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Pandemia de COVID-19 en Uruguay



Los primeros casos de la Pandemia de COVID-19 en Uruguay fueron confirmados el 13 de marzo de 2020 a través de su Ministerio de Salud Pública.[2]

Se trató de personas que ingresaron al país entre el 3 y 7 de marzo de 2020, dos procedentes de Milán, una de Barcelona y otra de Madrid.[2][3][4]​ Como se esperaba, los síntomas aparecieron en la mayoría de estos pacientes con un período de incubación promedio de seis días después de la exposición al virus.[5][6][7]​ Los primeros pacientes de Uruguay presentaron síntomas leves del COVID-19, enfermedad detectada en Wuhan en 2019.[10]

En días previos se habían analizado y descartado más de 60 casos sospechosos, en terminales aéreas y portuarias de Uruguay. Se puede interpretar que el retraso en el ingreso de casos con el COVID-19 está relacionado, entre otras cosas, a la escasa conectividad aérea directa con los países con mayor circulación viral en ese momento: China, Italia septentrional, Irán, Alemania, y Corea del Sur.[11]

El presidente de la República, comunicó el sábado 23 de enero de 2021, en conferencia de prensa, algunos detalles del plan de vacunación contra el COVID-19. Las primeras vacunas se adquirieron de las empresas Pfizer y Sinovac, mientras que el resto se adquirirían mediante el mecanismo COVAX.[12]​ Las vacunaciones comenzaron el día 27 de febrero y hasta el 22 de marzo se han suministrado 344 064 dosis, de las cuales 292 882 fueron de la vacuna CoronaVac del laboratorio Sinovac y 51 182 de la vacuna Tozinamerán de Pfizer y BioNTech.[13]

A partir de marzo de 2021, se produjo un aumento exponencial de nuevos casos positivos, en el que aumentó el número de casos activos y fallecimientos, pasando a ser uno de los países en el mundo del que se tengan estadísticas fiables, con los peores registros por millón de habitantes, aunque en paralelo con uno de los mejores niveles de vacunación contra el COVID-19 en América Latina. Esta situación se ha prolongado durante los meses de abril y mayo.[14][15]

De acuerdo a la pesquisa epidemiológica, era inevitable el aumento del número de casos autóctonos del brote del COVID-19 en Uruguay, por los contagios producidos, ya que los cuatro casos iniciales estaban en el periodo de incubación, durante el cual la persona tiene la capacidad de infectar a otras personas sanas. Uno de los enfermos compartió una boda con otras 500 personas en la capital del país, y algunos de los asistentes comenzaron con síntomas respiratorios.[17]​ Otros dos enfermos realizaron un viaje de 6 horas en un bus de transporte colectivo interdepartamental, hacia el interior del país, y algunos de los pasajeros que compartieron ese viaje, fueron contactados por las autoridades cuando ya presentaban síntomas.[3]

El 14 de marzo, se hizo público que los dos enfermos que viajaron en bus al interior del país el 8 de marzo, generaron unos 200 contactos de proximidad, que entraron en la categoría de casos sospechosos con solicitud de cuarentena domiciliaria.[18][19]

El día 15 de marzo, un médico, que trabaja en dos instituciones de asistencia médica colectiva, fue confirmado como positivo, y por prevención, se contactaron pacientes que estuvieron en sus consultas, así como integrantes del equipo de salud que podrían haber sido contagiados.[20][21]

El día 16 de marzo, se hizo público que uno de los enfermos estuvo en una boda en Paraguay y luego el viernes 6 concurrió a la concentración deportiva de un club de fútbol de Primera División de Uruguay, generando allí al menos 20 contactos sospechosos.[22][23]​ También se informó de personal de salud infectado.[24]

El 17 de marzo se supo que otros asistentes a la boda de 500 personas, tres estudiantes de una universidad privada que concurrieron a sus cursos presenciales desde entonces, dieron positivo al coronavirus. Se solicitó entonces cuarentena para todos sus compañeros de estudio.[25]

Infectólogos independientes plantean que el número de testeos realizados es demasiado escaso, teniendo en cuenta que constituyen un insumo básico para seguir la evolución del brote epidémico. También explican que existen diferentes criterios utilizados para el diagnóstico, lo que también lleva a un subregistro a nivel nacional.[26]​ La capacidad de los laboratorios de procesar las muestras y el escaso número de esos kits existentes en el país, es determinante. Se espera el crecimiento explosivo de casos con la llegada de más kits de diagnóstico.[27]

El 19 de marzo, un joven argentino con síntomas procedente de Europa, pasó por Montevideo y Maldonado donde fue testeado por COVID-19; luego desde Colonia del Sacramento viajó a Buenos Aires en un buque de pasajeros, condenando a 400 viajeros a cuarentena obligada.[28][29]

El 23 de marzo, se realizaron 211 test que confirmaron solamente 4 casos nuevos. El 24 de marzo no se cambiaron los parámetros para contabilizar los enfermos del COVID-19; los casos "sospechosos" con síntomas, que hayan tenido contacto con enfermos, no serán considerados "confirmados" sin test para el virus SARS-CoV-2.[30]

Una médico del Hospital Militar que dio positivo para coronavirus, estuvo en contacto con 49 personas, de ellos, 13 eran médicos.[31]

El 1 de abril hay 36 casos confirmados en trabajadores de la salud.[32]​ El 2 de abril muere el primer enfermo que fue contagiado en la boda de 500 personas de Carrasco.[33]

El 4 de abril un paciente del hospital psiquiátrico que presentaba síntomas, fue derivado a un hospital general sin medidas de aislamiento; contagió a 2 y generó 100 contactos sospechosos y 20 cuarentenas en funcionarios del psiquiátrico y obligó a otras 40 cuarentenas entre el personal del hospital general.[34][35][36]​ El número parcial de casos positivos llegó a 22 en el hospital psiquiátrico.[37]

En otro hospital general, un nuevo paciente del hospital psiquiátrico, fue dializado e internado en sala general, generó 60 contactos sospechosos entre el personal de salud que fueron puestos en cuarentena.[38]

El 10 de abril se acordó aumentar la frecuencia de líneas de ómnibus en horas pico (para evitar aglomeraciones) además de ordenar el uso de tapabocas tanto para el personal como para los pasajeros. Para cumplir esto último cada unidad ofrecerá tapabocas.[39]

El 12 de abril se empezó a separar los casos confirmados de los tests con resultado positivo ya que existen personas que se realizaron más de un test.[40]

El 13 de abril se retomaron las actividades en la rama de la construcción, en un principio para actividades de acondicionamiento de los centros de trabajo[41]

El 16 de abril se informa que el departamento de Rivera deja de tener casos confirmados[42]​ y que de los 82 casos positivos en personal de la salud, 39 ya se recuperaron y los 43 restantes continúan cursando la enfermedad.[43]

El 20 de abril se supo que una mujer de 27 años, sospechosa de contagio y esperando el resultado del test, rompió la cuarentena al viajar en dos días consecutivos en buses de transporte colectivo. Se detectaron al menos 70 contactos entre los pasajeros.[44]

El 22 de abril se empezó a retomar clases presenciales con asistencia voluntaria, en cerca de 340 escuelas rurales del interior del país.[45]​ La concurrencia de niños se estimó en 35 % del total de los inscritos.[46]​Fue una medida anunciada el 8 de abril que en un principio contemplaba más de 900 escuelas y luego se redujo a 543.[47]

El 24 de abril la Asociación de Supermercados del Uruguay "exhorta a los clientes a ingresar a los locales de todo el país con mascarillas u otros implementos que garanticen que la boca y la nariz queden cubiertas". Se ejercerán los controles necesarios en el local, para asegurar el adecuado cumplimiento del uso de tapabocas. [48]

El 25 de abril se confirmaron 31 casos nuevos en Montevideo debido a un brote surgido en una residencia de personas mayores y luego transportado a otros dos centros residenciales. Los pacientes infectados fueron protocolizados, y el resto de los residentes se encuentran en cuarentena.[49]

El 4 de mayo comenzó la reapertura de varios locales comerciales en el centro de Montevideo en el horario reducido de las 10hs a las 18hs.[50]

El 23 de mayo hubo un aumento importante de casos en Rivera, además de confirmarse las primeras dos muertes en dicho departamento. Ante esto el Gobierno decidió durante 15 días que se tomaran medidas como la suspensión del inicio de clases previsto, el control estricto a la ciudad de Rivera y la fuerte exhortación del uso de medidas higiénico/sanitarias de prevención.[51]​ El 29 de junio se retomó el inicio de clases en Rivera, coincidiendo con el hecho de no tener más casos activos en el departamento. [52]

El 9 de junio comenzó la reapertura de los shoppings en todo el país salvo en Rivera.[53]​Estos permanecerán abiertos en el horario de 12hs a 20hs de lunes a viernes y de 11hs a 20hs los sábados y domingos.

El 21 de junio hubo un aumento importante de casos en Treinta y Tres a raíz de un test positivo a una funcionaria de salud que estuvo en contacto con varios compañeros.[54]​ La Intendencia de Treinta y Tres resolvió tras esta situación suspender la feria dominical. [55]

El 14 de julio surgió un nuevo brote de casos en Montevideo a causa de un paciente sin síntomas que ingresó en el Hospital Médica Uruguaya por una descompensación, fue dado de alta cinco días después y luego reingresó con sintomatologías respiratorias en donde quedó confirmado como caso positivo. [56]​ El Ministerio de Salud Pública anunció la realización de tests a más de 500 trabajadores del hospital.[57]

A partir del 16 de julio debido al brote en Médica Uruguaya, se empezaron a dar casos positivos en otros centros de salud de Montevideo y el interior. Entre las medidas tomadas para frenar dichos brotes se encuentra el hisopado para quienes vayan a internarse en centros de salud de Montevideo y Canelones[58]​ y la prohibición a acompañantes de pacientes de rotar entre sanatorios [59]

Durante la primera semana de agosto empezó lentamente la reapertura de teatros y museos de gran capacidad con un aforo reducido a su tercera parte[60]​, así como también la reanudación del campeonato uruguayo de fútbol sin público[61]

El 1 de septiembre se detectó el primer caso en Florida, con lo cual todos los departamentos del país ya cuentan con al menos un caso cconfirmado.[62]

El 14 de octubre se confirmaron 31 casos nuevos en Montevideo debido a un brote surgido en una residencia de personas mayores.[63]​ El 17 de octubre se confirma un segundo brote proveniente de esa residencia.[64]

A partir del 2 de diciembre, ante el elevado aumento de casos (sobre todo en Montevideo), se pusieron en vigencia una serie de medidas temporales para frenar el crecimiento. Entre ellas el cierre de actividades deportivas en gimnasios y lugares cerrados, la implementación de teletrabajo en oficinas públicas, cierre de restaurantes a partir de la medianoche y la suspensión de fiestas de fin de cursos. [65]

El 16 de diciembre el presidente Luis Lacalle Pou anunció un nuevo conjunto de medidas, entre ellas la reglamentación del artículo 38 de la Constitución (la potestad del poder ejecutivo para disolver aglomeraciones), la prohibición de entrada desde el exterior entre el 21 de diciembre y el 10 de enero, reducir el aforo en el transporte interdepartamental a la mitad en esas fechas, extender el horario de los shoppings y ferias, la reapertura de los gimnasios (con un aforo máximo de 30%) y la suspensión de los espectáculos públicos.[66]

El 6 de enero el presidente Lacalle Pou anunció la extensión hasta el 31 de enero de las medidas tomadas el 16 de diciembre (incluyendo la prohibición de entrada desde el exterior), con la habilitación de espectáculos deportivos sin público, espectáculos culturales con aforo mínimo y refuerzo de testeos en Montevideo, Canelones y Rocha.[67]

El 10 de enero se registró un número récord de casos, con 1.215 nuevos contagiados y 8 muertos. El índice de positividad llega al 14,29%, muy por encima del 5% considerado como crítico por la Universidad Johns Hopkins. El gobierno no ofrece ninguna información sobre las negociaciones por nuevas vacunas, pero se entiende que hasta ahora no se han cerrado contratos con ningún laboratorio.

El 13 de enero se reportó que debido a una falla en el sistema de cómputos, se omitieron 475 casos reportados entre el 29 de diciembre y el 7 de enero. Estos fueron luego incluidos en el reporte del día 14.[68]

El 23 de enero, el presidente Lacalle Pou anunció en conferencia de prensa que el gobierno comprará 3,75 millones de dosis, que llegarían a fines de febrero o en marzo, con un costo estimado de 120 millones de dólares estadounidenses. Las dosis consistirían en 2 millones de la vacuna Tozinamerán de Pfizer y BioNTech, 1 millón 750 mil de la vacunas chinas Coronavac del laboratorio Sinovac y otro millón y medio a obtener a través del programa COVAX de la Organización Mundial de la Salud. Además dijo que estaban negociando con otros tres laboratorios. Propuso como meta del gobierno vacunar a 2,8 millones de personas y la vacunación no será obligatoria.[69]

El 27 de enero, el presidente anunció una nueva extensión de las medidas, con la salvedad de la reapertura parcial de las fronteras para ciudadanos uruguayos y extranjeros residentes a partir del 1º de febrero.[70]

El 25 de febrero arriba al país el primer lote de 192 mil vacunas chinas CoronaVac de la empresa Sinovac.[71]​ Dos días más tarde comienza la distribución de las dosis a todo el país.[72]

El 1º de marzo empezó la campaña de vacunación. En primera instancia, con el primer lote de vacunas CoronaVac se inocularon a policías, bomberos, militares, maestros y profesores de la educación inicial, primaria y secundaria menores a 60 años.[73]​ Se espera que todos los funcionarios esenciales sean vacunados antes del 15 de marzo, fecha de la llegada del segundo lote de vacunas Sinovac.[74][75]

El proceso de vacunación se puede ver en un monitor de datos oficial.[13]​ También se pueden tomar un turno a partir del día 5 de marzo personas de entre 55 y 59 años inclusive, que serán vacunadas a partir del 8 de marzo.[76][77][78]

En la primera semana 72.600 personas fueron inoculadas.[79]

El 12 de marzo comenzó la vacunación para 13 400 presos de todo el Uruguay.[80][81]​ El mismo día se abre la agenda para personas de entre 50 y 70 años que residen en las ciudades de la frontera del país Bella Unión, Artigas, Rivera, Río Branco y Chuy.[82][83]

El 16 ante la llegada de 1 558 000 vacunas Coronavac de Sinovac se abrió la agenda para personas entre 50 y 70 años. El avión también trajo: 178 000 mascarillas y 1 000 pares de gafas protectoras como donación de China.[84][85]

El jueves 17 de marzo se abre la agenda para mayores de 80 años, y también persona de la salud como: odontólogos, psicólogos, fisioterapeutas, y otras especialidades.[86][87][88]

Entre el 7 y 9 de mayo se adjudicaron 450.000 turnos para vacunarse contra el COVID-19 a personas de 31 años que estaban en lista de espera desde marzo. [89]

El 13 de mayo llegaron 50.400 vacunas AZD1222 de la Universidad de Oxford y AstraZeneca, compradas a través del mecanismo Covax. En principio destinadas para mayores de 60 años.[90][91]

El 15 de mayo legaron 119.340 vacunas Tozinamerán de Pfizer y BioNTech contra el COVID-19, para el grupo de mayores de 30 años.[92]

Hasta el 22 de marzo se han suministrado 344 064 dosis, de las cuales 292 882 fueron de la vacuna CoronaVac del laboratorio Sinovac y 51 182 de la vacuna Tozinamerán de Pfizer y BioNTech.[13][93]

Al igual que en todas partes del mundo, la economía uruguaya se ha visto resentida al pararse gran parte de las actividades económicas, producto de las medidas sanitarias tomadas por el Gobierno uruguayo en base a las recomendaciones de la OMS. Según el Banco Mundial, el PBI de Uruguay caería un 2,7% durante el 2020, lo que sería una caída inferior al promedio de América Latina que se estimó en 5,5%.[94]​ Por otra parte, los pedidos de seguro de desempleo para el mes de abril, que ha recibido el Ministerio de Trabajo, ascendieron a más de cien mil, pero el Ministro de Trabajo Pablo Mieres estimó que existen otros cuatrocientos mil trabajadores informales que quedaron por fuera de ese beneficio laboral.[95]

A principios de abril, el uso de Internet en los hogares uruguayos había aumentado en un 32% y el uso de dispositivos móviles en un 44%, según datos oficiales de la compañía estatal de telecomunicaciones Antel.[96]

Como consecuencia de la actual pandemia, las elecciones municipales previstas para el domingo 10 de mayo de 2020 debieron ser pospuestas para el domingo 27 de septiembre de 2020, producto de una ley interpretativa constitucional que le daba poderes al órgano de Justicia Electoral Uruguaya la potestad para cambiar la fecha eleccionaria.[97]​ Actualmente existe una discusión en el ámbito académico sobre si era posible cambiar o no esta fecha, ya que la misma está establecida por la Constitución de la República Oriental del Uruguay y por el ordenamiento jurídico de este país, una ley no puede cambiar un mandato constitucional.[98]

En materia educativa, las clases en todos los niveles educativos fueron suspendidas en el nivel presencial, por lo que se decidió en muchos casos, continuar el proceso educativo de manera no presencial.[99]​ Sin embargo, ha habido algunas excepciones, el gobierno uruguayo elaboró un plan para comenzar a retomar las clases, el mismo ha comenzado por la vuelta a las actividades educativas en las escuelas rurales a fines de abril.[100]​ En mayo se anunció el plan para el retorno de clases presenciales voluntarias para el resto de la educación del país comenzando en distintas etapas a partir de agosto.[101]​ El 1 de marzo de 2021, se retoma la prseencialidad plena para estudiantes de educación inicial, primaria y secundaria.[102][103]

Desde el 20 de octubre, ante el progresivo aumento de casos nuevos los cuales superan ampliamente a los reportados en los primeros meses de la pandemia, los comunicados oficiales informan la procedencia de las infecciones de los casos nuevos reportados en el día y de nuevos brotes surgidos.

El Gobierno uruguayo ha anunciado un paquete de medidas de reactivación económica de corte "keynesiano" según anunció el mismo Presidente de la República, que pasan por articular una serie de subsidios a trabajadores, comerciantes y empresarios, así como también, se proyecta incentivar la inversión privada por medio de políticas de renuncia fiscal lo que impactará según estimaciones de la Ministra de Economía Azucena Arbeleche en un crecimiento de un punto porcentual del déficit fiscal.[126]

En el departamento de Lavalleja, la Intendenta Adriana Peña, anunció luego de una reunión con representantes del Frente Amplio, que se buscará crear un acuerdo multi partidario sobre reactivación económica[127]​a pedido del diputado Pablo Fuentes quién presentó un documento sobre algunas medidas para la recuperación económica de ese departamento.[128]

Para el sector turístico Remo Monzeglio, viceministro de turismo uruguayo; ofreció detalles sobre la posible implementación del pasaporte sanitario a partir del segundo semestre de 2021. La noticia sobre la implementación de esta herramienta para reactivar la actividad turística, se instaló en medios argentinos, dado el marcado interés de los más de dos millones de personas que año tras año vacacionan en Uruguay.

Varios expertos en materia de viajes mantienen una postura escéptica sobre la viabilidad de la implementación de la herramienta a corto plazo, si bien el pasaporte sanitario en Uruguay sería una solución fundamental a la muy aquejada industria turística, una de las principales fuentes de divisas para el país



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