x
1

Plato (utensilio)



El Plato es un recipiente útil para muy diferentes usos pero esencialmente empleado como pieza de la vajilla para comer. Es un utensilio doméstico común a todas las culturas, los diccionarios lo definen como vasija circular y casi plana, ligeramente cóncava en su centro y borde extendido, diferenciando platos soperos u hondos y platos llanos.[1]​ Vasijas hermanas son: el cuenco, la escudilla y la fuente. La cultura del plato lo ha convertido en un lujoso objeto de adorno, presente en los mejores museos del mundo.

Nebrija, en su Diccionario latino-español (1492) y en el Vocabulario español-latino (1494), diferencia:

Los diccionarios incluyen dos acepciones de plato, cuando hace referencia al alimento que se sirve en él (sirven platos exquisitos) o a la cantidad contenida por el mismo (está tan rico que me comería varios platos). Aparece asociado a menudo con otros términos, creando construcciones descriptivas diferenciadoras, como por ejemplo: "plato trinchero" (el usado para cortar las carnes), "plato montado" (para alimentos vistosamente adornados), "platos típicos" (guisos que definen la gastronomía de una región), etc.[3]

Su presencia en frases hechas, refranes y figuras de pensamiento (como la metáfora y la metonimia), convierte al plato en un buen ejemplo de la riqueza lingüística de la lengua española:

Algunos de los refranes más comunes alusivos al plato son los siguientes:

Algunas de las frases hechas acerca del plato son las siguientes:

Definición técnica como pieza de la alfarería: recipiente, simple o compuesto, con un diámetro no mayor de 20 cm. y que suele tener un ala o labio destacado. La producción cerámica distingue: platos llanos, hondos, de postre, escurrecubas y tortillero.[6]

En arqueología, el plato tiene en el cuenco su precedente prehistórico.[nota 2]​ En la civilización greco-romana abundan los recipientes que por su uso, formas y aspecto pueden considerarse precursores o inspiradores del plato, como por ejemplo el fiale o la pátera romana. El la cultura islámica el utensilio doméstico más evocador es el ataifor. Algunos investigadores han puesto en duda la existencia de platos en la vajilla doméstica hasta el final del Medievo, dada su escasa presencia en los repertorios conocidos. Así, se ha planteado la posibilidad de que estuvieran hechos de materia perecedera, o bien, que no se necesitasen (según Martín Gómez y Oliva Alonso no hay referencias etimológicas hasta el siglo XV). Sea como fuere, el plato y similares recipientes aparecen en la cerámica islámica desde época temprana: los platos califales de Medina al-Zahra (siglo X y XI) estudiados por Pavón Maldonado; los ataifores, morfológicamente diferentes pero parejos en lo funcional, citados por Roselló Bordoy. Y muy diversos vasos análogos, datados en los siglos XII y XIII, hallados en contextos cristianos castellano-leoneses: Saldaña, Melgar de Arriba, Benavente o Puente Castro.[7]

La colocación de los platos en la mesa se hace de la siguiente manera. En primer lugar se colocan los bajoplatos o platos de decoración. Sobre ellos, se sitúan los platos llanos y sobre ellos, los platos hondos o platos de aperitivo, más pequeños que los anteriores. El platillo del pan se coloca a la izquierda, alineado con las copas. Asimismo, la etiqueta aconseja no colocar dos platos iguales juntos (es decir, dos hondos o dos llanos) y no apoyar directamente los platos hondos sobre la mesa.[8]

Fray Bartolomé de las Casas, en su Historia de las Indias, describe en diferentes pasajes de la obra vasijas y recipientes que él mismo denomina platos o especie de platos, ora de oro puro, ora de barro, ora de cáscara de calabaza. La cita es común a todos los "cronistas de indias", desde Cristóbal Colón y su hijo Hernando a Juan Bautista Muñoz ya en el siglo XVIII, pasando por el Inca Garcilaso y Fray Bernardino de Sahagún

Una de las cerámicas más vivas y especialmente rica en la producción de platos decorados, es la común a los pobladores precoloniales, los pueblos de las tres Américas. Ejemplos muy atractivos pueden encontrarse en:

Detalle en Joven saboyano dormido (1869).Wilhelm Maria Hubertus Leibl. Museo del Hermitage.

Plato con manzana (1881). Edouard Manet.

Niña en la cocina (1904), por Carl von Bergen.

Plato (1948), por Israel Hershberg.

Falsa porcelana china, fabricada en Maastrich, imitando el estilo azul del periodo Kangxi (1662-1722).

Plato de argilita y marfil, obra de Tom Price (1855-1929), nativo de las islas Reina Carlota (Canadá). Museo de la Academia del Arte de Honolulu.

Plato de mármol de la India (variante del plato de castañuelas). Museo del Hermitage. San Petersburgo (Rusia).

Plato octogonal del siglo XVIII. Museo del "pan de especias" en Gertwiller (Alsacia). Francia.

Plato conmemorativo de los Juegos Olímpicos de Invierno, Grenoble (1968). Francia.

Plato art nouveau (1906) del diseñado alemán Christian Neureuther. Museo Británico.

Plato para pastas en un juego de té: Yukishino (雪志野). Toki (Gifu) Japón.

Vajilla libre (1981) de Masahiro-Mori, diseñador japonés de cerámica.

Diseño de platos en madera. Masahiro-Mori (森 正洋 デザイン 研究所). Japón.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Plato (utensilio) (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!