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Pueblo nubio



Nubia es la región situada al sur de Egipto y al norte de Sudán. Su población se asienta a lo largo del valle del Nilo, entre la primera y la sexta catarata del Nilo. En la antigüedad fue un reino independiente.

Solo se conocen parcialmente algunos aspectos de la historia lingüística de Nubia. Si bien se ha sugerido repetidamente que la lengua antigua mejor documentada, el meroítico, estaría emparentada con las lenguas nilo-saharianas, esta lengua debe considerarse como una lengua no clasificada.[1]​ Además en el área llamada en la antigüedad "Nubia" existen actualmente lenguas cushitas hacia la parte oriental del antiguo reino de Kush y un conjunto de lenguas cordofanas en la parte sur del mismo reino. Eso implica que parte de los pueblos llamados simplemente "nubios" podrían haber hablado lenguas que no son de la familia nilo-sahariana.

Otras evidencia sugieren que aún en las regiones no periféricas Nubia, se habrían hablado por lo menos dos variedades del grupo de las lenguas nubias, una subfamilia de la familia nilo-sahariana que incluye a las lenguas nobiin, kenuzi-dongola, midob y algunas variedades relacionadas con la zona septentrional de las montañas Nuba. El idioma nubio antiguo se utilizaba sobre todo en textos religiosos de los siglos VIII y IX.

En la antigüedad, el territorio actualmente llamado Nubia fue muy influenciado por la cultura del Antiguo Egipto, sobre todo durante las épocas de apogeo de Egipto siendo una especie de virreinato egipcio. Nubia podría ser parte de la zona citada en las fuentes bíblicas con el nombre de Kush, Cush, Cus o cusitas.[2][3]

Para la antigua Kemet (Antiguo Egipto), Nubia era “Tai-Seiti” (la tierra de la “gente del arco”), población difícilmente subyugada pues sabían utilizar sus arcos y flechas.

Las inscripciones de Jebel Suliman, en la ribera occidental, frente a la aldea de Degheim, muestran que Nubia fue conquistada por Dyer (3000 a. C.), el tercer faraón de la Dinastía I. Más adelante, el faraón Seneferu, de la Dinastía IV, predecesor de los faraones que construyeron las pirámides de Guiza, ordenó inscribir que invadió Nubia y trajo a 100 000 cautivos y más de 200 000 cabezas de ganado. Este hecho refleja la codicia de Seneferu, pero también es indicio de la próspera población Nubia.

Uno de los templos más importantes fue erigido por la reina Hatshepsut (1490-1468 a. C.), en Buhen, dedicado a Horus, el dios halcón; otros en Semna oeste y en Dibeira. En Semna este (Kumma) ella dedicó su templo al dios Jnum y fue ampliado por su sucesor, Tutmosis III. También dedicó un templo Tutmosis III, en Semna oeste, a los dioses locales, a Dedwan, el dios del incienso y de Nubia.

Faraones del Imperio Nuevo, como Ramsés II (1290-1224 a. C.), se elevaron a la realeza porque pudieron imponerse a los nubios, arrastrándolos a la derrota. Para mostrar su divinidad, este soberano decidió construir su gran templo en Abu Simbel. Ramsés II construyó en el centro de Nubia el templo de Aksha, y el virrey Setau y su esposa fueron representados, adorándolo, en el templo de Faras.

De este modo, con el imponente poder de los egipcios sobre Nubia, se produjo la unión de dos poblaciones diferentes. Es importante saber que la población de Nubia era negra, lo que dio origen a la aparición de los primeros faraones negros.

El gobierno de los faraones negros de origen nubio llegó a durar hasta aproximadamente los 75 años, en el cual quisieron crear cierta armonía entre el Alto y Bajo Egipto y Nubia. Se consideraban plenamente egipcios aunque eran reservados a la hora de mostrar sus rasgos nubios, es decir, su color de piel característico. Además, muchas de las representaciones realizadas a estos faraones eran cambiadas completamente.

Una de las decisiones destacables que se tomaron durante el mandato de los faraones nubios fue la admisión de soldados de su misma etnia en el ejército del faraón, derecho que se negaba anteriormente al pueblo nubio.

Durante el Tercer periodo intermedio de Egipto (1085 -750 a. C.), Nubia recuperó su independencia. Se constituyó entonces un «reino kushita» que iba a perdurar durante unos mil años. En el siglo VIII a. C., los nubios Shabako, Taharqo y Pianjy vengaron a sus antepasados y condujeron sus carros de guerra hasta Kemet (Egipto), para tomar en Menfis la Corona Doble del Alto y Bajo Egipto, fundando la dinastía XXV de Egipto. Permanecieron en el trono 67 años y sus monumentos todavía se pueden contemplar. Hacia -660, los faraones kushitas fueron expulsados a su región de origen, Nubia, y formaron en Napata un reino original, síntesis de las influencias nubias y egipcias; el reino de Kush adoptó muchas prácticas egipcias, como su religión y las pirámides.

Hacia 591 a. C., a consecuencia de la expedición de Psamético II contra Kush, la capital se trasladó de Napata a Meroe. A esto, se añadió el endurecimiento de las condiciones climáticas, lo que relegaba el norte a funciones secundarias.

A partir de 315 a 295 a. C., se acentuó la ruptura (nunca terminada) con el modelo egipcio. Bajo Nastasen (335 a 315 a. C.), Meroe arrebató a Napata las últimas grandes funciones que le quedaban, las de lugar de coronación e inhumación de los soberanos.

Tras las campañas de Alejandro Magno el territorio actualmente llamado Nubia fue denominado "Ætiopía" o, más precisamente: Baja Etiopía (que no debe confundirse con el actual Estado llamado Etiopía). En aquella época tuvo lugar el advenimiento de las "Candaces", reinas que ejercían el poder político supremo.

En la época romana, los kushitas comerciaban con los romanos y eran también mercenarios. Durante ese tiempo, las diferentes regiones se dividieron y combatieron por el control de Nubia, dejando a la región vulnerable a los ataques, de lo que se aprovecharon los Noba para conquistar Nubia. Es posible que la palabra «Nubia» provenga de los Noba, o de la palabra egipcia Nub: oro. Los romanos de entonces les llamaban Nobatae.

Es a inicios de la Edad Media cuando comienza a figurar el topónimo Nubia, término derivado del importante reino cristiano de Nobatia, aunque ya entonces Nubia solía ser referente para mencionar a toda la región llamada antes «Baja Etiopía». Hacia el año 350, Nubia fue invadida y deshecha por el reino etíope de Axum. Tres nuevos reinos se formaron a continuación:

El rey Silko de Nobatia escribía en griego y grabó sus victorias en el templo de Talmis (hoy Kalabsha) hacia el año 500. En 373, Juan de Éfeso anotó que un sacerdote monofisita llamado Julián convirtió al rey y a sus nobles hacia 545. Anotó igualmente que el reino de Alodia fue convertido hacia el 569.

En el siglo VII, Makuria se transformó en la principal potencia de la región —tan potente como para impedir la invasión de los árabes—. Tras muchos fracasos, estos establecieron un tratado de paz con Dongola, permitiendo el comercio entre las dos potencias. Ese tratado, llamado Bakt, duró 600 años. Los nubios fueron considerados grandes guerreros desde los tiempos de los faraones, incluso en fechas tan tardías como mediados del siglo X más de cincuenta mil nubios servían en el ejército fatimí.[4]​ Al final del Medioevo fue cuando se impuso definitivamente en toda la región el islamismo. La iglesia «real» de Dongola fue reemplazada por una mezquita hacia 1350.

A lo largo del siglo XIV, el gobierno dongolano se hundió, dividiendo la región que cayó bajo la influencia de Egipto, que se apropió del norte del país, dejando el sur al reino de Sennar hacia el siglo XVI.

Egipto obtuvo más tarde el control total de la región, con Mehemet Ali en el siglo XIX, pero en la década de 1880 los británicos se hicieron con el control del país que se transformó en un "condominio" anglo-egipcio.

Tras el fin de la colonización inglesa, Nubia fue separada en dos partes, una en Egipto y otra en Sudán.

Muchos nubios egipcios fueron obligados a reasentarse, debido a las obras del lago Nasser, tras la construcción de la presa de Asuán. Se pueden encontrar pueblos nubios al norte de Asuán en la ribera occidental del río Nilo y en la isla Elefantina. Muchos nubios viven en otras ciudades, como El Cairo.

Las localidades más importantes de Nubia, relacionadas con la historia del antiguo Egipto, situadas a partir de la primera catarata del río Nilo son:



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