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Manuel María de Peralta y Alfaro



Manuel María de Peralta y Alfaro (Cartago, 4 de julio de 1847París, 1º de agosto de 1930) fue un diplomático e historiador costarricense y segundo y último marqués de Peralta.

Nació en Taras, provincia de Cartago, Costa Rica, el 4 de julio de 1847. Único costarricense declarado dos veces benemérito de la Patria. Sus padres fueron Bernardino de Peralta y Alvarado y Ana de Jesús Alfaro Lobo. Era nieto paterno de José María de Peralta y La Vega, presidente de la Junta Gubernativa de Costa Rica en 1822, firmante del Acta de la Independencia y también benemérito de la Patria, y en consecuencia descendiente directo de Mossén Pierres de Peralta, también conocido como Pedro de Peralta y Ezpeleta, y de Alfonso Carrillo de Acuña quien fue Arzobispo de Toledo, ambos personajes míticos y emblemáticos en la España de los Reyes Católicos. Casó en 1884 con la condesa belga Jehanne de Clérembault de Soer (1845-1919), marquesa viuda de Gontaut-Biron, y prima de Fernando de Lesseps. El Instituto Diplomático del Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica lleva su nombre.

Efectuó sus primeros estudios en Cartago y se graduó de bachiller en Filosofía en el Colegio de Humanidades de Jesús. posteriormente ingresó a la carrera de leyes en la Universidad de Santo Tomás. En Europa también cursó estudios de Derecho Internacional y otras disciplinas. Adquirió además el dominio de los idiomas francés, inglés, alemán, italiano, portugués, griego y latín.

Fue agente de inmigración de Costa Rica en Ginebra (Suiza). Ingresó al servicio diplomático costarricense en noviembre de 1871, como secretario de la Legación de Costa Rica en Francia. Fue ministro residente de Costa Rica en los Estados Unidos de América (1875-1885) y ministro plenipotenciario de Costa Rica en Alemania (1887-1918), Bélgica (1880-1883 y 1887-1930), Francia (1879-1883 y 1887-1930), España (1880-1883 y 1887-1930), los Estados Unidos de América (1885-1887), la Gran Bretaña (1887-1898), los Países Bajos (1910-1930) y la Santa Sede (1902-1930), y delegado de Costa Rica en la Sociedad de Naciones (1921-1927). También fue agente financiero de Costa Rica en la Gran Bretaña y ministro plenipotenciario de El Salvador en los Estados Unidos de América en 1886.

Le correspondió defender los derechos territoriales de Costa Rica en el litigio arbitral con Colombia, primero ante la Corona de España y después ante los presidentes de Francia Félix Faure y Émile Loubet.

Recibió altas distinciones de muchos países, entre ellas la Legión de Honor de Francia. El 4 de julio de 1997, al cumplirse el sesquicentenario de su nacimiento, el Gobierno de Costa Rica le otorgó en forma póstuma el rango de embajador emérito.

Escribió varias obras históricas de importancia y publicó ricas colecciones documentales. Entre sus principales obras cabe mencionar La República de Costa Rica; Costa Rica, Nicaragua y Panamá en el siglo XVI; Costa Rica y Colombia de 1573 a 1581, su jurisdicción y sus límites territoriales; El Canal Interoceánico de Nicaragua y Costa Rica en 1620 y 1887; Límites de Costa Rica y Colombia; Historia de la jurisdicción territorial de la República de Costa Rica; Costa Rica y la Costa de Mosquitos; Atlas histórico de la República de Costa Rica, Veragua y Costa de Mosquitos, Jurisdicción territorial de la República de Costa Rica, El General Morazán y varios poemas y ensayos. Perteneció a numerosas academias y sociedades de estudios y tuvo estrecha amistad con distinguidos literatos e intelectuales, entre ellos Juan Montalvo, Emilia Pardo Bazán y Rubén Darío.

En 1883 gestionó y obtuvo la transmisión en su favor del Marquesado de Peralta, título del Sacro Imperio Romano concedido en 1738 por el emperador Carlos VI a su tío tatarabuelo Juan Tomás de Peralta y Franco de Medina. Fue el segundo y último titular de esa dignidad nobiliaria.

Fue declarado benemérito de la Patria por el Congreso de Costa Rica en 1919 y en 1927.

Murió en París, Francia, el 1° de agosto de 1930. Sus restos fueron llevados a Costa Rica y sepultados solemnemente en el Cementerio General de San José.

El Instituto del Servicio Exterior de la Cancillería de Costa Rica y una avenida de la ciudad de San José llevan su nombre.

El Premio “Manuel Maria de Peralta” es un reconocimiento que otorga la Asociación Costarricense de Derecho Internacional (ACODI) anualmente a un distinguido costarricense por sus aportes al Derecho Internacional, a la Política Internacional y a la Diplomacia.

Dicho Premio ha sido otorgado hasta el momento, en sus quince ediciones a las siguientes personalidades: Fernando Volio Jiménez, Fabio Fournier Jiménez, Carlos José Gutiérrez Gutiérrez, Elizabeth Odio Benito, Sonia Picado Sotela, Rodolfo Piza Escalante, Rodrigo Madrigal Nieto, Gonzalo J. Facio Segreda, Óscar Arias Sánchez, José Luis Molina Quesada, Manuel Ventura Robles, Bernd H. Niehaus Quesada, Edgar Ugalde Álvarez, Rodrigo Oreamuno Blanco y Alvar Antillón Salazar.

Dicho Premio lleva ese nombre en referencia a Manuel María de Peralta y Alfaro y al Instituto del Servicio Exterior “Manuel Maria de Peralta” del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica.



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