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La violación de Lucrecia (ópera)



La violación de Lucrecia (en inglés, The Rape of Lucretia, muchas veces mal traducido por "El rapto de Lucrecia"), es una ópera de cámara, Op.37, con música de Benjamin Britten y libreto en inglés de Ronald Duncan. Fue estrenada en el Festival de Glyndebourne el 12 de julio de 1946. Fue escrita para Kathleen Ferrier, quien interpretó el rol titular. Duncan basó el libreto en la obra de André Obey, Le Viol de Lucrèce y éste, a su vez, se basó en un poema La violación de Lucrecia de Shakespeare, y todos beben del relato de Tito Livio.

La tensión entre la sensualidad y la hipocresía de los etruscos, por un lado, y la degradación de la moral de las buenas costumbres de los romanos, por otro, es un leitmotiv literario. Las primeras fuentes se remontan a Tito Livio y Ovidio. William Shakespeare trató el tema en el poema La violación de Lucrecia y también en Macbeth y Cimbelino. La pieza de Obey, en la que Roland Duncan se basó para escribir el libreto de la ópera de Britten, fue escrita originalmente para un conjunto teatral francés («Compagnie de Quinze») dirigido por Jacques Copeau.

Obey cita de forma abundante a Shakespeare e introduce en su obra el coro de mujeres y hombres, representados por una mujer y un hombre. La pareja de autores Britten/Duncan le otorga al coro un significado diferente al que le atribuían las fuentes literarias. El rol adjudicado al coro de comentar la acción recuerda la función que cumplía en los antiguos dramas griegos. El texto cantado por el coro se encuentra, no obstante, más próximo a una Pasión de Cristo por su contenido cristiano. La Lucrecia de Britten es la variante femenina del inocente cordero de Dios.

La obra está concebida para ser ejecutada por ocho cantantes; un coro formado únicamente por un hombre y una mujer; y trece instrumentistas: una flauta, un oboe (corno inglés), un clarinete, un fagot, una trompa, percusión, arpa, piano y un quinteto de cuerda. El compositor especificó un gran número de observaciones para el desarrollo de la obra, entre ellas que los recitativos deberían ser acompañados por un piano tocado expresamente por el director musical.

Britten compuso esta ópera de cámara para adaptarse a la pequeña compañía denominada English Opera Company, que había sido fundada por Rudolf Bing, y que posteriormente dio origen a la English Opera Group, conjunto para el que Britten compondría la mayoría de sus óperas posteriores.

La ópera se estrenó en el Festival de Glyndebourne en Inglaterra el 12 de julio de 1946.[1]​Es la primera obra a la que Britten aplicó su término "ópera de cámara." La ópera se estrenó en los Estados Unidos en Broadway en el Teatro Ziegfeld en una producción con puesta en escena de Agnes de Mille que se inauguró el 29 de diciembre de 1948 y cerró el 15 de enero de 1949, tras 23 representaciones. En el reparto estuvieron Giorgio Tozzi como Tarquino, Kitty Carlisle como Lucrecia, Lidija Franklin como Bianca, y Adelaide Bishop como Lucia.

La ópera fue presentada por la Compañía de Ópera de Philadelphia en 2009, [2]

Esta ópera se representa poco; en las estadísticas de Operabase aparece la n.º 115 de las óperas representadas en 2005-2010, siendo la 8.ª en el Reino Unido y la cuarta de Britten, con 29 representaciones en el período.

La acción transcurre en Roma, en el año 500 antes de nuestra era.

Los coros masculino y femenino explican por qué Roma, gobernada por el extranjero Lucio Tarquino, "el Soberbio", se ha hundido en la depravación. El príncipe Sexto Tarquino, hijo del "Soberbio", se encuentra en las inmediaciones de Roma al mando del ejército romano luchando contra una invasión griega. Los dos coros describen su propio papel como intérpretes cristianos de la historia pagana que va a comenzar. A lo largo de la ópera el coro masculino narrará los pensamientos de los personajes masculinos, y el coro femenino hará lo mismo con los personajes femeninos.

En un campamento militar a las afueras de Roma, Colatino, Junio y el príncipe Sexto Tarquino (el Tarquino de la ópera) están bebiendo juntos. La noche anterior, un grupo de soldados marchó a casa inesperadamente a Roma para comprobar cómo estaban sus esposas, y todas ellas estaban engañando a sus esposos, con la sola excepción de Lucrecia, la mujer de Colatino. Junio, cuya esposa estaba entre la mayoría infiel, desafía al joven Tarquino para que compruebe él mismo la castidad de Lucrecia. El impulsivo príncipe, reclama un caballo y decide salir inmediatamente para Roma solo.

En la casa de Colatino en Roma, Lucrecia, acompañada de sus doncellas Bianca y Lucía, está hilando. Echa en falta a su marido, largamente ausente. Mientras las mujeres se preparan para ir a la cama, hay una llamada a la puerta: Tarquino solicitando hospitalidad para esa noche. Aunque tienen miedo, no pueden evitar ofrecerle hospitalidad al príncipe.

A media noche, y mientras Lucrecia permanece dormida en su lecho, Tarquino entra en su dormitorio y la despierta con un beso. Ella le ruega que se marche, pero creyendo que ella lo desea, él la viola. El coro narra en ese momento el dolor de Jesucristo cuando la virtud cae bajo el yugo del pecado.

Al despuntar el alba, Lucía y Bianca están contentas al descubrir que Tarquino ya ha abandonado la casa. Lucrecia entra, calmada pero obviamente desolada. Envía a un mensajero pidiendo a Colatino que vaya a casa. Bianca intenta detener al mensajero, pero Colatino, que comprende lo ocurrido, corre hacia su casa acompañado por Junio. Reconforta a su mujer amorosamente, pero ella siente que nunca jamás volverá a estar limpia. Ella se suicida. Todos se lamentan. Junio planea usar este crimen del príncipe para extender la rebelión contra el rey.

El coro femenino queda desesperado por el vacío moral de esta historia. Pero el coro masculino le dice que todo el dolor tiene un propósito, y todo pecado será redimido en el sufrimiento de Cristo. Los dos acaban la ópera con una oración.




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