de creencias en los traviesos kobalos de la antigua Grecia, los lares y penates domésticos de la antigua Roma, o creencias nativas alemanas en un espíritu de habitación similar llamado kofewalt (cuyo nombre es una posible palabra raíz del kobold moderno o un alemán variante dialectal).

En la mitología germana, un kobold era un tipo de espíritu menor que habitaba en cuadras, cuevas y casas. Se dedicaba a las labores domésticas cuando sus dueños se ausentaban de la casa, es decir, iba a por agua, partía la leña, daba de comer al ganado, siendo en este aspecto bastante parecido al brownie escocés, al domovoi ruso y al Trasgo celta. A cambio de su trabajo exigía un poco de leche y los restos de comida, pero si al dueño de la casa se le olvidaba alimentarlo, se vengaba de ellos haciendo toda clase de maldades y pillerías.

En la Edad Media de esa palabra derivó el término utilizado por los mineros de Sajonia para describir un mineral, el cobalto. Los mineros consideraban entonces este metal sin valor, ya que eran buscadores de plata y tenían la creencia de que un duende había embrujado la plata.[1]​ En el diccionario castellano del siglo XVIII aparece ya como cobalt.

Los mineros dieron el nombre de Kobold al mineral de cobalto que extraían y que, aunque parecía plata, no podían extraer nada de él. Los mineros pensaron que el mineral estaba embrujado por un demonio o duende del subsuelo.




Escribe un comentario o lo que quieras sobre Kobold (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!