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Río Magdalena



¿Dónde nació Río Magdalena?

Río Magdalena nació en Colombia.


El río Magdalena, antiguamente también llamado río Grande de la Magdalena, o río Grande,[1]​ es un río de Colombia que desemboca en el mar Caribe y nace en el departamento del Huila.[2]​ Es navegable desde Honda hasta su desembocadura, y su principal afluente es el río Cauca. Su cuenca ocupa el 24 % del territorio continental del país. En ella están 11 departamentos de Colombia: Magdalena, Atlántico, Bolívar, Cesar, Antioquia, Santander, Boyacá, Cundinamarca, Caldas, Tolima, y Huila, en los cuales vive el 80 % de la población colombiana y se produce el 85 % del PIB nacional.[3]​ Es considerada la principal arteria fluvial del país, pese a no ser el río más largo ni el más caudaloso, en lo que es superado por el Putumayo, el Caquetá, el Meta, el Guainía sin contar el Orinoco y el Amazonas, ríos con los que el país hace frontera. La primera ciudad capital que atraviesa es Neiva.

Las poblaciones indígenas utilizaban y adoraban las aguas del río, por eso en la parte baja de su nacimiento le llamaban Caripuaña, que significa «el río Grande»; en la parte central de su recorrido lo llamaban Arli, que traduce «el río del Pez» o «el río del Bocachico». Al nacer el río en la montaña, se conoce como Yuma, o «río del país amigo y de las montañas». Se dice que algunas tribus le llamaban Guacahayo o «río de las tumbas», pues en sus aguas arrojaban a sus muertos.

El río Magdalena, gracias a su posición geográfica entre las ramas andinas del norte de Sudamérica, fue desde tiempos precolombinos ruta de incursión hacia el interior de lo que hoy es Colombia y seguramente hacia el sur de la misma como Ecuador. Las culturas caribes, por ejemplo, penetraron muy probablemente por el río, así como otras culturas influyentes venidas del norte y Mesoamérica.

De la misma manera, los colonizadores españoles que llegaron a lo que hoy es Colombia a principios del siglo XVI usaron el río para adentrarse al interior de un país agreste y de un relieve difícil. El descubrimiento por parte de los colonizadores se le atribuye a Rodrigo de Bastidas en el año 1501. En 1519, Jerónimo de Melo realizó la primera entrada por el río.

En tiempo de la Colonia Española, el río no fue menos importante. Este fue la única vía por la que la capital colonial, Santa Fe de Bogotá, se comunicaba con el importante puerto de Cartagena de Indias y por ende con Europa. En su desembocadura, el río servía de frontera entre las provincias de Santa Marta y Cartagena.

Las luchas de independencia no descuidaron el río. Los ejércitos patriotas y reales navegaron por el río en la búsqueda del dominio absoluto y político de la Colonia que rompía sus yugos. En la obra El general en su laberinto del escritor colombiano Gabriel García Márquez se puede ver una excelente descripción de lo que significaba el río para el tiempo y sus gentes.

El advenimiento de los ferrocarriles, la construcción de carreteras que dominaron el difícil relieve andino y la aviación, hicieron que el río perdiera su dominio absoluto sobre el discurrir nacional en cuestiones de transporte e intercambio. Pero la época moderna no pudo hacer perder la importancia que tiene el río más grande de la geografía nacional.

El río Magdalena nace al Suroeste de Colombia, en la cordillera de los Andes, específicamente en el departamento del Huila, en el Eje Central del macizo colombiano, atraviesa el país por el occidente de sur a norte, en un recorrido de unos 1540 km entre las cordilleras Central y Oriental de los Andes colombianos, conformando un valle que a su vez es un corredor vial y que llega al litoral del mar Caribe.

El Magdalena nace en la laguna de la Magdalena en el Páramo de las Papas, al sur del parque nacional Natural Puracé en el límite entre los departamentos del Huila y el Cauca.

Navegable unos 990 km, entre Honda (Tolima) y Guaduas (Cundinamarca), pasando por La Dorada (Caldas), Puerto Salgar, Barrancabermeja, Mompós y Magangué y culminando en Barranquilla, el río es la principal ruta fluvial de Colombia. Río arriba, luego de los rápidos de Honda, es navegable otros 240 km, aproximadamente hasta el municipio de Girardot lo que se conoce como el valle del Magdalena Medio donde termina el río Bogotá, donde el río empieza a ser contaminado por la desembocadura del río Bogotá.

En su desembocadura en el mar Caribe, conocida como Bocas de Ceniza a 7,5 km de Barranquilla se construyó una de las más grandes obras de ingeniería del país. La desembocadura fue modificada y extendida hacia el mar por medio de tajamares que permiten mantener un calado necesario para el ingreso de buques de gran tamaño. Esto debido a que el río deposita 500 000 de sedimento por trimestre.

El río posee una cuenca de unos 250 000 km², la cual en su parte media (Magdalena Medio), es la gran reserva de hidrocarburos del país.

El afluente principal del Río Magdalena es el río Cauca, pero tiene innumerables afluentes a lo largo y ancho de su recorrido que aportan un buen caudal de aguas.

A la altura del El Banco, al sur del Magdalena, se desvía por lo que anteriormente era conocido como el Brazo de Loba, el cual es notorio en el aumento de su envergadura brindando así mayor longitud total, pasando por la ciudad de Magangué, aislando así a Santa Cruz de Mompox, cuyo cauce original a la altura del último mencionado se ve notoriamente reducido.

Los comienzos del desarrollo industrial en Colombia a principios del siglo XX afectaron lógicamente el ambiente con problemas como la contaminación,la deforestación y las heces humanas. De ello el río Magdalena es un termómetro preciso y sensible, ya que la temperatura y otros factores influyen en este tipo de estereotipos.

Las épocas de intensa lluvia en Colombia han traído como consecuencias el desbordamiento del río que reclama el espacio perdido y hace pagar los precios de deforestaciones sin medida.[cita requerida] Aún no existen en Colombia proyectos de magnitud que velen radicalmente por la protección del medio ambiente y la preservación de los recursos naturales. La riqueza en fauna y flora, a lo largo de un río que recorre regiones tan diversas y distantes, es amplia e interesante, pero la contaminación y la deforestación han hecho perder muchas especies del río asociadas al río Bogotá que termina en el municipio de Girardot.

El río Magdalena fue la ruta para acceder a las zonas andinas del norte de Sudamérica: primero, en tiempos precolombinos para la incursión en la expansión de la nación Caribe, que penetró su hoya hidrográfica hacia el interior de Colombia; segundo, desde la conquista en 1501 cuando Rodrigo de Bastidas lo explora. Y tercero durante la Colonia, por ser la vía que conducía a Santa Fe y al Virreinato del Perú por Honda, Popayán y Quito. La navegación concesionada en 1823 durante el gobierno de Francisco de Paula Santander apenas se regularizó hacia la década de 1880 y se desarrolló en la década de 1920, con el advenimiento de los Cables y Ferrocarriles Cafeteros.

Pero en tiempos de la República, este camino además de sufrir los efectos de la competencia del FFCC del Istmo (1855) y del Canal de Panamá (1914), desde 1930 empezó a palidecer por el advenimiento del transporte carretero que, a pesar de dinamizar el mercado interno, facilitó los procesos de sedimentación con la expansión de la frontera agrícola unida a la cultura de la tala, la quema y el azadón. Y finalmente, desde 1970, el río se postra a los efectos sobre el suelo y el agua de la Revolución Verde en la agricultura, que exacerban los factores de erosión, declinando la navegación por los del monopolio del transporte carretero.

Los embalses para generación de energía hidroeléctrica más grandes en superficie, en el río Magdalena son Betania y El Quimbo los dos represan el río Magdalena, en el departamento de Huila; el de mayor volumen es Sogamoso, represa el río homónimo, afluente del Magdalena, en el departamento de Santander.

El río, a lo largo de la historia, ha sido preponderante en el comercio y el intercambio de bienes: transporte, trueque, importaciones, exportaciones, pesca, aprovechamiento de las tierras aledañas al río y su natural fertilidad, hacen del río un patrón primordial en la economía nacional.

En la actualidad existen muchos embalses y represas sustentados por este río, los cuales sirven para producir y suministrar energía eléctrica, para el consumo doméstico e industrial y excedentes que se exportan, de donde se obtienen importantes ingresos para la Nación. Lastimosamente, estas hidroeléctricas no forman parte del Estado en su totalidad ya que algunas fueron vendidas a empresarios y consorcios extranjeros o simplemente dieron permiso para la construcción, por lo tanto algunas son privadas y otras de economía mixta (Sector Privado y Entidades Estatales).

En este gran río colombiano, existen 290 especies de peces dulceacuícolas, de los cuales los más conocidos y comercializados son:

En el río hay un alto endenismo terrestre como de aves y reptiles

Duque-Escobar, Gonzalo (2018). El Territorio del Río Grande de La Magdalena. Curso de Contexto en CTS. Universidad Nacional de Colombia. 

Duque-Escobar, Gonzalo (2020). Navegando el Río Grande de la Magdalena. Curso de Contexto en CTS.Universidad Nacional de Colombia. 

Duque-Escobar, Gonzalo (2019). El Río Cauca en el desarrollo de la región. Cuarta Cátedra de Historia Regional. Universidad de Caldas. 



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