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Nuestra Señora de los Desamparados



La Virgen de los Inocentes, Mártires y Desamparados o Virgen de los Desamparados (Mare de Déu dels Desamparats, en valenciano o popularmente Geperudeta) es una advocación de la Virgen María.

Es la patrona de la ciudad de Valencia, Gandia, Adzaneta de Albaida, Campello, Ibi y de la Comunidad Valenciana, y por lo tanto una de las patronas de las comunidades autónomas de España. Aparece representada con una azucena en una mano y con el niño Jesús llevando la cruz, en sus brazos. La imagen se caracteriza por tener una ligera inclinación adelante; por dicho motivo se le conoce cariñosamente entre los valencianos como La Geperudeta (La Jorobadita). Bajo esta advocación se fundó la Congregación Madres de Desamparados y San José de la Montaña[1]

El 24 de febrero de 1409 el padre Jofré se dirigía a la catedral para pronunciar un sermón de una misa durante la Cuaresma, cuando presenció el maltrato de un enfermo mental en una calle de Valencia próxima a Santa Catalina (actual Martín Mengod, anteriormente llamada Platerías). Un grupo de jóvenes golpeaba y se burlaba de un hombre perturbado, al que gritaban «¡al loco, al loco!», de acuerdo con la entonces muy extendida creencia de que los locos eran posesos del demonio. Se interpuso entre los agresores y el agredido, protegió al hombre y se lo llevó a la residencia mercedaria, donde le dio cobijo y dispuso que le curasen las heridas. El domingo siguiente en la catedral, dedicó una parte de su sermón a predicar en contra de «la persecución irracional y tanto más cruel cuanto más inocentes, impotentes e irresponsables son las víctimas

El Libro Becerro (manuscrito por Manuel Calvo de 22 de diciembre de 1848, Marco Merenciano, 1950) refiere así el sermón:

Traducido, el pasaje reza:

El sermón fue escuchado por Lorenzo Salom (o Saloni), quien junto con otros comerciantes y artesanos aportaron los fondos necesarios para su materialización. Poco después, el Consejo General de la Ciudad aprobaba la iniciativa. El asilo se ubicó en lo que había sido una casa con huerta en las afueras de la ciudad, cerca de la puerta Torrent, que pasó a ser conocida como la «Puerta de los Locos». Las obras comenzaron el 9 de mayo y enseguida se pudo contar con los permisos necesarios del rey Martín I El Humano: el primero para comienzo a la fábrica (diciembre de 1409), el segundo, el privilegio de dar por amortizados los bienes para la manutención y conservación (7 de febrero de 1410) y finalmente las Constituciones para su administración y gobierno (15 de marzo de 1410). A su vez, el papa Benedicto XIII autorizó el hospital en una Bula de 16 de mayo de 1410, en la que el hospital debía estar bajo la advocación de los Santos Inocentes Mártires, por cierto, los únicos canonizados sin tener uso de razón.

El 1 de junio de 1410 se inauguró el hospital con el nombre de Hospital d’Innocents, Follcs i Orats bajo el amparo de la Virgen, Sancta María dels Innocents. El vulgo enseguida le llamó hospital de Nostra Dona Santa María dels Innocents. Hay que subrayar que los Santos Inocentes, mandados degollar por Herodes, eran niños menores de dos años. Fueron ca- nonizados a pesar de no saber lo que hacían porque aún no habían alcanzado la razón y ponen de manifiesto que también para los privados de la razón hay un lugar en el Cielo. La hermandad se constituyó bajo la advocación de "Nostra Dona Sancta Maria dels Folls, Innocents e Desamparats" (Nuestra Señora Santa María de los Locos, Inocentes y Desamparados). El objetivo de la hermandad era atender a los enfermos, y debido a la hambruna de la época y el gran índice de orfandad, las calles se encontraban numerosos niños desamparados. El hospicio se amplió para recoger a los niños desamparados, locos, expósitos y abandonados.

El 29 de agosto de 1414 se constituyó la Lloable Confraria de la Verge Maria dels Innocents, formada por cien sacerdotes, trescientas mujeres y otros tantos varones para recaudar los fondos para el funcionamiento del hospital, tras la aprobación de sus constituciones en Morella, donde se encuentran el Papa Benedicto XIII y el Rey Fernando I de Aragón a propósito del Cisma de Occidente[3]​.

El año 1414 llegaron cuatro jóvenes, vestidos de peregrinos, a la cofradía. Al recibirles el hermano cofrade que vivía en la casa, cuya esposa era paralítica y ciega, le dijeron que en dos días les podían hacer una imagen de la Virgen si les daban un lugar donde hacerlo y comida. Les llevaron al lugar conocido como La Ermita.

Pasados cuatro días y no oyéndose ningún ruido, forzaron la puerta y encontraron la imagen de la Virgen María. Los extraños peregrinos habían desaparecido; poco después sanó la esposa de un miembro de la hermandad, ciega y paralítica. El suceso dio origen a la leyenda de que "la feren els àngels" (la hicieron los ángeles). En 1416 el rey Alfonso V el Magnánimo autoriza «que la imagen de la Virgen María que se construya como titular de la referida entidad pueda llevar acomodados entre los pliegues de su túnica a dos inocentes de los sacrificados por Herodes».

En 1512 el Consejo de la ciudad de Valencia decidió unir todos los hospitales de la ciudad y amplió su cobertura a los enfermos de todas clases y expósitos, pasando a denominarse Hospital General. El hospital de Valencia quedó destruido por un incendio en 1545, en el que perecieron 30 internos, y fue reemplazado por un nuevo hospital. Este, por cierto, poseía un departamento especial para niños, hecho insólito en su época. Mucho más tarde, y en virtud de la ley de 20 de junio de 1849 su dirección y administración se encargó a una comisión delegada de la Junta Provincial de Beneficencia, conociéndose desde entonces como Hospital Provincial.

El 21 de abril de 1885, el papa León XIII concedió una Bula pontificia por la que nombraba patrona de Valencia a la Virgen de los Desamparados.

La imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados, de 1 metro y 33 centímetros de altura, fue realizada en 1966 por el escultor Octavio Vicent, por encargo del capellán mayor de la Basílica, con el fin de que la imagen original no saliese de su camarín para recorrer las calles y los pueblos en peregrinación salvo suprema necesidad, en aras de su mejor conservación. A tal efecto se diseñó un vehículo adaptado especialmente para sus traslados, conocido popularmente como "El "Maremòbil", marcado con la matrícula V - 0075-GP, el 75 aniversario de la coronación, cuando se hizo el vehículo, el cariñoso sobrenombre valenciano a la Mare de Déu.[4]

Por toda la zona sudamericana existen más devociones a esta imagen, así como en otros puntos de España.

A pesar de ser la patrona de la ciudad de Valencia, la imagen no había sido coronada canónicamente. El arzobispo de Valencia, el cardenal Enrique Reig Casanova, fue el impulsor de la idea de la coronación de la Virgen.

El 15 de octubre de 1921, el papa Benedicto XV concedió el privilegio para la coronación. El 12 de mayo de 1923, sábado, tuvo lugar la ceremonia de la coronación de la Virgen en el Puente del Real. Hasta allí, la imagen acudió con una diadema de flores, discurriendo por las calles engaladas de la ciudad. Acudieron al acto el rey Alfonso XIII y su esposa, la reina Victoria Eugenia, así como el nuncio del papa Pío XI, Federico Tedeschini, y el arzobispo de Burgos, de origen valenciano, el cardenal Benlloch.

El alcalde Juan Artal entregó la corona, confeccionada con joyas donadas por los valencianos; mientras era colocada sobre la cabeza de la Virgen, sonaron las 21 salvas de honor de los cañones del Regimiento de Artillería y se entonaba el Himno Nacional. Para la ocasión se creó el Himne de la Coronació de la Mare de Déu dels Desamparats (Himno de la Coronación), el cual se estrenó este día por un coro de más de 1500 voces como regalo del pueblo valenciano a La Geperudeta. El himno aún se canta hoy en días y actos señalados, como su festividad en mayo o en la ofrenda durante las fallas. Así pues, junto con el Ave Maria[6]​ compuesto para la ocasión por el mismo compositor, se ha convertido en el Himno Oficial de la Virgen de los Desamparados. A continuación puede verse la letra del himno:


s´ampara baix ton mant
¡Oh, Verge Sobirana
de terres de Llevant!.
La terra llevantina reviu en ta Capella
en fer-vos homenage de pur i ver amor.
Puix sou la nostra Reina i vostra Image bella
pareix que està voltada de màgic resplandor.
La rosa perfumada, la mística assutzena,
Lo seu verger formaren als peus de ton altar.
I fervorós en elles, lo valencià t´ofrena
La devoció més santa que es puga professar.
En terres valencianes
La fe per Vós no mor
I vostra Image Santa
Portem sempre en lo cor.
Salve, Reina del cel i la terra;
Salve, Verge dels Desamparats;
Salve, sempre adorada Patrona;

Por este motivo la talla de la Virgen de los Desamparados es una de las primeras imágenes marianas de España en recibir la Coronación canónica, junto a la Virgen del Pilar, patrona de Aragón y de la Hispanidad, la Virgen de Montserrat (Patrona de Cataluña), la Virgen de Candelaria (Patrona de Canarias), la Virgen de Guadalupe (Patrona de Extremadura) y la Virgen de Covadonga (Patrona de Asturias), entre otras.

El Regimiento de Infantería n.º 5 "Mare de Déu dels Desamparats" se levantó en Barcelona en julio de 1713 para defender la ciudad contra los ataques borbónicos en el último episodio de la Guerra de Sucesión Española. Este regimiento recogió todos los soldados valencianos que se encontraban encuadrados en el Regimiento n.º 1 "Ahumada" que debía de ser evacuado. Decidieron quedarse en Barcelona y lucharon hasta la muerte, sacrificando sus vidas por los fueros del Reino de Valencia y de los Condados Catalanes.

El 24 de enero de 1789 el "Consell" (Consejo) de Valencia pidió honores militares para la Virgen, de la misma forma que se hacían para la Virgen del Pilar. El 25 de mayo de 1809, no se sabe muy bien si el Consell o el Ayuntamiento, reiteró la petición.

En la Guerra de la Independencia, el 6 de marzo de 1810, el general Caro, Capitán General de Valencia (máxima autoridad del reino de Valencia), pidió al Arzobispo Company que permitiera que la Virgen de los Desamparados fuera nombrada “Generalísima de nuestros Ejércitos", como muestra de gratitud por haberles permitido salir victoriosos en el primer asalto napoleónico de Valencia.

El General Caro, en ceremonia realizada en la Catedral de Valencia, le entregó el fajín de Generala y el bastón de mando, y se dispuso que cuando saliera la imagen el día de su fiesta, se le rindieran los honores militares de ordenanza “y se disparara la artillería del Baluarte”.

Estas órdenes fueron reiteradas por la Capitanía General de Valencia el 18 de marzo de 1854 y por el Jefe de Estado español en 1947.[8]​ Finalmente le fueron concedidos los honores militares, así como el título de Alcaldesa Perpetua de la ciudad de Valencia; razón por la que lleva el fajín de Capitana General y el bastón de mando, respectivamente.

La festividad de la Virgen de los Desamparados se celebra el segundo domingo de mayo. Esta festividad cuenta con los momentos más esperados de un día especialmente emotivo, en el que miles y miles de valencianos se vuelcan para rendir homenaje a su patrona. Destacan los siguientes actos:

Para celebrar este día, se instala el tradicional tapiz floral en la fachada de la basílica de la Virgen, realzado por artesanos valencianos.

Fiesta del Florista: Tercer jueves de mayo honran a su Patrona, con miles de flores acudiendo todos los floristas el miércoles anterior portando flores y confeccionando los adornos en el interior de la Basílica de la Virgen. Amaneciendo el jueves con un inmenso jardín donde Ella es la más bella flor. Desde la Guerra del 36, aunque la Imagen estaba escondida, siempre tuvo flor; pues los floristas valencianos, sabían donde estaba y siempre cada jueves se le llevaba un ramo, que nadie sabía por qué estaba ahí, en medio de un pasillo....La imagen de Ntrª Srª estaba tapiada detrás. También el mismo jueves es Honrada como patrona, por las Tunas y rondallas tradicionales de la ciudad pasando por el interior de la Basílica para cantar a la Virgen.

El 24 de febrero de 1409, tras un sermón del padre Jofré, un grupo de comerciantes de Valencia encabezados por Lorenzo Salom, sentaron las bases para la creación del hospital, que definitivamente se fundó mediante Bula Pontificia de Benedicto XIII de fecha 26 de febrero de 1410.

El 1 de agosto de 1414, Fernando de Antequera, por Real Privilegio, aprueba las "Constituciones" de la Cofradía, con el nombre de "Real Cofradía de Nostra Santa María des Inocennts".[10]​ Los objetivos de la cofradía se fueron ampliando a los largo de los siglos y adaptándose a las nuevas realidades de esta época.



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