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Programa espacial soviético



Se engloban bajo la etiqueta del programa espacial soviético las iniciativas astronáuticas desarrolladas por la URSS desde 1957 hasta el momento de su disolución en 1991. Las ambiciones espaciales rusas empezaron en el siglo XIX, tuvieron sus primeros estudios teóricos en el inicio del siglo XX y se desarrollaron principalmente durante la Guerra Fría en la Unión Soviética. Los soviéticos fueron pioneros en la carrera espacial al ser los primeros en lanzar un satélite a la órbita terrestre, el Sputnik 1; en enviar un ser vivo al espacio, la perra Laika; a un ser humano, Yuri Gagarin; y a la primera mujer, Valentina Tereshkova; en realizar un paseo espacial, Alekséi Leónov; en enviar a la primera mujer que realizó un paseo espacial, Svetlana Savítskaya; en poner en órbita una estación espacial, la Saliut; y en lanzar las primeras sondas interplanetarias a Marte, la Mars 1, y a Venus, la Venera 1.

El principal ingeniero cargo fue académico Serguéi Pávlovich Koroliov. Tuvo un gran equipo, otro miembro destacado fue Borís Yevséyevich Chertok, que estuvo a cargo del desarrollo de sistemas de guía y control.[1]

El 4 de octubre de 1957, el satélite Sputnik 1 fue lanzado con éxito por un cohete R-7. El primer satélite artificial puesto en órbita sorprendió a los estadounidenses, que crearon la NASA para desarrollar su programa espacial e intentar alcanzar a los soviéticos.[cita requerida]

Un mes después, el 3 de noviembre de 1957, la perra Laika fue enviada al espacio a bordo del Sputnik 2. El objetivo de la misión fue estudiar los efectos de un viaje al espacio en un ser vivo. Laika fue la primera criatura viva en orbitar la Tierra. El hito más relevante que marcó un punto de inflexión en la investigación espacial y en la conquista del espacio fue la salida al espacio exterior del Yuri Gagarin, primer ser humano en hacerlo. Dentro del programa espacial de la Unión Soviética ha tenido una especial relevancia el lanzamiento y mantenimiento de estación es espaciales tripuladas, como la estación espacial MIR en la que se han logrado permanencia humanas en el espacio muy significativas. Los resultados del programa espacial soviético han sido la base para el mantenimiento de la actividad espacial humana a lo largo del tiempo y la construcción, en cooperación con otros países, de la Estación Espacial Internacional (ISS).

Tras el Disolución de la Unión Soviética, Rusia y Ucrania heredaron el programa espacial. Rusia creó la Agencia de Aviación y del Espacio Rusa, actualmente conocida como Agencia Espacial Federal Rusa,[2]​ mientras que Ucrania creó la Agencia Espacial Estatal de Ucrania (NSAU).

El 12 de julio de 2007, Rusia celebró el 100 aniversario del nacimiento de Serguéi Koroliov, el presidente Vladímir Putin entregó reconocimientos y flores a la hija del padre del programa espacial.[3]

Las ideas de la exploración espacial ya existían en el Imperio ruso aún antes de la Primera Guerra Mundial. En sus trabajos pioneros, Konstantín Tsiolkovski había escrito y hablado sobre esto explicando el concepto de cohetes con múltiples etapas.

El primer cohete soviético, llamado GIRD, fue lanzado el 18 de agosto de 1933. Luego, el 25 de noviembre de 1933, se lanzó un cohete híbrido de combustible especial llamado GIRD-X. Ya para la época de 1940-41 se llegó a otro avance en la propulsión de cohetes para producir en serie los cohetes para el sistema múltiple Katyusha.

Otra contribución para el avance del programa soviético lo constituyó la obtención de los misiles V-2 alemanes tras la 2ª Guerra Mundial. El encargado del proyecto Dmitri Ustínov, y el diseñador e Ingeniero en jefe Serguéi Koroliov también contaron la ayuda de planos capturados y del científico alemán Helmut Gröttrup. Gracias a eso lograron construir una réplica del V-2 que llamaron Cohete R-1

Pero el peso de las primeras cabezas nucleares soviéticas requería un propulsor más poderoso. Después de varias pruebas con otros modelos Koroliov construyó el R-7, que logró llevar una carga a una distancia de 7000 km, convirtiéndose en ese momento como el cohete más avanzado de la época.[4]

Años más tarde el programa espacial soviético entró en un plan quinquenal y obtuvo también apoyos del ejército soviético. En enero de 1956 se aprobó el plan para desarrollar satélites que orbitaran el planeta y obtener más conocimientos del ambiente espacial (Sputnik) y también para ganar experiencia militar espacial (Zenit).

Después del éxito mundial con el Spútnik, a Koroliov se le pidió marchas forzadas para el desarrollo de un programa tripulado y así producir la nave espacial Vostok.

Después de la muerte de Koroliov en 1966, Kerim Kerímov quedó a cargo de la construcción del Vostok 1.[5]​ Kerímov fue nombrado como Jefe la comisión de Vuelos tripulados y estuvo en ese cargo por más de 25 años (1966-1991). Él supervisó cada una de las etapas de desarrollo y operación de vuelos tripulados y misiones de sonda espaciales de la Unión Soviética. Uno de sus más grandes logros fue la puesta en órbita de la estación espacial Mir en 1986.

El programa espacial soviético estaba atado al Plan Quinquenal la URSS y en su comienzo dependía del apoyo de los militares soviéticos. Serguéi Koroliov perseguía la realización de la puesta en órbita de satélites artificiales y naves tripuladas. En julio de 1951 se lanzó primer cohete soviético con animales a bordo, dos perros que volvieron a salvo después de alcanzar los 101 km de altitud. Este hito y los subsiguientes vuelos dieron a los soviéticos una experiencia valiosa en el campo de la medicina espacial.

Las capacidades del cohete R-7, como su alcance globan y soportar la carga de aproximadamente cinco toneledas, no solo lo convertían en un efectivo medio para el transporte de cabezas nucleares si no también la base perfecta para un vehículo espacial. El anuncio por parte de Estados Unidos de lanzar un satélite durante el Año Geofísico Internacional en julio de 1957 benefició enormemente a Koroliov a la hora de persuadir al líder soviético Nikita Jrushchov para que apoyase sus planes y así anticiparse a los americanos. Por tanto se aprobaron planes para el uso de satélites orbitales terrestres (Sputnik) para obtener conocimiento sobre el espacio, y cuatro satélines militares no tripulados de reconocimiento (Zenit). Además, se desarrollaron planes futuros para vuelos tripulados en la órbita de la tierra programados para 1964 y una misión lunar no tripulada en una fecha más cercana.

Después del éxito del primer Sputnik, se le encargó a Koroliov - cuya identidad no se conocía públicamente- fue encargado con acelerar el programa tripulado, diseño el cual se combinó con el programa Zenit para dar lugar a la nave espacial Vostok. Influenciado por Tsiolkovsky - el cual había elegido Marte como el logro más importante en los viajes espaciales- a comienzos de los años 60 el programa soviético bajo el mando de Koroliov creó substanciales planes de viajes tripulados a Marte entre 1968 y 1970.

El programa espacial soviético era secundario en cuanto a la financiación militar de Tropas de Misiles de Designación Estratégica de la Federación Rusa. Mientras que en el oeste se creía que era Jrushchov quien personalmente pedía cada nueva misión espacial con objetivo de hacer propaganda, más bien él enfatizaba la creación de misiles que las misiones espaciales y no tenía ningún interés en competir con la misión Apolo.[cita requerida]

Mientras el gobierno y el Partido Comunista usaban los éxitos del programa espacial como herramientas de propaganda, planes para misiones basadas en razones políticas no fueron muy comunes. Una excepción fue Valentina Tereshkova la primera mujer en el espacio en 1963, a bordo del Vostok 6. Las misiones se planeaban basándose en la disponibilidad de cohetes y otras razones específicas, más que con objetivos científicos. Por ejemplo, en febrero de 1962 solicitaron de forma abrupta una ambiciosa misión que involucraba el lanzamiento de dos Vostoks simultáneamente a la órbita "en un plazo de diez días" para eclipsar el Mercury-Atlas 6 de John Glenn este mismo mes. El programa, sin embargo, no puedo ser lanzado hasta agosto, con el Vostok 3 y el Vostok 4.

Al contrario del programa espacial americano que tenía a la NASA como única estructura coordinadora dirigida por su administrados, James Webb durante la mayor parte de los años 60, el programa de la USSR se dividía entre varios grupos de diseño que competían entre ellos. A pesar de los éxitos de los Sputniks entre 1957 y 1961 y los Vostoks entre 1961 y 1964, después del 1958 el equipo de Koroliov se enfrentó a la competición de sus jefes de diseño rivales, Mijaíl Yánguel, Valentín Glushkó y Vladimir Chelomél. Koroliov planeaba continuar con la nave Soyuz y el cohete N-1 que sería la base permantete de la estación espacial tripulada y la exploración tripulada a la Luna. Sin embargo, Ustinov le dirigió para que se centrase en misiones cercanas a la Tierra usando la viable nave espacial Vosjod, una modificación de la Vostok, al igual que musión no tripuladas interplanetarias a planetas cercanos tales como Venus o Marte.

Yánguel había sido el asistente de Koroliov pero con el apoyo de los militares se le obsequió de su propio gabinete de diseño en 1954 para trabajar principalmente en el programa espacial militar.

Glushkó fue el jefe de diseño de cohetes pero su fricción personal con Koroliov provocó que se negase a desarrollar los motores de una única cámara criogénica que necesitaba Koroliov para construir cohetes más potentes.

Cheloméi se benefició del amparo de Jrushchov y en 1960 se le fue concedido el trabajo de desarrollo de un cohete para enviar una nave tripulada a la Luna y una estación espacial militar tripulada. Debido a su limitada experiencia espacial, sus desarrollos fueron lentos.

El progreso del programa Apolo alarmó a los diseñadores jefes, cada cuál defendió su proyecto como respuesta. Múltiples proyectos, que se pisaban entre ellos, recibieron el visto bueno y nuevas propuestas amenazaron proyectos que ya habían sido aprobados. Dada la "persistencia singular" de Koroliov, en agosto de 1984 - más de tres años después de la declaración de intenciones de los Estados Unidos- la Unión Soviética decidió finalmente competir por la Luna. Se marcó el hito del aterrizaje lunar en 1967. - el 50 aniversario de la Revolución de Octubre - o 1968. En una primera etapa al comiendo de los años 60 el programa soviético del espacio desarrolló 30 proyectos de naves espaciales y lanzaderas. Con la caída de Nikita Jrushchov en 1964, se le dio a Koroliov el completo control del programa tripulado del espacio.

Koroliov falleció en enero de 1966 tras una operación en la que se descubrió su cáncer de colón y tras complicaciones con una enfermedad del corazón y severas hemorragias. Kerim Kerímov, que había sido el arquitecto del Vostok 1, fue designado presidente de la comisión estatal de vuelos tripulados y mantuvo el cargo durante 25 años (1966-1991). Él supervisó cada etapa de desarrollo y operación de vuelos espaciales tripulados y estaciones intraplanetarias no tripuladas de la Unión Soviética. Uno de los grandes logros de Kerímov fue el lanzamiento del Mir en 1986.

El liderazgo del gabinete de diseño del OKB-1 fue concedido a Vasili Mishin, el cual tenía la tarea de enviar el hombre a la Luna en 1967 y que aterrizase uno en 1968. Bajo presión Mishin aprobó el lanzamiento del Soyuz 1 en 1967, pese a que la nave núncia había conseguido ser testada sastifactoriamente en un vuelo no tripulado. La misión fue lanzada con conocimiento de fallos de diseño y terminó con el vehículo estrellándose contra el suelo, matándo a Vladímir Komarov. Esta fue la primera fatalidad en vuelo en cualquier programa espacial.

Dado el desastre y bajo nuevas presiones, Mishin desarrolló un problema de alcoholismo. Los soviéticos fueron vencidos en la carrera por enviar el primer vuelo tripulado alrededor de la Luna en 1968 por el Apolo 8, pero Mishin continuó con el desarrollo del problemático y superpesado N1 con la esperanza de que los americanos se tomasen un respiro, dejando suficiente tiempo para hacer funcionar el N1 y ser los primeros en aterrizar el hombre en la Luna. Tuvieron un éxito con el vuelo conjunto del Soyuz 4 y Soyuz 5 en enero de 1969 que probó las técnicas de encuentro, atraque y transferencia de tripulación que serían usadas en el aterrizaje, y el módulo de aterrizaje LK fue testado satisfactoriamente en la órbita terrestre. Pero tras cuatro lanzamientos fallidos de N1 no tripulados, el cohete fue abandonado y con ellos las posibilidades de los soviéticos de aterrizar hombres en la Luna en un único lanzamiento.

Aparte de los aterrizajes tripulados, el abandonado programa soviético de la Luna incluía una base lunar polivalente Zvezdá. El posterior programa lunar tripulado propuesto, "Vulkan-LEK", no fue adoptado por razones económicas.

Tras los contratiempos, Chelomei convenció a Ustinov para aprobar el programa en 1970 para avanzar su estación espacial militar, Almaz, a razón de batir a la anunciada estadounidense Skylab. Mishín continuó en control del proyecto que posteriormente se convirtió en Saliut pero la decisión respaldada por Mishín de volar una tripulación de tres hombres sin trajes presurizados más que una tripulación de trajes similares a los de Saliut 1 en 1971 provocó una fatalidad cuando la reentrada en la cápsula despresurizada mató a la tripulación en la vuelta a la Tierra. Mishín fue destituido de muchos proyectos, dejando a Chelomei con el control de Saliut.

A pesar de los problemas en sus primeros programas tripulados lunares, la URSS obtuvo éxitos en sus operaciones remotas a la Luna, obteniendo dos históricos hitos con el programa Lunojod y la obtención de muestras de la Luna. Además, el Programa Mars fue continuado con pequeños éxitos, mientras que la exploración de Venus y el cometa Halley por el programa Venera y el programa a la estrella Vega fueron más efectivos.

El programa espacial soviético había ocultado información sobre sus proyectos anteriores al éxito del Sputnik, el primer satélite artificial del mundo. De hecho, cuando el programa Sputnik fue aprobado por primera vez, una de las primeras acciones que tomó el Politburó fue qué información anunciar al mundo con respecto a este evento. La ITAR-TASS estableció un precedente por todos los anuncios oficiales del programa espacial soviético. La información que finalmente se revelaron no ofrecían detalles de quien construyó y lanzó el satélite o porque fue lanzado.

El secretismo del programa soviético sirvió como herramienta tanto para prevenir el filtrado de información clasificada entre países y además creó una barrera de misterio entre el programa espacial y la población soviética. La naturaleza del programa contenía mensajes ambiguos sobre sus objetivos, logros y valores. El programa en sí era tan secreto que un ciudadano soviético normal nunca conseguiría una imagen concreta de él, Más que una versión superficial de su historia, de sus actividades presentes y de sus futuros intentos. Los lanzamientos no eran anunciados hasta que no se producían. Los nombres de los cosmonautas no eran difundidos hasta que habían volado. Los detalles de las misiones eran escasos. No conocemos el tamaño o forma de los cohetes las cabinas o la mayoría de tus naves espaciales, a excepto de los primeros Sputniks, las sondas lunares y las sondas de Venus.[6]

Sin embargo, la influencia militar en el programa espacial soviético quizá es la explicación más validad para el secretismo del programa. Las prácticas militares que conocerían al desarrollo de armas, tales como los proyectos de misiles balísticos intercontinentales, se mantenían clandestinas. Los oficiales industriales militares soviéticos construyendo una forma de etiquetado de las armas que se basaba en un sistema alfanumérico aleatorio. Incluso los trabajadores en las fábricas que construían y enviaban partes para la construcción de naves espaciales tenían una pequeña concepción de la imagen completa.

El programa espacial soviético llevó a cabo un gran número de proyectos, incluyendo:

Dos días después de que los Estados Unidos anunciase su intención de lanzar un satélite artificial, el 31 de julio de 1956, la Unión Soviética anunció su intención de hacer lo mismo. El Sputnik 1 fue lanzado el 4 de octubre de 1957, venciendo a los Estados Unidos e impresionando a la gente de todo el mundo.

El programa espacial soviético fue pionero en muchos aspectos de la exploración espacial:



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