La mata atlántica o bosque atlántico es una formación vegetal neotropical, presente en Brasil, Paraguay y Argentina. En Brasil, acompañaba la zona litoral del país desde Río Grande del Norte a Río Grande del Sur, llegando por el interior hasta la Provincia de Misiones en el nordeste de la Argentina, y el este del Paraguay. Es uno de los tipos de selva tropical más amenazados del globo, pues su superficie ha quedado extremadamente reducida a pocos fragmentos, en su mayoría discontinuos, a causa de su deforestación, principalmente a partir del siglo XX. Aún abriga una de las mayores biodiversidades del planeta. Cubría importantes trechos de sierras y escarpas de la Meseta Brasileña, y era la continuación de la selva amazónica. Fue la segunda mayor selva tropical en extensión en Suramérica. La mayor superficie continua de selva original superviviente, y a su vez la mejor conservada de este ecosistema, se centra en la provincia argentina de Misiones, en la selva misionera.
El área original era 1 290 692,46 km², cubriendo en su sector sobre territorio brasileño un 15% de la superficie del país. Actualmente solo queda en pie un remanente de 162000 km², es decir, el 12.4% del área original.[1]
En el Brasil, el área de dominio (área cuya vegetación clímax era esta formación vegetal) abarca total o parcialmente diecisiete estados:
Actualmente existe menos de 10% de la mata nativa. Existen diversos proyectos de recuperación de la Mata Atlántica, que tropiezan siempre con la urbanización y con las planificaciones del espacio, principalmente en la región Sudeste. Existen algunas áreas de preservación en algunas zonas en ciudades como São Sebastião (litoral norte de São Paulo).
En Paraná, gracias a reacción cultural de la población, a la creación del APAs (Áreas de Preservação Ambiental), apoyadas por una legislación rígida y fiscalización intensiva de los ciudadanos, aparentemente la destrucción forestal se ha frenado y un pequeño remanente de esa vegetación preserva un alto nivel de biodiversidad, del cual es digno de mención el león dorado, las orquídeas y las bromelias.
Un trabajo coordinado por los investigadores del Instituto Florestal de São Paulo mostró que, en este início de siglo, el área con vegetación natural en São Paulo aumentó un 3,8% (1,2 kilómetros cuadrados) en relación con la existente hace diez años. El crecimiento, aún tímido, se concentró en la franja de Mata Atlántica, el ecosistema más extenso del estado.
La Constitución Federal de 1988 posiciona a la Mata atlántica como patrimonio nacional, junto con la Floresta Amazônica brasileira, la Serra do Mar, el Pantanal Mato-Grossense y la Zona Costera. El desbrozamiento de la mata secundaria está reglamentado por leyes posteriores, actualmente el desbrozamiento de la mata primaria está prohibido.
La Política de la Mata Atlântica (Directrices para la política de conservación y desarrollo sostenible de la Mata Atlántica), de 1998, contempla la preservación de la biodiversidad, o desarrollo sostenible de los recursos naturales y la recuperación de las áreas degradadas.
Hay millares de organizaciones no gubernamentales, órganos gubernamentales y grupos de ciudadanos esparcidos por el país que se empeñan en la preservación de la cubierta vegetal de la Mata Atlántica. La Red de ONG Mata Atlántica tiene un proyecto de monitoreo participativo, y desarrolla conjuntamente con el Instituto Socio-Ambiental un informe de la Mata, por municipios, del domínio original.
El 70% de la población brasileña vive en el área de dominio de la Mata Atlántica, que mantiene los nacientes y manantiales que abastecen a las ciudades y comunidades del interior, regula el clima (temperatura, humedad, lluvias) y alberga comunidades tradicionales, incluidos pueblos indígenas.
Entre los pueblos indígenas que viven en el dominio de la Mata Atlántica están los wassú, pataxó, tupiniquim, gerén, guaraní, krenak, kaiwá, ñandevá, terena, kadiweu, potiguara, káingang y mbyá.
Entre los usos económicos de la mata se encuentra el de la explotación de las plantas medicinales (la mayoría aún sin estudiar), como espinheira-santa, caixeta, y el turismo ecológico.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Mata atlántica (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)