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Mercado negro de divisas



El mercado negro de divisas se refiere a la compraventa ilegal de divisas. Debido a su presencia global, es habitual el uso del dólar estadounidense en este mercado, aunque también se utilizan otras monedas de reserva como el euro, la libra esterlina, el yen y el franco suizo, entre otras.

Al igual que otros mercados negros existentes, el mercado negro de divisas se refiere a la transacción de monedas extranjeras esquivando las regulaciones cambiarias cada país y sin ser declarados ante las instituciones fiscales. En algunos casos, estas restricciones en políticas cambiarias del país son implantadas para establecer sistemas tipo corralito,[cita requerida]y en otros casos, para controlar el financiamiento de actividades ilegales (como el tráfico de armas, de drogas, de personas, prostitución, juegos de apuestas ilegales, contrabando, extorsión, etc.). Así, los delincuentes que poseen una riqueza de la que no puede explicar su origen legítimo o lícito intentan blanquear el capital ilegal incluso con el objetivo de pagar los impuestos correspondientes y así poderlo utilizar como si fuera procedente de una actividad lícita.[1][2]​ La aparición de mercados irregulares de divisas también puede ocurrir para actividades no necesariamente delictivas cuando se establecen medidas estrictas de control cambiario, lo que puede tener diferentes tipos de sanción según la legislación de cada país.

En aquellos países donde se establecen mercados negros de dólares se llama eufemísticamente «dólar paralelo», «dólar negro» o, en la Argentina, «dólar blue».[3][4][5]​ En Venezuela lo llaman «dólar Today», nombre originado debido a una página de internet del mismo nombre.

Durante los 80 fue común la existencia de dos mercados para el dólar, como organización permanente del mercado cambiario, trajo enormes inconvenientes en la economía, en especial entre 1988 a 1990. La restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros impuesta por el gobierno radical de Fernando de la Rúa el 3 de diciembre de 2001, y que se prolongó por casi un año cuando se anunció oficialmente el 2 de diciembre de 2002 la liberación de los depósitos retenidos. Posteriormente y debido a la popularidad que adquirió el término "corralito", este se empezó a usar en todos los países de habla castellana para hacer referencia a la inmovilización de los depósitos realizada por el gobierno de cualquier país.

En 2011, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner aumentó los controles sobre la compra de divisa, requiriendo que los compradores pidieran autorización a la AFIP para realizar la transacción.[6]​ El valor del dólar que publica el Banco Central de la República Argentina regía principalmente para liquidación de exportaciones e importaciones;[7]​ mientras que muchos compradores se volcaron al mercado ilegal, creando una nueva cotización de la divisa que recibió el nombre de dólar blue.[8][9]​ El adjetivo blue se debe a que las transacciones que se realizan con este billete provienen del mercado negro, por fuera de la regulación establecida por la AFIP y en el idioma inglés el color azul también es utilizado para hablar de algo oscuro.[10][11]​ La Procuración contra el lavado de activos indicó la sospecha de que las 'cuevas' (sitios de compraventa ilegal de divisas) se inyectan con dinero proveniente del narcotráfico y también con dinero producto de la evasión fiscal y afirmó en base a procedimientos realizados en todo el país permiten sostener que este fenómeno "tiene una mayor complejidad, porque está asociado a otras maneras delictivas como por ejemplo, el lavado de dinero".[12][13]

En julio de 2012 el sistema se modificó y no se permitió más la compra de dólares para ahorro, solo permitiéndose con otros fines como viajes al exterior o pago de servicios a residentes en otro país.[14]​ Estas medidas de control del mercado cambiario fueron conocidas popularmente como «cepo al dólar». Una de las consecuencias de esta medida fue el incremento de los depósitos a plazo fijo en pesos, que aumentaron un 53% en 2012, respecto a igual periodo de 2011. Dentro de los plazos fijos, los de depósitos mayores a un millón de pesos crecieron 70%, mientras que los menores de esa suma aumentaron 30% por ciento.[15]​ También se produjo una caída del 36% en la venta de inmuebles en la provincia de Buenos Aires en 2013; mientras que las reservas del Banco Central cayeron de 52.000 millones de US$ a 46.300.[16][17]​ Un grupo de ciudadanos presentaron una acción de amparo para adquirir la divisa.[18]

A partir del 27 de enero de 2014 los particulares cuyos ingresos estuvieran declarados ante la Administración Federal de Ingresos Públicos y que percibieran un salario equivalente a al menos dos salarios mínimos pudieron volver a adquirir divisas extranjeras para ahorro hasta un monto equivalente al 20% de sus ingresos mensuales.[14][19][20][21]​ Las divisas se podían adquirir sólo mediante transferencia de caja de ahorro, débito bancario o con cheques,[22]​ agregándole un 20% en concepto de «adelanto de ganancias», por lo cual a febrero de 2015 el dólar ahorro era canjeado a AR$10,34 por unidad.[17][23]

El 17 de diciembre de 2015 el presidente Mauricio Macri, quien había asumido una semana antes, puso fin a las restricciones para la adquisición de moneda extranjera.[24]​ Esta decisión ocasionó una devaluación del peso cercana al 40%, que en veinticuatro horas elevó su cotización de 9,83 a 13,95 por dólar.[25]​ Tras la remoción de restricciones los argentinos aumentaron en un 200% sus compras de dólares en el primer trimestre de 2016 y el déficit cambiario creció 45% y la fuga de divisas alcanzó los u$s 9.000 millones en los primeros 9 meses.[26]​ Para agosto de 2017 la brecha entre la cotización oficial y la ilegal se ubicó en torno al 5%, cotizando el primero a $17,50 y el segundo $18,30.[27]

En septiembre de 2019 el gobierno de Macri impuso una nueva restricción en el mercado de cambios por la cual las personas físicas solo podían comprar hasta US$10.000 al mes.[14]​ A finales de octubre aumentaron las restricciones permitiendo únicamente la compra de 200 dólares mensuales con cuenta bancaria o 100 dólares en caso de utilizar efectivo.[28]​ Estas medidas fueron continuadas por el gobierno de Alberto Fernández, que asumió en diciembre, quien además sumó un impuesto del 30% a la compra de divisas, conocido como Impuesto PAIS.[29]​ A lo que luego en septiembre de 2020, agregó otro 35%, dando un total de 65% de impuestos a la compra del dólar oficial. En marzo de 2020 el dólar blue se cotizaba a un precio inferior al del dólar oficial sumado al impuesto PAIS.[30]

En Brasil el mercado negro de divisas nació tras la liberalización financiera llevada cabo por el ministro de economía y sus reformas de libre mercado, para contener el mercado negro la tasa dólar turismo fue creada durante el mandato de Tancredo Neves por el Banco Central de Brasil a finales de los años 80 en un intento por regular las transacciones de cambio de divisas llevadas a cabo en el mercado negro (o paralelo). Consistió en una tasa de cambio flotante que variaba de acuerdo con la oferta y la demanda, en un marco semi legal. Más tarde con la aplicación del Plan Real se produjo un atraso cambiario y una caída de reservas que llevó a una nueva reaparición del mercado negro de divisas, siendo utilizado en las principales ciudades turísticas del país. Ante esta situación, el gobierno vendió masivamente bonos soberanos a fin de contener la demanda de divisas en el mercado paralelo.[cita requerida]

En otros países como Colombia y México el mercado negro de divisas es un sistema de blanqueo de capitales diseñado por los cárteles de la droga colombianos en la década de 1980 y heredado por los narcos mexicanos que utilizan negocios en Los Ángeles para lavar los dólares en efectivo que iban acumulando, siendo un fenómeno complejo de rastrear, e implica que esos grupos criminales negocien a la conversión de sus dólares a pesos a cambio de que un intermediario, que es la clave de la operación, se lucre en la transacción,[31][32]​ siendo el destino final de la transferencia otras zonas en América Central, el Caribe y otras locaciones en el Estado de Florida en los Estados Unidos.

Según Channing Sophia May, investigadora del tema del GFI, el narcotráfico se mueve en efectivo. Esto necesita de la mecánica del lavado de dinero con la banca en paraísos fiscales, la subfacturación del comercio internacional y el mercado negro de divisas.[33]​El mercado negro de divisas opera a través de un bróker, que a su vez, conecta con algún negocio en México que necesite dólares para pagar los productos que adquieren en Estados Unidos y les ofrece gestionar la adquisición. Una vez que la mercancía es enviada a México y vendida, los comerciantes pagan al intermediario el costo de los productos a un tipo de cambio que es favorable en comparación con la cotización interbancaria.

Este esquema de “lavado de dinero” empezó a ser utilizado desde la década de los 80 por los cárteles colombianos para que el dinero producto de la venta de cocaína en Estados Unidos no fuera detectado y llegara a manos de los narcos de Cali y Medellín.

Los colombianos lo hicieron principalmente a través de compañías cafetaleras, mientras que los cárteles mexicanos utilizan todo tipo de negocios. Un reporte del Senado de Estados Unidos estimó en 1.6 billones de dólares la cantidad que en 2009 blanquearon organizaciones criminales, principalmente del narcotráfico[34]

A 2018 en Colombia se negocian diariamente 1.500 millones de dólares por parte de entidades bancarias, lo que ha debilitado fuertemente el mercado negro de divisas en el país.[35]​ En los últimos años este mecanismo ha sido utilizado también para lavar dinero por parte de mineras ilegales.[36]

En los últimos dos años en Ecuador ha aparecido un mercado paralelo de divisas, facilitado por la dolarización de la economía, y la desregulación operada bajo el gobierno de Lenín Moreno que favoreció la aparición de bancos paralelos y dificultó el rastreo de operaciones financieras sospechosas, bajo las influencias de las organizaciones transnacionales mexicanas, colombianas y peruanas el país utilizado para acopiar y enviar drogas, desde plataformas a través de puertos y aeropuertos, al mismo tiempo se ingresa divisas de otros países que son cambiadas por dólares para luego volcarlos al negocio inmobiliario por bandas que operan en diferentes escenarios desde la construcción de oficinas premium a shoppings. [37]

Durante décadas funcionó el Instituto Español de Moneda Extranjera (IEME), creado en octubre de 1939 para encargarse de la política monetaria exterior y del tipo de cambio oficial de la peseta a otra divisa. El IEME practicó hasta 1959 una política de control de los cambios que provocó la aparición de un importante mercado negro.[38]

En Honduras existe desde principios de la década de 1980 un vigoroso negocio de venta de dólares en el llamado "mercado negro", con cambistas que operan en calles céntricas, las afueras de hoteles y restaurantes de las principales ciudades del país y que realizan transacciones con cantidades mayores, que compran y venden dólares en sus negocios o residencias e incluso atienden ventas a domicilio.

El procurador general de Honduras, Héctor Tróchez, dijo que la prohibición facilitaría a las autoridades combatir el lavado de dólares procedente del narcotráfico o de otras actividades ilícitas.La ley hondureña sólo autoriza a los bancos y casas de cambio a realizar operaciones con divisas y diariamente se realiza una subasta de dólares, auspiciada por el Banco Central, donde el sistema compra para atender la demanda de sus clientes.[39]

En Guatemala el mercado negro de divisas apareció luego del terremoto de 1976, ampliándose sus consecuencias durante la década de los 80 y 90.[40]​A partir de 1980 se fue erosionando la capacidad de la autoridad monetaria para mantener la paridad. Así, en 1984 se estableció un sistema de mercados múltiples, que implicaba el abandono del tipo de cambio fijo, pero oficialmente no se reconoció la devaluación. Este período de inestabilidad cambiaria estuvo asociado con una caída de la actividad económica. Asimismo, en 1985 y 1986 se aceleró la inflación. En el segundo semestre de 1986 se puso en práctica un plan de estabilización económica, que produjo un salto y la multiplicación del mercado negro de divisas. La crisis cambiaria ocurrida en Guatemala en 1989. Este fenómeno culminó un prolongado período de tensiones en el mercado de divisas. En noviembre de 1989, la autoridad monetaria se vio obligada a abandonar el tipo de cambio fijo, ante la escasez de reservas monetarias internacionales y el agotamiento de la posibilidad acceder al endeudamiento externo.[41]

En Estados Unidos el mercado negro de divisas tiene su epicentro en Florida, en el sur del estado se ha creado un mercado negro de la única moneda convertible cubana, que los cubanoamericanos usan cuando visitan la isla.[42]

El mercado negro de divisas también existe en el centro de Asia, en Tayikistán, la moneda tayika se cambia a 7.84 por dólar, comparada con un tipo no oficial de 8.15, según datos compilados por Bloomberg y cifras de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la capital Dusambé

En Nigeria, debido a una escasez crónica de moneda extranjera, combinada con una alta demanda por dólares, ha hecho que el naira pierda alrededor del 45% de su valor en el mercado negro con respecto al dólar; Llegando a un pico de 6,000 nairas por dólar en 2019. En 2018, oficiales de policía y del Servicio de Seguridad del Estado iniciaron redadas a nivel nacional contra cambistas quienes intercambian dólares estadounidenses por fajos de la moneda naira.[43]

En Perú el dólar negro también recibe el nombre de dólar Ocoña debido a que se gesta en la Jirón Ocoña, ubicada unos mil metros del palacio presidencial y de la plaza de Armas, surge durante los años 1986 en el gobierno de Alan García se había convertido en el auténtico distrito financiero peruano. En esa calle y sus alrededores, numerosas oficinas de cambio y cientos de jóvenes, con puñados de intis en las manos, tratan de vender o comprar dólares por moneda peruana. La divisa norteamericana cambia su cotización varias veces al día en el jirón Ocoña debido a la oferta y la demanda, cuyos dólares llegan cada día a Lima y al resto de Perú en las avionetas colombianas que acuden al valle del Huallaga para recoger cargamentos de pasta básica de cocaína. El dólar de Ocoña era un dramático ejemplo de la paulatina influencia del narcotráfico en la débil economía de Perú en la época de las minidevaluaciones aplicadas por el gobierno aprista, el país carecía de Reservas internacionales para esa época apenas llegaban a 2 mil millones dólares, para 2019 la Reservas internacionales están por el orden de los 66 mil millones de dólares. Existía una economía informal que representaba entre el 60% y el 70% de la producción nacional.[44]​En la actualidad siguen operando bandas dedicadas al mercado negro de divisas sobre todo en Lima.[45]​ Sin embargo la economía se ha robustecido, se a controlado la Deuda Externa y disminuido el gasto público, el dólar Ocoña sigue operando pero el tipo de cambio es mínimo entre el que emite el Banco central y el mercado negro.

En Gambia el dólar paralelo apareció durante el comienzo de la dictadura de Yahya Jammeh, a fines de los 90, desde entonces debido a la creciente inflación, la falta de bancarización de la población y la inestabilidad económica crónica llevaron a que el mercado negro de divisas pasare de ser un mercado marginal al principal mercado de divisas, superando su nivel de transacciones a todo el sistema financiero legal gambiano. Durante la crisis de 2004 la economía caía estrepitosamente y comenzaron a escasear algunos bienes de primera necesidad, lo que disparó el nivel del mercado negro de divisas.[46]

Paraguay al ser una economía abierta al mercado sufre periódicamente los vaivenes económicos internacionales, sumada a su dependencia a la obtención de divisas y su economía primario exportadora basada en el monocultivo de soja-La cadena de la soja representa cerca del 85% de las exportaciones del país. La relación entre los dos cambios argentinos y brasileño reduce los incentivos para la competitividad paraguaya, como resultado el intercambio de efectivo y de bienes se realiza a través del contrabando. Con un tipo de cambio oficia muy distante al paralelo, las ganancias del arbitraje disminuyen y con él se moderan los incentivos para el contrabando. La suba de la cotización del dólar genera un encarecimiento de los productos importados, principalmente en los bienes transables.

El mercado negro apareció en Ucrania tras una severa restricción cambiaria y a una aparición de un mercado negro de dólares que cotizaban un 173 por ciento más alto que el valor oficial [47]​A partir de 2016 la situación empeoró tras el rescate financiero de los grandes bancos junto con una crisis de deuda.El clima político en Ucrania colapsó la economía a mediados de 2016 cuando las reservas de Ucrania ya habían bajado de 17,8 mil millones a menos de 11.3 mil millones. Mientras que la deuda por gas de Ucrania con Rusia en este momento era de 2.78 mil millones, llevando a un default y a un colapso financiero.La economía de Ucrania se contrajo un 6,8% en 2014, y esto continuó con un descenso del PIB del 12% en 2015, y otra caída del 5 por ciento en 2016 la mayor crisis económica de la historia del país.[48]

Para 2003 se aplica un sistema de control de cambio de la divisas que duraría hasta mayo de 2019 creando un dólar negro o dólar paralelo que era manejado en las fronteras del país, tiempo donde se produce la mayor corrupción de la historia venezolana, por la obtención de la divisa controlada, cotizada en algunos momentos diez veces más bajo que el dólar del mercado ( ver Anexo:Cotización histórica del bolívar con respecto al dólar). El Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (DICOM)  [49]​ es un organismo venezolano, encargado de administrar las divisas a los venezolanos ( compra y venta de dólares y euros) bajo ciertas condiciones y limitaciones controlando el libre acceso a la moneda extranjera, durante su existencia, se rigió bajo la Ley de Ilícitos Cambiarios decretado en octubre de 2005 (derogada en agosto de 2018). CADIVI estaba adscrito al Ministerio de Finanzas y fue creado en el año 2003 a través del Decreto N° 2.302 de control cambiario que impuso el gobierno el 5 de febrero de ese mismo año.[50]​ El ministro Jorge Gordani a principios del 2013 dijo que se había perdido 25 mil millones de dólares a través del sistema CADIVI. El Centro Nacional de Comercio Exterior (CENCOEX) a partir de enero del 2014 hasta su cierre el 30 de enero del 2016, para ser administrado simplemente por el Banco Central de Venezuela para la cual se crea sistema de tipo de cambio flotante por medio de subastas con el Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (DICOM), se probaron varias modificaciones hasta llegar al 2 de mayo de 2019 que se elimina las subastas del DICOM, entonces el BCV pasa a controlar la información del precio promedio de la compra y venta a través de la "Mesa de Cambios" de los diferentes bancos del país. A partir del 5 de agosto de 2017 se inicia con el nuevo fiscal general una profunda investigación por casos de corrupción con el uso indebido en la obtención de dólares preferenciales y entrega de falsas facturaciones y declaraciones.[51]




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