Luisa María Isabel de Prusia (en alemán: Luise Marie Elisabeth Prinzessin von Preußen; Berlín, 3 de diciembre de 1838 - Baden-Baden, 23 de abril de 1923) fue una Princesa de Prusia por nacimiento y Gran Duquesa de Baden por matrimonio.
Luisa fue la segunda hija de Guillermo I de Alemania y de Augusta de Sajonia-Weimar-Eisenach. Creció en Berlín y Coblenza, donde su padre en 1849 fue nombrado Gobernador General de Renania.
Su madre, durante su infancia, la instruyó en ciencias además de las muchas ocupaciones en las que, según la usanza, debía atender una princesa de sangre real. Estas ocupaciones consistían en obras de carácter social, como las visitas a los orfanatos, hospitales y a las organizaciones de caridad. Luisa puso en práctica estas lecciones en 1859 cuando inauguró en la ciudad de Karlsruhe la primera asociación femenina, que fuera la precursora de la Cruz Roja.
El 20 de septiembre de 1856 se casó en Berlín con el Gran Duque de Baden Federico I de Baden, hijo de Leopoldo I de Baden y de Sofía Guillermina de Suecia.
De este matrimonio nacieron tres hijos:
Luisa encontró en su marido un hombre sabio y de sanos principios, aunque melancólico. Marcado por el alcoholismo de su padre y por la locura del mayor de sus hermanos, Federico I fue regente del Gran Ducado a partir de 1852 y se convierte propiamente en Gran Duque cuatro años más tarde.
Al llegar a la corte de Baden, Luisa, se encontró con su suegra, la Gran Duquesa en ejercicio Estefanía de Beauharnais, hija adoptiva de Napoleón Bonaparte y presunta madre del enigmático Kaspar Hauser.
Al morir su marido, en 1907, su hijo Federico heredó el trono pero debe abdicar al finalizar la Primera Guerra Mundial.
Luisa siguió viviendo en la ciudad de Baden-Baden, donde murió a la edad de 84 años en 1923.
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