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Mathias Goeritz



¿Qué día cumple años Mathias Goeritz?

Mathias Goeritz cumple los años el 4 de abril.


¿Qué día nació Mathias Goeritz?

Mathias Goeritz nació el día 4 de abril de 1915.


¿Cuántos años tiene Mathias Goeritz?

La edad actual es 109 años. Mathias Goeritz cumplió 109 años el 4 de abril de este año.


¿De qué signo es Mathias Goeritz?

Mathias Goeritz es del signo de Aries.


¿Dónde nació Mathias Goeritz?

Mathias Goeritz nació en Danzig.


Ekisde Brunner (Danzig, hoy Gdansk, 4 de abril de 1915 - Ciudad de México, 4 de agosto de 1990) fue un escultor, poeta, historiador del arte, arquitecto y pintor mexicano de origen alemán. Asociado a la tendencia de la abstracción constructiva e impulsor de la "arquitectura emocional" tras la Segunda Guerra Mundial se estableció en México, dejando uno de los legados artísticos más importantes de la historia cultural del país, siendo uno de los protagonistas de la modernidad plástica y arquitectónica mexicana.[1]

Nació en Danzig (actual Gdansk, Polonia) y pasó su infancia y juventud en Berlín, donde realizó estudios de pintura, historia del arte y filosofía.

Cursó estudios de medicina en la Universidad de Berlín durante un año, pero sus inquietudes eran de índole estética, por lo que estudió arte en la Escuela de Artes y Oficios de Berlín-Charlottensburg y se doctoró en Filosofía e Historia del Arte en la Universidad de Berlín. Tras la implantación del nacionalsocialismo, en 1936 abandona Alemania, e inicia un viaje por Europa y el norte de África. La pintura de su primera etapa está marcada por la guerra, y en ella se acusa la influencia de los grupos expresionistas alemanes Die Brücke y Der Blaue Reiter.

Vivió en Tetuán, Marruecos en 1941; y al año siguiente se casó con Marianne Gast, escritora y compañera suya durante más de quince años. Posteriormente se traslada a Granada en 1945,donde seguiría con su trabajo artístico al lado de importantes artistas de la vanguardia. En 1948 se trasladó a Santillana del Mar donde fundó la Escuela de Altamira, proyecto que emergió como resultado de una exposición colectiva de pintura ,de la comunidad local. A su lado, participaron los artistas Ángel Ferrant, Ricardo Gullón y Pablo Beltrán Heredia; teniendo como una de sus principales misiones la ampliación de los lenguajes, las técnicas y los modelos de representación de la expresión, unidos bajo el lema: "Todos los hombres, por fin hermanos, se convierten en artistas". Gracias a esta labor, el periodista, escritor y filósofo, Eugenio d Òrs nombró al joven artista miembro de la Academia de las Artes, en España, en reconocimiento al proyecto que desarrolló en Santillana del Mar, fomentando el desarrollo del pensamiento de la modernidad desde el arte abstracto.

Como miembro distinguido de la academia en Madrid, Göeritz criticó fuertemente a la institución y a la mala prensa de arte del lugar, lo que provocó que en un par de días fuera expulsado de la misma y como consecuencia, le fuese negado su visado en España. Ante la imposibilidad de permanecer más tiempo en España, viajó a México gracias a la recomendación que el artista Alejandro Rangel Hidalgo hizo al Arquitecto Ignacio Díaz Morales, quien trabajaba en la construcción del programa de estudios de la entonces recién inaugurada Escuela de Arquitectura de Guadalajara, ya que el rector general de esta universidad, Jorge Matute Remus, quiso incorporar a profesionales europeos, por lo que se trasladó a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México, en 1949; lugar en el que da inicio a su renombrado Taller de Educación Visual, en el que difundía las enseñanzas de la Bauhaus. Es en ese contexto donde conoció al ingeniero Luis Barragán y al pintor Jesús Reyes Ferreira, con quienes en años posteriores, realizó varios proyectos de relevancia para la historia del arte y la arquitectura mexicanas.

Años más tarde se trasladaría a la Ciudad de México, en 1952, donde es contratado por la Universidad Nacional Autónoma de México para dirigir un taller de educación visual. Más tarde, la Universidad Iberoamericana le encomienda la creación de la Escuela de Artes Plásticas. Además, se le encargó la construcción de un edificio en la Ciudad de México y otros proyectos que forman parte, hoy día, del paisaje urbano. Desde entonces su influencia fue notable en la plástica contemporánea. México se abría a la modernidad y gracias a él, se exponía por primera vez la obra de Paul Klee y Henry Moore. Es cuando Göeritz alterna la pintura con la escultura, que se convierte en el fundamento de su creación. En este campo evoluciona desde el expresionismo a la abstracción, (La mujer de cinco caras, 1950; Animales heridos, 1951; La serpiente, 1953).

Entre sus obras destaca el Museo El Eco. Este museo albergaba obras importantes como La serpiente, una escultura de Göeritz que actualmente se encuentra en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México. El Eco es una de las obras más significativas del artista y obra crucial en la historia del arte moderno mexicano. El edificio fue inaugurado en 1953 a petición del empresario mexicano Daniel Mont y es considera una de las piedras angulares del arte moderno en México. La escultura habitable que Göeritz y Daniel Mont erigieron, fue destinada para que otros experimentaran bajo sus paredes irregulares. Funcionó como galería, restaurante-bar, espacio de experimentación teatral, sede activista, y hoy en día, museo universitario.

En el Museo del Juguete Antiguo México se exhiben algunas piezas de Mathias Göeritz que dan testimonio de su faceta de experimentación en la escultura. Las piezas en exhibición son de materiales como madera y metal y las medidas van desde los 40 cm., hasta 1.70 m. de alto.

Parte de su archivo personal (obra y documentos) se resguarda en el Instituto Cultural Cabañas, el cual se ha expuesto en el Museo Cabañas.[2]

Al año siguiente de la apertura de El Eco se publicó el Manifiesto de Arquitectura Emocional, siendo Göeritz el precursor de esta corriente, que se caracteriza por la utilización de un diseño limpio y la construcción de torres, en las que prima el sentido escultórico sobre el funcional. La arquitectura emocional podría entenderse como una pregunta permanente, acerca del modo en que establecemos los lugares donde habitamos y cuáles son las funciones intrínsecas del ser humano. Mathias Göeritz argumentaba que la arquitectura debería ser una obra de arte, invitándonos a través de ella, a morar en los espacios para poder apreciar y sentir distintas emociones al estar en nuevos ambientes.

Factores como el color, la iluminación y el uso del agua, establecen características especiales en los entornos, que agudizan ciertos sentidos en el ser humano. Cada uno de estos elementos tienen detalles que, al apreciarlos de forma conjunta, crean espacios distintos, que nos permiten apreciar cada lugar de manera única. No es extraño que Göeritz quisiera relacionar su experimento con la arquitectura clásica de catedrales y mezquitas, edificaciones abiertas a lo metafísico; lugares donde la actividad principal siempre está por venir, en tanto que son espacio de tránsito para quienes lo habitan, a favor de la emancipación de la experiencia humana en busca de la ampliación de los significados de vida.[3]

En México entró en polémica con el stablishment artístico del país; en una carta abierta, los pintores, Rivera y Siqueiros lo describen como: "un impostor sin el más insignificante talento ni preparación para ser un artista". A pesar de esto, en 1957 fue elegido director de diseño visual de la Escuela Nacional de Arquitectura; en ese mismo año, el gran arquitecto Luis Barragán le encargó que diseñara la entrada a Ciudad Satélite, para la cual hizo cinco pilones de hormigón de sección triangular de alturas de entre 36 y 58 metros; obra realizada en colaboración con el mismo Luis Barragán, y el pintor Jesús Reyes Ferreira; luego de un viaje con Justino Fernández a San Gimignano, Italia; inauguradas en marzo de 1958 como uno de los símbolos del proyecto de modernización nacional más relevante. Paralela a esta obra, realiza las Torres de Temixco, en el Estado de Morelos, y los vitrales de la Iglesia de San Lorenzo, en la Ciudad de México, renovando en la escena, lo que hasta ese momento se reconocía como arte sacro.

En 1959, después de la muerte de su esposa Marianne Gast, Mathias Göeritz comienza la serie de obras bidimensionales conocidas como Mensajes Dorados, obra monocromática que incluye a la hoja de oro como material espiritual. Göeritz define esta obra de arte como una oración plástica. Esta serie culmina con la exposición del mismo nombre en la Galería Carstairs de Nueva York en 1962. Los Mensajes Dorados, fueron los precursores de Luis Barragán en el proyecto del altar de la Capilla de las Capuchinas en la Ciudad de México en 1963.En ese mismo año colabora con el arquitecto Ricardo Legorreta en las Torres de Automex. En 1964 realiza la escultura de la estrella de David, las torres y los vitrales de la sinagoga Maguen David, y en 1967 la Celosía del Hotel Camino Real y otra para unos laboratorios que hoy ocupa la Comisión de Derechos Humanos del D.F., y los vitrales para la nave principal de la Catedral Metropolitana, todas estas obras en la Ciudad de México.

Un año después, con motivo de los Juegos Olímpicos de 1968, Goeritz promovió la creación de la Ruta de la Amistad, un circuito escultórico urbano, en el Anillo Periférico de la Ciudad de México con motivo de las Juegos Olímpicos de México 1968,especie de museo de escultura al aire libre que, a lo largo de 17 kilómetros, muestra la obra de 16 artistas internacionales). Para dicho proyecto levantó La Osa Mayor (conjunto de columnas-torres de hormigón frente al Palacio de los Deportes. En 1975 funda el grupo Cadigoguse con Geles Cabrera, J. L. Díaz, Sebastián y Ángela Gurría, con los que lleva a cabo cinco plazas escultóricas en Villahermosa. De 1978 a 1980 realizó el centro del Espacio Escultórico en colaboración con los artistas Helen Escobedo, Manuel Felguérez, Hersúa, Sebastián y Federico Silva, dentro de uno de los terrenos de Ciudad Universitaria,con la intención de integrar el arte y la naturaleza.A esta obra seguirían también en la ciudad de México, los Prismas incrustados (parque de Chapultepec) y la Corona de Bambi (1979, Centro Cultural Universitario), en la que consigue además ilusiones ópticas.

En este periodo realizó también el Laberinto de Jerusalén en Israel (1980, Centro Comunitario Alejandro y Lily Saltiel de Jerusalén), quizás la más compleja e interesante, como califica el propio artista, edificio carente de ventanas, de gran fortaleza y cuya luz se introduce a través de amplias terrazas.

El 8 de febrero de 1982 inauguró su escultura Las Torres en la Facultad de Estudios Superiores Aragón (UNAM), mientras que en 1988 construyó la torre de la Fundación Miguel Alemán de la Ciudad de México. En 1990 se termina su obra Monograma AMT en Jerusalén, después de su fallecimiento el 4 de agosto del mismo año.

Si en pintura está influido por el expresionismo alemán, en escultura y arquitectura desarrolla un estilo marcado por la pureza de diseño y la integración plástica espacial, como medio de elevar el nivel espiritual de la sociedad.



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