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Palacio Legislativo (Uruguay)



Vittorio Meano (hasta 1904)

El Palacio Legislativo es el palacio sede del Poder Legislativo de Uruguay. Allí funciona la Asamblea General, que se integra de dos cámaras que sesionan separada o conjuntamente según las circunstancias: la Cámara de Representantes y la Cámara de Senadores.[1]

El edificio fue construido entre 1908 y 1925 en la ciudad de Montevideo, fue inaugurado el 25 de agosto de 1925 en conmemoración del centenario de la Declaratoria de la Independencia.

La historia del Palacio Legislativo comienza en 1902 con una ley que aprueba el llamado a concurso internacional de proyectos de arquitectura para la construcción de una nueva sede para el Poder Legislativo, ya que su antigua sede, el Cabildo de Montevideo, presentaba varias insuficiencias. Las discusiones comenzaron en 1896 y la comisión de trabajo parlamentaria estuvo a cargo de José Batlle y Ordóñez y el ingeniero José Serrato.

En 1904 se presentaron 27 trabajos entre los que se encontraban tres proyectos uruguayos. El jurado resolvió que no se podía otorgar el primer premio a ninguno de ellos aunque ya que ninguno cumplía con todas las condiciones del concurso, pero había dos que contenían propuestas interesantes.

Finalmente, se decidió otorgar el premio al arquitecto Víctor Meano, quien en ese momento se encontraba construyendo el Palacio del Congreso de la Nación Argentina en Buenos Aires, sin embargo nunca se enteró de que su proyecto había resultado ganador, ya que falleció súbitamente antes de poder ser contactado por la Comisión del Palacio Legislativo, organizadora del concurso.

En 1905 se resolvió cambiar el emplazamiento original, en frente a la Iglesia de la Aguada, por el terreno que actualmente ocupa el Palacio de las Leyes.

En 1908 se iniciaron los trabajos que continuaron sin alteraciones hasta la contratación del arquitecto Gaetano Moretti, en 1913, a quien se confió la terminación del edificio de acuerdo a nuevas ideas que impulsaban los legisladores de entonces. Todos los materiales utilizados para la construcción de palacio son nacionales, se abrieron canteras en Maldonado y Lavalleja dedicadas a la extracción de distintos tipos de mármoles así como también canteras de granito en Canelones destinadas a la materialización del proyecto.

El 25 de agosto de 1925 el Palacio es inaugurado formalmente. Aunque los trabajos de decoración no culminaron hasta 1964.[2]

El también llamado palacio de las leyes, es un edificio de estilo eclecticista grecorromano, cuyas fachadas, paredes interiores, bóvedas y columnas están recubiertas de distintos mármoles procedente del país, llevó casi tres décadas de construcción.

Consta de tres grandes naves y varias salas anexas, un piso superior, donde funciona la Biblioteca del Poder Legislativo con más de 250.000 volúmenes y algunos despachos de parlamentarios, además de un gran subsuelo en el que hay oficinas, depósitos y talleres de imprenta y encuadernación. La fachada principal del edificio se encuentra alineada con el eje de simetría de la Avenida del Libertador Brigadier General Juan Antonio Lavalleja generando una perspectiva de jerarquía inspirada en los bulevares parisinos de Haussman.

En la nave se encuentra el gran Salón de los Pasos Perdidos, inspirado en las grandes catedrales del renacimiento, está compuesto de dos bóvedas de cañón corrido y majestuoso lucernario central, que separa los dos hemiciclos en los que sesionan las cámaras de senadores y representantes. Las paredes de ambas salas están totalmente forradas de madera de nogal y caoba, y de esas maderas tan nobles, también son las bancas que ocupan los parlamentarios.[3]

Inicialmente diseñado con un techo plano por el Arq. Meano fue modificado por el Arquitecto Moretti en la modificación del proyecto el techo pasó a consistir de dos bóvedas de cañón corrido, que se cortan en el cruce por medio de cuatro arcos torales sobre los que se levanta el cuadrado del Lucernario, que caracteriza al edificio desde el exterior. La bóveda de la nave central de Pasos Perdidos está dividida en dos partes iguales por la bóveda del Crucero que la atraviesa. Su iluminación cenital se hace por tres grandes vitrales. Dos de ellos de superficie curva adaptada a la curvatura de las bóvedas en que están colocados, y un tercero de superficie plana ubicado a mayor altura dentro del Lucernario que corona el cruce de ambas bóvedas.

Este salón suele utilizarse para exposiciones de arte.[4]​ conciertos[5]​ y otros eventos.[6]​ Ha sido sede de la capilla ardiente de numerosas personalidades de Uruguay: Juana de Ibarbourou (quien además recibió allí el título de "Juana de América"), Mario Benedetti,[7]China Zorrilla,[8]Carlos Páez Vilaró,[9]Eduardo Galeano,[10]Carlos Maggi,[11]Liber Seregni, Alcides Ghiggia,[12]Jorge Batlle,[13]​ entre otros. También se depositaron allí las cenizas de José Gervasio Artigas mientras se realizaban tareas de restauración de su mausoleo (2011-2012).[14]

En la actualidad el Salón de los Pasos Perdidos conserva en su interior los ejemplares originales de la Constitución de 1830 y la Declaratoria de la Independencia de 1825.


El Lucernario es junto con el Salón de Pasos Perdidos el elemento que distingue edificio del Poder Legislativo de entre otros edificios de su misma categoría en el resto del mundo.

El proyecto original del Arquitecto Víctor Meano, inspirado en el Parlamento de Viena, pretendía que su edificio diera la misma impresión de horizontalidad que daba la obra de Hansen. El Arquitecto Gaetano Moretti, por el contrario, entendió que las dimensiones del volumen del edificio ameritaban una culminación elevada en el centro del edificio.

Y así fue que se decidió la construcción de un lucernario cuadrado en el centro del edificio, decorado con variados ornamentos de estilo griego, entre los que se destacan las veinticuatro cariátides, de casi cuatro metros de altura cada una, realizadas por distintos escultores representan alegóricamente a la industria, el derecho, las matemáticas, la física, la arquitectura, la agricultura, la pintura, el comercio, la poesía, la medicina, la música y la escultura, cada una se repite dos veces.

Además de su intrínseco valor estético, la importancia del lucernario creado por Moretti, reside fundamentalmente en que logró adaptar la forma del volumen edificado al espacio en que se encuentra ubicado, y que favoreció la perspectiva que el edificio genera desde cualquier ángulo que se le mire.


El edificio «José Artigas», es el edificio anexo del Poder Legislativo. Está ubicado al costado del mismo sobre la Avenida de las Leyes. Fue inaugurado en 1995. En él se ubican las oficinas de los diputados y las comisiones parlamentarias. Ambos edificios están interconectados mediante un túnel con una extensión de unos 100 metros por debajo de la Avenida de las Leyes. Este túnel lleva el nombre de Pasaje de la Democracia.

Cuatro grupos escultóricos engalanan los jardines del Palacio Legislativo,[15]​ todos ellos obra del artista italiano Giannino Castiglioni.

La ciencia

El trabajo

La justicia

La ley

Si bien existía un proyecto para parquizar los alrededores del Palacio, esto apenas fue posible por etapas, a medida que se pudieron ir expropiando y demoliendo algunas propiedades vetustas.

Es de destacar la Plaza Primero de Mayo, diseñada por el arquitecto Franco Comerci, y también se distingue el corredor artístico de murales pintados por el artista plástico José Gallino.[16]



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