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Movimiento Estridentista



El Estridentismo fue un movimiento mexicano de vanguardia, que se caracterizó por ser multidisciplinario.

El movimiento se inició en diciembre de 1921 en la Ciudad de México, México, tras el lanzamiento del manifiesto Actual Nº1 por el poeta Manuel Maples Arce.

A lo largo de la experiencia estridentista (1921-1927) se sumaron a la vanguardia varios artistas, como Arqueles Vela, Germán List Arzubide, Germán Cueto, Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal, Luis Quintanilla del Valle y Leopoldo Méndez, quienes constituyeron el núcleo del grupo estridentista.

A estos artistas se pueden sumar otros que en diversas circunstancias contribuyeron al movimiento de diferente manera: Jean Charlot, Tina Modotti, Armando Zegrí, Humberto Rivas Panedas, Xavier Icaza y Diego Rivera.

Incluyó poetas, ensayistas, dramaturgos, pintores, dibujantes, fotógrafos, grabadores y músicos.   

El estridentismo irrumpió con la hoja volante Actual número 1, redactada y firmada por Manuel Maples Arce. En esta hoja se puede ver un llamado a los intelectuales y artistas mexicanos a constituir una sociedad artística con el fin de testimoniar la transformación del mundo.

Actual lleva como subtítulo “Hoja de vanguardia. Comprimido estridentista de Manuel Maples Arce”; lo constituye un prólogo, catorce puntos y una fotografía primer plano del autor.[1]

En cuanto a la crítica de Actual número 1 se creía que era una secuencia bastarda del futurismo de Marinetti, pero Maples Arce rechaza la idea del futuro como un concepto histórico en el arte.

Actual número 1 inicia el gesto más atrevido y escandaloso de la literatura moderna, puesto que destruía a los patriarcas de la literatura nacional.

En su segunda publicación, Actual número 2, incluye poemas de Pedro Echeverría, fue el primer intelectual que acudió al llamado de Maples Arce.

A partir de Actual número 3, la última de estas hojas volantes aparecida en el mes de julio, se comienza a advertir un espíritu de homogeneidad vanguardista y es a partir de aquí donde la crítica comienza a tomar en serio los postulados de la nueva generación intelectual.

El 15 de julio aparece el primer libro de vanguardia escrito y publicado por un mexicano y publicado en México: Andamios interiores de Manuel Maples Arce, obra que inaugura en este país una nueva temática, con una visión y un lenguaje moderno y vanguardista que nunca antes se había visto en las letras nacionales.

Desde finales de 1922 ya puede comenzar a hablarse del estridentismo como un grupo, conformándose no sólo en teoría estéticas, sino también en un plano social y político.   

Germán List Arzubide se adhiere al movimiento en Puebla como director de la revista Ser, que constaba de publicaciones de interés provinciano, pero con tendencias de renovación literaria.  

El segundo Manifiesto Estridentista aparece el 1° de enero de 1923 en la ciudad de Puebla.

En los últimos días del mes de noviembre, se da a conocer el libro Esquina, de German List Arzubide. Esta fue la primera obra editada por “Ediciones del Movimiento Estridentista” cuya portada fue hecha por Jean Charlot.

Al desaparecer Actual y después El Irradiador, los estridentistas se quedaron sin difusión. En este esfuerzo por difundir la estética del grupo, el sábado 12 de abril se inauguró en El Café de Nadie la primera exposición estridentista. Este evento consistió en lectura de poesía hecha por Manuel Maples Arce, Germán List Arzubide, Salvador Gallardo, Humberto Rivas, Luis Ordaz Rocha y Miguel Aguillón Guzmán. Se exhibieron cuadros de Fermín Revueltas, Leopoldo Méndez, Jean Charlot, Ramón Alva de la Canal, Xavier Guerrero y Máximo Pacheco. Germán Cueto presentó algunas máscaras de los principales pintores del movimiento y Guillermo Ruiz presentó algunas esculturas cubistas.

Urbe, tercer libro de Maples Arce y segundo de poesía fue publicado en la Editorial de Andrés Botas.

En 1925, los principales estridentistas se establecen en Xalapa (que será rebautizada y proyectada en sus obras como Estridentópolis), donde realizan una gran labor editorial, cultural y educativa, colaborando en la fundación de la Universidad Veracruzana, bajo los auspicios del gobernador de Veracruz Heriberto Jara, hasta que éste fue depuesto, por el gobierno federal, debido a su apoyo a la defensa de los derechos de los obreros frente a las compañías petroleras estadounidenses y británicas, en la cuestión de la explotación petrolera. Así, al verse privado de su protector, el grupo estridentista se disolvió en 1927. Cada uno continuó produciendo obras por separado, y es así como encontramos autores produciendo aún en los años 1980 y años 1990.

Los estridentistas daban las expresiones de la cultura popular y de masas del México en el año 1920, lo mismo que asimilan influencias de otras vanguardias como el futurismo, el cubismo y el dadaísmo. Su eclecticismo los llevó a procurar una simbiosis original entre todas las tendencias de la vanguardia, además de desarrollar una dimensión actualista y social, derivada de la Revolución mexicana. Junto con los Contemporáneos, representan el impulso de renovación estética y cultural hacia una literatura moderna y cosmopolita. Entre sus revistas se cuentan Ser (1922), Irradiador (1923), y Horizonte (1926-1927).

Uno de sus miembros más destacados, List Arzubide, lo describe así: "El estridentismo se llamó así por el ruido que levantó a su derredor. ¿Qué fue lo conseguido? Sacudir el ambiente. Si no se admiten dioses literarios, fue nuestra irreverencia la que los arrojó de los altares".[2]​ Este tono, aunque necesario, era insuficiente: sus límites estaban ahí donde perdía su efectividad como sorpresa, como excepcionalidad; había, dice Schneider, "de buscar apoyo en el orden social como justificación del quehacer artístico",[3]​ había de volver los ojos al pueblo y hacia él dirigirse y, si era preciso, educarlo. Más adelante otros grupos, desprendidos del arrebato estridentista, harán suya la idea y en sus postulados habrá un sustento pedagógico. La solicitud estridentista para transformar a la poesía, por otro lado, no se perdía en los manifiestos, encontraba su equilibrio con la publicación de poemarios como el de Maples Arce, Andamios interiores, de 1922, o novelas como la de Arqueles Vela, La señorita etcétera, de 1923.[4]

A mediados de 1927 John Dos Passos conoció a Maples Arce en Xalapa y de esta amistad nació la traducción en inglés de Urbe, con el título de Metropolis editado por The T.S. Book Company of New York en julio de 1929. Este libro es importante históricamente porque fue el primer libro de poesía de un mexicano traducido al inglés y también por ser el primer libro de toda la vanguardia de la lengua española.

Urbe tuvo una importancia notable en la literatura mexicana y se cataloga como uno de los libros más sobresalientes del año.

Los próximos meses son críticos para el estridentismo por la salida del D.F con destino a Xalapa, Veracruz, en 1925, lo que resulta en una momentánea paralización de las actividades. Momentánea porque ya establecidos en la capital de Veracruz se vuelven a manifestar incluso con una labor más planificada por el apoyo del gobernante en turno Heriberto Jara.

El estridentismo tuvo una gran cantidad de actividades en Xalapa: actos culturales, exposiciones, creación de la revista Horizonte, la más importante que tuvo el movimiento y ediciones de obras de ficción, políticas y de divulgación. De esta manera Xalapa dejó de llamarse así para pasar a ser Estridentópolis.

El Estridentismo emergió de una sociedad con nuevas ideas derivadas de la revolución industrial; que trajo como consecuencias cambios en la cotidianidad, que afectó en los rubros relacionados con el espacio de opinión y el estilo de vida.

Estas transformaciones de vida fueron difundidas por medios impresos, principalmente revistas ilustradas; éstas eran las encargadas de difundir la idea del progreso que se estaba dando.

Los medios impresos fueron un soporte para puntualizar los rezagos y los grandes problemas sociales que en esa época se vivían. Las revistas funcionaron para una buena circulación de imágenes y construcción de representaciones socioculturales, cumplieron la función del hilo conductor del devenir histórico en los campos cultural y artístico. Las nuevas tecnologías permitieron que la iconografía avanzara sobre las artes plásticas, permitiendo que la modernidad se comenzara a llenar de referentes visuales.

La revista Horizonte sintetiza y sobre todo materializa la búsqueda de los postulados e ideales del grupo estridentista. En su origen estaba una explícita afiliación al avant-garde, con la publicación de la hoja volante Actual –que, como parte de una estrategia común en el know-how vanguardista, apareció en un espacio público con el interés de acaparar la atención-, y posteriormente con diversas publicaciones, como la revista Irradiador, y colaboraciones en la sección “Diorama estridentista” del Universal Ilustrado.[5]

Horizonte fue la revista en la que más se reflejaba el contexto histórico-social en el que se desarrolló dicha vanguardia en México. Dentro de ella podía encontrarse las inquietudes y el punto de interés hacia donde estaba enfocada la opinión pública.

El movimiento estridentista logró establecerse gracias a que sus personajes principales fueron ocupantes de cargos públicos. Manuel Maples Arce, por ejemplo, fue secretario de Gobierno del gobernador del estado de Veracruz, el general Heriberto Jara. De este modo, los estridentistas se establecieron como una entidad oficial que formaba parte de un gobierno y en virtud de ello pudieron acceder a un aparato que facilitara la creación de productos culturales capaces de llegar a un estrato mayor de la opinión pública.[6]

La aparición de Horizonte estuvo marcada cuando el Estridentismo quiso volverse una institución. La revista fue uno de los productos que surgieron a partir de la revolución mexicana, esto fue un acontecimiento generacional que planteó la modificación de los esquemas fundamentales del proyecto del Porfiriato.

El país entró en una etapa de autodescubrimiento y se abrió a una diversidad que no se pudo tener durante la dictadura en aras de la homogeneización. Fue un choque cultural que fue un problema serio para el gobierno mexicano.

La solución fue crear un gobierno donde se representara el triunfo de la revolución y el gobierno de José Vasconcelos hizo que consumiéramos la cultura mexicana iniciando así un plan de salvación y sanamiento de México. Gracias a esto renació la Secretaría de Educación Pública con Vasconcelos como rector, además de que surge la Escuela Mexicana de Pintura lo que daría paso al Muralismo mexicano, el cual tendría como fin difundir los valores patrios y crear conciencia sobre el maltrato a la población indígena siendo representada sufriendo toda clase de opresión. También se usaban alegorías y muchos simbolismos fáciles de identificar cargados de una identidad nacionalista. Gracias a esto, el Muralismo mexicano, cargado de iconografía y estética se ganó un lugar en la historia universal del arte.

Este fue el terreno donde se hicieron más cambios que pasaron a ser hechos históricos importantes para el país, como por ejemplo el surgimiento de una nueva clase social. La llegada de Horizonte fue uno de ellos, puesto que de entre tantas publicaciones posrevolucionarias resaltó gracias a que contenía aspectos importantes de la mentalidad de progreso y cambio que estaba surgiendo. Así pues, partiendo de que era un producto natural de la atmósfera a la que pertenecieron sus creadores, es factible aplicar a esta revista el concepto de generación acuñado por Pedro Salinas en su estudio sobre la Generación del 98[7][8]​:

El papel de los gobernantes fue muy importante porque fueron los responsables en imponer la ideología de la Revolución.

La fusión entre el estridentismo y la ideología revolucionaria se logró una vez que el colectivo se sintió seguro en la opinión pública. Surgió lo que Adolfo Sánchez Vázquez nombró el binomio “vanguardia-revolución”.[9]

Horizonte se editó en abril de 1926 a mayo de 1927 en la ciudad de Xalapa. El diseño editorial estuvo a cargo de Ramón Alva de la Canal y Leopoldo Méndez. Aparecieron diez números, con un tiraje de entre ocho mil y diez mil ejemplares. La revista dejó de circular entre diciembre de 1926 y marzo de 1927.

En 1925, Maples, recién graduado de la Escuela Libre de Derecho, regresó a Veracruz para trabajar en Xalapa como juez de primera instancia donde al año siguiente lo nombrarían secretario general de gobierno. Él invitó a llegar a Xalapa al escritor y periodista List Arzurbide, seguido de los pintores Alva de la Canal y Leopoldo Méndez. Ellos formaron el núcleo de la agrupación mientras que los escritores Arqueles Vela, Enrique Barreiro Tablada, Eduardo Colín y el escultor Germán Cueto también participaron. En Xalapa se les unieron Xavier Icaza, Ignacio Millán y Miguel Aguillón Guzmán.

El estridentismo se preocupaba por la modernización urbana, que se vio reflejada en las máquinas, automóviles, fábricas, manifestaciones obreras, nueva arquitectura, cables telefónicos y diversiones como cine y cabaret.

Hubo movimientos locales adheridos al estridentismo:

Siguiendo esta corriente se encontraban artistas interdisciplinarios y algunos que trabajaban en un solo campo del arte.

Desde los años 20 se pueden encontrar múltiples artistas, grupos y movimientos influidos por el Estridentismo. A partir de los años 30 hay escritores y poetas que, con un acento más social, se ven imbuidos de los experimentos estridentistas, marcas que continuarán hasta hoy en día, vía la influencia de las actitudes estridentistas, la influencia de su estética y de sus posturas políticas. Entre los grupos que pueden considerarse herederos del Estridentismo se pueden incluir a suuAuuu y Motor. En la última parte de los años 80s del siglo XX existió un grupo de rock de la Ciudad de México llamado “Café de Nadie”, que combinaba textos estridentistas y música rock.



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