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Rafael Masó i Valentí



¿Qué día cumple años Rafael Masó i Valentí?

Rafael Masó i Valentí cumple los años el 16 de agosto.


¿Qué día nació Rafael Masó i Valentí?

Rafael Masó i Valentí nació el día 16 de agosto de 1880.


¿Cuántos años tiene Rafael Masó i Valentí?

La edad actual es 144 años. Rafael Masó i Valentí cumplió 144 años el 16 de agosto de este año.


¿De qué signo es Rafael Masó i Valentí?

Rafael Masó i Valentí es del signo de Leo.


¿Dónde nació Rafael Masó i Valentí?

Rafael Masó i Valentí nació en Gerona.


Rafael Masó Valentí (Gerona, 16 de agosto de 1880ibidem, 13 de julio de 1935) fue un arquitecto español de principios del siglo XX, precursor del movimiento del Novecentismo. Sus trabajos se ubican principalmente en la ciudad de Gerona y su área de influencia, donde contaba con una sólida clientela entre la nueva burguesía y los propietarios rurales. Además de su profesión de arquitecto y su faceta de escritor, desarrolló un compromiso muy marcado con el catalanismo y fue regidor en el Ayuntamiento de Gerona por el partido de la Liga Regionalista entre el 1920 y 1923. Junto con el industrial emprendedor Josep Ensesa i Pujades, diseñó y construyó, en los años veinte, la urbanización de S’Agaró, definiendo una imagen de la Costa Brava basada en la tradición mediterránea y las influencias de la arquitectura europea.

Complementó su profesión de arquitecto con la de escritor de artículos y poemas. En su ciudad natal, estaba vinculado con el grupo de intelectuales formado por Xavier Montsalvatge, Prudenci Bertrana, Carles Rahola o Miquel de Palol. Durante sus estudios en Barcelona, trabó amistad con Josep Carner, Guerau de Liost o Emili Vallès, en el ambiente de profesionales y artistas implicados en el cambio de estilo del Modernismo al Novecentismo.[1]​ Cabe destacar la reforma de la planta noble del Castell de Raimat (Castell de Raymat) en Raimat, Lérida, en 1932, encargado por Jesús Raventós Fatjó.

Nació en la Casa Masó de Gerona, la casa solariega de la familia materna, donde se instalaron sus padres Rafael Masó i Pagès y Paula Valentí i Fuster, después de contraer matrimonio en 1877. La finca era propiedad de la familia Valentí.

Rafael Masó era el segundo de once hermanos –Santiago, Rafael, Artur, Joan, Francesc de Paula, Àngela, Josep, Alfons, Narcís, Maria y Paula-. Los hermanos Masó Valentí crecieron en una familia conservadora, católica, catalanista e ilustrada, en un ambiente culto propiciado por el interés literario y artístico de su padre, fundador del Diario de Gerona. La familia Masó participaba en la mayoría de las iniciativas culturales de la ciudad. Estas influencias marcaron la personalidad y la trayectoria del arquitecto. Además, la ocupación de su padre como procurador de los tribunales, influyó en sus valores, sobre todo en la voluntad de intervenir en la vida pública, junto con una profunda religiosidad.[2]

Rafael Masó murió en Gerona el 13 de julio de 1935. El estudio e investigación de su obra iniciados en los años setenta marcó un hito decisivo en la recuperación del patrimonio arquitectónico de la ciudad.[1]


Masó cursó los estudios de bachillerato en el colegio de los Hermanos Maristas de Gerona, donde recibió una educación religiosa rigurosa en el contexto de una Gerona popular y tradicional, que aún sufría las consecuencias económicas de las guerras napoleónicas, Este ambiente se reflejó en sus poemas de juventud El meu carrer, Cançons d'infant, El pessebre dels infants o De la llar.

Cuando acabó bachillerato en 1895, Masó empezó la carrera de arquitectura en la Universidad de Barcelona. En primer lugar, cursó las asignaturas para el curso preparatorio: Ampliación de física y química general (1895 - 96), Análisis matemático I y zoología (1896 - 97), Análisis matemático II, geometría general, mineralogía y botánica (1897 - 98), Geometría analítica y geometría descriptiva (1898 - 99), Cálculo diferencial y integral y mecánica racional (1899 - 1900). También estudió la asignatura de Dibujo lineal y de figura, donde se ejercitó en copias de flora y de detalles arquitectónicos

Mientras estudiaba arquitectura en Barcelona, entró en contacto con el grupo Joventut Catalanista y con la Congregación Mariana de los Jesuitas. Estas dos instituciones marcarían su talante y compromiso catalanista. Desde las secciones especializadas de estas organizaciones, como la Agrupació d’Arts i Lletres, Rafael Masó participó en la lectura de poemas y otras actividades y publicaciones, Destaca la creación de la revista Gerunda (1901), una revista quincenal de ciencias, arte y literatura, junto a las colaboraciones en La Renaixensa y La Veu de Catalunya, otras publicaciones destacadas de la época. También colaboró con artículos en el Diario de Gerona, el qual se editaba en la imprenta familiar, dirigido por su padre, y en las revistas l'Enderroch (1902) y Vida (1902 - 1903, 34 números publicados).

En los años de juventud previos a su participación política, se vio implicado en un incidente que condujo a su detención junto a su hermano Santiago Masó y el escritor Xavier Montsalvatge, por defender los resultados electorales de 1901, obtenidos por el Centre Catalanista de Gerona, un partido creado a partir de ideales catalanistas.[3]

Rafael Masó inició los estudios de arquitectura en Barcelona en el año 1900, fecha en la que matriculó en la Escuela de Arquitectura. El método de enseñanza vigente estaba muy influenciado por el racionalismo francés, y se basaba en un academicismo historicista y una elevada exigencia en la técnica del dibujo. Fuera de la Escuela, Rafael Masó frecuentaba otros cenáculos académicos como el Cercle Artístic de Sant Lluc, donde coincidía con intelectuales, artistas y arquitectos y se introducía en formas alternativas de concebir la disciplina arquitectónica, mientras se divulgaban los referentes importados de Europa. En estos ambientes coincidió con Antoni Gaudi por el cual cultivó una admiración que marcó sus primeros proyectos. En los proyectos en la Escuela y ya como titulado, se puede apreciar su personalidad y su admiración por el modernismo de Antoni Gaudí, un aspecto que provocó una ruptura con las enseñanzas de la Escuela.

Su proyecto de final de carrera, dedicado al diseño de una Lonja de Contratación, provocó una gran polémica entre el profesorado, ya que Masó presentó un proyecto con elementos en poca sintonía con la Escuela de Arquitectura, evidenciando la amalgama de influencias que recibió durante los años de aprendizaje. La formación de Rafael Masó y otros profesionales de su generación, transcurrió en escenarios diversos, a menudo al margen del marco académico normativo.

Masó pensaba que Gaudí representaba la concreción de sus ideales estéticos y espirituales, ligados en parte en la Liga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat[3]​. Este grupo, fundado por Josep Torras i Bages, apostaba por una espiritualidad estética basada en la religión y el catalanismo. Como anécdota, durante sus estudios en Barcelona, Masó fue catequista en la parroquia de la basílica de la Sagrada Familia.

Durante sus estudios de Arquitectura, forjó amistad con Josep Maria Pericas, un vínculo que perduró toda la vida; Pericas y Masó coincidían en la Liga Espiritual de Mare de Déu de Montserrat y en la Congregación Mariana.

En aquellos años también entró en contacto con la Academia de Lengua Catalana, vinculada a Torras i Bages. También se relacionaba con un grupo de jóvenes intelectuales, llamados los cal·ligeneics (hermosa generación), que fueron el núcleo fundacional del Novecentismo: Josep Carner, Guerau de Liost, Emili Vallès, Joan Alzina i Melis, Francesc Sitjà i Pineda, y Josep Maria López-Picó. Durante su etapa en Barcelona, Masó no descuidó sus actividades de promoción cultural en Gerona, sino que animaba a sus amigos y compañeros a visitar la ciudad y participar de sus certámenes y actos culturales.

En 1906, obtuvo el título de arquitecto y regresó a su ciudad. En su misma promoción se graduaron sus compañeros: Josep Maria Pericas y Josep Maria Jujol. Con ellos compartiría, además, la admiración por Antoni Gaudí. En Barcelona, junto con otros artistas, escritores e intelectuales barceloneses, protagonizó el proceso de la revisión que condujo a la maduración del Novecentismo.La actitud cívica, el catalanismo y el carácter modernizador y europeísta que el Novecentismo defendía, hicieron que Rafael Masó también se distinguiera como poeta, urbanista, político y promotor del arte y la arquitectura.[3]

Recién titulado, Masó volvió a Gerona con la voluntad de intervenir en la arquitectura de la ciudad, consciente de las limitaciones del urbanismo ya existente, especialmente condicionado por la existencia de las estructuras obsoletas de las antiguas murallas de la ciudad. En este proyecto de transformación, aunó su vida personal, sentimental y profesional, en un conjunto que en Rafael Masó era indisociable.

El arquitecto se enfrentó a numerosas dificultades derivadas del carácter provinciano de la ciudad y de la propia sociología de sus habitantes. Dichas dificultades provocaron más de un disgusto al arquitecto, especialmente cuando no pudo culminar algunos de los proyectos previstos y redactados. Con el paso de los años sus impulsos se temperaron en una fecunda relación con Gerona que dio sus frutos en el ámbito de la arquitectura, las artes y la cultura.

Su actividad como arquitecto vivió la crisis del Modernismo, y protagonizó el cambio estilístico hacia el Novecentismo, a partir de la arquitectura tradicional, el mediterráneo y las experiencias más novedosas, desarrolladas en la Europa del primer tercio del siglo XX, Entre su influencias europeas, Masó se interesa especialmente por la doméstica inglesa de Charles Voysey y la Secesión vienesa representada por Josef Hoffmann y Joseph Maria Olbrich. Estos intereses y relaciones los cultivó a través de contactos y lecturas de revistas europeas. Con este conocimiento y experiencia, Rafael Masó se convirtió en artífice del cambio estético modernizador que se vivió en Gerona y que en parte perdura.[3]

Los referentes a nivel catalán de su arquitectura conectan com los trabajos de los arquitectos coetáneos como Domènech i Montaner, Gaudí, Puig i Cadafalch.[3]

El estudio de su arquitectura se puede dividir en tres periodos:[3]

Rafael Masó fue poeta antes que arquitecto. Aunque esta etapa de juventud quedó después en un segundo plano, era bien conocida entre sus coetáneos, consiguiendo diversos premios en los Juegos Florales de diferentes ciudades. Sus poemas eran tan valorados, que en 1911 fue incluido como poeta en el famoso Almanach dels Noucentistes de Eugeni d’Ors.

Sus poemas muestran influencias de Josep Carner, Josep Maria López-Picó y Jaume Bofill. En sus producciones, encontramos sonetos y alejandrinos, y versos decasílabos.

La mayoría de los poemas que Masó escribió, fueron publicados en la Revista de Catalunya, en Almanach dels Noucentistes y en las revistas Montserrat y Vida.

En cuanto a la temática, encontramos: Paisajes urbanos, Amor y amistad, Fe y religión, Tradición y circunstancias, y Apareados. Gran parte de estos poemas los podemos encontrar en la recopilación de David Prats, Antología Poética, publicada en el 2006.[4]

La Casa Masó de Gerona, sede de la Fundació Rafael Masó creada en el año 2006, organiza un itinerario literario que, a través de la obra poética de Masó y de textos de otros poetas y escritores, propone un recorrido por la casa, rememorando su condición de escenario de encuentro de los poetas más destacados del Novecentismo.

A lo largo de su vida, Rafael Masó se relacionó con diferentes personajes destacados de la época, con los que mantenía una amistad, través de cartas :[1]

Rafael Masó, al margen de su faceta profesional como arquitecto, destacó también como escritor, siendo galardonado en diversas ediciones de los Juegos Florales. En Gerona se relacionó con el círculo de Xavier Montsalvatge, Carles Rahola, Miquel de Palol i Felip y Prudenci Bertrana, creando y colaborando en diferentes revistas. En Barcelona frecuentaba intelectuales como Josep Carner, Jaume Bofill Mates, Josep Maria López-Picó y Emili Vallès, que integraban el núcleo literario que ayudó al cambio hacia el Novecentismo.[3]

Este activismo cultural culminó en 1913 en la fundación de la sociedad Athenea por parte de un grupo de intelectuales, artistas y profesionales de Gerona. Dicha sociedad contaba con su propio centro cultural como espacio de promoción del Novecentismo. En Athenea confluyen, entre otros, el arquitecto Rafael Masó y artistas como el escultor Fidel Aguilar, el pintor y ceramista Joan Baptista Coromina, el herrero Nonito Cadenas y los hermanos Busquets como decoradores.

Además del activismo cultural, Masó se sintió motivado por la vida política. En la época de estudiante en Barcelona, junto Jaume Bofill Mates, militó en las Joventuts Catalanistes de la Liga Regionalista. En Gerona, en las elecciones municipales de 1920, participó de la candidatura de la Lliga Regionalista, que ganó las elecciones municipales. Rafael Masó integró el nuevo consistorio como concejal de Fomento, con el doble objetivo de racionalizar el urbanismo de la ciudad y mejorar la dotación de equipamientos escolares y culturales. Masó soñaba un progreso cívico auspiciado por el poder municipal.[3]

Con la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera en 1923, se suspendió la vida democrática de una forma drástica. En Gieona esta ruptura se escenificó en el encarcelamiento de Rafael Masó y otros regidores catalanistas, por adherirse a un acto catalanista organizado por el Centre Autonomista de Dependents de Comerç. Una vez liberados, Rafael Masó sufrió una sanción que lo incapacitaba para actuar como profesional en concursos oficiales. A pesar de ello, Rafael Masó no dejó de participar en la causa catalanista y en la resistencia a la Dictadura.

Muy interesado en la protección del patrimonio, en especial del barrio antiguo de la ciudad, Rafael Masó fue también arquitecto delegado del Instituto de Estudios Catalanes por el Servicio de Catalogación y Conservación de Monumentos, corresponsal en Gerona del Fomento de las Artes Decorativas, Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y miembro de la Comisión Provincial de Monumentos[1]​.

Masó recupera en su obra la tradición artesana de la cerámica, la madera, el vitral y la forja, y define un estilo propio que otorga un carácter propio a la ciudad. Además de casas, chalets y bloques de pisos, también diseñó escuelas, hospitales, fábricas y tiendas. También se dedicó a la reforma de masías de época medieval.

Masó no solo diseñaba la estructura de los edificios, sino también se encargaba de la decoración de los interiores de las casas y diseño de los muebles. Un ejemplo serían los vitrales del recibidor del primer piso de la Casa Ensesa, que actualmente se encuentran expuestos en el Museo de Historia de Gerona, o el diseño del mobiliario de la Mas El Soler en Sant Hilari Sacalm, y la colección de muebles para la familia Masó, algunos de los cuales se conservan en la Fundació Rafael Masó

Rafael Masó también realizó una lápida dedicada a Guillem Colteller, médico de la casa real catalana durante el siglo IV y uno de los máximos conocedores de la ciencia médica del Principado. Esta lápida estuvo expuesta en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Gerona, pero fue retirada en 1940. Actualmente se encuentra en el Museo de Historia de Gerona.

Las obras más destacadas son, en Gerona, la Farinera Teixidor (1910), la Casa Masó (1911), y el centro cultural Athenea (1913). Otras obras destacadas que podemos encontrar en otras poblaciones serían la Casa Masramon (1913) a Olot, la Casa Casas (1914) a Sant Feliu de Guíxols, y la ciudad-jardín de S’Agaró (1923). Algunas veces, la falta de sintonía con sus clientes impedía el desarrollo total de los proyectos. Hay que lamentar también que pasado el tiempo, algunos de los edificios se derruyeron o alteraron de forma irrecuperable; otros, se conservan y han sido rehabilitados.

Lista de proyectos y obras de Rafael Masó:[6]

(conocida como "Can Peix")

En 2006 se creó la Fundación Rafael Masó como entidad pública, sin ánimo de lucro, a partir de la cesión de la Casa Masó al Ayuntamiento de Gerona por parte de sus propietarios, Narcís-Jordi Aragó y Mercè Huerta Busquets, sobrinos del arquitecto. Su patronato lo integran los herederos de Rafael Masó, Ayuntamiento, Colegio de Arquitectos de Cataluña, Colegio de Arquitectos Técnicos y Aparejadores de Gerona y la Universidad de Gerona.

Su misión es la de gestionar la conservación y la difusión de la Casa Masó, promover el estudio, la difusión de la obra de Masó y del Novecentismo catalán, y fomentar la concienciación sobre la importancia de la arquitectura y el urbanismo para la sociedad y las personas. Por eso, la Fundación organiza exposiciones, realiza publicaciones y actividades educativas para todos los públicos.[7]

La Fundación Rafael Masó, está ubicada en la Casa Masó, que es la casa natal del arquitecto Rafael Masó. En la Fundación se conserva la memoria de la familia Masó y del contexto cultural que propició el desarrollo del Novecentismo en la ciudad de Gerona.[8]

La Casa Masó actual es el resultado de la sucesiva unión de cuatro casas adquiridas por la familia Masó a mediados del siglo XIX y principios del XX, y su aspecto actual es parecido al que tuvo después de la última intervención de Rafael Masó en 1919.[9]

La Casa Masó cuenta con 1000 metros cuadrados, distribuidos en planta baja y cuatro pisos, con una superficie de 200 metros cuadrados por planta. La planta baja y dos de los pisos están abiertos al público. La colección de la Fundación conserva 1.100 objetos catalogados (42 obras originales de Rafael Masó) datados entre el 1880 y 1940. La colección incluye pintura, escultura, dibujo, grabado, cerámica, mobiliario, vidrios, metales, textiles y utensilios. La biblioteca y hemeroteca de la Fundación la integran 3.000 volúmenes y 5.000 revistas y otras publicaciones. Este fondo está a disposición de investigadores o estudiantes, con una sala de consulta en la tercera planta de la Casa Masó. Además, gracias a un convenio con la Biblioteca de la Universidad de Gerona se está catalogando el fondo, para que en un futuro próximo, forme parte del Catálogo Colectivo de las Universidades de Cataluña y se pueda consultar en línea (CCUC).[10]

El Archivo custodia unos 3.000 documentos y fotografías, datadas entre 1628 y 2012. Se trata del testimonio documental de la vida de más de seis generaciones vinculadas a la Casa Masó.

La Fundación gestiona un programa de exposiciones temporales:[11]

La Fundación También organiza y colabora periódicamente en exposiciones temporales fuera de la Casa Masó sobre la obra de Rafael Masó, sus contemporáneos u otros aspectos relacionados con la su vida y su tiempo.

Paralelamente ha creado un Programa Educativo dedicado a dar conocer la obra de Rafael Masó y difundir la arquitectura entre personas de todas las edades, con especial atención a los estudiantes de primaria y secundaria. En este sentido, se organizan visitas y talleres a la Casa Masó, cursos de formación del profesorado, y se han firmado convenios de prácticas para estudiantes universitarios (Universidad de Gerona y Universidad de Barcelona, i centros de la Catalunya norte).[12]

También está desarrollando un programa de voluntariado cultural, con personas que colaboran en diferentes trabajos y actividades: visitas guiadas, atención al visitante, talleres educativos, investigación en el fondo bibliográfico y artístico de la Fundación…[13]

Coincidiendo con la inauguración de la Casa Masó, y con la presentación de la primera exposición temporal, la Fundación publicó el libro Casa Masó: vida y arquitectura novecentista, editado por Jordi Falgàs, y escritos de Narcís-Jordi Aragó, Jordi Falgàs y Rosa Maria Gil. Incluye diferentes artículos sobre la historia de la casa, las intervenciones de Rafael Masó, y un recorrido fotográfico por el interior del edificio. Además, la mayoría de las exposiciones temporales disponen de un catálogo, y se han realizado diversos artículos en periódicos y en plataformas digitales.[14]




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