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Madrigal de la Vera



Calle de Madrigal de la Vera.jpg

Madrigal de la Vera es un municipio español de la mancomunidad de La Vera, en la provincia de Cáceres, comunidad autónoma de Extremadura. Es el municipio más oriental de la mancomunidad y está situado en el extremo noreste de Extremadura, limitando al norte y este con Castilla y León por Bohoyo y Candeleda y al sur con Castilla-La Mancha por Oropesa. Sólo limita con un municipio extremeño al oeste, por Villanueva de la Vera.

Se trata de un topónimo común en el área castellana; se repite, por ejemplo, en Madrigal de las Altas Torres.

Riesco Chueca pasa revista a estas diferentes aportaciones y matizaciones a propósito de un paraje también llamado Madrigal en término del pueblo salmantino Calzada de Valdunciel.[2]

El escudo heráldico y la bandera que representan al municipio fueron aprobados oficialmente el 27 de abril de 1998. El escudo se blasona de la siguiente manera:

La descripción textual de la bandera es la siguiente:

Madrigal de la Vera está situado en el norte de la Provincia de Cáceres en Extremadura, España, a pies de La Sierra de Gredos integrada en el Sistema Central. Cuenta con el privilegio de beber de las aguas de La Garganta de Alardos. Está situado entre las provincias de Ávila y Toledo. En la falda de La Sierra de Gredos, a pie del pico del moro Almanzor, es paraje ideal para los amantes del deporte cinegético, caza mayor y pesca.

El pueblo limita al norte con la Sierra de Gredos y el término municipal de Bohoyo, perteneciente a la provincia de Ávila, al sur con el río Tiétar que lo separa de Las Ventas de San Julián de Toledo. Al oeste limita con el pueblo vecino de Villanueva de la Vera, que también pertenece a Cáceres. Al este con uno de sus más preciados bienes, la Garganta de Alardos, que hace de frontera con la provincia de Ávila, de nuevo, y cuya posesión comparte con Candeleda.

La localidad está situada a una altitud de 396 msnm.[4][5]

La localidad es conocida como la "Galicia chica" por la abundancia de agua y sus pastos verdes en cualquier época del año. El Pantano de Rosarito, con 86 millones de metros cúbicos, se llena de estación en estación, es una presa estacional y su principal función es laminar las avenidas y procurar una reserva estacional de agua para el regadío, se abastece por la afluencia de sus innumerables y caudalosas gargantas.

Su clima es más oceánico que mediterráneo. Su temperatura oscila entre los 15 o 16 °C de media, siendo el pueblo de menor altitud de La Vera. El gran contraste de altura entre el pueblo (401m) y la Sierra de Gredos permite ver las cumbres nevadas del Almanzor (2592 m) y el pueblo con un sol radiante que invita a sus naranjos y cerezos a florecer, y a las palmeras a mirar a las nieves. La altitud mitiga la latitud y, a medida que vamos subiendo en la sierra, vamos perdiendo un grado de temperatura por cada 150 metros de ascensión aproximadamente.

Las precipitaciones en el pueblo y de nieve en las alturas, tiene una medida de 1200 mm y en algunos años se han llegado a superar los 1600 mm.

Los pobladores de Madrigal están probablemente en el origen de los posteriores pobladores del Castro Vettón de El Raso de Candeleda, ya que , en la Garganta de Alardos a la altura del mirador y del complejo de La Mata, se documentó una necrópolis del siglo V A.N.E. , excavada de urgencia por Antonio González Cordero y publicada en un número de Studii Zamorensis. Una vez establecidos en el Castro ya no se movieron, al ser dejados de lado por los romanos hasta que la adaptación les hizo abandonar los sitios fortificados, ahora inútiles y bajar de nuevo al borde de las ricas vegas, como demuestran los escasos pero ciertos y documentados restos romanos localizados a la altura del actual depósito del agua con un ara romana anepígrafa muy interesante. El hoy llamado Puente Romano no data en ningún caso de esta época sino de los alrededores del siglo XVIII. A pesar de ello en dicha zona debió existir un puente o vado que conducía hasta los alrededores de Chilla, como indica el camino ibérico que partía de la Madre Vieja, a la altura de San Bernardo y que se perdía en los alrededores de Chilla, y que , probablemente fue la base del actual Puente Viejo- Siglos después, en el siglo XIII, Madrigal de la Vera (que por entonces se llamaba Madrigalejo) fue aldea de Plasencia, hasta el último cuarto del siglo XIX, que se independizó, junto con Talaveruela, del Señorío de Valverde.

Dada su situación geográfica estratégica y la gran abundancia de agua, debió tener una población bastante grande, como lo demuestra el que su iglesia estuviera en las afueras del pueblo, hasta el primer cuarto del siglo XX en el que Madrigal de la Vera, por razón de la mejor comunicación de la carretera de Plasencia, se ha ido expandiendo más hacia la parte sur con numerosas construcciones nuevas.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituye en municipio constitucional, entonces conocido como Madrigal en la región de Extremadura que desde 1834 quedó integrado en Partido judicial de Jarandilla[6]​que en el censo de 1842 contaba con 90 hogares y 493 vecinos.[7]

En la siguiente tabla se muestran los votos en las elecciones municipales de Madrigal de la Vera, con el número de concejales entre paréntesis, en las elecciones municipales desde 2003:[8]

En 1835, fecha de la independencia de Madrigal de la Vera del Señorío de Valverde, contaba con 70 vecinos y 240 almas. Esta población fue aumentando paulatinamente hasta llegar a la cima de casi tres mil habitantes en 1960.

En los años 1990, Madrigal de la Vera rondaba los dos mil habitantes, cifra sensiblemente inferior a los casi tres mil de unos años antes debido al el éxodo que se produjo hacia las grandes ciudades entre las décadas de los 1970 y 1990.

     Población de hecho (1857-1860) según los censos de población del INE.[16]     Población de derecho (1877-1991) según los censos de población del INE.[16]     Población residente (2001-2016) según el padrón municipal del INE.[16][17]

La economía del pueblo es principalmente agrícola, con el 48,5 por ciento de población activa dedicándose a esta actividad, el 27,9 por ciento dedicado a servicios, el 18,8 por ciento a la construcción y el 4,8 por ciento a la industria que poco a poco se está abriendo paso. Esta población activa representa aproximadamente el 50 por ciento de sus habitantes.

Las explotaciones agrarias en un 95,8 por ciento son de un menores de 10 hectáreas, y por tanto muy parceladas. La superficie censada está, en su mayoría dedicada a pastos, una pequeña cantidad a bosques y a tierras de labor de donde salen las materias necesarias para elaborar el pimentón tan bueno de esta zona. El censo ganadero principal lo absorbe el ganado caprino, el queso tierno de cabra es uno de los productos típicos de Madrigal de la Vera.

La cantidad de desempleados en Madrigal de la Vera ronda las 50 personas (42 en el año 2000 según los Datos del INEM de Cáceres), que son aproximadamente el 2,5 % de la población total), cuenta con unos 500 afiliados a la seguridad social (493 en el año 2000).

Existen en el pueblo una sucursal de banco, otra de caja y una agencia colaboradora (Banco Santander). No hay Cooperativas de Crédito. Cuenta con 22 sociedades limitadas y una cooperativa, superando el Rendimiento Empresarial los 60.000 € anuales. Según los datos de la Cámara de Comercio e Industria de Cáceres del año 2000, hay extendidas en total, en el pueblo, 191 licencias para Actividades Económicas Empresariales.

El turismo es una parte importante de la economía del pueblo. Registrados como rezan en los informes de la Consejería de Obras Públicas y Turismo del año 2000, Madrigal de la Vera disponía por entonces de tres restaurantes, con 278 plazas habilitadas; dos hostales con 72 plazas, un apartamento de una llave habilitado para ocho usuarios, y dos cámpines de 2ª que sumaban 296 plazas. Este tipo de establecimientos han crecido en número y calidad en los últimos años, y la nueva oferta en forma de casas rurales hacen que se haya ampliado el abanico de opciones turísticas para los visitantes al pueblo.

Por el pueblo pasa la carretera EX-203, que une Plasencia con la mayoría de municipios de La Vera. La EX-203 termina formalmente en el límite entre Madrigal de la Vera y Candeleda, a partir del cual se prolonga al este en las carreteras CL-501 castellano-leonesa y M-501 madrileña. La EX-203 se cruza en Madrigal con la EX-384, que hacia el sur da acceso a la Autovía del Suroeste pasando por Las Ventas de San Julián.[18]

Dispone de un colegio público, con unos 150 alumnos y 12 profesores. No dispone de centros de enseñanza privada.

Posee Centro de Salud, sí tiene una consulta que atiende un médico y dos ATS, con dedicación exclusiva.

Iglesia parroquial católica bajo la advocación de San Pedro Apóstol,[19]​ en la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Diócesis de Plasencia, Arciprestazgo de Jaraíz de la Vera.[20]

Madrigal de la Vera aún conserva, en la parte alta de la población, numerosas calles y ejemplos con ese rancio sabor verato reflejado en sus casas de adobe y entramados de madera, pudiendo el visitante extasiarse en algunos rincones de gran belleza.

En su paisaje laderas escarpadas, cubiertas de monte bajo y pastizales; bosques frondosos y frescos; cuidados huertos que permiten el autoabastecimiento; el pueblo, con sus casas apiñadas en torno a la plaza vieja, con profusión de construcciones de viviendas de piedra y adobe, con típicos entramados y balconajes de madera. Las Vegas del Tiétar, con abundancia de plantaciones de tabaco, pimiento, etc.

Tiene un gran tirón turístico, tanto en Semana Santa, como en los meses de verano (especialmente en septiembre, fecha de las fiestas municipales). En Semana Santa por su tradición (procesiones, misas...) y por ser una fecha de reunión para los familiares que emigraron del pueblo. En verano la Garganta de Alardos atrae a un sinfín de turistas en busca de un baño refrescante.

De antigua tradición es también la celebración de "LA CALBOTÁ". Los adolescentes y los jóvenes se juntan el día de Todos Los Santos para salir al campo o a secaderos y construcciones agrícolas en las afueras el pueblo para merendar, normalmente asados, y sobre todo para asar castañas, que aquí se llaman "CALBOTES".

Muy arraigada también está la fiesta de "LAS LUMINARIAS". El 7 de diciembre, víspera de la Inmaculada, los vecinos se reúnen en barrios, calles y plazas y se encienden grandes hogueras (Luminarias), en las que se queman jaras, tomillos, romeros, escoberas e incluso enseres agrícolas y mobiliario inservible, lo que les da una posible intención de purificación, de acabar con lo viejo, y que se aprovechan posteriormente para asar piezas sobre todo del cerdo (cortezas, ántimas, embutidos, etc.) que comen vecinos y visitantes al calor de las brasas y acompañadas de buen vino de pitarra, como pide el frío que suele hacer en esas fechas.

El último fin de semana de abril, y desde 2016, se celebra "ENTREVECINOS", un evento que reúne en Madrigal autoridades institucionales y vecinos de los pueblos limítrofes, para intercambiar vivencias, experiencias, actitudes, etc. todo ello amenizado con rondas espontáneas y bailes por calles y plazas, con pausas para tomar aliento en los buenos bares y restaurantes de la localidad.

Madrigal de la Vera tiene rica gastronomía: migas, cabrito, pimientos, productos de matanza, etc.

El municipio cuenta con un equipo de fútbol que en la temporada 2010-2011 jugaba en la Primera Regional, el CD Madrigal de la Vera.[21]

Actualmente, y desde 2014, Madrigal cuenta con un equipo de voleibol alevín escolar femenino, que está cosechando muy buenos resultados en las competiciones tanto regionales como nacionales, que son si cabe más valiosos teniendo en cuenta que es una población de poco más de 1600 habitantes.



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