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Michel Petrucciani



Michel Petrucciani (Orange, Francia, 28 de diciembre de 1962 - Nueva York, Estados Unidos, 6 de enero de 1999) fue un pianista y compositor de jazz francés. Dotado de una extraordinaria técnica, su estilo fluctuaba entre una atmósfera intimista y romántica, propia de la escuela de Bill Evans, del que era un ferviente admirador, y otra con un gran uso del ritmo que combinaba la sutileza del lirismo y la potencia de un ataque percusivo.

Vivió aquejado de una grave enfermedad ósea llamada osteogénesis imperfecta, por lo que apenas llegaba al metro de altura. Sin embargo, esto no fue obstáculo para que se dedicara desde la infancia de manera casi exclusiva al estudio del piano, lo que le permitió convertirse en uno de los pianistas de jazz de mayor renombre de todos los tiempos.

Proveniente de una familia de músicos de origen italo-francés (su abuelo era de Nápoles), estudió piano clásico desde niño, y a los 12 años actúa por primera vez, acompañado por su padre Tony en la guitarra, quien era su profesor de piano, y su hermano Louis en el contrabajo. Debido a su enfermedad degenerativa, al comienzo de su carrera su padre y hermanos ocasionalmente tenían que cargarlo en brazos, puesto que no lograba caminar por sí solo. Sin embargo su enfermedad también le generó ciertas ventajas para su carrera, según él, ya que su impedimento físico le impedía distraerse en deportes, y otras actividades propias de la juventud.

Aunque estudió piano clásico, su gran ídolo musical fue siempre Duke Ellington, quien fue su inspiración para dedicarse finalmente al piano de jazz. De adulto, sus manos alcanzaron un tamaño promedio, sin embargo para alcanzar los pedales tenía que utilizar artefactos especiales hechos para él.

Su enorme talento le hace destacar desde muy joven y a los 17 años graba su primer disco. El año siguiente inicia con un trío de excepción con Jean-François Jenny-Clark y Aldo Romano, una serie de espléndidas grabaciones para el sello francés OWL. En 1982 se traslada a California y se convierte en el pianista del grupo del saxofonista Charles Lloyd, cuando éste regresa a la escena después de un prolongado retiro, gracias a la insistencia del mismo Petrucciani. Aunque sigue grabando en Francia, sus estancias en Nueva York propician sus primeros discos estadounidenses, hasta que en 1985 inicia su período en el sello "Blue Note" con "Pianism", una grabación en trío con Palle Danielson y Elliot Zigmund. El 22 de febrero de 1985, Lloyd entró en el escenario en el Town Hall de Nueva York con Petrucciani en sus brazos, y lo sentó en el taburete del piano, para lo que sería una noche histórica en la historia del jazz: el rodaje de Una Noche con Blue Note. El director de la película, John Charles Jopson, recordaría más tarde en las notas de la reedición, que la escena lo conmovió hasta las lágrimas. El año siguiente actúa en Montreux en trío con Wayne Shorter y Jim Hall, encuentro que se publica bajo el título de "Power of Three", uno de sus grandes discos. También incursionó en trabajos como "Music", "Playground", los que lo acercaron a las fórmulas de la fusión eléctrica. Su último disco para Blue Note es un solo en homenaje a Duke Ellington, uno de sus compositores favoritos, y una clara influencia a lo largo de toda su carrera. En Estados Unidos también tocó con diversas figuras de la escena del jazz local, incluyendo al legendario Dizzy Gillespie y al saxofonista Lee Konitz, entre otros.

En 1994 vuelve a grabar para una compañía francesa, Dreyfus, con "Marvellous", en trío con el soberbio apoyo de Dave Holland y Tony Williams y el sorprendente añadido de un cuarteto de cuerda. Su absorbente personalidad le hacía preferir las formaciones reducidas, y en sus últimos años una de las más fructíferas fue su insólito y excepcional encuentro a dúo con el organista Eddy Louiss, plasmado en los dos volúmenes de "Conference de Presse". Su mayor virtud como pianista de jazz fue sin duda el solo, del que era un verdadero maestro. El doble CD recogido en sus actuaciones en París "Au Teathre Des Champs-Elysees" es probablemente la cima de su carrera discográfica. En 1997 da un nuevo giro formando un grupo más amplio, un sexteto en el que se integran dos jóvenes revelaciones italianas de la corriente neo-bop: Stefano Di Battista y Flavio Boltro, con el que graba "Both Worlds".

Se casó con la pianista clásica italiana Gilda Buttà (1959-) pero se separaron a los tres meses.[1]​ Tuvo varias parejas. Con la canadiense Marie-Laure Roperch, que ya tenía un hijo, llamado Rachid Roperch (a quien Petrucciani consideraba su hijastro) tuvo un hijo, Alexandre, que heredó la enfermedad de Petrucciani.[2]

Falleció el 6 de enero de 1999, a los 36 años, a causa de una afección pulmonar producto de su enfermedad ósea, dejando un vacío en el jazz europeo, y en el francés en particular. Reposa en el cementerio del Père Lachaise (en París) junto a la tumba de Chopin. Desde julio del 2003, existe en París una plaza Michel Petrucciani.

La manera de tocar de Petrucciani se caracterizaba por el potente ritmo, el color que imprimía al piano, y una excepcional independencia polirrítmica de las manos. Dado su gusto por el ritmo, le gustaban mucho la música brasileña y el jazz influido por ella, que siempre estuvieron presentes en sus discos.

Michel Petrucciani (p), Jim Hall (g), Wayne Shorter (ss 6, ts 5&7)




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